Descripción Oficial
Pesadilla
Sam tiene una
premonición en la cual un hombre es asesinado de forma que parezca un suicidio.
Sam convence a Dean de que deben investigar el caso, pero se sorprenden cuando
no pueden encontrar nada que indique que la muerte fue sobrenatural. Hasta que
descubren que Max, el ermitaño hijo de la primera víctima, ha estado usando la
telekinesia para matar a los familiares que lo maltrataron. Además, Sam
descubre que su propia madre y la de Max fueron asesinadas por el mismo
demonio.
Sam estaba
soñando con un hombre desconocido que estaba guardando su auto en la cochera de
su casa, cuando el hombre trataba de salir de su auto no podía, y el motor empezaba a lanzar un montón de humo
que poco a poco lo fue asfixiando hasta
que finalmente murió.
Sam había
sentido una carga emocional y poderosa en ese sueño, como cuando vio la muerte
de Jess o su antigua casa, así que se despertó muy asustado, prendió la lámpara
de noche y se levanto para despertar a su hermano.
--- Deán… Deán.
--- decía mientras le sacudía con fuera la mano, Deán entre abrió los ojos para
ver que pasaba.
--- ¿Qué estás
haciendo, Sam? Estamos a mitad de la noche. ---
dijo Deán entre bostezos.
--- Tenemos que
irnos.
--- ¿Qué está
sucediendo Sammy?
--- Tenemos que irnos Deán. Ahora mismo. --- dijo
Sam mientras recogía sus cosas y se ponía el suéter, por el tono de voz que
tenia Deán se levanto y lo siguió hasta el impala, donde Sam le explico lo del
sueño he hizo un par de llamadas a la policía.
--- Detective
Mcreedy. Número de placa 1-5-8. Tengo una señal 4-80 en progreso. Necesito un
registro de los dueños de un Sedan dos puertas. Matrícula de Michigan. Mary,
Frank, 6-0-3-7… dese prisa --- decía Sam a la operadora en la línea, Deán
estaba sorprendido de que su hermano memorizara la placa de un sueño, eso no
era normal pero pese a su propio temor tenia que calmar a Sam
--- Sammy,
relájate. Estoy seguro que es sólo una pesadilla.
--- Sí. Dímelo a
mí. --- murmuro.
--- Lo digo en
serio Sam... Es una común, normal y ordinaria pesadilla… Esa matrícula no
encajará. Ya lo verás. --- dijo muy
seguro de si.
--- Se sentía
diferente Deán… Se sentía real. Como cuando soñé con nuestra vieja casa o con
la muerte de Jessica.
--- Eso tiene mucho
sentido. Soñar con nuestra casa, tu novia… Este tipo de tu sueño, ¿lo has visto
antes?
--- No. No,
exactamente. --- murmuro Sam, entonces la operadora regreso a la línea y le
otorgo la información solicitada.
--- Jim Miller.
Saginaw, Michigan. ¿Tiene la dirección? --- le pregunto Sam en apenas un
susurro, la operadora le dio la información y el colgó para girar a enfrentar
la blanca y desconcertante mirada de Deán.
--- Si existe.
¿Qué tan lejos estamos?
--- Un par de
horas. --- murmuro Deán algo asustado, Sam se giro y se puso el cinturón de
seguridad que nunca se ponía.
--- Que sea
menos --- dijo Sam, entonces Deán piso el acelerador del impala a fondo y se
fueron rápidamente por la carretera.
Para cuando los
Winchester llegaron a la dirección ya había un montón de gente consternada en
las puertas de sus casas, la policía estaba en la casa y los forenses estaban
sacando un cadáver de la cochera.
Deán miro como
la mirada de Sam se llenaba de tristeza, trato de hablarle pero su hermano
camino directo a los vecinos.
--- ¿Qué sucedió? ---- pregunto Sam a una mujer
desconocida.
--- Se suicidó…
No puedo creerlo. --- ella dijo.
--- ¿Lo conocía?
--- Lo veía cada
día en San Agustín. Siempre parece... parecía muy normal. Supongo que nunca
sabes lo que pasa detrás de las puertas cerradas. --- murmuro ella con mucha
pena y preocupación en su voz.
--- Supongo que no. --- murmuro Deán.
--- ¿Cómo…? ¿Qué
dicen que sucedió? --- pregunto Sam con la voz entrecortada.
--- Oí que lo encontraron en la cochera… Encerrado
dentro de su auto con el motor encendido.
--- ¿Sabe a qué
hora lo encontraron? --- volvió a preguntar Sam, esta vez con mucha culpa en su
voz como si hubiera tenido la culpa de todo.
--- Esto paso
hace una o dos horas… Pobre familia. Ni siquiera puedo imaginar por lo que
están sufriendo --- dijo la mujer, los hermanos giraron su mirada hacia la casa
y vieron a la esposa del difunto gritando y llorando desconsolada, Sam no
aguanto mas y se alejo para derramar una lagrima, Deán le dio un segundo a
solas antes de acercársele.
--- Sam, vinimos
tan rápido como pudimos.
--- No fue suficientemente…
Esto no tiene sentido. ¿Por qué tendría estas premoniciones si no puedo evitar
que sucedan? --- pregunto consternado.
--- No lo sé. --- y Deán no lo sabia, a el le
inquietaba mas saber el porque aparecían esas visiones en su hermano antes del
para que.
--- Entonces, ¿qué piensas que lo mató? ---
pregunto Sam mas tranquilo.
--- Quizás tan sólo se suicidó. Quizás no halla
nada sobrenatural en todo esto Sam
--- Te lo estoy diciendo… Vi lo que sucedió. Fue
asesinado por algo Deán… Algo lo atrapó en la cochera
--- ¿Como qué?
