martes, 30 de abril de 2013

SPN 2.14 Nacido Bajo Un Mal Signo



Nacido Bajo Un Mal Signo
Descripción Oficial
Luego de recibir la frenética llamada de Sam, quien había estado perdido durante una semana, Dean y Jeff se apresuran a encontrarse con su hermano y lo encuentra bañado en sangre y sin recuerdo lo sucedido. Más adelante, lo hermanos descubren un video en el que se ve a Sam asesinando a sangre fría a otro cazador de demonios, lo que les hace pensar que el lado oscuro de Sam está tomando el control más rápido de lo que ellos esperaban. Sam acude a Jo para poner en marcha un plan de salvación y todo se complica cuando Jeff tiene un terrible encuentro con un ser inesperado.



Los Winchester habían pasado por una semana terrible, todo comenzó cuando Sam salió a comprar comida y nunca regreso. Desde entonces Deán y Jeff se las habían tenido que arreglar solos para buscarlos, llamaron a todos sus contactos en el estado para conseguir ayuda o pistas sobre Sam, pero nadie parecía saber nada. Aquella tarde se cumplían 8 días exactos desde la desaparición de Sam y Deán decidió llamar al Roadhouse otra vez.

--- Ellen, soy yo de nuevo… ¿Has sabido algo de él?... Es como buscar a mi padre de nuevo… Estoy enloqueciendo… Lo he llamado miles de veces… Sólo me pasa al buzón de voz, no sé a donde se fue o por qué… desapareció. --- le contaba Deán a Ellen por encima vez en esa semana, solo que esta vez entro otra llamada a la línea. --- Espera. --- le pidió Deán a la mujer antes de comprobar en el identificador del teléfono que Sam le llamaba, Deán pudo sentir como si el alma le regresara al cuerpo por un segundo y contesto.

--- Sammy, ¿dónde diablos estás? --- pregunto esperanzado por la reaparición de su hermano y por lo mismo no estaba preparado para escuchar a Sam jadear, llorar y titubar por el teléfono. ---- ¿Estás bien?... Cálmate… ¿Dónde estás?... No te muevas... Voy en camino. --- fue todo lo que Deán dijo tras escuchar la dirección de su hermano, Sam sonaba tan perturbado que había decidido no alterarlo mas y manejar a toda velocidad.

Twin Lakes
Deán llego para la atardecer al pueblo y fue directo a un motel de carretera, a la habitación numero 23.

--- Sam, soy yo… ¡Sam! --- gritaba Deán mientras golpeaba la puerta con fuerza y pronto se dio cuenta de que estaba abierto así que entro a la habitación. --- ¿Sam?... Hola. --- exclamo aliviado al ver a su hermano sentado cerca de la ventana.

---  Hola, Deán. --- murmuro Sam antes de girar y dejar ver sus manos manchadas completamente de sangre.

--- ¿Estás sangrando? --- pregunto Deán preocupado y corrió para ver las manos de  Sam quien todavía permanecía estático.

---  Traté de lavarlo. --- volvió a murmurar Sam y quito sus manos del estomago para dejar ver que su camisa blanca también estaba llena de sangre coagulada.

--- O por dios. --- murmuro Deán preocupado y rápidamente movió la camisa, en busca de alguna herida de gravedad en el cuerpo de su hermano pero por suerte Sam parecía estar completamente bien.

--- No creo que sea mi sangre. --- murmuro Sam

--- ¿De quién es? --- pregunto Deán consternado.

---  No lo sé. --- murmuro Sam otra vez.

---  Sam, ¿qué rayos pasó? --- volvió a preguntar Deán mucho mas preocupado por el estado tan pálido en el que se encontraba el rostro de Sam

---  Deán... no recuerdo nada. --- aseguro Sam con la mirada perdida, Deán no sabia que pensar así que hizo lo que hacia en cualquier otro caso, salir a investigar con vecinos o empleados del motel sobre el comportamiento de Sam
Una hora más tarde regreso Deán al motel y se encontró con un completamente aseado Sammy, aun que parecía estar bien, sus ojos continuaban pidiendo respuestas y Deán temía que su hermano fuera a decaer en su ánimo en cualquier momento.

--- ¿Qué averiguaste? --- le pregunto Sam

--- Llegaste hace dos días bajo el nombre de Richard Sambora… lo que es la parte más aterradora de todo, ya que eres fan de Bon Jovi. .--- comento Deán con gracia para intentar hacer reir a Sam pero no le funciono pues su hermano lo miro con molestia.  --- Has estado callado, nadie ha notado nada inusual. ---- agrego

--- ¿Entonces nadie me vio caminando cubierto de sangre? --- pregunto Sam incrédulo, a veces odiaba que la gente tuviera tanta falta de interés en darse cuenta de a quienes tenían viviendo en su calle.

---  Sí, nadie te vio --- reafirmo Deán

--- ¿Entonces cómo diablos llegué aquí, Deán? ¿Qué me pasó? --- pregunto Sam furioso.

--- No lo sé, pero estás bien… Eso es lo que importa… lo demás puede arreglarse. --- aseguro Deán, aun que por dentro estaba igual de confundido que Sam pero como el era el mayor, no se podía dar el gusto de caer también, un de los dos tenia que mantenerse fuerte o al menos fingir serlo por el otro.

--- ¿Enserio? ¿Que tal si lastimé a alguien o peor?... ¿Qué tal si esto es lo que papá te advirtió? --- sugirió Sam

--- Oye, oye por favor Sam… No te adelantes… No sabemos lo que pasó… Tenemos que tratar esto como otro trabajo… ¿Qué es lo último que recuerdas? --- pregunto Deán, tenia que maniobrar la situación para que su hermano evitara pensar en la supuesta profecía que su padre había dicho antes de morir.

--- A nosotros… en el oeste de Texas… Yo Salí por unas hamburguesas. --- comento Sam, Deán lo miro en blanco por que eso era lo ultimo que el también recordaba.

--- Eso fue hace una semana. --- aseguro Deán.

--- Es todo… después estaba sentado aquí… con sangre… sentí que había dormido como un mes. --- comento Sam

--- Muy bien, rastreemos tus pasos… El gerente dijo que saliste ayer por la tarde...y no te vio regresar, así que… --- comentaba Deán mientras se abría paso por la habitación para mirar por la ventana, donde descubrió una mancha de sangre en una persiana. --- Oye --- murmuro Deán así que Sam se levanto para mirar la sangre en la ventana, misma que apuntaba a la dirección de los garajes de autos del motel.

Sam y Deán salieron a la calle para mirar, para que Sam pudiera despejarse su cabeza con aire fresco y así tal vez poder recordar algo mas.

--- ¿Reconoces algo? --- pregunto Deán.

--- No, nada. --- aseguro Sam antes de tener un flashazo de si mismo parado en ese mismo puto de la calle. --- Espera… Yo estuve aquí. --- agrego Sam

--- ¿Lo recuerdas? --- pregunto Deán esperanzado a que fuera de esa manera.

---  No creo… Sólo que lo siento familiar. ¿Entiendes?... Intenta en ese --- le dijo Sam, señalando un garaje de estacionamiento que estaba a pocos metros de ellos y marcado con el numero 6 en la parte superior.

--- Está bien. --- murmuro Deán y se acerco para mirar, el garaje estaba cerrado con llave así que saco su ganzúa para abrirlo cuando Sam le jalo el brazo por detrás.

--- Espera. --- le dijo Sam, sacando la llave del bolsillo y con ella pudieron abrir la puerta del garaje y mirar en el interior.

--- Por favor, dime que no robaste eso. --- dijo Deán con ironía al ver un auto realmente feo y viejo guardado en el garaje. Aun así, los chicos se pusieron a inspeccionar el auto.

