lunes, 31 de diciembre de 2012

SPN 1.22 La trampa del diablo


La trampa del diablo.
Descripción Oficial
En una misión para salvar a su padre de Meg, los hermanos Winchester buscan la ayuda de Bobby Singer, un cazador de demonios y un viejo amigo de la familia. Cuando Meg se aparece en la casa de Bobby, los hermanos la atraen hasta una trampa para tratar de exorcizar al demonio de su cuerpo. Se desata una gran batalla entre Jeff y una criatura de su pasado mientras que sus hermanos mayores hacen frente al demonio al que han estado buscando toda su vida.


--- Si que cometieron un grave error, esta vez. --- dijo Meg desde e otro lado del teléfono, Deán se quedo en blanco y por un segundo paso la idea de su padre muerto por su cabeza pero pronto la desecho.

--- ¿Dónde está? --- le pregunto desafiante.

--- No volverán  a ver a su padre, otra vez --- le dijo Meg y entonces colgó, Deán se quedo mudo y de color blanco como el papel, mirando a Sam para indicarle que se había presentado un grave problema. Entonces Meg cortó la llamada.

---  Tienen a papá. --- exclamo Deán con pesar

--- ¿Meg? ¿Qué dijo? --- pregunto Sam preocupado.

--- Acabo de decírtelo, Sammy. --- exclamo Deán, se levanto y se quedo mirando a su alrededor por unos segundos. ---  De acuerdo… De acuerdo. ---- murmuraba Deán mientras empezaba a guardar sus cosas en la mochila.

--- ¿Qué estás haciendo, Deán? --- pregunto Sam, tratando de detener a su hermano de guardar las cosas.

---  Tenemos que irnos. --- ordeno Deán

---  ¿Por qué? --- volvió a preguntar Sam

---  Porque el demonio sabe que estamos en Salvation, ¿de acuerdo? Sabe que tenemos la Colt… tiene a papá y probablemente vendrá por nosotros. --- explico Deán, guardando las cosas lo mas rápido que pudo.

---  Genial, todavía nos quedan tres balas… deja que venga --- dijo Sam, haciéndose el valiente y el muy seguro de poder matar a esa cosa.

---  No seas idiota, no estamos listos. No sabemos cuantos de ellos hay halla afuera y no le servimos a nadie muertos… Nos vamos... ahora. --- ordeno Deán y se dirigió al baño., Jeff se estaba lavando los dientes y lo vio entrar por el espejo.

--- Vamos enano, ve por tus cosas… tenemos que irnos... ahora --- le ordeno Deán.

--- ¿Pero pensé que dormiríamos? --- pregunto Jeff capciosos al notar el pálido rostro de su hermano mayor.

--- Si bueno hubo un cambio de planes… rápido ve por tus cosas--- le dijo, Jeff al oír el tono de preocupación de su hermano, salió corriendo a la habitación, tomo su mochila y guardo rápido las pocas cosas que tenia fuera, luego los 3 salieron a toda velocidad en el impala.

--- ¿Qué pasa? ¿Por qué estamos huyendo? --- pregunto Jeff al poco rato de estar en la carretera, sus hermanos mayores se miraron consternados.

--- No estamos huyendo --- murmuro Deán.

--- Deán, no soy idiota… estamos huyendo de algo  o es que ¿papá nos necesita? --- pregunto Jeff.

--- Deán el tiene derecho a saber --- le dijo Sam, Deán lo miro enojado.

--- Sam, cállate

--- ¿Saber que? ¿Papá esta bien? --- pregunto Jeff  con su vocecita de hilo, Deán suspiro fuertemente Sam había hablado de mas y ya no quedaba nada mas que decirle la verdad a su hermanito.

--- Enano yo no quería decírtelo pero algo salió mal con papá y…

--- O dios, ¿el esta muerto? --- pregunto el niño con la voz entre cortada

--- No... no lo esta, solo que un demonio lo atrapo y bueno tenemos que rescatarlo --- dijo Deán, tratando de sonar tan alarmado como realmente estaba.

--- ¿Meg?

--- Si, pero tranquilo vamos a acabar con ella de una vez --- le aseguro Sam a Jeff quien para esos momentos estaba al borde del pánico.

--- ¿Como? No podemos usar la Colt y no podemos matar al demonio --- aseguro Jeff, Sam dio un bufido de enojo.

---  Se que hubiéramos podido matarlo. --- murmuro Sam con molestia.

---  Lo que necesitamos es un plan. --- exclamo Deán. ---  Es probable que mantengan a papá vivo. Tenemos averiguar dónde… Van a querer intercambiarlo por el arma. --- aseguro.

--- Deán, si eso fuera verdad... ¿por qué Meg no mencionó un trato? Papá, puede estar…

--- No. --- grito Deán para interrumpir a las estúpidas palabras de su hermano

---  No quiero creerlo más que tú... pero si así es, es una razón más para matar a esta maldita cosa… Todavía tenemos la Colt, podemos terminar el trabajo. --- Sam trataba de persuadir a su hermano mayor para que siguieran su plan.

--- ¡Olvídate del trabajo, Sam! --- le grito Deán.

---  Deán, sólo trato de hacer lo que él quería… Que siguiéramos adelante. --- aseguro Sam

--- ¿Puedes dejar de hablar de él como si ya estuviera muerto?   Escúchame…Todo se detiene hasta que lo traigamos de vuelta, ¿me entiendes? Todo. --- dijo Deán muy serio y mirando a Sam con ojos de pistola para que ya se quedara callado sobre el tema.

---  Entonces, ¿cómo vamos a encontrarlo? --- pregunto Sam rendido.

---  Quizás yendo a Lincoln. Comenzando por el almacén en donde lo citaron. --- sugirió Deán.

---  Vamos, Deán. ¿Realmente piensas que esos demonios van a dejar algún rastro?

---  Tienes razón… Necesitamos ayuda. --- dijo Deán, volteando su mirada al camino, Sam lo miro con duda pues ciertamente no sabia hacia donde iban. Jeff se quedo dormido en el auto al poco rato y a la mañana siguiente despertó en un cementerio de autos, se tallo los ojos y pregunto. --- ¿Dónde estamos?

--- En Dakota del sur, tenemos un viejo amigo aquí ---  le dijo Deán, los 3 bajaron del auto y caminaron a una vieja casa que estaba justo en medio de todos los autos, Deán toco el timbre y un señor como de la edad de John pero con gorra y una cerveza en la mano abrió la puerta y los miro muy sorprendido.