¿Un espíritu? ¿Un poltergeist? ¿Qué cosa Sam?
--- No sé lo que fue. No sé por qué tengo estos
sueños, no sé qué demonios está pasando Deán. --- se quejo Sam, Deán
simplemente lo miro preocupado.
--- ¿Qué? ---
pregunto Sam molesto.
--- Nada... Sólo estoy preocupado por ti. ---
murmuro Deán, sin dejarlo de ver de la manera extraña en que lo hacia.
--- Bueno, no me mires de esa manera Deán
--- No estoy mirándote de ninguna manera. Pero
tengo que decirlo… Te ves mal… Vamos, seguiremos con esto en la mañana.
Revisaremos la casa, hablaremos con la familia. --- era lo único que Deán podía
hacer para averiguar que había pasado, tenia que comportarse como si se tratara
de un caso normal para no asustar mas a Sam
--- Deán, tú los viste… Están devastados. No van
a querer hablar con nosotros. --- le dijo Sam mientras subía al impala-
--- Sí, tienes
razón… Pero creo saber con quien van a hablar. --- exclamo Deán con una
sonrisa, a veces daba gracias al cielo por haberle dado esa imaginación tan
veras.
A primera hora
del día siguiente, los hermanos Winchester
consiguieron los disfraces que necesitaban, Sam no estaba convencido y
se sentía incomodo de portar la ropa de sacerdote, pero según Deán ese tipo de
personajes lograrían que la familia se abriera para hablar… Asi que no
perdieron mas tiempo y fueron a la casa Miller.
--- Buenas
tardes. Soy el Padre Simmons… Este es el Padre Freely. Somos los nuevos
sacerdotes juveniles de San Agustín. ¿Podemos pasar? --- pregunto Deán con su
mejor tono de paz y tranquilidad, el
hombre que les abrió los dejo pasar.
--- Gracias…. Lamentamos
mucho su pérdida. En tiempos difíciles como estos la guía del señor es lo que
más se necesita. --- dijo Deán para parecer un verdadero sacerdote pero el otro
hombre dio un bufido a su comentario.
--- Miren, si
van a decir que el Señor tiene un plan mejor. No me lo digan a mí… Mi hermano
está muerto. – les dijo enojado, entonces una mujer se acerco a la
conversación.
--- Roger, por
favor. --- dijo ella y el hombre se fue, ella era la esposa del difunto. --- Lamento
lo de mi cuñado… Está muy apenado con la muerte de Jim. ¿Quieren algo de café?
--- pregunto.
--- Estaría bien
--- dijo Deán con una enorme sonrisa y
siguió a la mujer hasta la sala, Sam también pero el iba con una cara de
seriedad total.
--- Fue un gesto maravilloso el de ustedes por
venir… El respaldo de la iglesia significa mucho en este momento. --- exclamo
ella mientras serbia las tazas de café, los hermanos se sentaron en el sofá.
--- Por supuesto…
Después de todo, todos somos hijos de Dios. --- volvió a repetir Deán, la mujer
se fue por azúcar a la cocina permitiendo que Deán tomara uno de los canapés de
la mesa de centro y lo masticara fuertemente.
--- Trata de
moderarte un poco… padre --- le dijo Sam entre dientes, en eso regreso la mujer
y se sentó con ellos.
--- Entonces,
señora Miller. ¿Tenía su marido un historial depresivo? --- le pregunto Deán,
estaba decidido a demostrarle a Sam que no había nada mas que un feo acto
humano en esa situación.
--- Nada
parecido a eso. Nosotros... teníamos nuestros buenos y malos momentos, como
todos… Pero éramos felices. Simplemente, no entiendo... como Jim pudo hacer
algo así. --- dijo ella y volvió a llorar por un segundo.
--- Lamento que
haya tenido que encontrarlo a él de esa manera. --- le dijo Sam, ella se giro
aun con lagrimas para mirarlo.
--- En
realidad... fue nuestro hijo, Max. Él fue quien lo encontró. --- les dijo, los
Winchester se miraron por un segundo y Sam se fue a buscar a ese muchacho,
quien estaba en la cocina, aislado de todas las personas y con los ojos
hinchados por el llanto.
--- ¿Max? Hola,
soy Sam --- exclamo con una sonrisa reconfortante pero el niño apenas y le dijo
un leve hola, se veía tan mal el pobrecillo pero ni eso detuvo a Sam de darle
sus condolencias y empezar el interrogatorio.
--- Entonces,
¿cómo era tu padre?
--- Un padre
normal.
--- ¿Vives en
casa ahora? --- Sam estaba haciendo las típicas preguntas que se le hacia a un
hijo después de la perdida de algún padre, pero ese muchacho estaba con la
mirada perdida y apenas y hablaba sin titubear.
--- Sí… Estoy
tratando de ahorrar para la universidad pero es difícil. --- murmuro el
muchacho, Sam sabia que no había mucho tiempo así que decidió arriesgarse y fue
directo al grano.
--- ¿Cuándo
encontraste a tu padre?
--- Me
desperté... escuché el motor andando… No sé por qué lo hizo. --- dijo Max con
lagrimas acumuladas en los ojos pero sin derramar ninguna, lo que parecía un
poco extraño.
--- Sé que es
duro... perder a uno de tus padres. Especialmente cuando no tienes todas las
respuestas. --- le dijo Sam, hablando desde la experiencia de su madre pues
nunca la conoció y su padre y su hermano nunca le hablaron mucho de ella,
incluso había veces en las que sentía
que faltaban respuestas en su vida.