--- Más sangre. --- murmuro Sam al ver la dichosa sangre seca sobre todo el volante, Deán giro la mirada hacia atrás y encontró algo mas aterrador todavía.

--- Sam, mira atrás. --- Le pidió Deán y Sam se giro para tomar un cuchillo manchado de sangre en el asiento trasero.

--- ¿Crees que usé esto contra alguien? --- pregunto Sam con el cuchillo en la mano.

--- Espero que no --- respondió Deán sin dejar de revisar los asientos del auto. --- Bueno, esto si es perturbador --- agrego Deán al encontrar un paquete de cigarrillos mentolados debajo del asiento del copiloto. --- Vamos Sam, no pudiste haber sido tu… debió ser alguien mas… alguien que fume mentolados. --- aseguro Deán.

--- Mira… Un recibo de gasolina, de otro pueblo --- agrego Sam con dicho papel en su mano, Deán simplemente asintió complacido con la pista y se llevo a su hermano hasta el otro pueblo para buscar el lugar.

--- El recibo es por 40 litros de la bomba dos… ¿sientes algún escalofrió? ¿El lugar te es familiar? ¿Algún escalofrió?. --- pregunto Deán apenas estacionarse frente a la tienda, Sam miraba hacia todas partes pero era evidente que no ubicaba nada. --- Tal vez alguien dentro te recuerde… Vamos. --- sugirió Deán y bajo del impala. Sam tardo un poco pero al final termino por caminar a las espadas de Deán.

--- ¿Tú? Largo de aquí… o llamo a la policía. --- grito el dependiente apenas verlos entrar.

--- ¿Le estás hablando a él? --- pregunto Deán, aun que casi estaba seguro pues el jamás había entrado en esa tienda, al menos que recordara así que debía estar seguro.

--- Sí, le estoy hablando a él… El idiota vino ayer, alcoholizado,... tomó una cerveza de licor de malta del refrigerador y se la bebió toda --- conto el dependiente.

--- ¿Fue el? --- pregunto Deán incrédulo, el Sam que le estaban describiendo era alguien que no conocía. --- ¿Has estado tomando licor de malta? --- le pregunto a Sam quien claramente no respondió nada.
--- Y luego lanzo la botella a mi cabeza. --- reprocho el sujeto mas enojado que nunca.

--- ¿Era el? --- le pregunto Deán mucho mas impresionado por esa ultima declaración, Sam no era alguien agresivo era casi un pacifista.

--- ¿Qué? ¿Estoy hablando en ruso? --- pregunto el dependiente lleno de ironía y desprecio por ellos.

--- Siento mucho si hice algo que… --- le empezó a decir Sam pero el sujeto no le dejo continuar siquiera.

--- ¿Sabes que? Cuenta tu historia haya afuera... la policía llegara pronto. --- amenazo el hombre e incluso hizo el ademan de tomar el teléfono para llamar a la estación.

--- Espera, ya se va… Cuelga el teléfono… Sam, espera en el auto. --- ordeno Deán.

--- Pero, Deán… --- se iba a quejar Sam pero nuevamente no lo dejaron completar una oración.

--- Espera en el auto. --- le grito Deán así que Sam no tuvo mas que meterse las manos a las bolsas y salir caminando rápido y cabizbajo del lugar.

--- Oye, solo quiero hablar contigo… ¿Está bien? --- le dijo Deán al dependiente quien volvió a colgar el teléfono mucho mas tranquilo. --- Ahora, cuando se fue ayer… ¿A dónde se fue?--- le pregunto Deán.

--- ¿Por qué no le preguntas a él? --- le pregunto el empleado fastidiado.

--- Contéstame tú… Por favor, me harías un gran favor. --- le dijo Deán con una falsa sonrisa porque por dentro tenia ganas de matarlo en ese preciso momento por ser tan amargado y apático con ellos.

--- Te haría un favor claro, yo vivo para eso... ¿Sabes?, tu amigo no pagó por la bebida o los cigarrillos... que también encendió ilegalmente. --- le conto el empleado con toda la apatía del universo, como esperando que hiciera algo con Sam

--- ¿Lo viste fumando? --- pregunto Deán con incredulidad.

--- Sí, es una chimenea. --- aseguro el empleado, mirándolo expectante para que cubriera los daños. Deán suspiro hondo mientras sacaba su cartera del bolsillo. 

--- Esto… --- Debería cubrirlo. --- aseguro Deán y le dejo 100 dólares sobre el mostrador.

--- Estoy recordando ahora… Tomó dos paquetes. --- dijo el hombre con una sonrisa de estafador que Deán reconocía por el mismo en el reflejo del espejo.

--- Seguro. --- murmuro Deán y le dejo otros 50 dólares sobre el mostrador, el hombre tomo todo el dinero en sus manos y sonrió.

--- Fue al norte por la carretera 71, fuera del pueblo. --- le indico el sujeto con una seña hacia el camino, Deán sonrió complacido y estaba por salir pero antes de hacerlo tomo unos chocolates como venganza por el dinero que le habían estafado.

Sam y Deán partieron por el camino indicado, en el cual no había señales de nada vivo. Ninguno decía nada, solo permanecían callados y metidos en sus propios pensamientos, sin embargo y luego de 2 horas Deán no pudo resistir más.

--- ¿Qué está pasando contigo?... ¿Porque Fumas, lanzas botellas a la gente?... eso es algo que haría yo mas que tu. --- le reprocho Deán a Sam y este no sabia que decirle así que se giro a la ventana para tomar aire y ahí tuvo otro flashazo de memoria.

--- Deán, espera, espera, aquí… Dobla en ese camino. --- le pidió Sam exaltado y señalando un camino de tierra y hiedras enormes.

--- ¿Qué? --- pregunto Deán,

--- No sé cómo lo sé, simplemente lo sé. --- aseguro Sam, Deán piso el freno a toda velocidad para evitar que el auto se atascara con la hiedra del camino y gracias a ellos fue que llegaron en menos de cinco minutos hasta una enorme residencia. Era extraño que dicha casa estuviera allí, en medio de la nada y sin ningún vecino. Los hermanos caminaron hacia la puerta cuando una luz segadora se prendió sobre sus cabezas.

--- Quien viva ahí, no le gustan las sorpresas. --- aseguro Sam, pues esa luz era claramente para que la persona de dentro pudiera asegurarse de quienes eran sus visitas.

--- ¿Debemos tocar? --- pregunto Deán

--- Sí, supongo. --- murmuro Sam antes de dar unos pasos alrededor de la casa y notar el cristal de una ventana hecho pedazos.  --- Oye, Deán. ---  le llamo Sam así que Deán cabeceo un poco para poder mirar el desastre.

--- Me sorprende que la policía no viniera… Un lugar como este debería tener una alarma. --- aseguro Deán, Sam camino unos pasos mas y encontró que la caja de fusibles estaba completamente destruida.

--- Sí, tenía. --- respondió Sam,  así que Deán saco su ganzúa y forzó la puerta para poder abrirla. Los hermanos entraron al lugar y se encontraron con un verdadero caos, todo estaba roto a su alrededor y cuando prendieron la luz encontraron el cadáver de un hombre, quien había sido degollado.

--- Deán, yo lo hice. --- aseguro Sam

--- No sabemos eso. --- murmuro Deán.

--- ¿Qué más necesitas? ¿Cómo explicas, el coche, el cuchillo, la sangre? --- pregunto Sam exaltado a cada minuto se iba confundiendo mas con lo que estaba pasando.

--- No lo sé Sam, tu dímelo. --- le grito Deán y dejo a Sam callado. --- Y si hiciste esto, seguramente tuviste una razón… te defendías, el era una persona mala o tal vez…. No tiene identificación. --- comento mientras revisaba al muerto.