--- Hola tío Bobby ¿nos recuerdas? --- le pregunto Deán

---  ¿Sam, Deán… son ustedes? --- les pregunto, los muchachos asintieron con la cabeza y entonces Bobby los abrazo a ambos, luego miro a Jeff indiferentemente.

--- ¿De quien es el mocoso?--- les pregunto.

--- O Bobby… el es Jeffrey, nuestro hermano menor ---  le dijo Sam, Bobby se quedo anonadado.

--- ¿Su hermano menor? Vaya ese John si que resulto ser una maquina --- dijo entre carcajadas, luego se acerco al niño. --- Soy Robert Singer… pero puedes llamarme Bobby ---  le dijo calurosamente y estirando su mano, la cual Jeff miraba con curiosidad.

--- Vamos no seas maleducado y saluda ---  le dijo Deán con un leve empujón, Jeff estiro la mano y se la dio al hombre.

--- Es un gusto conocerlo, señor --- susurro

---  No tienes que hablarme de tu, no soy tan viejo… pero vamos pasen ---  les indico, los 3 entraron a la casa en fila india.

--- ¿Y donde esta su padre? ---  les pregunto Bobby, entonces Sam le conto la situación con el demonio y Bobby se ofreció a ayudarlos a salvar a John.

Bobby les explico un par de cosas sobre trampas para demonios y exorcismos que podrían ayudarlos, Jeff estaba fascinado por tanta información y tantos libros que el sujeto tenía en su casa, sin embargo no dejaba de bostezar.

--- Hem... Bobby… ¿es mucho pedir si nos prestas un cuarto? Este niño necesita dormir un poco --- dijo Deán.

--- No es molestia, pueden tomar el cuarto que esta justo alado de la escalera --- indico Bobby.

--- Muy bien… vamos enano --- le dijo Deán

--- Pero Deán, no quiero dormir, necesito ayudar a salvar a papá --- se quejo Jeff.

--- Vas a ayudarlo manteniéndote fuerte --- aseguro Deán.

---  Pero…

--- Jeffrey Winchester una palabra mas y voy a llevarte de una oreja a ese cuarto, a si que decide ---  le ordeno Deán, Jeff miro a Sam buscando apoyo pero el asintió con la cabeza, estaba totalmente de acuerdo con Deán, entonces Jeff se levanto y camino hacia la escalera, Deán lo llevo hasta el cuarto y unos 2 minutos después de que Jeff se había acostado se quedo dormido.

Deán regreso a la sala y siguió preparando la trampa con Bobby

---  Aquí tienes. ---  dijo Bobby y le dio a Deán una botella de fierro.

--- ¿Qué es esto, agua bendita? --- pregunto Deán

---  Esa sí… Esto es whisky. --- exclamo Bobby y le dio un enorme sorbo a otra botella similar que el sostenía.

---  Bobby, gracias… Gracias por todo…  A decir verdad, no estaba seguro si deberíamos haber venido. --- dijo Deán con una sonrisa forzada.

---  Tonterías…Tu padre necesita ayuda. --- exclamo Bobby, sin dejar de beber de su botella.

---  Sí pero  la última vez que nos vimos... lo amenazaste con  llenarlo de balas… sacaste la escopeta y todo --- conto Deán con una sonrisa nerviosa, pues esos no eran buenos recuerdos para el y no sabia si hacia bien en recordárselo a Bobby.

--- Sí, bueno, ¿qué puedo decir? John tiene ese efecto en la gente. --- exclamo Bobby con ironía

---Sí, supongo que lo tiene. --- murmuro Deán mucho mas tranquilo e incluso riéndose pues recordaba muchas veces en las que a su padre le había pasado lo mismo con otras personas.

--- Pero nada de eso importa ahora…Todo lo que importa es que lo salven. --- aseguro Bobby.

--- Bobby, este libro… Nunca he visto nada como esto. --- dijo Sam desde atrás, así que Bobby se acerco para mirar el libro del cual estaba hablando el chico.

--- ¿La llave de Solomon? Es una autentica maravilla. --- exclamo Bobby al ver la ilustración en el libro.

--- Y estos círculos de protección, ¿realmente funcionan? --- cuestiono Sam

--- claro que si, mete a un demonio en uno y estará atrapado… impotente… es una camisa de fuerza satánica. --- explico Bobby, los hermanos se miraron sorprendidos del conocimiento que su viejo amigo poseía.

---  Este hombre conoce sus cosas. --- dijo Deán con ironía.

---  Les diré algo más… Es muy serio en lo que están metidos --- aseguro Bobby, y se sentó sobre el escritorio, los hermanos se volvieron a mirar con interés y se acercaron.

--- ¿Sí? ¿Cómo es eso? --- pregunto Deán.

---  En un año normal, escuché hablar sobre tres posesiones demoníacas... quizás cuatro, a lo mucho… Este año, escuché de 27… hasta el momento. ¿Entienden lo que estoy diciendo? Más y más demonios andan  entre nosotros… Muchos más. --- explico Bobby.

--- ¿Sabes por qué? --- le pregunto Sam.
---  No, pero sé que es algo grande… Se acerca una tormenta y ustedes y su papá… están justo en medio de ella --- les dijo Bobby, en eso el perro que dormía afuera empezó a ladrar muy fuerte y después gimió, Bobby se asomo por las persianas y noto que la cadena con la que mantenía atado al perro había sido destruida.

---  ¿Qué pasa? --- pregunto Deán

---  Algo esta mal. --- murmuro Bobby, entonces la puerta de la casa se rompió en 2 y todos se giraron a ver como Meg entraba peligrosamente a la casa.

--- No más tonterías, ¿Si? --- les dijo ella, Deán saco su arma y camino para dispararle pero ella agito su mano y lo lanzo contra el montón de libros de Bobby, luego se giro y empezó a caminar hacia Sam quien trataba de proteger a Bobby.  --- Quiero la Colt, Sam… La verdadera Colt… Ahora mismo. --- le ordeno.

--- No la tenemos con nosotros… La enterramos. --- dijo Sam, caminando hacia atrás con Bobby y Meg también seguía acercándoseles.

--- ¿No dije "no más tonterías"? Lo juro, después de todo lo que escuché sobre los Winchester... tengo que decírtelo, estoy un poco desilusionada… Primero Johnny intenta darnos un arma falsa... pero claro, dejó el arma verdadera con dos cabezas huecas… Es algo estúpido… ¿realmente creíste que no iba a encontrarlos? --- pregunto Meg.

--- De hecho, contábamos con eso. --- dijo Deán desde atrás, Meg se giro para verlo e intento caminar hacia el pero no pudo, luego giro su mirada hacia arriba y se dio cuenta que estaba dentro de una trampa para demonios, dentro de la clave de Solomon.