Mientras Sam
estaba con el chico, Deán se encargo de hablar con la madre y averiguar datos sobre
la casa, luces extrañas, ruidos, cualquiera cosa que diera indicios a la
presencia de fantasmas pero nunca existo nada raro, incluso reviso la casa con
el escáner infrarrojo pero tampoco obtuvo nada, la casa era perfecta en
realidad.
Los Winchester se
regresaron al motel para buscar información, especialmente Sam pues para Deán
el caso ya estaba cerrado y no trataba de nada más que suicidio.
--- Entonces,
¿qué tienes? --- le pregunto Deán a su hermano quien ya tenia buen rato en la
computadora con la búsqueda de información.
--- Bueno, nada…
Nada malo le ha pasado a la casa de los Miller desde que se construyó.
--- ¿Qué hay del
terreno?
--- Ni
cementerio, ni campo de batalla... ni tierras indígenas u otra clase de
atrocidad en su terreno o cerca de la propiedad. --- Sam había cubierto todos
los terrenos de una posible actividad paranormal en un terreno.
--- Te lo dije,
registré la casa arriba y abajo… No había zonas oscuras, ni almas, nada Sam
--- ¿y la
familia dijo que todo era normal? --- volvió a preguntar, como si Deán no le
hubiera dicho ya mas de 20 ves lo que la madre le conto.
--- Bueno, si
hubiera un demonio o un espíritu... ¿no crees que alguien habría notado algo?
Use el escáner infrarrojo y no apareció nada Sam
--- ¿Entonces,
qué? ¿Crees que Jim Miller se suicidó? ¿Y mis sueños fueron alguna clase de
coincidencia loca? --- pregunto Sam indignado, Deán se encogiendo hombros
porque eso era justo lo que quería pensar sobre los sueños de su hermano, que
solo eran coincidencia..
--- No lo sé…
Estoy bastante seguro que no hay nada sobrenatural en esa casa Sam.
--- Bueno... ...ya
sabes, tal vez... Tal vez no hay nada en la casa. Tal vez es sólo... ¡Dios! Tal
vez esté conectado con Jim... de alguna otra manera. --- decía Sam con la voz
entre cortada y tocándose la cabeza con mucha desesperación, entonces se empezó
a quejar.
--- ¿Qué te pasa
Sam?
--- ¡Mi cabeza!
--- grito el antes de desplomarse en el suelo junto a la cama, Deán corrió a
ver que le estaba pasando.
--- ¿Sam? ¿Qué
pasa? Habla conmigo hermano. --- rogaba Deán preocupado pero Sam no respondía
pues ya estaba teniendo otra visión.
Esta nueva
visión de trataba del hermano del primer difunto, el hombre estaba en su
apartamento, bebiendo una cerveza, el frio entro por la ventana del apartamento
y el sujeto intento cerrar la ventana pero estaba atascada, el saco medio
cuerpo fuera para mirar lo que pasaba, jalo con todas sus fuerzas el marco y no
podía cerrarla. El hombre se quedo mirando el marco por unos segundos hasta que
este cayo sobre su cabeza y se la arranco. Fue cuando Sam despertó de la
visión.
--- ¡Está
pasando otra vez! Algo va a matar a Roger Miller. --- dijo alarmado, esta vez
Deán no puso ningún pero para salir corriendo del motel en búsqueda del sujeto,
pero lo que mas preocupado lo tenia era el acto de dolor que Sam tuvo en el
motel, cosa que a el no parecía importarle para nada, pues estaba muy callado
en el auto.
--- ¿Estás bien Sam?
--- Sí. ---
murmuro algo estraño.
--- Si vas a
vomitar... puedo parar el auto, sabes por las vestiduras y…
--- Estoy bien
Deán, sólo conduce.
--- Está bien.
--- y de ad mirar a Sam para concentrarse en el camino aun que eso no
significaba dejar de estar preocupado por el.
--- Deán, estoy
asustado. ¿Estas pesadillas no eran suficientemente malas como para que ahora
las vea mientras estoy despierto? Y estas visiones o lo que sean... se están
poniendo tan intensas, que es doloroso.
--- Vamos, todo se va arreglar… Estarás bien
Sammy.
--- ¿Qué pasa
con los Millers? ¿Por qué estoy conectado con ellos? ¿Por qué los veo morir?
¿Por qué diablos me está pasando esto?
--- se preguntaba molesto.
--- No lo sé,
Sam… Pero lo descubriremos, ¿sí? Enfrentamos lo inexplicable todos los días.
Esto es sólo otra cosa más. --- dijo Deán para calmarlo.
--- No. Nunca es sobre nosotros…. Nunca le pasó a
la familia de esta manera. Dime la verdad, no puedes decirme que esto no te
asusta.
--- Esto no me
asusta. --- dijo Deán si voltear a mirarlo porque realmente tenia miedo del
asunto pero como el hermano mayor, tenia que ser el valiente y el que tuviera
la fuerza para sacar a Sam adelante.
Los hermanos
llegaron a la dirección de Roger Millers, quien apenas iba caminando hacía su
apartamento con unas bolsas de comida.
--- ¡Roger!
Espera un segundo. --- grito Sam desde la ventanilla del auto.
--- ¿Qué son
ustedes, misioneros? Déjenme solo. --- les grito y apresuro el paso hacia su
departamento, Deán estaciono el impala rápidamente y los 2 salieron corriendo para detener al hombre.
--- ¡Por favor!
¡Roger! ¡Estamos tratando de ayudar! ¡Por favor! --- le gritaba Sam a lo lejos.