--- Dame tu ganzúa. --- murmuro Deán y se giro para verlo,

--- ¿Qué? --- pregunto Deán

--- Dame tu ganzúa. --- volvió a pedir Sam, había estado mirando los alrededores y había notado un cajo extraño en la pared. Deán le dio la ganzúa y cuando Sam abrió el dichoso cajón, logro revelar un montón de armas y recortes extraños de periódico.

--- Era terrorista --- murmuro Deán

--- O un cazador…. Deán, asesine  a un cazador. --- aseguro Sam, para ese punto Deán ya no sabia que pensar sobre su hermano, entonces giro la cabeza y se percato de que había cámaras de seguridad en el techo.

--- Vamos a ver --- indico Deán, así que ubicaron el panel de seguridad y regresaron las cintas hasta una noche antes.  --- Aquí vamos. --- exclamo Deán y dejo correr la cinta de la noche anterior, en ella se miraba al cazador entrar corriendo a la casa y un segundo después se veía a Sam entrar también y golpear varias veces al hombre hasta derribarlo y cortarle el cuello con la daga.

Ambos hermanos se habían quedado pasmados por lo que habían visto en la cinta de seguridad, Sam había encontrado una carta de la hija del muerto en el suelo y haberla leído lo hizo sentirse peor, el sujeto era bueno y el lo había matado. Deán por su parte no dejaba de dar vueltas por la habitación, pensando en soluciones para lo que estaba pasando.

--- ¿Cómo borras esto?... Sam, vamos… Necesito tu ayuda. --- le rogo Deán, no podía pensar en una forma de cubrir todo ese homicidio y así salvar a Sam de la furia de los demás cazadores.

--- Yo lo maté, Deán… me metí a su casa y lo maté. --- murmuro Sam sin quitar la mirada del suelo.

--- Escúchame… Sea quien sea, era un cazador… Lo que significa que otros cazadores van a buscar a su asesino… así que tenemos que cubrir nuestro rastro, ¿si? --- le explico Deán para que entendiera la gravedad del asunto.

--- Su nombre era Steve Wandell… Es una carta de su hija. --- comento Sam claramente consternado y dejo caer el papel nuevamente al suelo. Deán no aguanto mas la situación y termino por romper todo el sistema de seguridad con sus manos y pies.

--- Borra tus huellas y luego vámonos. --- le ordeno Deán, Sam solo asintió pues no podía decir nada mas por el mismo.

Luego de un rato los hermanos regresaron a su motel por eso de las 2 de la mañana y ahí se encontraron con otra sorpresa, Jeff los estaba esperando dentro de la habitación y apenas verlos entrar abrazo a Sam por un segundo y luego lo golpeo.

--- Maldito idiota, estaba preocupado por ti… pensé lo peor. --- le dijo en tono dramático, tanto que Deán no pudo evitar reírse pero luego Jeff se giro a el y le dio un fuerte pisotón --- Y gracias Deán, por avisarme que habías encontrado a Sam… gracias por dejarme abandonado en el Roadhouse… me tuvo que traer un cazador Alcohólico… que gran hermano mayor eres, enserio Deán --- le reprocho Jeff y eso ultimo hizo enojar a Deán.

--- Oye, oye… tranquilízate primero… no te avise porque estoy tratando un caso con Sam… el no se acuerda de lo que paso esta semana… pensé que si venias iba a ser mas complicado descubrir la verdad --- le reprocho Deán.

--- ¿Entonces soy una complicación para ustedes? --- le pregunto Jeff muy enojado y un momento después gruño los dientes y salió azotando la puerta de la habitación.
--- Volverá enseguida, deja que se le pase la pataleta ---  dijo Sam

--- Lo se… Hay que dormir un par de horas... y luego nos iremos de aquí para siempre… Sé que esto es malo, ¿esta bien?... pero tienes que reaccionar… Sam --- le pidió Deán.

--- ¿Hay que dormir e irnos mañana?... Asesiné Deán, eso es lo que hice. --- le dijo Sam

--- Tal vez, ¿si?, no lo sabemos… Mimetista --- sugirió Deán porque eso era lo que realmente quería creer en todo el asunto.

--- Por favor... Tú sabes que no es así, viste la cinta… No había ojos brillosos ni distorsión. --- le recordó Sam

--- No eras tú... ¿De acuerdo?...  bueno Sí, podrías haber sido tú pero no eras tú. --- le dijo Deán, estaba claro que se rehusaba a pensar en Sam como un asesino y eso hablaba de lo buen hermano mayor que era, prefería tener todos los hechos completos antes de sacar conclusiones. Además la mirada de Sam era la misma de chico inocente, no había cambiado a la de asesino como el tantas veces lo había visto en si mismo en el espejo.

--- Pues yo creo que si… tal vez mas de lo que tu crees --- murmuro Sam

--- ¿Qué demonios significa eso? --- le pregunto Deán.

--- En las últimas semanas, he tenido… he tenido unos sentimientos. --- empezó a narrar Sam

--- ¿Qué sentimientos?

--- ira... odio… Y no puedo evitarlo… fueron empeorando, día con día… aun mas. --- agrego Sam, Deán tuvo que sentarse un momento para poder procesar toda esa información en su cabeza.

--- Nunca me dijiste esto. --- aseguro Deán

--- No quería asustarte. --- murmuro Sam

--- Que buen trabajo Sam --- le dijo Deán con ironía pues ahora estaba muerto del miedo por dentro y todo gracias a los secretos de Sam

--- Deán, el demonio de los ojos amarillos… tiene planes para mí y los dos sabemos que ha transformado a otros chicos en asesinos. --- comento Sam

--- Nada puede controlarte, mas que tu. --- aseguro Deán.

--- No parece así, Deán… Siento que no importa lo que haga, lenta pero seguramente me convertiré en… --- Sam estaba por decir ”asesino” pero Deán ni siquiera lo dejo volver a repetir semejante cosa sobre si mismo.

--- ¿En qué? --- le pregunto molesto para que no se atreviera a decirlo y Sam noto el tono así que cambio de estrategia.

--- En lo que debo ser… Tú mismo lo dijiste una vez, Deán… Tengo que enfrentar lo que soy. --- aseguro Sam

--- No me refería a eso. --- murmuro Deán, maldiciéndose por las palabras que a veces decía y que estaban de mas mencionar.

--- Pero es verdad y lo sabes… Papá sabía eso, por eso te dijo que si yo llegaba a esto… --- Sam estaba por decir la segunda cosa que Deán mas odiaba escuchar y misma que ya no estaba dispuesto a volver a escuchar, así que Deán se giro y lo miro muy serio.

--- Cállate, Sam --- le grito Deán

--- Deán, se lo prometiste… Me lo prometiste. --- le dijo Sam con la mirada triste.

--- No… Escúchame… Vamos a resolver esto, ¿quieres?... Es decir, tiene que haber una manera. ¿No? --- le pregunto Deán con toda la esperanza reflejada en su rostro pero lo cierto era que por dentro se estaba muriendo del miedo de perder a Sam para siempre.

--- Sí, la hay. --- murmuro Sam, ofreciéndole a Deán su propia pistola. --- No quiero herir a nadie más… No quiero herirte… meno a Jeff. --- dijo Sam

--- No lo harás… sea lo que sea, defiéndete. --- le rogo Deán.

--- No, no puedo… No para siempre… Tienes que hacerlo. --- le rogo Sam y al ver que no tomaba el arma, el mismo lo obligo a que la tomara con la mano. Deán miro la pistola un segundo, luego miro a Sam suplicándole que lo matara y entonces exploto.

--- Me he esforzado por tenerte salvo. --- murmuro Deán

--- Lo sé…. Solo hazlo… y dile a Jeff que fue lo mejor. --- comento Sam, estaba realmente resignado, dispuesto a morir.