--- Caíste --- dijo Deán orgulloso de su trabajo de captura demoniaca Luego los Winchester y Bobby lograron atar a Meg a una silla, para el interrogatorio.

--- ¿Saben?, si querían atarme... solo tenían que decírmelo --- dijo Meg con ironía pero nadie presto atención a su comentario pues estaban en otras cosas.

--- Ya selle las puertas y ventanas… Si hay mas demonios afuera, no logrará entrar. --- dijo Bobby, Deán asintió y se acerco a Meg.

--- ¿Dónde está mi padre, Meg? --- le pregunto Deán molesto.

--- No estas siendo Cortez. --- murmuro Meg con esa sonrisa siniestra en los labios.

--- ¿Dónde está papá, perra? --- volvió a preguntarle, esta vez mucho mas enojado de lo que estaba antes.

--- Cielos. ¿Besas a tu madre con esa boca?... Lo olvidaba. No lo hiciste --- dijo Meg con ironía y se empezó a reír.

--- ¿Crees que esto es un maldito juego? ¿Dónde está? ¿Qué le hicieron? --- volvió a preguntarle Deán.

--- El esta muerto… Lo maté yo misma. --- le dijo Meg entre risas, entonces Deán se molesto tanto que termino dándole un puñetazo en el rostro.

--- ¿Te excita pegarle a las niñas? --- pregunto Meg mientras se lamia su propia sangre del los labios.

--- No eres una chica. ---- le dijo Deán, entonces Bobby se acerco para llevárselo un momento a la cocina y hablar.

--- Está mintiendo, no está muerto. --- aseguro Deán.

--- Deán, tienes que tener cuidado con ella… No la lastimes. --- pidió Bobby.

--- ¿Por qué? --- pregunto Deán, no se podía creer que Bobby pidiera eso cuando esa maldita había secuestrado a su padre.

--- Porque sí es una chica. Por eso. --- exclamo Bobby, los hermanos se quedaron estupefactos con la noticia.

--- ¿De qué estás hablando? --- pregunto Deán.

--- Está poseída, es una humana poseída por un demonio. ¿No lo ven? --- les pregunto Bobby exaltado

--- ¿Tratas de decirme que hay una niña inocente atrapada ahí dentro?... Porque de hecho son buenas noticias. ---- exclamo Deán, ahora ya sabia que iban a hacer con esa maldita, no la iban a matar, solo iban a regresarla al infierno donde sufriría para la eternidad.

Mientras los chicos buscaban el exorcismo adecuado para Meg, Jeffrey se iba despertando por todos los gritos que escuchaba a si que bajo lentamente las escaleras y se encontró cara a cara con Meg atada a una silla, ella comenzó a reírse como loca.

--- Vaya… vaya el pequeño Winchester que se quedado huérfano, pobre de ti --- le dijo ella, Jeff se le quedo mirando y se acerco un poco mas.

--- ¿De que hablas? --- le pregunto.

--- Tu papi te mando saludos… rogo verte una ultima vez, antes de morir en mis manos.

--- No papá no puede estar muerto, estas mintiendo --- le grito con lágrimas en los ojos, Meg sonrió ante el dolor ajeno.

--- No deberías sorprenderte tanto, digo el no seria el primero que muere por tu culpa ¿o si? --- le pregunto.

--- Cállate... ¡cállate maldita! --- le grito Jeff caminando hacia ella, en ese momento Deán regreso de la cocina y logro detenerlo.

--- Jeff… Jeff cálmate, esta atrapada ahí, no te acerques --- le decía Deán, para calmarlo pero no servía porque Meg no dejaba de reírse

--- Debiste ver a la pelirroja llorando por su vida… eran tan… tan patética ¿y el del parche? Fue tan valiente y patético a la vez --- dijo Meg, Jeff se dio cuenta de que esa mujer que tenia enfrente era la asesina de sus mejores amigos, así que empezó a patalear para soltarse pero Deán lo tenia bien agarrado.

--- ¿Por qué mataste a mis amigos? Ellos no tenían nada que ver en esto --- le pregunto Jeff entre lágrimas, ella dejo de reírse y hablo.

--- Por que el me lo ordeno, se suponía que tu debías morir pero cuando llegue a ese estúpido pueblo ya te habías ido a si que mate a tus preciosos niños ---  le dijo entre risas, entonces Deán le ordeno a Sam con la mirada que se acercara a terminar con eso.

--- ¿Me vas a leer un cuento? --- pregunto Meg con ironía al ver que Sam sostenía un libro en las manos.

--- Te va a gustar… Adelante, Sam --- orden Deán y se llevo a Jeff un poco lejos para que no fuera a cometer una tontería, entonces Sam empezó a leer.

Regna terrae, cantate Deo,
psallite Domino
qui fertis super caelum
caeli ad Orientem
Ecce dabit voci Suae
vocem virtutis,
tribuite virtutem Deo.


--- ¿Un exorcismo? ¿Es en serio? --- pregunto Meg.

--- Uno que funciona bien nena… Cabezas rotando, vómito proyectado y todo lo demás. --- dijo Deán con ironía, Jeff lo miro por un segundo antes de reír con malicia pues esa maldita iba a recibir su merecido.

Exorcizamus te, omnis immundus spiritus
omnis satanica potestas, omnis incursio
infernalis adversarii, omnis legio,
omnis congregatio et secta diabolica.

Ergo draco maledicte
et omnis legio diabolica adjuramus te.
cessa decipere humanas creaturas,
eisque aeternae Perditionis venenum propinare.


--- Voy a matarte, te arrancaré los huesos de tu cuerpo. --- amenazo Meg a Deán, entonces el soltó a Jeff quien ya estaba calmado y se acerco a ella.

--- No, te quemarás en el infierno… A menos que nos digas dónde está nuestro padre. --- le dijo Deán pero Meg no respondió nada. --- Bueno, al menos tendrás un buen bronceado. --- le dijo con ironía y Sam siguió leyendo.

Vade, Satana, inventor et magister
omnis fallaciae, hostis humanae salutis.
Humiliare sub potenti manu dei,
contremisce et effuge, invocato a
nobis sancto et terribili nomine,
quem inferi tremunt.

--- Rogó por su vida, con lágrimas en los ojos… Rogó para ver a sus hijos una última vez. Fue ahí cuando le corté la garganta. --- dijo Meg, quien ya comenzaba a temblar como gelatina por efecto del exorcismo.