--- No quiero su ayuda. --- Roger cerro la puerta
de entrada con llave y los hermanos lo vieron irse atreves del cristal.
--- No somos sacerdotes. ¡Nos tienes que
escuchar! Roger, ¡estás en peligro! --- le seguía gritando Sam pero era en
vano.
Los hermanos
corrieron por la escalera de incendios para llegar con Roger pero eran más de 5
pisos y para cuando lograron llegar, todo ya había pasado, Roger había sido
decapitado por el marco de la ventana.
--- Toma… Empieza a limpiar tus huellas
digitales. No queremos que la policía sepa que estuvimos aquí. ¡Vamos, vamos!
--- dijo Deán cuando le dio una franela, los 2 se pusieron a limpiar sus
huellas en los barandales de la escalera y después Deán se metió al apartamento
de Roger para revisar pero no encontró nada.
--- Te estoy diciendo que no había nada allí
dentro… Tampoco había señales, igual que en la casa de los Miller. --- dijo
Deán.
--- Vi algo en la visión, como una sombra oscura.
Algo estaba... Algo estaba acechando a Roger.
--- Bueno, sea
lo que sea, estoy seguro de que no está conectado a la casa
--- No, está
conectado con la familia misma. ¿Qué crees que sea? ¿Cómo un espíritu vengador?
--- Sí. Algunos
de ellos son conocidos por perseguir a familia, los cazan durante años… espectros,
Banshees…Básicamente es como una maldición… Tal vez Roger y Jim Miller se
metieron en algo gordo, algo digno de una maldición. --- explico Deán
--- Y ahora algo
los busca para vengarse. Y están haciendo que sus familias mueran. ¿Crees que
Max está en peligro? --- se pregunto Sam
por el patrón de las muertes de los hombres de la familia.
--- Vamos a
averiguarlo antes de que lo esté. --- exclamo Deán y ambos entraron al impala
otra vez.
--- Bueno, sé
una cosa que tengo en común con esta gente. --- murmuro Sam
--- ¿Qué es? ---
pregunto su hermanó interesado.
--- Nuestras
familias están malditas. --- le dijo Sam, Deán rodo los ojos ya que no podía
creer que su hermanó volviera a repetir aquella estupidez.
--- Nuestra
familia no está maldita Sam… Sólo tuvimos unas manchas oscuras.
--- Nuestras
manchas oscuras son... muy oscuras. --- exclamo Sam con ironía.
--- Tú eres
oscuro. --- Le dijo Deán y regresaron al motel para descansar un poco y pensar
en el siguiente plan.
Por la tarde del
día siguiente los hermanos volvieron a retomar sus disfraces de cura y fueron a
la casa de los Miller, al parecer el funeral de Roger seria esa misma noche en
su departamento.
--- Mi madre
está descansando… Está muy alterada. --- les dijo Max una vez que los había
dejado pasar a la casa.
--- Por
supuesto. --- murmuro Sam
--- Toda esta
gente seguía viniendo con cacerolas que tuve que decirles a todos que se
fueran. , creen nada dice lo siento como una cacerola de atún…. En fin,
siéntense. --- les pidió Max, los 3 se sentaron frente a frente en los sofás.
--- ¿Cómo lo
estás llevando? --- le pregunto Sam, el seria quien manejaría el interrogatorio
con Max.
--- Estoy bien.
--- el chico estaba respondiendo otra vez con monosílabos.
--- ¿Tu padre y
tu tío eran cercanos?
--- Sí, supongo…
Es decir, eran hermanos, solían estar juntos todo el tiempo cuando yo era niño.
--- ¿Pero ya no
lo hacían últimamente? --- pregunto Sam capcioso, era como si el otro muchacho
hablara en clave o algo por el estilo y además se puso muy pálido con la ultima
pregunta.
--- No, no es
eso. Es...que solíamos ser vecinos cuando yo era un niño… Vivíamos al otro lado
del pueblo en una casa y... el tío Roger vivía al lado, así que estaba por allí
todo el tiempo. --- dijo nervioso e incluso temblando un poco.
--- Claro… Entonces,
¿cómo eran las cosas cuando eras niño? --- Sam había notado algo extraño con
esa situación, así que decidió adentrarse más a fondo.
--- Estaban
bien. --- respondió muy cortante.
--- ¿Por qué? ¿Todos
buenos recuerdos? ¿Recuerdas algo inusual? ¿Algo que tenga que ver con tu padre
o tu tío tal vez? --- le pregunto Deán, el también había notado algo muy
extraño en Max respecto al tema de la
niñez.
--- ¿Por qué
lo...? ¿Por qué lo preguntas? --- pregunto con lagrimas formándose en sus ojos.
--- Es simple curiosidad
--- No, no había
nada… Éramos totalmente normales… Felices. --- dijo Max muy rápidamente y
claramente se notaba que se estaba controlando para no llorar, así que Deán y
Sam decidieron irse para no incomodarlo mas.
--- Ninguna familia es totalmente normal y feliz.
¿Viste cuando estaba hablando sobre su antigua casa? --- preguntaba Deán
mientras caminaba de regreso al auto.
--- Sonaba
asustado. --- murmuro Sam
--- Max no nos
está contando todo. Digo que vayamos a encontrar el antiguo vecindario y
averiguar como era realmente la vida en la casa de los Miller. --- dijo
mientras los 2 subían al auto y se ponían en marcha hacia el viejo vecindario
que estaba al otro lado del pueblo.
Para cuando
llegaron al otro lugar, no les fue difícil encontrar a un vecino amable, se
trataba de un hombre que estaba cortando sus plantas así que se le acercaron
para hablar.