--- No puedo… Prefiero morir. --- le Deán, dejando la pistola sobre la cama y alejándose de el para no tener que mirarlo mas a la cara y verle el sufrimiento.

--- No… Tú vivirás. --- murmuro Sam molesto y recogiendo la pistola de la cama, Deán lo miro hacerlo y pensó que iba a suicidarse así que se acerco para detenerlo. ---  Vivirás para arrepentirte. --- agrego Sam y un segundo después golpeo el rostro de Deán con el arma, dejándolo fuera de si.

Sam salió de la habitación del motel y a los pocos metros se encontró con Jeff quien ya iba de regreso a la habitación con una coca-cola en sus manos.

--- No tenias que salir a buscarme Sammy. --- le dijo el niño, creyendo en las mejores intenciones de su hermano pero al pasar junto a el, se dio cuenta de la cruda realidad, pues Sam lo arrojo con mucha fuerza sobre la pared y luego lo levanto por el cuello.

--- ¿Qué demonios te pasa? --- le pregunto Jeff molesto y sobando su brazo que le estaba doliendo por el impacto tan fuerte de la pared, Sam no respondió con palabras, solo azoto la espalda de Jeff contra la pared nuevamente y luego le doble el brazo con mucha fuerza, antes de ponerlo frente a frente con su cara.

---  Hazte a la idea, ese soy yo en realidad. --- dijo Sam y le mostro unos horribles ojos negros a Jeff, haciéndolo entender que estaba poseído.

--- Sal de mi hermano, ahora maldito hijo de perra. --- le grito Jeff.

--- Ho si claro, pero primero vamos a visitar a una vieja amiga. --- le dijo Sam con una tono aterrador y lo empezó a arrastras por el pasillo.

--- Déjame maldito, suéltame… ¡Deán! --- gritaba Jeff mientras trataba de zafarse del agarre del demonio pero era muy fuerte y no pudo hacerlo. El demonio termino por atar a Jeff y llevárselo con el hacia una nueva victima.

A la mañana siguiente, Deán recupero el conocimiento gracias al encargado del motel quien había estado tocándole a la puerta durante mucho rato. Deán se paro del suelo aun desconcertado por lo que había pasado y abrió para ver al hombre.

--- Ya se paso su salida. --- le dijo el encargado

--- ¿Qué? --- pregunto Deán aun sin entender del todo lo que había pasado

--- Ya se paso su salida... y tengo una pareja aquí que quiere el cuarto. --- dijo el hombre, así que Deán asomo la cabeza por la puerta y se encontró con un hombre mayor, con cara de pervertido y vestido de traje que abrazaba a una mujer de la vida galante.

--- Sí, apuesto que si… ¿Qué hora es? --- pregunto aun despejando su cabeza con un masaje.

--- 12:30. --- respondió el hombre.

--- El chico que estaba conmigo… ¿Lo ha visto? --- pregunto Deán.

--- Sí, se fue al amanecer en su auto... con el niño llorón… y usted debió irse con ellos... porque ahora tendré que cobrarle extra. --- dijo el encargado.

--- Maldita sea. --- murmuro Deán, su primer preocupación había sido Sam pero ahora lo era Jeff, el hermanito que había sido secuestrado por quien sabe que versión de Samuel Winchester.

--- Son las políticas, señor. --- dijo el hombre, pensando que el ultimo comentario de Deán iba dirigido hacia el.

--- Necesito usar tu computadora. --- pidió Deán.

--- ¿Por qué voy a dejar que use mi computadora? --- pregunto el hombre indignado pero justo después de que Deán abandonara el cuarto y le diera algunos billetes, le dejo hacer lo que quisiera con su computadora. Deán se metió a la pagina de internet de la compañía de teléfonos celular y luego llamo al soporte técnico de la misma para obtener ayuda.

--- Hola… Lamento molestarlo... pero mi hijo se fue sin permiso de casa anoche... y fue a un concierto de Justin Timberlake… Sí, Justin es una amenaza triple… En fin, no ha vuelto, y estoy empezando a preocuparme… Estoy de acuerdo, sí, los chicos son chicos… Pero, verá, Sammy es... diabético... y si él no se toma su insulina… entonces… Debo encontrarlo… Por favor, se lo ruego… No, no, no, estoy en la página web ahora… Sólo necesito que active el GPS de su teléfono celular. --- pidió Deán, el empleado de la compañía activo el GPS y permitió que Deán mirara en su propia computadora la localización de Sam.

--- Sí, ahí esta… Duluth, Minnesota… Sí, es un camino muy largo para ir a un concierto… Le agradezco su ayuda. --- dijo Deán antes de colgar la llamada, tenia que ir por sus hermanos lo mas rápido posible. Solo que tenia miedo de lo que pudiera pasar con Sam

Duluth, Minnesota

Sam entro al bar que estaba buscando y por suerte para sus intenciones no había nadie más que su presa, una mesera… que no era otra mas que Jo Harvelle.

--- Lo siento, ya cerramos. --- exclamo Jo al escuchar los pasos entrando al lugar pero sin mirar de quien se trataba.

--- ¿Qué tal una para el camino? --- pregunto Sam y Jo reconoció su voz al instante así que se giro a mirarlo para estar completamente segura.

--- Eres la última persona que esperaba ver. --- aseguro ella.

--- Bueno... estoy lleno de sorpresas… Entonces, ¿Una cerveza? --- pidió Sam mientras se sentaba en una de las mesas del bar.

--- Claro... Una cerveza. --- repitió Jo frustrada y luego le dejo la cerveza a Sam sobre la mesa. --- ¿Cómo me encontraste? --- le pregunto algo molesta y mirándolo fijamente.

--- Bueno, eso es lo que hacemos, ¿no? --- pregunto Sam con una sonrisa.

--- Hablando de "hacemos"… ¿Dónde está Deán? --- pregunto Jo,  jamás había visto a Sam llegar solo al Roadhouse e incluso parecía bastante raro verlo sin la compañía de Deán, ya que uno se hacia la idea de ver siempre a dos, eran como siameses.

--- No vino. --- murmuro Sam

--- ¿Y Jeff? --- pregunto ella.

--- Enfermo… de hecho Deán se quedo a cuidarlo en el otro pueblo. --- mintió Sam, pero Jo pareció creerlo pues se sentó frente a el.

--- Y, ¿tu qué estás haciendo aquí, Sam?... Porque nos separamos en los mejores términos. --- le recordó ella, quien no había dejado de tener resentimiento contra la familia completas tras haberse enterado de la pasada muerte de su propia padre a manos de las de John Winchester,

--- Si, por eso vine… Quiero… Quería ver si podía aclarar las cosas --- aseguro Sam,

--- Eso debe doler --- exclamo Jo al percatarse de una quemadura extraña en la mano derecha de Sam.

--- No… No, sólo... me queme con una estufa. --- mintió Sam mientras ocultaba la marca y nuevamente Jo volvió a creerle la mentira.

--- Entonces, ¿me decías algo de arreglar las cosas? --- le pregunto Jo, pues ella misma no entendía su enojo contra los chicos pero aun así no podía dejar de sentirlo y tal vez Sam podía hacerla ver otro Angulo.

--- Sí… Mira, sé lo que sientes por mi padre... y no puedo culparte… Él estaba obsesionado, consumido con la cacería… Y no le interesaba quien se cruzaba en su camino… y eso incluyo a tu padre… Pero ese era mi padre… No era yo. --- le dijo Sam

--- ¿Tampoco Deán? --- pregunto ella con interés.