---  Por tu propio bien, espero que estés mintiendo… Porque si es cierto, juro por Dios que yo mismo iré al infierno... y mataré a todos y cada uno de ustedes malditos hijos de perra, así que… ¿Dónde está? --- volvió a preguntar Deán.

---  No aceptarás un "está muerto" como respuesta, ¿verdad? --- pregunto Meg con ironía.

---   ¿Dónde está?

---  ¡Muerto! --- le grito Meg.

--- ¡No, no lo está! ¡No está muerto! ¡No puede estarlo! ---- grito Deán con furia, tanto que Sam dejo de leer y se quedo mirándolo estupefacto. --- ¿Qué estás mirando, Sam? Sigue leyendo --- le ordeno Deán y así lo hizo.

Ab insidiis diaboli, libera nos, Domine.
Ut Ecclesiam tuam secura tibi facias
libertate servire, te rogamus, audi nos.
Ut inimicos sanctae Ecclesiae humiliare digneris,
te rogamus, audi nos.

La silla donde estaba atada Meg empezó a menarse de un lado a otro con furia, era como si estuviera subida e un toro mecánico pero que la hacia sufrir, pues ahora estaba dando unos gritos horribles.

--- ¡Va a morir! --- grito Meg, Sam dejo de leer para que Deán se acercara.

--- ¿Qué cosa? --- le pregunto.

---  No está muerto... pero lo estará después de lo que le hicimos. --- exclamo Meg.

--- ¿Cómo sabemos que dices la verdad? --- pregunto Sam

---  No pueden. --- murmuro Meg.

--- ¡Sam! --- grito Deán para que hermano siguiera leyendo, lo que asusto mucho a Meg.

--- ¡Un edificio! ¿De acuerdo? Un edificio en Jefferson. --- grito ella, en su ultimo intento por salvarse a si misma  de regresar al infierno.

--- ¿Missouri? ¿Dónde? ¿Dónde? Una dirección. --- pidió Deán.

---  No lo sé. --- murmuro Meg.

---  Y el demonio, el que estamos buscando, ¿dónde está? --- pregunto Sam

---  No lo sé. Lo juro… Eso es todo, es todo lo que sé. --- decía Meg una y otra vez, los hermanos se miraron por un segundo en busca de un nuevo plan.

---  Acabala --- ordeno Deán a Sam

--- ¿Qué? Te dije la verdad. --- exclamo Meg con indignación

---  No me importa. --- le grito Deán.

---  Hijo de perra… Lo prometiste. --- le grito Meg, sintiéndose como una estúpida por haber confiado en su palabra y haber hablado.

--- ¡Mentí! ¡Sam hazlo! --- le ordeno Deán pero Sam no lo hizo, solo camino hacia la cocina, con su hermano detrás.

---  Aún podemos utilizarla, para averiguar dónde está el demonio. --- dijo Sam

---  No lo sabe. --- le dijo Deán, cansado de que Sam estuviera mas interesado por ese demonio que por su propio padre.

---  Está mintiendo. --- aseguro Sam

--- Sam, hay una chica inocente atrapada ahí dentro y tenemos que ayudarla. --- le dijo Deán.

--- Vas a matarla. --- exclamo Bobby, quien iba entrando a la cocina también.

--- ¿Qué?

--- Dijiste que ella se cayó de un edificio… El cuerpo de la chica está roto, lo único que la mantiene viva es ese demonio dentro de ella… si hacen el exorcismo, la chica morirá. --- explico Bobby.

--- Por amor de Dios, no vamos a dejarla así… Es un ser humano y la sacaremos de su miseria… Sam, acabala.---- dijo Deán muy decidido, Sam no sabia si estaba haciendo lo correcto pero termino por regresar a la sala y leer el resto del exorcismo.

Ut inimicos sanctae Ecclesiae
te rogamus, audi nos.
Terribilis Deus de sanctuario suo.
Deus Israhel ipse truderit virtutem
et fortitudinem plebi Suae.
Benedictus Deus.
Gloria Patri.

Sam terminó de leer el hechizo y del cuerpo de Meg, salió una aterradora nube negra que se lanzo contra la clave de Solomon en el techo y desapareció, luego la cabeza de Meg se quedo colgada hacia el suelo por unos segundos hasta que empezó a escupir sangre.

--- Aún está con vida… Llama al 911, trae agua y mantas. --- ordeno Deán, Jeff y Bobby fueron a hacer lo que les pidió.

--- Gracias. --- murmuro la chica mientras sentía que Sam y Deán la desataban de la silla.

--- Tranquila, tranquila, ¿de acuerdo? --- le decía Sam, luego el y Deán la cargaron en brazos y con cuidado la recostaron el piso, ella gemía de dolor lo que permitió a los hermanos darse cuenta de la tristeza realidad Bobby tenia razón y esa pobre chica estaba completamente dañada.

--- Un año. --- murmuro ella.
--- ¿Qué? --- le pregunto Deán.

---  Ha pasado un año… He estado despierta en algunos momentos… No podía mover mi propio cuerpo… Las cosas que hice... Fue una pesadilla. --- comento la chica, los hermanos se miraron con pena en sus ojos durante un segundo.

--- ¿Nos estaba diciendo la verdad acerca de nuestro padre? --- le pregunto Deán.

--- Deán. --- le dijo Sam para que su hermano se diera cuenta de que estaba hablando con una persona en convalecencia.

--- Necesitamos saberlo. --- dijo Deán, entonces llego Jeff con el agua y se la dio a tomar a Meg con mucho cuidado.

--- Gracias --- le dijo, Jeff sonrió y derramo una lágrima por ella. --- Sí. Pero querían que supieran... que... quieren que vayan a buscarlo. --- dijo Meg a Deán.

---  Si papá todavía está vivo, nada de eso importa. --- murmuro Jeff.

--- ¿Dónde está el demonio que estamos buscando? --- esta vez fue Sam el que le pregunto a Meg.

---  Allí no… Hay otros… desagradables. --- murmuraba con mucho esfuerzo la chica, entonces llego Bobby con las toallas y Deán se las enredado en las heridas que tenia para tratar de salvarle la vida.

--- ¿Dónde tienen a nuestro padre? --- le pregunto Deán.

---  Cerca del río… Sunrise. --- alcanzo a murmurar ella, antes de que el aliento se fuera de sus pulmones y muriera.

--- ¿"Sunrice"? ¿Qué significa eso? ¿Qué significa eso? --- preguntaba Deán antes de darse cuenta que la chica ya estaba muerta, la miro por unos segundos y se sitio culpable por haber tomado la decisión del exorcismo.