--- ¿Ha vivido
en el vecindario por mucho tiempo? --- le preguntaron.
--- Sí, casi
veinte años... Es un lugar lindo y tranquilo… ¿Por qué? ¿Están buscando
comprar?
--- No, no,
realmente… Solo nos estábamos preguntando... si recordaría una familia que
solía vivir al otro lado de la calle. --- dijo Sam
--- Sí, los
Miller… Tenían un hijo llamado Max. --- agrego Deán, el hombre se quedo en
silencio por un segundo y frunció el ceño.
--- Sí, me
acuerdo… El hermano tenía la casa de al
lado. ¿Por qué? ¿Ha pasando algo? ¿El pobre chico está bien? --- pregunto
preocupado por Max
--- ¿A qué se
refiere?
--- Bueno, en toda
mi vida, nunca vi a un niño ser tratado así… Solía escuchar al señor Miller
gritando y arrojándole cosas, desde mi casa. Él era un maldito borracho, solía
golpear mucho a Max. Le dejaba moretones e incluso le rompió el brazo dos
veces, al menos que yo sepa.
--- ¿Y eso
sucedía regularmente? --- pregunto Deán, ahora empezaba a entender todo.
---
Prácticamente todos los días. Creo que hasta el hermano solía hacer lo mismo
con el chico. Pero la peor parte... era su madrastra. Ella sólo...se quedaba
ahí, observando todo pero nunca levantó
un dedo para protegerlo… Yo llame a la policía 7 u 8 veces pero no sirvió de
nada. --- agrego el señor
--- ¿Ha dicho su
madrastra? --- pregunto Sam, todo el
tiempo había pensado que la señora Alice si era la madre de Max.
--- Si… Creo que su verdadera madre murió, en un
accidente de auto --- les dijo el señor, a Sam le empezó a doler la cabeza otra
vez y se estaba empezando a quejar.
--- ¿Estas bien?
--- le pregunto el vecino.
--- SI, gracias
por su tiempo --- le dijo Deán, abrazo a su hermano por los hombros y lo llevo
al impala pero antes de que lo pudiera meter, Sam tuvo otra visión.
En esta nueva
visión finalmente pudo ver a Max, el estaba reclamándole a su madrastra porque
nunca lo defendió de los golpes, entonces el hacia flotar un cuchillo con su
mente y se lo clavaba a la mujer entre los ojos.
Sam regreso a la
normalidad y no espero ni un minuto para terminar de reponerse, para subirse al
impala con su hermano y regresar a la casa de Max.
--- Max lo está
haciendo… Todo lo que he estado viendo.
--- ¿Estás seguro?
--- Sí Deán, lo
vi
--- ¿Cómo lo
está haciendo? --- pregunto, tal vez en esa respuesta estaba la conexión entre
Sam y Max.
--- No sé,
parece telequinesis… No me había dado cuenta que todo este tiempo él estuvo
ahí. Él estaba fuera del garaje cuando su padre murió, estaba en el departamento
cuando su tío murió… Además, las visiones... todo este tiempo yo no estaba
conectado con los Miller, estaba conectado con Max. Lo que no entiendo es el
por qué. Supongo que... ¿somos parecidos?
--- ¿Qué estás
diciendo? El no es como tu. --- dijo Deán muy serio, su hermano no se debía
comparar con un asesino como ese chico loco.
--- Los dos
tenemos habilidades psíquicas. Los dos…
--- ¿Los dos
qué? Sam, Max es un monstruo. Ya ha matado a dos personas y está yendo por la
tercera.
--- Con todo por
lo que pasó, las palizas... el quererse vengar de esas personas... lo siento,
odio decirlo, pero no me parece tan descabellado. --- exclamo Sam
--- Sí, pero no
justifica asesinar a toda tu familia… El no es diferente a cualquier otra cosa
que hayamos cazado… hay que eliminarlo.
--- No vamos a
matar a Max. --- dijo Sam, no estaba defendiendo al chico por lo que había
hecho, pero también entendía que estaba perdido y que necesitaba ayuda.
--- Entonces,
¿qué? Lo entregamos a la policía y les decimos: "Enciérrelo
oficial"..."Mata con el poder de su mente". --- dijo Deán con
ironía, Sam negó con incredulidad.
--- Es una
persona… Podemos hablar con él. Oye, prométeme que vas a seguirme en esto. ---
pidió Sam, Deán se lo pensó por unos segundos pero decidió darle gusto.
--- Está bien,
de acuerdo… Pero no voy a dejar que lastime a Alice. --- le dijo, Sam se bajo
del auto para ir a la casa y en un
momento de soledad, Deán se guardo la pistola de guantera en el pantalón.
Dentro de la casa
la señora Alice estaba preparando la cena y Max le estaba reclamando por su
niñez (justo como en la visión de Sam)
--- Sabes que
nunca hice nada. --- le decía ella para excusarse, el muchacho estaba al borde
de la ira y las lagrimas.
--- Así es tu no
hiciste nada. No los detuviste, ni siquiera una vez. --- le grito, el cuchillo
de la mesa de la cocina empezaba a moverse y en ese segundo los hermanos
entraron a la casa (habían tenido suerte con la puerta pues estaba abierta)
--- ¿Padres? --- pregunto la mujer sorprendida.
--- ¿Qué están
haciendo aquí? --- pregunto Max igualmente sorprendido y tratando de relajarse
para que no sospecharan de el, pero ya era tarde.
--- Lamentamos
interrumpir. Max, ¿podemos...? ¿Podemos hablar contigo fuera por un momento?
--- le pidió Sam
--- ¿Sobre qué?
--- les pregunto titubeante, aun que
estaba muy seguro de que esos padres no sabían nada acerca de sus poderes..
--- Es... es
privado. No me gustaría molestar a tu madre con esto. No tardaremos mucho, te
lo prometo. --- volvió a decir Sam
Max acepto a
salir con los hermanos pero cuando Deán abrió la puerta, dejo ver el arma que
mantenía en su bolsa, entonces Max cerro todo el lugar (ventanas, cortinas y
puertas) con su mente.
--- ¡Ustedes no
son sacerdotes! --- grito con furia, Deán saco la pistola y le apunto pero el
muchacho hizo que la pistola flotara hacia su mano y estaba vez el les apunto a
los hermanos.
--- ¡Max! ¿Qué
está pasando? ¿Qué estás haciendo? ---
pregunto la señora sin entender y muy asustada por lo que estaba viendo.
--- ¡Cállate!
--- le grito Max y con una sola mano arrojo a su madrastra contra la mesa, ella
se golpeo la cabeza muy fuerte y empezó a sangrar.
--- Max,
cálmate. --- le rogaba Sam
--- ¿Quiénes son ustedes?
--- Sólo queremos hablar contigo Max
--- Sí, claro,
por eso trajeron esto. --- refiriéndose a la pistola, Sam miro a su hermano con
enojo por un segundo, nada de eso estaría pasando si Deán le hubiera hecho caso
en primer lugar.
--- Eso fue un
error, ¿sí? Mentimos acerca de quienes somos, pero no mentiremos más, Max. ¿De
acuerdo? Por favor. Sólo escúchame. --- le pedía Sam, pro Max seguía temblando
de las manos por los nervios y el mismo miedo que sentía.
--- ¿Sobre qué?
--- Vi que lo
hiciste. Vi como mataste a tu padre y a tu tío antes de que sucediera. ---
exclamo Sam, Max se quedo perplejo.
--- ¿Qué?
--- Tengo
visiones, Max… Sobre ti.
--- Estás loco.
--- murmuro el chico.
--- Entonces,
¿no ibas a lanzarle un cuchillo a tu madrastra? ¿Justo aquí? --- tocándose el
centro de la cabeza --- Max, mira lo que tú puedes hacer… Max, fui traído aquí,
¿está bien? Creo que estoy aquí para ayudarte. --- agrego Sam
--- Nadie puede
ayudarme.
--- Déjame
intentarlo… Sólo hablaremos… Tú y yo…. Deja que Deán y Alice salgan de aquí.
--- No, de
ninguna manera --- murmuro Deán, volviendo a activar el enojo de Max
--- ¡Nadie deja
la casa! --- les grito.
--- Y nadie lo
tiene que hacer, ¿sí? Tan sólo... Tan sólo irán arriba. --- sugirió Sam
--- Sam, no voy
a dejarte sólo con él. --- le dijo Deán.
--- Sí, sí lo
harás Deán… Mira Max tu tienes el control aquí. Solo te pido 5 minutos. --- Sam
miro a Max fijamente para que el chico notara su honestidad en la mirada y así
fue pues Max acepto hablar con el y dejo que Deán se llevara a su madrastra a
la planta de arriba para curarla del golpe.
Sam se sentó
frente a frente con Max, el chico mantenía su control mental sobre el cuchillo,
que estaba levitando a su lado.
--- Mira... no
puedo ni imaginar siquiera lo que has sufrido. .--- empezó a decir Sam
--- Es verdad,
no puedes.
--- Max... esto
tiene que parar.
--- Parará... después
de mi madrastra. --- dijo el chico muy seguro y frio, sin dejar de mirar el
suelo como si estuviera ido.
--- No…. Necesitas
dejarla ir.
--- ¿Por qué?
--- ¿Ella te
golpeaba? --- le pregunto Sam, eso hizo que Max se estremeciera y se girara
para verlo por primera vez en esa charla.
--- No. Pero
nunca trató de salvarme… Ella también es parte de eso.
--- Mira, lo que
te hicieron… Lo que te hicieron, todo lo que te hicieron hace mucho... Merecen
ser castigados pero…
--- ¿Hace mucho?
Dirás la semana pasada --- le grito Max, se levanto y alzo su camisa para
dejarle ver a Sam el montón de moretones que tenia en las costilla. --- Mi padre seguía golpeándome… Siempre en
lugares donde la gente no pudiera verlo, supongo que los viejos hábitos nunca
mueren.
--- Lo siento
--- exclamo Sam consternado.
--- Cuando descubrí
que podía mover las cosas… Fue un regalo. Toda mi vida fui un inútil, pero
ahora tengo esto. La semana pasada... papá llego ebrio… La primera vez en mucho
tiempo y me dio una paliza… Fue la primera en mucho tiempo… Y yo hice lo que
tenía que hacer. --- conto el muchacho con lagrimas en los ojos, ahí Sam
comprendió realmente el dolor que tenia Max, iba mas allá de lo físico, era
emocional
--- ¿Por qué no solo
te fuiste? --- le pregunto Sam, pues eso era lo que el hubiera hecho si su
padre lo hubiera golpeado de esa forma y a esa edad.
--- No era
cuestión de huir... Yo sabría que ellos aún
seguían ahí fuera. Era cuestión de no volver a sentir miedo. Cuando mi padre me
miraba...había odio en sus ojos ¿Tú sabes cómo se siente eso?
--- No. ---
respondió Sam pues pese que su relación con su padre no había sido tan buena
últimamente, siempre se había sentido
querido por su padre.
--- Él me
culpaba de todo; Por su trabajo, por su vida, por la muerte de mi madre. ---
dijo el muchacho entre sollozos desesperados, el ultimo dato llamo mucho la
atención de Sam
--- ¿Por qué te
culparía por la muerte de tu madre? --- le pregunto interesado, Max se giro
para verlo aun alterado.
--- Porque ella
murió en mi cuarto... mientras yo dormía en mi cuna. Y eso lo convirtió en mi
culpa. --- le grito, Sam se quedo mudo pues una muerte como esa era única en un
millón y lamentablemente le había tocado a su madre.
--- ¿Ella murió en tu cuarto? --- pregunto para
estar seguro.
--- Sí… Hubo un
incendio, y cuando él se emborrachaba...
contaba algo de que ella había muerto en condiciones extrañas… Decía que
se había quemado... clavada en el techo.
--- Escúchame
Max. Lo que tu padre decía... sobre lo que le pasó a tu madre… es real. --- le
dijo Sam, ahora estaba realmente seguro de que se trataba de la misma cosa,
ahora entendía que era eso lo que lo unía a Max.
--- ¿Qué? ---
Max no entendía nada de lo que comentaba Sam
--- Le pasó a mi
madre también, exactamente lo mismo… Mi cuarto, mi cuna y mi padre la vio pegada
al techo.
--- Quizá tu
padre estaba tan borracho como el mío. --- murmuro Max, renuente a creer en lo
que Sam le estaba diciendo.
--- No, es la
misma cosa, Max… La misma cosa mató a nuestras madres.
--- Eso es
imposible.
--- Debe ser por
eso que he tenido visiones durante el día, por eso se volvían más intensas.
Porque de alguna forma tú y yo estamos conectados… ¿Tus habilidades comenzaron
hace seis o siete meses, correcto? ¿De la nada? --- le pregunto Sam muy seguro,
hablando por su propia experiencia.
--- ¿Cómo sabes
eso? --- ahora Max empezaba a creer en las palabras de Sam
--- Porque es
cuando mis habilidades comenzaron, Max… Es decir, las tuyas son mucho mas
avanzadas, pero aún así, eso sigue significando algo, ¿correcto?... Por alguna
razón, tú y yo fuimos elegidos.
--- ¿Para qué?
--- No lo sé.
Pero Deán y yo... Mi hermano y yo... Estamos cazando al asesino de tu madre…
Podemos encontrar respuestas, respuestas para ambos… Pero tienes que dejarnos
ir, Max. Tienes que dejar ir a tu madrastra.
--- No. Tengo
que vengarme, todavía tengo pesadillas, estoy asustado todo el tiempo. Como...
esperando la siguiente paliza… Estoy cansado de estar asustado, si hago esto,
todo habrá terminado --- seguía repitiendo Max, era muy claro que a el no le
interesaba conocer el pasado como a Sam, el estaba cegado por el dolor y el
coraje.
--- No, ¿no lo
entiendes? No pasará. Las pesadillas no terminarán Max, si haces esto sólo te
traerá más dolor y te hará tan malo ellos. Max... no tienes que pasar por esto
solo. --- le dijo Sam
--- Lo siento.
--- murmuro Max, luego alzo la cabeza y lanzo a Sam hacia atrás, hasta que cayo dentro del armario entonces
Max cerro la puerta y con su mente movió un armario para bloquearle la salida a
Sam
--- ¡No! ¡Max!
¡No! --- le gritaba Sam mientras empujaba la puerta con todas sus fuerzas pero
el armario que la tenia bloqueada era realmente pesado.
En medio de los
gritos a Sam le vino una nueva visión; esta vez se trata de Max llegando a la
planta de arriba donde Deán estaba curando
a Alice y cuando Max entraba a la habitación lanzaba a Deán contra el
muro, el se volvió a levantar y se ponía enfrente de la mujer para protegerla,
Max hacia levitar la pistola y le dispara a Deán en la cabeza.
--- ¡No! ---
grito Sam desesperado por la imagen de su hermano muerte y entonces el armario
que estaba tras la puerta salió volando (como si Sam lo hubiera movido con su
mente) y le permitió salir.
Max ya estaba
arriba para matar a su madrastra y Deán
ya estaba delante de ella para protegerla, justo como en la visión.
--- No te metas,
no es tu pleito --- le decía Max, pero
Deán estaba plantado firmemente y sin miedo delante de la mujer.
--- Si la
quieres matar, tendrás matarme a mí primero. --- le grito, Max hizo flotar la
pistola en el aire con su mente.
--- Si quieres
--- murmuro Max con una aterradora sonrisa y estaba por disparar el arma hacia
Deán, entonces llego Sam
--- ¡No, no lo
hagas! ¡No lo hagas! ¡Por favor! ¡Por favor, Max! --- le gritaba, temiendo por
la vida de su hermano. Max se puso a llorar y se giro para ver a Sam --- Max...
podemos ayudarte, ¿de acuerdo? Pero esto, lo que estás haciendo... no es la
solución. No va a arreglar nada.---
agrego Sam, hubo un silencio total en la habitación hasta que Max sonrió
levemente.
--- Tienes razón. --- exclamo Max, Sam le sonrió
porque pensó que ya lo había convencido pero entonces la pistola se giro y se
disparo en la cabeza de Max, el se había suicidado ante la vista de todos.
La policía llego
mas tarde y empezó a hacer preguntas, Sam y Deán no habían podido huir pero la
madrastra de Max los cubrió, diciendo que Max había llegado a casa con la
pistola que la había atacado y que los Winchester eran amigos de la familia
quienes llegaron justo a tiempo para salvarla, también dijo que ellos habían
intentado hablar con Max pero que el termino por suicidarse.
--- Si hubiera
dicho otra cosa, lo habría convencido. --- decía un Sam consternado mientras
caminaba de vuelta al impala.
--- No te hagas esto Sam --- le dijo Deán.
--- ¿Hacer qué?
--- Torturarte a ti mismo... No importa lo que
pudieras decir… Max fue demasiado lejos.
--- Cuando pienso en cómo me miró, justo antes
de... Debí haber hecho algo. --- volvió a decir Sam, ambos se quedaron en
silencio por un minuto hasta que Deán encontró las palabras.
--- Vamos, hermano… Arriesgaste tu vida… Es
decir, sí hubiéramos llegado veinte años antes tal vez hubiéramos hecho algo
por el --- le dijo Deán, sus palabras
tuvieron efecto en Sam quien solo asintió levemente pero mas calmado.
--- Bien, te diré algo… Tenemos suerte de tener
un padre. --- exclamo, Deán se quedo perplejo de escucharlo decir eso.
--- Nunca pensé que dirías eso Sam
--- Bueno... podría haberse alejado más después
de lo de mamá. Un poco más de tequila, un poco menos de cacería de demonios…
Entonces, habríamos tenido una infancia como la de Max. Considerando todo...
salimos bien, gracias a él. --- dijo Sam y subió al impala con Deán, que no
paraba de sonreír de felicidad y orgullo.
Los hermanos
regresaron al motel para recoger sus cosas e irse esa misma noche, Deán doblaba
su ropa y la metía en su mochila mientras que Sam estaba muy callado.
--- Deán, estuve
pensando…
-- Eso nunca es
bueno. --- murmuro Deán con ironía a las primeras palabras que su hermano decía
en horas.
--- En serio… Estuve pensando... por qué este
demonio, o lo que sea, ¿por qué quería matar a mamá, a Jessica y a la madre de
Max? Ya sabes, ¿qué es lo que quiere?
--- No tengo idea Sam
--- Bueno, piensas que tal vez... ¿esté tras
nosotros? Tras... ¿Max y yo?
--- ¿Por qué lo
piensas? --- pregunto Deán preocupado, temía que Sam estuviera viendo también
al demonio en sueños y que no se lo estuviera diciendo.
--- Es decir... ya sea telequinesis o
premoniciones... ambos tenemos habilidades, ¿sabes? Tal vez estaba tras
nosotros por alguna razón. --- explico Sam
--- Sam, si te
quisiera, tan sólo tendría que tomarte. ¿De acuerdo? Esto no es tu culpa, no es
sobre ti.
--- Entonces, ¿sobre qué es? --- pregunto Sam algo
molesto, Deán se giro a mirarlo y se acerco que notara su expresión de
seguridad en el rostro.
--- Es sobre lo que esa maldita cosa le hizo a
nuestra familia… La cosa que vamos a buscar, la cosa que vamos a matar. Y eso
es todo Sam
--- De hecho, hay otra cosa más…
--- O dios, ¿qué? --- pregunto desesperado de que
su hermano siempre hablara por partes y se anduviera con tantos rodeos.
--- Cuando Max me encerró en el armario... con
ese gran buro contra la puerta... lo moví.
--- Sí, eres un poco más fuerte de lo que creía.
--- dijo Deán con una sonrisa sínica pero Sam seguía muy serio con el tema.
--- No, hermano… Lo moví. Como... Max. --- le
dijo, paso un minuto para que Deán asimilara que su hermano también podía mover
cosas con su mente, entonces se giro y le mostro una cuchara.
--- Si seguro, dobla esto. --- le pidió con
ironía, Sam rodo los ojos.
--- No puedo encenderlo y apagarlo, Deán.
--- Entonces, ¿cómo lo haces?
--- No lo sé… No
puedo controlarlo. Yo sólo... Te vi muerto en una visión y me salió de golpe.
Ya sabes, como... como una extraña adrenalina. --- explico Sam, Deán suspiro y
termino de guardar sus cosas en la mochila.
--- Bueno, me aseguraré de que no pase otra vez.
--- dijo muy seguro de si mismo, Sam empezó a caminar detrás de el por todo la
habitación.
--- ¿No te preocupa? ¿No te preocupa que me
vuelva como Max o algo parecido? --- le pregunto, Deán fingió pensarlo por un
segundo y respondió.
--- No, eso no… ¿Y sabes por qué?
--- No, ¿por qué? ---pregunto Sam interesado, ni
su hermano era tan valiente para no temerle a algo desconocido en sus vidas.
--- Porque tienes una ventaja que Max no tuvo.
--- ¿A papá? Porque papá no esta aquí, Deán.
--- No… A mí… Mientras yo esté cerca... nada
malo va a pasarte. --- aseguro Deán con una sonrisa, Sam se quedo callado pues
una vez mas se daba cuenta de que su hermano lo quería mucho y que el nunca iba
a dejarlo solo.
--- Ahora, ya sé lo que tenemos que hacer con tus
premoniciones… Se a dónde tenemos que ir.
--- ¿A dónde? --- pregunto Sam sin entender
porque su hermano sonreía de una forma tan picara.
--- A Las Vegas. --- respondió Deán, Sam lo miro
incrédulo hasta que se empezó a reír, tomo su mochila y salió de la habitación
con una sonrisa en el rostro.
--- ¿Qué? Vamos, Sam… Jugamos dados y los
limpiamos. --- le decía Deán por detrás,
antes de salir hecho una ultima mirada a la habitación para asegurarse de que
no hubiera nada, de que el demonio ese no estuviera tras de Sam. Entonces se
fue con su hermano.
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