--- Bueno, Deán es más como mi padre que yo... pero él... jaja, vaya... ¿tu sientes algo por el, cierto? --- pregunto Sam aun entre risas, aun que realmente estaba bastante seguro de ello. Jo no le respondió solo se levanto de la mesa para evadirlo.

--- Tomaré eso como un sí… que lastima… Porque a Deán le gustas, cierto, pero... no como tu quisieras ¿entiendes?… tal vez como una hermana menor... pero de romance... eso yo lo descartaría… el, te considera una niña ¿si?... no quiero herirte, solo lo digo porque te estimo. --- le dijo Sam en varios tonos de voz

--- Ho que gentil eres Sam. --- exclamo Jo llena de ironía,  jamás hubiera pensando en que el educado y sensible Sam Winchester fuera capaz de hablarle de esa forma una mujer.

--- De verdad… Me importas mucho --- dijo Sam y empezó a acariciar la mano de Jo, lo que le pareció bastante raro a ella.

---  ¿Qué te sucede? --- le pregunto molesto y quitando su mano de la mesa de forma brusca para que el no siguiera tocándola.

--- Yo puedo ser más para ti, Jo. --- le aseguro y se le acerco para que lo mirara a los ojos, eso si que le dio miedo a Jo y se alejo mucho mas de el.

--- Mejor ya vete. --- le grito Jo

--- De acuerdo. --- murmuro Sam con una falsa sonrisa y se fue, Jo se giro a la barra para respirar y tranquilizarse cuando Sam regreso, la giro hacia el y la apretó contra su pecho.

--- Sam, ¡aléjate de mí! Sam, ¡suéltame! ¡Déjame ir! --- rogaba Jo con desesperación y en un intento por librarse, tomo una botella de cerveza del mostrador e intento rompérsela a Sam en la cabeza pero este logro detenerle el brazo.

--- Jo, Jo, Jo… mala idea. --- dijo Sam antes de estrellar la botella contra la barra

--- Sam, no, ¡por favor! Por favor. --- seguía rogándole Jo, entonces Sam puso su mano sobre la barra y azoto a Jo contra ella, dejándola inconsciente.

--- No tenía que ser así… O tal vez sí. --- murmuro Sam, mirando y acariciando a la indefensa Jo sobre sus brazos.

Cuando Jo al fin pudo despertar, estaba atada a uno de los postes de madera del bar y una terrible música tocaba gracias al tocadiscos.

--- ¿Qué rayos sucede? ¿Qué estás haciendo? --- pregunto Jo confundida todavía por el impacto.

--- ¿Jo qué fue exactamente lo que te dijo tu mamá... de como murió tu papá? --- le pregunto Sam, asomando su cabeza detrás de ella para que pudiera darse cuenta dela sonrisa espeluznante que mantenía en su rostro.

--- Tú no eres Sam --- aseguro Jo

--- No estés tan segura de eso… Contesta mi pregunta. --- exigió Sam pero Jo seguía mirándolo con desprecio. --- Vamos… Soy yo… Puedes decirme todo… Lo sabes… Contesta la pregunta. --- volvió a exigirle Sam pero esta vez, le paso un afilado cuchillo por el rostro

--- Bien… Nuestros padres estaban en California… En la presa del diablo… Pusieron una trampa para algún monstruo, John se escondía… esperando y mi padre era el cebo. --- empezó a decirle Jo e inmediatamente Sam se burlo.

--- Si, así era John…. Apuesto que colgaba a Bill de un gancho como una vaca… ¿y luego que? --- pregunto.

--- La cosa apareció… John se inquieto y saltó demasiado pronto... dejo a mi padre expuesto e indefenso… la cosa lo vio… y lo mato. --- termino de contar Jo y nuevamente Sam se burlo de ella.

--- No es cierto. --- aseguro Sam

--- ¿Qué? --- pregunto ella intrigada.

--- ¿Qué?... si lo lastimó… No lo mató… No conoces la verdad, ¿he?... Apuesto a que tu madre tampoco. --- divago Sam para si mismo.

--- ¿Qué cosa? --- le volvió a preguntar Jo

--- Verás, Bill... estaba muy mal, sujetando sus entrañas con sus manos… gorgoteando y pidiendo verte a ti y a Ellen una vez más… Y mi papá... lo mató… para que no sufriera como una res herida. --- comento Sam

--- Mientes --- le grito Jo al borde de las lagrimas, todo lo que ella había llegado a pensar sobre John había cambiado en un instante, todo su enojo y odio se había convertido en confusión.

--- Es verdad, lo juro… Mi papi le dio al tuyo un tiro en la cien  --- se burlo Sam

--- ¿Cómo sabes eso? --- le grito Jo

--- Oigo cosas. --- aseguro Sam

--- ¿Por qué me estás haciendo esto? --- volvió a preguntarle Jo

--- De tal padre, tal hija… Eres el cebo --- respondió Sam y le amordazo la boca con un trapo. --- Que linda niña. --- agrego y entonces se escucho un estruendo.

--- ¡Sam! --- grito Deán quien iba  llegando al lugar

--- ¡Te pedí que me mataras, Deán! --- le grito Sam, amenazando con cortarle la garganta a Jo quien solo miraba a Deán suplicante por ayuda.

--- Baja el cuchillo, Sam. --- le rogo Deán y Sam lo hizo  pero solo para acercarse mas a el y amenazarlo con el arma.

--- ¡Te dije que no podía hacerlo! Mi cabeza esta en llamas ¿entiendes?… Deán mátame, o yo la matare… Por favor… Me harías un favor… Dispárame… ¡Dispárame! --- le rogaba Sam con la voz quebrada por los gritos, Deán miro el arma y luego miro a la pobre Jo atada en el poste, tenia que tomar una decisión y rápido.

--- No, Sammy… no puedo. --- murmuro Deán y dejo caer el arma al suelo.

--- ¿Qué diablos pasa contigo, Deán? ¿Estás tan asustado de estar solo... que prefieres dejar que Jo muera? --- le pregunto Sam desafiante, Deán se giro para sacar su botella de agua bendita de su chaqueta y cuando se la arrojo a Sam, este se quemo y sus ojos se pusieron completamente negros por un segundo.

--- ¡Eso es agua bendita, demonio maldito! --- grito Deán y le continuo arrojando mas agua al demonio, sin embargo Sam se arrojo por la ventana del bar y escapo. Deán corrió rápido a tomar el cuchillo de la vara y con el, corto las ataduras de Jo

--- ¿Esta poseído? --- pregunto Jo apenas quitarse la mordaza de la boca, Deán solo la miro sin entender porque preguntaba lo obvio y salió corriendo tras de Sam. --- ¡Deán! --- volvió a gritar Jo pero el la ignoro.

Deán continuo la persecución de su hermano hasta una bodega abandonada justo detrás de bar, las risas macabras del demonio hacían un eco espantoso en el lugar y servían de despiste para que Deán no pudiera ubicarlo en un lugar exacto.

--- ¿Quién eres tú? --- pregunto Deán.

--- Tengo muchos nombres. --- respondió el demonio ente risas todavía.

--- Has estado en Sam desde que él desapareció, ¿verdad? --- pregunto Deán aunque estaba realmente seguro de que así era pues así se explicaban muchas cosas, el juego de Sam sin memoria y los repentinos flashazos de los lugares a los que iban, todo había sido manipulación de la maldita cosa.

--- Debiste ver tu cara, cuando creíste que él mató a ese señor… Patética. --- le grito el demonio.

--- ¿Por qué no me mataste? Tuviste la oportunidad. --- le pregunto Deán.

--- No, eso hubiera sido muy fácil… ¿Dónde está la diversión en eso?... Mira, esto fue una prueba… Quería ver si podía convencerte de que mataras a Sam…. Debí haber sabido que no tendrías agallas… en fin, la prueba acabo. --- aseguro el demonio.