Pasaron unos 5 minutos para que los Winchester se calmaran, ver morir a una persona de esa forma era bastante traumático, aun para cazadores como ellos.

---  Ahora dense prisa y váyanse, antes de que los paramédicos lleguen aquí. --- les dijo Bobby, intentando sacarlos de su casa.

--- ¿Qué les vas a decir? --- pregunto Sam, Bobby rio un poco de la pregunta.

--- ¿Ustedes creen que fueron los que inventaron lo de mentirle a la policía? --- pregunto con ironía. --- Ya se me ocurrirá algo… Tomen esto, podrían necesitarlo. --- dijo, dándoles el libro donde venían las trampas y exorcismos para demonios.

---  Gracias… Gracias... por todo. --- le dijo Sam

--- Tengan cuidado, ¿de acuerdo? Y si encuentran a su padre, tráiganlo aquí… no tratare de matarlo esta vez. --- les dijo Bobby con una sonrisa, Deán se le quedo mirando un segundo y entendió lo que debía hacer.

--- Esperen… Bobby, voy a necesitar un favor mas… necesito que cuides de Jeff --- pidió Deán, el niño se quedo estupefacto al escuchar su nombre.

--- No, no me voy a quedar aquí… menos con papá desaparecido, ustedes no me pueden dejar aquí, no es… --- protestaba Jeff pero Deán le puso 2 dedos en la boca para callarlo,

--- Escúchame Jeff… eso a lo que nos enfrentamos, es peligroso, ya mato a muchas personas queridas para nosotros y yo no quiero que nada malo te pase… se que tienes ganas de ayudarnos a traer a papá pero no puedes… no estas listo todavía --- dijo Deán, el niño lo miro con odio unos segundos hasta que pareció entender y asintió.

--- Bien, me quedare --- murmuro entre dientes. --- Pero cuídense, no me quiero quedar sin hermanos tan pronto --- les dijo, Sam y Deán le sonrieron y se fueron de la casa de Bobby, directo a Missouri

--- Que  callado ---- le dijo Sam a su hermano pues ya llevaban buen rato en la ciudad y Deán solo permanecía estupefacto en el auto.

--- Sólo estaba preparándome. --- murmuro Deán, sin dejar de ver el suelo por la preocupación que sentía por su padre.

--- Él va a estar bien, Deán. --- dijo Sam, como si pudiera leer la mente de Deán quien solo reacción hasta que observo a Sam, rayando la cajuela del impala.

---  Oye, ¿qué estás dibujando en mi auto? --- le pregunto y se acerco molesto para ver.

--- Se llama trampa para demonios… Los demonios no pueden pasar ni entrar por ella. --- explico Sam

--- ¿Y? --- pregunto Deán pues a el no le interesaba eso, solo le importaba la vestidura de su auto.

---  Básicamente convierte la cajuela  en una caja fuerte. --- agrego Sam

--- ¿Y? --- volvió a preguntar Deán.

---  Entonces tenemos un lugar para esconder la Colt mientras rescatamos a papá. --- dijo Sam, terminando de pintar el sello y guardando el libro de Bobby en su mochila.

--- ¿De qué estás hablando? Vamos a llevar la Colt con nosotros. --- exclamo Deán.

---  No podemos, Deán… Sólo nos quedan tres balas y no podemos usarlas en cualquier demonio… Las tenemos para usarlas en el demonio.

---  No, tenemos que salvar a papá, Sam, ¿de acuerdo? Vamos a necesitar toda la ayuda que podamos obtener. --- dijo Deán.

---  Deán, ¿sabes lo furioso que estaría papá si usamos todas las balas?... Deán, el no querría que lleváramos el arma.

--- ¡No me importa, Sam! No me importa lo que papá quiera, ¿de acuerdo? Además… ¿Desde cuando te importa lo que papá quiere? --- pregunto desafiante, Sam suspiro resinado y respondió.

---  Queremos matar a ese demonio…Tú solías querer eso también. ¡Demonios, tú fuiste el que vino y me sacó de la universidad! Tú eres el que me arrastró a esto, Deán. Yo sólo estoy tratando de terminarlo. --- le grito, Deán se quedo callado un segundo.

---  Bueno, papá y tú se parecen mucho más de lo que pensé, ¿sabes? Ninguno puede esperar para sacrificarse por esto. Pero, ¿sabes qué? Yo voy a ser el que los entierre… Eres un egoísta, ¿lo sabes? No te importa nada más que la venganza. --- le reprocho Deán.

---  Eso no es verdad, Deán… Quiero a papá de vuelta... pero ellos están esperando que llevemos el arma y si la obtienen, nos mataran a todos… Esa Colt es nuestra única ventaja, y lo sabes, Deán… No podemos llevar esa arma… No podemos. --- dijo Sam alarmado, nuevamente Deán se quedo callado un segundo hasta que asintió.

---  De acuerdo. --- le dijo a Sam

--- Es en serio, Deán. --- le recordó Sam pues la mayoría de las veces que su hermano estaba desacuerdo con e, solo eran actos fingidos para que Deán siempre se saliera con la suya al final.

---  Dije de acuerdo, Sam --- le grito Deán e hizo el gesto de arrojar la Colt en la cajuela del impala, Sam asintió y la cerro con fuerza, luego regreso al interior del auto, momento que Deán aprovecho para volver a sacar el arma y guardársela en el bolsillo.

Los hermanos dejaron aparcado el impala en una vía publica, así evitarían que los demonios le hicieran algo, luego caminaron por el pueblo durante horas hasta que encontraron lo que buscaban.

--- Mira, mira… Creo que sé lo que Meg quiso decir con "sunrise". --- exclamo Deán y señalo la entrada de un motel del mismo nombre, los hermanos se acercaron a mirar y se dieron cuenta que era un lugar bastante grande y con muchas personas.

--- Hijo de perra, eso es muy inteligente…. Porque si estos demonios pueden poseer gente, pueden poseer a casi todos de ahí dentro. --- aseguro Deán.

--- Sí, y no hay que hacer que ellos nos ataquen  --- murmuro Sam

--- Y además no podemos matarlos en un edificio lleno de escudos humanos… Probablemente saben como somos y ellos pueden lucir como cualquiera… Esto realmente apesta. --- dijo Deán entre dientes, molesto por que esa era una perfecta trampa para ellos pero no había opción tenían que salvar a su padre.

--- Sí, dímelo a mí… De acuerdo, entonces, ¿cómo diablos vamos a entrar? --- pregunto Sam, Deán se lo pensó por unos segundos hasta que encontró una posible solución.

--- Accionamos la alarma de incendios, sacamos a todos los civiles. ---  sugirió Deán.

--- De acuerdo, pero los bomberos llegan en, ¿cuanto, siete minutos?

--- Siete minutos, exactamente. --- aseguro Deán, así que siguieron el plan; Sam fue quien entró al edificio y disimuladamente camino por la recepción hasta accionar la alarma sin que nadie lo viera, a los pocos segundos empezó a salir la gente alarmada a las calles, permitiendo que Sam se perdiera en la multitud y lograra salir también a la espera de la fase 2 del plan, que se llevo acabo cuando los bomberos llegaron.

--- Oiga ¿Qué está pasando? ¿Hay un incendio? --- pregunto Deán al bombero encargado del camión quien terminaba de alistarse para entrar.

--- Estamos resolviendo eso justo ahora, señor… Sólo manténgase atrás. --- le dijo el hombre.

--- Tengo un perro arriba y se orina cuando está nervioso. --- mintió Deán para distraer al hombre y así permitir que Sam se escabullera cerca del camión.

--- Señor, debe mantenerse atrás. --- volvió a repetirle el bombero a Deán y entonces entro al edificio, lo que fue el paso final para que Sam pudiera robarse los trajes de bomberos que necesitaban.

Vestidos de bomberos, los hermanos Winchester se metieron al lugar y fueron analizando con el EMF
Piso por piso.

--- Siempre quise ser un bombero cuando era niño --- conto Deán.

--- Nunca me contaste eso. --- dijo Sam, recordando que cuando eran niños siempre jugaban al policía malo y esas cosas pero nunca a los bomberos,  entonces se dio cuenta que EMF empezó a marcar actividad en la habitación 240.

--- Somos del departamento de bomberos… Necesitamos que salgan --- grito Deán mientras golpeaba la puerta con fuerza,  las personas en el interior que en efecto eran demonios pusieron sus ojos negros y se alistaron para atacar pero en eso los Winchester rompieron la puerta y entraron, rociándoles agua bendita hasta tenerlos acorralados dentro del armario, donde los encerraron y pusieron sal tras la puerta para que no pudieran salir.

Sam y Deán continuaron caminando en el lugar hasta que dieron con la habitación, donde en la cama yacía su padre, atado a 4 patas.

--- Papá. --- exclamo Deán y corrió a verlo, Sam se quedo atrás en espera de noticas  --- Todavía respira…Papá, despierta.  ¡Papá! --- le gritaba Deán a John pero no funcionaba, entonces lo empezó a desatar.

---  Espera. Espera. --- dijo Sam

--- ¿Qué? --- le pregunto incrédulo.

--- Podría estar poseído. --- le dijo Sam

--- ¿Qué, estás loco? ---- pregunto Deán incrédulo, como era posible que su hermano estuviera diciendo tal barbaridad del mejor cazador  del mundo.

--- Deán, tenemos que estar seguros. --- dijo Sam, saco su botellita de agua bendita y poco a poco fue vaciándola sobre todo el cuerpo de su padre, quien al sentir el agua fría se fue despertando.

--- ¿Sam? ¿Por qué estás mojándome? --- pregunto John, fingiendo algo de molestia lo que arranco las risas de sus hijos.

---  Papá, ¿estás bien? --- pregunto Deán.

--- Me han estado drogando… ¿Dónde está la Colt? --- pregunto John con dificultad y cansancio.
--- No te preocupes, papá…  Está a salvo. --- le dijo Sam

--- Bien, muy bien… Bien, muy bien. --- murmuraba John una y otra vez, sus hijos se acercaron y lo ayudaron a ponerse de pie.

Por su parte los demonios se habían encontrado nuevos recipientes y en cosa de segundos ya estaban dentro de la habitación, Sam logro arrojarles el agua vendita y cubrir la perta con una línea de sal para evitarles el paso, mientras que Deán se encargo de sacar a su padre por la escalera de incendios.

Sam corría delante de su hermano que estaba ayudando a caminar a su padre cuando un demonio (el mismo que había atrapado a John en la noche anterior) brinco sobre el y lo derribo al suelo, empezando a darle duros puñetazos en el rostro. Deán dejo a su padre a un lado de la calle y corrió en auxilio de Sam, le pateo la cara al demonio pero lo único que consiguió fue que este lo arrojara contra el parabrisas de un auto.

El demonio siguió golpeando de forma salvaje a Sam que para ese punto sentía que la cara se le iba a partir en pedazos por los golpes, fue cuando Deán se reincorporo, saco la Colt de su bolsillo y le disparo al demonio quien cayó de forma estrepitosa aun lado de Sam

--- ¡Sam! ¡Sam! Sam, vamos. Vamos. --- le decía Deán a su hermano mientras lo ponía de pie y luego  se quedo mirando  por un segundo al hombre muerto de junto. --- Vamos, tenemos que salir de aquí. --- dijo Deán, se llevo a Sam y luego entre los 2 se llevaron a John de regreso al auto.

Los Winchester condujeron por kilómetros hasta que encontraron una cabaña abandonada, Deán forzó la cerradura y ayudo a su familia a instalarse.

--- ¿Cómo está? --- pregunto Sam a Deán después de que este regresara de estar con su padre en la habitación.

--- Sólo necesitaba un pequeño descanso, eso es todo… ¿Cómo estás tú? --- le pregunto Deán preocupado pues las heridas en la cara de Sam habían sido bastante severas pero ahora el estaba como si nada le hubiera pasado.

--- Sobreviviré… No crees que nos hayan seguido hasta aquí, ¿verdad?--- pegunto Sam, refiriéndose a los atacantes.

--- No lo sé… No lo creo… No podríamos haber encontrado un lugar más apartado para ocultarnos.

--- Sí. --- murmuro Sam, se quedo mirando a su hermano que parecía estar bastante bien, considerando todo lo que había pasado. --- Oye...Deán, tú... me salvaste la vida --- exclamo

--- ¿Entonces supongo que estás contento de que traje el arma? --- pregunto Deán con una sonrisa, Sam suspiro fuerte para no enojarse por ese detalle.

--- Solo estoy tratando de agradecerte. --- le dijo seriamente.

--- De nada. --- dijo Deán y se quedo mirando por la ventana un segundo mas.  ---  Sabes ese tipo al que mate…Había una persona ahí dentro. --- murmuro con la culpa de haberlo matado.

--- No tenías opción, Deán. --- dijo Sam, tratando de consolarlo pues sabia que su hermano no era del tipo abierto pero tenia complicaciones de sentimientos como todo el mundo, solo que nunca lo admitiría.

--- Lo sé… No es eso lo que me molesta.