--- Espero que te hayas divertido, porque te hare pagar por esto… te lo juro. --- le grito Deán muy serio y  guardo su arma en el bolsillo para sacar el agua bendita y así evitar el cometer una locura contra Sam

--- ¿Cómo?... No puedes lastimarme… No sin lastimar a tu hermanito.  --- ¿sabes?, creo que vas a morir, Deán… Tú y todos los cazadores que encuentre… cuando ellos ven a Sam con esos sensibles ojos, me dejan entrar a sus casas. --- le conto el demonio, ahí Deán puedo entender un poco mas las cosas y camino hasta fuera de la bodega, llegando a un muelle abandonado.

Deán caminaba sigilosamente por la orilla del muelle en la busca de su hermano poseído, pronto escucho unos pies corriendo sobre la madera y cuando se giro, ahí estaba Sam apuntándole con el arma. Deán no pudo decir nada en su defensa pues Sam no dudo ni 3 segundos en dispararle a Deán en el pecho y hacerlo caer al agua. Sam se paro en el borde del muelle para asegurarse de que Deán estuviera muerto pero el cuerpo no estaba, así que supuso que se había hundido.

Unos minutos después Jo comenzó a buscar a Deán por la bodega, le estuvo marcando a su celular varias veces pero solo respondía el buzón, fue hasta su sexto intento que logro escuchar el tono del celular y corrió a la orilla del muelle donde estaba Deán, herido y cubierto de basura.

--- ¡Deán!... Deán, tranquilo. --- le decía ella para despertarlo y funciono.

--- ¿Dónde está Sam? --- pregunto Deán al abrir sus ojos.

--- No lo sé… Yo te buscaba a ti… Vamos... Levántate. --- así que Jo ayudo a Deán a ponerse en pie y lo llevo dentro del bar para curarle la herida, ahora agradecía a todos los borrachos del Roadhouse quienes legaban docenas de veces heridos y ella los curaba con ayuda de su madre. Sin embargo Deán era un paciente un tanto diferente al resto, más quejumbroso a cualquier movimiento.

--- No seas llorón. --- le grito Jo desesperada de escucharlo quejarse a cada rato

--- Dios ---- exclamo Deán al sentir las pinzas de Jo buscando entre su hombro a la bala perdida, trato de quitar el dolor bebiendo tequila pero no funciono.

--- Ya casi… ya, la tengo… La tengo. --- indico Jo emocionada y saco la bala del hombro de Deán con sumo cuidado, tanto que el ni lo noto.
--- Eres una carnicera. --- murmuro Deán al ver toda la sangre que Jo tenia en las manos y en las pinzas que sujetaba.

--- Por nada. --- dijo ella con la misma ironía

--- ¿Acabaste? --- le pregunto Deán.

--- ¿Me das dos minutos para terminar?... No podrás ayudar a Sam si te desangras… Entonces, ¿cómo lo supiste? ¿Qué estaba poseído?  --- le pregunto Jo mientras le suturaba la herida del hombre, no era muy grande por lo que dos o tres puntadas serian suficientes para cerrarla herida.

--- No lo sabía… Sólo sabía que no podía ser Sam ---- aseguro Deán

--- Oye, Deán… Sé que los demonios mienten, pero ¿dicen la verdad, también? --- le pregunto Jo, aun estaba temerosa de creer en lo que el demonio le había dicho sobre sus padres.

--- Sí, a veces, creo... más si saben que pueden confundirte… ¿Por qué lo preguntas? --- le pregunto Deán, pensando en que seguramente la cosa había dicho alguna tontería a la chica o algo que no debía saber como el secreto de la ultima voluntad de John.

--- Por nada… No importa… ¿tienes idea a dónde ira ahora? --- pregunto Jo preocupada por el bar de su madre.

--- Ha ido con el cazador más cercano, así que… el más cercano que conozco está en Dakota del Sur. --- aseguro Deán y en eso Jo corto el hilo de la sutura.

---Muy bien, esta listo… vámonos. --- dijo Jo muy segura y tratando d tomar su chaqueta, sin embargo Deán se levanto de su asiento y no la dejo moverse ni un centímetro mas.

--- Jaja, tu no vienes --- le dijo en tono burlón pero seguro.

--- Claro que voy… Soy parte de esto ahora. --- aseguro Jo, no quería decirle lo que el demonio le había dicho pero para ella, era un asunto personal, un asunto que la podría llevar al encuentro de respuestas que necesitaba saber, como los verdaderos sentimientos de Deán por ella.

--- Espero que me creas esto, si me sigues te atare de nuevo a ese poste y te dejare ahí… es mi pelea… no quiero tu sangre en mis manos… no voy a discutirlo. --- le dijo Deán lleno de seguridad y con eso Jo se dio cuenta de que el, se preocupaba por ella pero no como ella quería, el se preocupaba por ella como si fuera una niñita, lo que le daba la razón a las palabras del demonio por lo que ya no necesitaba seguirlo.

--- Espera.  --- exclamo Jo al ver que Deán se alejaba y luego se giraba a verla expectante. --- Toma… Llévatelas… son calmantes. --- le explico Jo, dándole un frasco de pastillas.

--- Gracias… Te llamaré luego, ¿si? --- dijo Deán y salió del bar.

--- No lo harás. --- murmuro Jo para si misma pues eso era lo único de lo que estaba segura en ese momento, Deán se había ido y no iba a regresar a buscarla porque la estaba protegiendo y ella estaba agradecida por eso, sin embargo no era feliz.

Mientras tanto, Sam había tomado escapado en el impala de nuevo y aun mantenía a Jeff amordazado en el asiento de atrás, pronto el demonio se percato de la mirada de ira y dolor que mantenía Jeffrey sobre el.

--- Jajaja, vamos… no vas a matarme con esa mirada… ni siquiera podrías matarme si te desatara, eres solo un niño… tal vez antes era un niño con súper poderes especiales de demonio pero ahora… ahora solo eres un niño inútil…. ¿sabes? Hubiera sido mejor que murieras hace meses… con  tus patéticos amiguitos en ese pueblito… Ja, aun los recuerdo… el pobre Xander con su parche en el ojo… y la pelirroja tonta... la pelirroja… que suplico que llegaras para salvarla…  ha fue tan patético debiste verla, desangrándose como res herida ---  decía el demonio entre risas, Jeff ya sabia quien era su atacante, era un viejo enemigo del pasado de su familia y seguía mirándolo con odio pero no lloraba, algo en su interior había cambiado y no se sentía culpable, no le importaba lo que estaba escuchando, solo le importaba el dolor punzante de su brazo lastimado.

Un rato después, el impala llego hasta Dakota del sur y el demonio miro complacido la casa de su siguiente victima, Jeff también pudo verla y la reconoció al instante, era la casa de Bobby Singer, el cazador que alguna vez los había ayudado y a quienes sus hermanos tenían en una alta estima.

--- Ho no te preocupes Jeffrey, tus hermanos están acostumbrados a dejar morir a su familia… una y otra vez… el tío Bobby no será una gran perdida… mejor preocúpate por lo que voy a hacer contigo cuando regrese. --- le amenazo el demonio y camino hasta tocar la puerta de la casa, Bobby no tardo nada en abrir la puerta.

--- Sam. --- dijo el cazador con una enorme sonrisa de felicidad, había pasado un largo tiempo desde que el joven Winchester lo había visitado.

--- Hola, Bobby --- dijo Sam con una falsa sonrisa de felicidad.

--- Que sorpresa, pero pasa --- le dijo Bobby y lo dejo ingresar, el demonio puso sus ojos negros al poner su primer pie dentro del lugar, estaba ansioso por acabar con Bobby.