--- ¿Entonces qué es? --- pregunto interesado, ahora si que no entendía lo que estaba diciendo Deán.

--- Matar a ese tipo, matar a Meg… No dude... Ni siquiera lo pensé… Por ti o papá, las cosas que estoy dispuesto a hacer…  como matar... es sólo que... me asusta algunas veces. --- explico Deán, consternado por las tormentosas imágenes de sus muertos en su mente y preguntándose si realmente era justo, el matar a inocentes por su familia.

--- No debería… Lo hiciste bien. ---  dijo John quien iba saliendo de la habitación per lo había escuchado todo.

--- ¿No estás enojado? --- pregunto Deán capcioso.

--- ¿Por qué? --- le pregunto John con una sonrisa leve en el rostro.

--- Usé una bala. --- murmuro Deán.

--- ¿Enojado? Estoy orgulloso de ti… Creo que Sam y yo, podemos ser bastante obsesivos. Pero tú... Tú cuidas de esta familia, siempre lo has hecho. --- dijo John, sus hijos se quedaron callados por un momento pues nunca en la vida su padre les había hablado de esa forma tan paternal.

--- Gracias. --- murmuro Deán, aun extrañado por lo que le dijeron, entonces las luces empezaron a parpadear y la brisase hizo fría como nunca antes, incluso hubo un momento en que la casa pareció estarse moviendo de arriba abajo.

--- Nos encontró. Está aquí. --- dijo John alarmado.

--- ¿El Demonio? --- pregunto Sam, aun que estaba seguro de que así era.

--- Sam, líneas de sal delante de cada puerta y ventana. --- ordeno John

--- Ya lo hice. --- exclamo Sam

---  Revísalo, ¿de acuerdo? --- le pidió su padre, Sam asintió y se fue a revisar todo, no quería que los volvieran a sorprender como todas las otras veces.

---  ¿Deán, tienes el arma? --- pregunto John.

--- Sí. --- murmuro

--- Dámela.

--- Papá, Sam intentó dispararle al Demonio en Salvación y desapareció. --- explico Deán alarmado.

--- Ahora soy yo. No fallaré… Ahora,  dame el arma. --- dijo muy seguro de si mismo y extendió la mano para que le diera la pistola, pero Deán solo se quedo mirándolo estupefacto.

--- Hijo, por favor… Dame el arma… ¿Qué estás esperando, Deán? --- le pregunto John al ver que no se movía, ni siquiera parpadeaba o eso era pues Deán empezó a retroceder poco a poco para alejarse de el.

--- El estaría furioso de que desperdiciara una bala… Él no estaría orgulloso de mí… Estaría enojado…Tú no eres mi padre. --- aseguro Deán, saco el arma y le apunto a John.

--- Deán, soy yo. --- exclamo John para protegerse.

 --- Conozco a mi padre mejor que nadie… y tú no eres él. --- volvió a asegurar Deán, sin dejar de apretar con firmeza la pistola en ningún momento.

--- ¿Qué demonios se te ha metido? --- pregunto John ofendido.

--- Podría preguntarte lo mismo… No te muevas. --- amenazo Deán, caminando 2 pasos mas atrás.

--- ¿Deán? ¿Qué demonios está pasando? ---- pregunto Sam, que iba entrando a la habitación también.

--- Tu hermano se volvió loco. --- le dijo John a Sam

---  No es papá. --- aseguro Deán.

--- ¿Qué? --- pregunto Sam, sin entender lo que ninguno de los dos le estaban diciendo, lo único que tenia claro era que su hermano estaba por dispararle a su padre.

--- Creo que está poseído… Creo que está poseído desde que lo rescatamos. --- aseguro Deán.

--- No lo escuches, Sammy. --- rogo John a su hijo menor.

--- ¿Deán, cómo lo sabes? --- pregunto Sam, necesitaba estar seguro antes de hacer cualquier movimiento en contra de alguno de los 2.

--- Es diferente. --- exclamo Deán con seguridad y decisión en la mirada.

--- No tenemos tiempo para esto... Sam, si quieres matar a este demonio... tienes que confiar en mí. --- le rogo John, pero Sam tampoco se estaba moviendo, solo estaba mirando hacia todas partes.

--- ¿Sam? --- volvió a preguntarle John.

--- No… No. --- dijo Sam y camino hasta estar detrás de su hermano y de la colt, John miro a sus hijos con miseria y casi llorando.

--- Bien… Si los dos están tan seguros… Adelante, mátenme. --- les dijo John con miseria, Sam y Deán se le quedaron mirando por segundos, pensando en que hacer y estuvieron apunto de arrepentirse pues John estaba con la cabeza gacha pero pronto se empezó a reír.

--- Lo sabía --- murmuro, levanto su cabeza y dejo ver sus horribles ojos amarillos, Deán estuvo por dispararle pero el demonio los arrojo a los 2 contra los muros, reteniéndolos con la telequinesis y tomando la Colt en sus manos.

--- Que molesta ha sido esta pistola --- exclamo el demonio.
--- Eres tú, ¿verdad?... Te estuvimos buscando durante mucho tiempo. --- le dijo Sam

--- Bueno, aquí estamos. --- dijo el demonio entre risas.

--- ¿Pero el agua bendita? --- pregunto Sam si entender, lo había mojado con ella y no lo había podido detectar como lo que era.

--- ¿Crees que algo como eso funciona en alguien como yo? --- pregunto con esa sonrisa siniestra

--- ¡Te voy a matar! --- le grito Sam, todo el odio de años acumulados por fin estaba por salir a flote y acabar con esa cosa.

--- Eso sería una Azaña… De hecho, aquí tienes --- le dijo, poniendo la Colt sobre el escritorio. ---  Haz que el arma flote hacia ti, niño mago. --- le dijo con ironía, Sam si que la intento mover con su mente pero no sirvió para nada mas que provocar la risa del demonio.

--- Bueno, es gracioso,… podría haberlos matado cientos de veces hoy, pero esto... valió la pena esperar… Su padre, está aquí conmigo, atrapado dentro de su propia carne… A propósito, les dice "Hola"…  El los va a matar y va a probar el hierro en su sangre. --- decía el demonio.

--- Déjalo ir o juro por Dios --- le grito Deán pero cuando los ojos amarillos se clavaron en el, se quedo callado.

--- ¿Qué? ¿Qué van a hacer tú y Dios? --- pregunto el  demonio.  --- En lo que a mi concierne, esto es justicia… ¿recuerdas ese pequeño exorcismo que hiciste? Esa era mi hija. --- exclamo, todos se quedaron en Shock por la noticia.