--- Entonces, ¿qué te trae aquí? --- pregunto Bobby desde la cocina, a donde había ido para buscar un par de cervezas para ellos.

--- Había un trabajo cerca de aquí... y decidí venir a saludarte. --- mintió el demonio.

--- ¿Dónde está Deán y el soldadito de plomo? --- le pregunto Bobby, el demonio se puso un poco nervioso por la pregunta pero no lo demostró físicamente, era muy bueno con las mentiras y la manipulación.

--- Mi hermanito se enfermo… alguna hamburguesa mala, le hizo daño…. Y Deán esta encerrado con el, cuidándolo… ya sabes… su afán por ser el hermano del año. --- mintió el demonio, tratando de hacer su mejor imitación de Sam

--- ¿Sí? ¿Y es grave? --- pregunto Bobby

--- Me parece que es demasiado para el. --- comento Sam

--- Bueno, es bueno verte… Por John. --- dijo Bobby al llegar con las cervezas y destaparlas.

--- Por papá. --- reafirmo Sam y le tomo a la cerveza, sin embargo apenas haberlo echo empezó a quemarse de la garganta y cao de rodillas al suelo, en medio de gritos y jadeos. --- ¿Qué hiciste? --- pregunto con dificultad pues aun sentía como la garganta de Sam lo quemabas por dentro.

--- Hay agua bendita en tu cerveza… Sam no lo habría notado... pero claro, tú no eres Sam, ¿o si?... Nunca trates de engañarme. --- aseguro Bobby quien desde haberlo dejado entrar pudo notar la maldad en sus ojos y entonces le dio un puñetazo que lo dejo inconsciente

Deán llego un rato después pero antes de tocar la puerta de la casa de Bobby, logro ver el impala estacionado a pocos metros y a Jeff encerrado en el, pudo sentir que parte de su alma le regresaba al cuerpo, Jeff estaba aparentemente bien. Así que Deán corrió al impala y se dio cuenta de que los ojos de su hermano dejaban de demostrar miedo para tener esperanza.

--- Tranquilo, estoy aquí… tranquilo. --- le decía Deán desde afuera pues el auto estaba todo cerrado y las llaves no estaban, con todo el dolor de su corazón Deán tuvo que romper el cristal del asiento trasero y así poder abrir la puerta y dejar que Jeff saliera casi corriendo.

--- Ho por dios, lo lamento… fui un imbécil anoche… no te dije lo de Sam porque no quería ponerte en medio de esto…. Gracias a dios estas bien. --- le decía Deán mientras le desataba las manos y luego lo abrazo muy fuerte, había temido que no volvería a ver a Jeff con vida desde que se entero de la presencia del demonio, había temido perder a su hermanito después de una tonta pelea como lo había sido la de la noche anterior.

--- Yo también lo siento… auu, cuidado con el brazo. --- dijo Jeff en medio de un grito ahogado pues el dolor había regresado a su brazo. --- Sam o más bien esa perra… casi me lo rompe. --- se quejo Jeff, apretando su brazo con su otra mano para tratar de aliviarse.

---- Haremos que alguien te revise mas tarde… solo resiste enano… espera… ¿a que te refieres con lo de esa perra? ¿Sabes quien es el demonio? --- le pregunto Deán, Jeff asintió pero no tuvo oportunidad de decir su nombre pues se escucho un grito de Sam, proveniente de la casa de Bobby que los hizo correr a ver.

Bobby mantenía a Sam atado bajo la trampa del diablo de su techo, lo tenía atrapado e inconsciente para que pudiera realizar el exorcismo de una manera mas rápida, sin embargo Deán necesitaba respuestas así que envío a Jeff con Bobby para que le revisara el brazo y luego  despertó al demonio con un bofetón, listo para una charla privada.

--- Deán, que no te mate… se que esta haciendo costumbre… como las cucarachas. --- comento el demonio con ironía, aun que realmente estaba enojado de que Deán fuera un superviviente.

--- ¿Quieres que te cierre tu boca a golpes? --- amenazo Deán.

--- Ten cuidado… Tú no querrías romper esta fina envoltura. --- se burlo el demonio,, muy seguro de que mientras estuviera dentro de Sam, nadie se iba a atrever a hacerle daño.

--- No te preocupes no le dolerá mucho a Sam, creo que solo a ti. --- aseguro Deán y le arrojo una cubeta de agua bendita encima, quemándolo por todo el cuerpo y haciéndolo gritar.  --- ¿Quieres seguir hablando? --- le reto Deán y el demonio dejo atrás su dolor para empezar a reírse.

---  Sam aun es mi marioneta… Lo haré morder su lengua hasta rasgarla. --- amenazo el demonio.

--- No, no estarás ahí mucho tiempo… Bobby. --- llamo Deán y entonces Bobby llego un libro en las manos y empezó a leer un exorcismo.

Exorcizamus te, omnis immundus spiritus
omnis satanica potestas, omnis incursio
infernalis adversarii, omnis legio,
omnis congregatio et secta diabolica.

--- Cualquiera que sea el plan maestro que estén planeando, no tendrás a Sam… ¿me has entendido?... Porque yo los mataré primero. --- le aseguro Deán al demonio y este solo volvió a burlarse de el y sus palabras.

--- ¿Crees que eso es lo que esta pasando? ¿El plan maestro?... A mi no me importa nada ese plan maestro. --- aseguro el demonio mientras que Bobby continuaba con el exorcismo.

Ergo draco maledicte
et omnis legio diabolica adjuramus te.
cessa decipere humanas creaturas,
eisque aeternae Perditionis venenum propinare

Bobby casi terminaba el conjuro y el demonio parecía estar más que bien, no había tambaleo ni gritos como en casos anteriores, Deán juraría incluso que la cosa parecía estarse divirtiendo con ellos.

Humiliare sub potenti manu Dei…

--- Ups, no parece funcionar… Yo aprendí otros trucos --- aseguro el demonio y agacho la cabeza para murmurar un conjuro que nadie en la habitación entendía, de pronto el fuego de la chimenea de Bobby creció y la casa completa empezó a temblar.

--- Esto no salió como imaginaba… ¿Qué está pasando Bobby? --- pregunto Deán casi en pánico, ese demonio parecía ser muy poderoso. Bobby se acerco a Sam y noto la quemadura de su brazo, misma que Jo había visto antes pero a diferencia de ella, Bobby si conocía el símbolo.

--- ¡Es un eslabón de enlace!... Es como un candado… Se encerró a si mismo dentro del cuerpo de Sam. --- explico Bobby.

--- ¿Qué rayos hacemos? --- le pregunto Deán.

--- ¡No lo sé! --- le grito Bobby en pánico, pocas veces en su vida como cazador había escuchado de tal cosa y  siempre había deseado que nunca se topara con ella, bueno siempre había una primera vez para todo. La casa tembló un poco mas hasta que el techo que contenía la trampa del diablo se cuarteo, dejando libre al demonio.

--- Listo... así esta mejor. --- dijo el demonio sonriente y con tan solo pensarlo logro que las ataduras que los sostenían se rompieran, luego se giro hacia Bobby y con la mirada lo lanzo contra la pared, lo mismo hizo con Deán.

Jeff estaba mirando la situación, oculto tras el muro de la cocina y pensando en algún plan, tenia dos opciones; escapar como sus hermanos y su padre le habían dicho sobre las situaciones difíciles o ser valiente, salir y demostrarle a ese demonio que con o sin poderes, podía patear traseros y termino por tomar esta ultima elección, solo esperaría el momento preciso.
El demonio en el cuerpo de Sam camino lentamente hasta Deán, lo tomo del cuello de la chaqueta para alzarlo un poco y le empezó a dar de puñetazos en el rostro.

--- Cuando la gente quiere describir la peor cosa posible… dicen es un infierno y hay una razón para eso, el infierno es… pues, como el infierno… aun para los demonios, es una prisión echa de huesos, sangré, carne y miedo… y tu me enviaste halla. --- le conto el demonio a Deán sin dejar de golpearlo, y a Deán le llamo mucho la atención su ultima frase, el lo había mandado al infierno y en su vida solo había echo eso con un demonio

--- Meg. --- aseguro Deán, recordando a la maldita bruja que casi los mataba a el y su familia completa, la mima que quiso llevarse a Sam a california con engaños.

--- No, eso ya paso… Ahora soy Sam…. Por cierto… --- dijo el demonio, enterrando su en el pecho de Deán y haciéndolo gemir del dolor. ---  vi a tu papi haya, te envía saludos… lo único que me sostuvo, fue pensar que saldría un día y que iba a torturarte… con lentitud… como quitarle las alas a un insecto… pero todo lo que yo te haga no es nada comprada con lo que te haces tu mismo ¿cierto?, jaja lo veo en tus ojos Deán, eres un inútil… no salvaste a tu papi y en el fondo… sabes que no puedes salvar a Sam… habrían estado mejor sin ti. --- aseguro el demonio y le dio otro puñetazo a Deán,  entonces Jeff salió de su escondite con un bate y golpeo al demonio por la espalda.

--- Me había olvidado de lo malcriado que eres. --- murmuro el demonio antes de girarse a ver a Jeff, el chico trato de pegarle nuevamente con el bate pero el demonio fue mas rápido y le quito el artefacto, luego tomo la muñeca de Jeff y la apretó con todas sus fuerzas hasta escuchar el hueso tronando, Jeff solo grito del dolor antes de que el demonio lo alzara por el cuello. --- Debí haberte matado hace mucho tiempo, maldito mocoso. --- amenazo el demonio, entonces Bobby corrió hacia el y con una varilla caliente le quemo la otra quemadura, rompiendo así la marca. El demonio no espero ni un segundo más y salió del cuerpo de Sam, escapando por la chimenea de la casa hacia la calle.

Sam y Jeff cayeron al suelo junto a su hermano mayor quien tardo unos segundos en reaccionar a los últimos acontecimientos.

--- ¿Sammy? --- pregunto Deán con cautela aunque ya estaba seguro de que Meg se había ido del cuerpo de su hermano.

--- ¿Me perdí de algo? --- pregunto Sam al recuperar el control de su cuerpo, entonces Deán le dio un fuerte puñetazo en el rostro como señal de bienvenida.

Paso un rato para que todos se pudieran recuperar de lo sucedido, Deán y Sam se encargaron de limpiar sus propias heridas mientras que Bobby se encargo de revisar la mano de Jeff, no era doctor pero sabia lo necesario como para encargarse de una ruptura de hueso como la que había sufrido el niño.

--- Oye  Deán… enserio que te ves mal ¿he? --- decía Sam que no perdía oportunidad de burlarse de su hermano quien seguía sosteniendo un hielo sobre su cabeza para aminorar el dolor de los puños de Sam.

--- Sí, igualmente --- murmuro Deán con frustración, entonces llego Bobby hasta la sala. --- ¿Cómo esta tu paciente? --- le pregunto Deán con ironía pero estaba realmente preocupado por Jeff.

--- Es grave… Tiene un brazo lesionado y una muñeca destrozada… le puse unos vendajes para aminorar el dolor… pero les diría que lo lleven a que alguien lo revise… podría necesitar un yeso o incluso una terapia física. --- comento Bobby y los chicos se quedaron bastante preocupados por el niño, en especial Sam que sentía que todo era su culpa. --- Pero hay otra cosa que debo decirles. --- agrego Bobby.

--- ¿Qué pasa, Bobby?  --- pregunto Deán asustado.

--- ¿Ustedes conocen a un cazador llamado Steve Wandell? --- les pregunto.

--- ¿Por qué lo preguntas? ---  le pregunto Deán.

--- Llamo un amigo… Candil murió… lo mataron en su propia casa… ¿Saben algo acerca de eso? --- les pregunto Bobby aun que estaba seguro de que así era pero se lo confirmaron las miradas que intercambiaron los chicos.

--- No señor… no sabemos nada. --- aseguro Deán pero Bobby sabia perfectamente que estaba mintiéndole.

--- Bien… manténganlo así… Los amigos de Wandell están buscando con quien vengarse... y no van a detenerse a escuchar razones… ¿Entienden lo que digo? --- les sugirió Bobby y los chicos asintieron, lo menos que querían en ese momento eran problemas.

--- Sera mejor irnos… ¿Recuerdas dónde dejamos el auto? --- pregunto Deán a Sam y estaba por ir por Jeff a la parte superior cuando Bobby los detuvo con algo mas.

--- Tomen esto. --- les dijo Bobby, dándoles un pal de colgantes extraños con un pentagrama.

--- ¿Qué son? --- pregunto Sam confundido.

--- Amuletos… evitaran la posesión… Ese demonio anda suelto y esto evitara que se meta en ustedes. --- les explico Bobby, así que Deán tomo los amuletos.

--- Eso suena vagamente sucio, pero gracias. --- le dijo Deán.

--- No es nada… y cuídense mucho. --- les dijo Bobby.

--- Tú también. --- le respondió Sam

Los hermanos sacaron a Jeff con sumo cuidado de la casa, no querían tocarlo para no lastimarlo más. Pero el verdadero problema fue la reacción de Jeff al ver a Sam, lo había evitado mirar porque le tenía miedo, miedo de que fuera a lastimarlo otra vez. Jeff sabia que no había sido su hermano que había sido un demonio que usaba su cuerpo pero de todas formas tenia miedo e iba a pasar un tiempo hasta que olvidara el asunto.

--- No te preocupes enano, te llevaremos al doctor y todo va a estar bien… esa muñeca es mas fuerte de lo que crees. --- le dijo Deán al niño para calmarlo pero Jeff ya no lo necesitaba, se había quedado dormido en el asiento trasero y nadie podía culparlo, no después de lo que había pasado. Luego Dean se giro a mirar a Sam quien iba sentado junto a el pero estaba ido. --- ¿Estás bien? ¿Sam?... ¿Estás ahí? --- le pregunto Deán.

---  En parte estuve consciente Deán, me vi matando a Wandell con mis propias manos… vi la luz irse de sus ojos. --- murmuro Sam

--- Debió ser horrible. --- aseguro Deán.

--- Ese no es el punto… Casi maté a Jo a Jeff, también… Pero sin importar nada, no disparaste. --- remarco Sam, no podía entender porque su hermano tenia fe ciega sobre el pero una parte suya estaba agradecida de que así fuera.

--- Era lo apropiado Sam, no eras tú. --- comento Deán.

--- Sí, esta vez… ¿pero la próxima? --- pregunto Sam, Deán no poica creerse que después de haber pasado por esa experiencia, Sam continuara con la idea de que lo mataran y ya no estaba dispuesto a seguirlo escuchando con ese tema.

--- Sam, cuando papá me dijo....que podría tener que matarte... era solo si no podía salvarte… y así sea lo último que haga, voy a salvarte. --- le dijo Deán y había sonado tan seguro en sus palabras que Sam término por aceptarla idea, eso hasta que Deán empezó a reír sin razón.

--- ¿Qué? --- le pregunto Sam si entender que pasaba.

--- Nada. --- murmuro Deán pero continuo riéndose.

--- Deán, ¿que? --- volvió a preguntar Sam

--- Es que tú… tuviste a una chica dentro de ti toda una semana. --- comento Deán aun entre risas y Sam también se burlo pues era realmente irónico.  --- Eres un travieso. --- agrego Deán y continuaron riendo un buen rato en la carretera. 

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