--- ¿Quién? ¿Meg? --- pregunto Deán pero ya le quedaba claro que así era.

--- ¿El del callejón? Ese era mi hijo. --- reprocho el demonio.

--- Debes estar bromeando. --- murmuro Deán.

--- ¿Qué? ¿Solo ustedes pueden tener una familia? Destruiste a mis hijos… ¿Cómo te sentirías si matara a tu familia?... Bueno, es cierto… Lo olvidé. Ya lo hice… Aún así, dos males no hacen un bien.--- dijo el demonio.

--- Hijo de perra… Quiero saber el por qué. ¿Por qué lo hiciste? --- le pregunto Sam entre gritos de ira.

--- Quieres decir, ¿por qué maté a mami y a la bonita Jess? ---- pregunto el demonio.

--- Sí. --- dijo Sam entre dientes.

--- Sabes, nunca te dijo esto, pero Sam le iba a proponer matrimonio… Estuvo comprando los anillos y todo eso. --- le dijo el demonio a Deán, quien se quedo helado por la noticia y sintiendo mucha pena y compasión por su hermano. ---  ¿Quieres saber por qué? Pues porque se pusieron en el medio. --- le dijo a Sam.

--- ¿En el medio de qué? --- le pregunto Sam

--- Mis planes para ti, Sammy. Para ti... y todos los niños como tú. --- le explico el demonio y se quedo parado frente a el, mirándolo de pues a cabeza, como si lo estuviera deseando.
--- Oye, ¿te importaría terminar con esto? Es que ya no soporto el monólogo --- dijo Deán para llamar la atención del demonio y lo consiguió pues la cosa se fue encima de el.

--- Es gracioso, pero todo es parte de tu sistema, ¿no es cierto? Esconder todo ese horrible dolor, esconder toda la verdad.

--- ¿En serio? ¿Cuál es esa verdad? --- pregunto Deán con ironía

--- Tú luchas y luchas por esta familia...pero la verdad es que no te necesitan... no como tú los necesitas a ellos… Sam... Claramente es el preferido de John, incluso cuando pelean… Jeff, el mocoso… se preocupa mucho mas por el que por lo que alguna vez se preocupo por ti, porque el es el pequeño y esta indefenso… de hecho es al que ama mas, seguramente por la madre. --- decía el demonio para hacer enojar a Deán y lo consiguió pero el muchacho no se lo demostró de la forma esperada.

--- Apuesto a que también estás muy orgulloso de tus hijos, ¿verdad? Espera, lo olvidé… Los asesiné. --- le dijo Deán con ironía pero lo único que consiguió fue que del demonio plantara sus horribles ojos amarillos sobre el y esto le provoco un dolo inmenso y un sangrado excesivo en el pecho por heridas que mágicamente le iban apareciendo.

Deán gritaba por el dolor de las heridas, ahora su boca también empezaba a sangrar era como si ese demonio lo quisiera hacer explotar desde dentro.

--- ¡Papá! ¡Papá, no dejes que me mate! Papá, por favor. --- rogaba Deán con lagrimas en los ojos, lo que funciono para que lograra tomar el control de su cuerpo por un segundo.

--- Basta… ya basta --- murmuro John y en ese segundo de lucidez, Sam también logro zafarse del control del demonio, corrió a tomar la Colt y volvió a apuntarle con ella.

---  Si me matas, matas a tu papi --- dijo el demonio, quien había vuelto a tomar el control de John.

--- Lo sé. – aseguro Sam, entonces apunto a una de las piernas de su padre y le disparo, haciéndolo caer a suelo. Entonces Sam corrió a revisar a su hermano quien también había caído al suelo.

--- ¿Deán? Oye… Dios, perdiste mucha sangre. --- exclamo aterrado al ver la gravedad de las heridas de Deán.

--- ¿Dónde está papá? --- pregunto Deán con dificultad, aun podía sentir la sangre en su boca.

--- Está aquí, está aquí, Deán. --- decía Sam, mirando hacia el otro sitio donde estaba el cuerpo inmóvil  de John.

--- Ve a ver como está.

--- Deán...

--- Ve a ver como está. --- volvió a ordenarle Deán, Sam se puso de pie y camino lentamente hacia su padre que estaba inconsciente.

--- ¿Papá? ¿Papá? --- pregunto Sam, entonces John se despertó bruscamente y lo miro.

--- ¡Sammy! Todavía está vivo, dentro de mí... Puedo sentirlo…Dispárame. ¡Dispárame! ¡Dispárame en el corazón, hijo! ¡Hazlo! ¡Ahora! --- rogaba John con todas sus fuerzas Sam levanto el arma pues estaba dispuesto a dispararle pero no tenia tanto valor para hacerlo.

--- ¡Sam, no lo hagas! No lo hagas. --- le rogaba Deán con lagrimas en los ojos.

--- Date prisa… No puedo detenerlo por mucho más tiempo. ¡Dispárame, hijo! ¡Dispárame! ¡Hijo, te lo ruego! ¡Acaba esto aquí y ahora! ¡Sammy! --- seguía rogando John.

--- ¡Sam, no! --- le grito Deán.

--- ¡Si hazlo! ¡Sammy! --- grito John de forma desgarradora, Sam no sabia que hacer y se le acabo el tiempo pues el demonio en forma de humo negro salió del cuerpo de su padre y se sumergió entre el piso de madera, desvaneciéndose por completo.

Los Winchester estaban tan heridos que decidieron ir al hospital para que los revisaran, pero el camino estaba resultando bastante callado y doloroso para todos, que no paraban de gemir por el dolor de las heridas.

--- Resistan, estamos a 10 minutos del hospital. --- dijo Sam

--- Estoy sorprendido, Sammy. ¿Por qué no lo mataste?... Pensé que estábamos de acuerdo en esto, matar al demonio está primero… Antes que yo, antes que todo. --- reprendió John, Sam hecho un vistazo a su hermano todo herido por el retrovisor y luego se giro a ver a su padre.

--- No, señor. No esta antes que todo --- murmuro.  --- Mira, todavía tenemos el Colt… Todavía tenemos una bala. Sólo hay que volver a empezar, ¿sí? Ya encontramos al demonio y… --- Sam no pude terminar la oración pues en ese momento un tráiler de carga pesada apareció de la nada e impacto con el impala, arrastrándolo varios metros por la carretera.

Dicho  tráiler era manejado por un hombre poseído por un demonio quien al mirar el impala destruido se puso a reír. En el auto, Sam, Deán y John quedaron inconscientes y sangrados por el impacto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario