Descripción Oficial
Los hermanos Winchester investigan una serie de robos que comparten un patrón alarmante: en cada incidente un empleado de confianza decidió robar el banco en donde trabaja y luego se suicidó. Cuando las autopsias revelaron cada uno de los empleados había muerto antes de que ocurrieran los robos, los hermanos se dan cuenta de que están en presencia de un cambia formas e intentan detenerlo, sin embargo un guardia de banco llamado Ronald intenta atrapar a la cosa solo y provoca un enorme lio.
Milwaukee, Wisconsin.
Los hermanos
Winchester habían recibido un caso de manos de su viejo amigo Bobby, se trataba
de un par de misteriosos suicidios de gente que había cometido robos con
anterioridad, así que habían decidido checar a la victima mas reciente, Elena
Lance. La empleada más exitosa de una joyería.
--- Y bien,
¿cómo es eso de ser del F.B.I.? --- pregunto la dependiente mas bonita que Deán
había visto en un par de meses y a la que tenia el placer de interrogar en ese
momento.
--- Bueno... es
peligroso… si… Y los secretos que debemos guardar… o dios los secretos… Pero más
bien es… solitario. --- le respondió Deán.
--- Se lo que
quieres decir --- murmuro la joven quien parecía estar haciendo todo lo posible
por agradarle a Deán, aunque eso ni era necesario pues con tan solo mirarla ya
le agradaba lo suficiente al supuesto oficial.
Mientras tanto
Sam hablaba con el gerente de la tienda, a diferencia de su hermano el si
estaba consiguiendo información relevante sobre el caso.
--- Elena era nuestra
compradora… Ella, ella era como de la familia, ¿sabe?... lo decía ella misma, cada
año en la fiesta de navidad, ella decía que éramos la única familia que tenía.
--- comento el hombre con clara consternación en su voz.
--- Entonces no
había señales de que haría algo como esto. --- sugirió Sam
--- No... Aún no
lo puedo creer… Esa noche, Elena volvió a la tienda después de cerrar y robó
las vitrinas y la caja de seguridad… Edgar, nuestro guardia nocturno, la atrapó
en el acto… Él no supo que hacer, la conocía de años… así que me llamo --- comenzó a narrar el hombre, Sam ya
conocía la historia de pies a cabeza pero le dejo volver a contarla, después de
todo podría encontrar algo mas.
--- Entonces
tomo su arma…. --- prosiguió Sam al ver que el hombre no podía armar palabra.
--- Le disparó
en la cara… La escuché morir por el teléfono. --- le respondió el hombre, Sam
se sintió mal por tener que obligar a alguien a recordar tan traumática
situación, pero era necesario hacerlo.
--- ¿Tiene idea
de que motivo puedo tener? --- pregunto Sam
--- ¿El motivo?
No tiene sentido… ¿Por qué robar todos esos diamantes y todas las joyas? ¿Y
luego que? Botarlas en algún lugar y… esconderlas… y luego ir a casa y…
matarse. --- grito el hombre, deseaba con todas sus fuerzas poder entender
aquella situación pero simplemente le era imposible.
--- ¿Se suicidó?
--- pregunto Deán a la dependienta que casualmente había nombrado el tema.
--- La policía
dijo que dejó caer la secadora en la bañera y se electrocutó…. Ellos deben
saber lo que paso, ¿no es así? --- pregunto la mujer, era claro que estaba
renuente a hablar de la mujer y solo quería ligarse a Deán.
--- Sí… Bueno,
gracias Frannie… Creo que es todo lo que necesito. --- aseguro Deán, pronto
sintió la mano de la mujer acariciando la suya sobre el mostrador.
--- ¿De verdad?
Es decir, porque se más, ya sabes, si quisieras interrogarme... después… en
privado. --- sugirió la joven con una mirada totalmente apasionada a la que
Deán no pudo resistirse.
--- Sí, es buena
idea… eres una patriota, eso eres… ¿Por qué no escribes tu número por mí? ---
le pidió Deán, al fin y al cabo el era de la idea de que si un cazador iba a
salvar vidas inocentes todos los días, por lo menos debía divertirse de vez en
cuando y sobre todo cuando se trataba de chicas tan lindas como la dependiente.
--- ¿Así que
nunca vio el vídeo de la cámara de seguridad? --- pregunto Sam pues el gerente
realmente estaba dándole buena información pero
a medias, sin muchos detalles.
--- La policía
tomo los videos de inmediato. --- comento el gerente, en eso se acerco Deán
aparentemente molesto por lo que acababa de escuchar.
--- Por supuesto
que si. --- murmuro Deán aun con desprecio, pues el no era un fan del trabajo
que los policías realizaban en ese tipo de casos.
Los hermanos
regresaron al auto donde Jeff los esperaba, ya muy aburrido por todo el tiempo
que habían tardado en la investigación.
--- Pensé que se
quedarían a vivir allí dentro. --- les dijo Jeff con ironía apenas subieron al
coche, Sam rodo los ojos y se giro para quitarle la laptop que le había
prestado para que se entretuviera y misma que ahora necesitaba para la
investigación.
--- Ni te quejes, sabias muy bien que iba a ser tardado… y te
pudiste quedar en el hotel a ver la televisión o a leer --- le reprocho Sam
mientras comenzaba a buscar a una persona relacionada con el caso de la joyería
en internet.
---- Venga Sam,
que no soy un robot… me la paso todo el día leyendo en el hotel o… viendo TV y
no es que me queje de eso pero ¿has visto la programación hoy en día?... Porque
ya es bastante raro pelear con monstruos y quien sabe que cosa… como para estar
escuchando tonterías de amas de casa infieles y doctores chiflados… pensé que
éramos un equipo --- dijo Jeff en tono de reproche y se dejo caer con los
brazos cruzados sobre el asiento trasero.
--- Vamos enano,
somos un equipo… Sam es el nerd que realiza las investigaciones en línea… yo
soy el fuerte que se encarga de los disparos… y tu... tu eres el explorador…
venga, somos como la Scoobye Gang pero con mas estilo. --- dijo Deán para
animar a su hermanito, Jeff pareció pensarlo un segundo y luego sonrió.
--- Ok, viéndolo
así… yo seria Fred… el guapo del equipo. --- comento Jeff, todos empezaron a
reírse porque era tan raro cuando el chico hacia bromas, era tan raro verlo en
el estilo de un chico normal y no en el de chico listo.
--- 55… Aquí es. --- dijo Sam al pasar unos
minutos de camino, habían llegado a una casa de color blanco con un jardín
lleno de basura.
--- Iré con
ustedes. --- murmuro Jeff mientras se quitaba el cinturón de seguridad y se
disponía a bajar.
--- No creo que
sea una buena idea. --- dijo Sam, Jeff miro a Deán en busca de apoyo pero su
hermano mayor asintió, lo que indicaba que estaba de lado de Sam
--- Ho vamos,
papá una vez me enseño la excusa perfecta para estar en un interrogatorio… solo
confíen en mi. --- le dijo Jeff, Sam y Deán se miraron para pensarlo y
terminaron por aceptar, Jeff era responsable demasiado responsable para su cota
edad y tenían que aprender a confiar en el e integrarlo en el equipo.
--- Malditos
policías. --- murmuraba Deán mientras caminaban hacia la puerta de la casa de
su próximo testigo.
--- Solo hacen
su trabajo Deán.--- murmuro Sam
--- No, ellos
están haciendo nuestro trabajo, pero no lo saben hacer… Háblame de este banco.
--- le pidió Deán.
--- Milwaukee
National Trust, fue asaltado hace un mes. --- empezó a contarle Sam
--- ¿Mismo Modus
Operandi que en la joyería? --- pregunto Deán
--- Sí, trabajo
interno, empleado antiguo de los que no se atreverían a robar… Entonces roba el
banco, se va a casa y supuestamente se suicida. --- comento Sam, Deán asintió a
la información.
--- ¿Y el tipo
que vamos a ver… Resnick era el guardia de seguridad en turno? --- le pegunto
Deán confundido de su presencia en ese sitio.
--- Sí, fue
golpeado y dejado inconsciente por el empleado que robó el lugar. --- agrego
Sam
--- Ho Dios. ---
dijo Deán lleno de ironía, entonces llegaron a la puerta de la casa que era de
puro vidrio, lo que permitía ver hacia el interior de la casa.
--- ¡Sr.
Resnick! ¿Ronald Resnick? –- preguntaba Sam mientras tocaba la puerta, entonces
se encendió una inmensa luz arriba de ellos.
--- Hijo de… ---
murmuro Deán pues repentina aparición de la luz, lo había deslumbrado. Luego se
asomo un hombre de cabello largo y desaliñado a la puerta, mirando a los
hermanos de pies a cabeza, como si tuviera miedo de ellos.
--- F.B.I., Sr.
Resnick. --- le dijo Sam
--- Déjenme ver
sus placas. --- pidió el hombre y los
hermanos las dejaron sobre el vidrio de la puerta para que las mirara. --- ¿Y
el? --- pregunto cabeceando hacia Jeff, ninguno de los mayores supo que decir.
--- Día del
trabajo padre/hijo en la estación, es una tradición. --- comento Jeff con una
sonrisa, ni Sam ni Deán entendieron muy bien de lo que su hermanito hablaba
pero había logrado convencer al señor.
--- Ya le di mi
declaración a la policía. --- comento el hombre
--- Escuche Roland,
hay algunas cosas en su testimonio que queremos clarificar. --- le dijo Deán
--- ¿La leyeron?
--- pregunto el hombre sorprendido
--- Así es ---
murmuro Deán.
--- ¿Van a oír
lo que tenga que decir? --- volvió a preguntarles muy sorprendido y hasta
pareciendo feliz de la noticia.
--- Por eso
estamos aquí. --- volvió a afirmar Deán.
--- Bueno... pasen.
--- les dijo Ron y abrió 3 cerraduras diferentes de su puerta para poderla
abrir, los Winchester caminaron despacio por el pasillo pues se daban cuenta de
que ese sujeto Ron tenia muchas cosas raras en el pasillo, recortes, cámaras,
etc.
--- Verán, ningún
policía me volvió a llamar después de que les dije qué sucedió… Todos pensaron
que estaba loco… Primero que nada, Juan Morales nunca robó el Milwaukee
National Trust… Eso se lo garantizo… Verán, Juan y yo éramos amigos, el solía
regresar al banco en las noches de mis guardias, y jugábamos cartas. --- les
conto Ron y se sentó en un reclinable.
--- ¿Entonces lo
dejo entrar al banco esa noche… a deshoras? --- le pregunto Sam muy
impresionado, pues cualquier otra persona hubiera podido pensar que Ron era
cómplice del robo del banco e incluso lo hubieran considerado sospechoso del
homicidio del asaltante.
--- La cosa que
dejé entrar al banco... no era Juan… Bueno, tenía su cara, pero no era su cara…
Cada detalle era perfecto… demasiado perfecto, como si fuera un Clon... como si
estuviera hablando con un Juan Clon. --- comento Ron
--- ¿Un Juan
clon? --- volvió a preguntar Sam muy sorprendido, ese hombre realmente estaba
diciendo puras incoherencias para el.
--- Miren, esta
no es la primera vez que esto pasa… Pasó en la joyería también, y la policía… y
ustedes chicos, no lo vieron… Ambos crímenes fueron cometidos por la misma
cosa. --- les dijo Ron, dándole un folder a Sam lleno de expedientes, recortes
y fotografías del caso
--- ¿Qué cosa,
Sr. Resnick? --- le pregunto Sam, Ron empezó a sonreír como un perrito agitado
y le mostro una revista con un robot de ojos rojos en la portada, Jeff tuvo que
aguantarse una carcajada porque realmente era una tontería lo que estaban
escuchando en ese momento.
--- Los chinos
han trabajado en él durante años, y los rusos antes que ellos... parte humano,
parte máquina, como Terminator... pero de los que se cambian y se transforman
en otras personas. --- les conto Ron con emoción.
--- ¿Como el de
"Terminator 2"? --- le pregunto Deán con una sonrisa, ahí sus
hermanos supieron que Deán estaba prestando verdadera atención a las locuras de
Ron.
---
¡Exactamente! No es sólo un robot, es un... un androide. --- exclamo Ron con
una enorme sonrisa, Jeff no pudo soportar mas y se burlo en voz baja
--- ¿Un
androide? --- le pregunto Sam con incredulidad.
--- ¿Por qué
esta tan seguro en esto, Ronald? --- pregunto Deán al ver la hostilidad con la
que sus hermanos se estaban portando con ese sujeto y Ron volvió a sonreírle.
--- Hice copias
de todas las cintas de seguridad… Sabía que una vez que la policía los tuviera,
las sepultarían. --- comento Ron, se puso de pie y saco una videocinta de una
caja, luego la metió en su video casetera y le adelanto un poco a la imagen. ---
Aquí… Ahora miren… Miren… Mírenlo…. Miren, miren… ¡Ven, miren, ahí está! ---
gritaba Ron con emoción y señalando la pantalla, donde se podía ver al
asaltante del banco con los ojos totalmente en blanco.
--- Wow. ---
murmuro Jeff, ahora empezando a creer en la teoría del androide. Sin embargo
sus hermanos mayores sabían perfectamente de que se trataba, era un Mimetista.
--- ¿Lo ven?
tiene ojos de láser… La policía dice que es una luz reflejada, o quizá un
efecto de cámara… pero no es un efecto de cámara… dicen que tengo un caso post
trauma… entonces ¿que? El banco me despide… y no importa… el androide sigue
libre… la ley no cazara esa cosa, lo hare yo mismo… y es que esta cosa asesina
a la persona real, lo hace parecer suicidio… y entonces, se transforma en la
persona… estudia el trabajo un tiempo, hasta que sabe que será bueno y entonces
se abre camino… todos estos robos sucedieron cerca, yo creo que el androide se
oculta en algún lugar debajo de esto. --- les explico Ron, señalando un mapa
que tenia pegado en la pared, rodeado de un montón de recortes, era justo como
una pared de cazador. --- Bajo tierra tal vez, no lo sé… Tal vez ahí es donde
recarga sus baterías de androide. --- agrego Ron, los hermanos volvieron a
mirarse sorprendidos porque ese hombre tenia mitad de verdad y mitad de
fantasía en su teoría.
--- Está bien…
Quiero que escuche con cuidado… Porque voy a decirle toda la verdad acerca de
esto. --- empezó a decirle Sam, Ron lo miro con mucho interés como si fuera un
niño esperando que alguien le leyera un cuento.
--- No existen
los androides… No hay nada malvado o inhumano en esto… Sólo son personas… Nada
más. ¿Entiendes? --- le dijo Sam tan frio como había podido sonar,
impresionando con eso a sus hermanos que jamás pensaron en escuchar tal
reacción.
--- Pero, los
ojos láser. --- murmuro Ron
--- Es un efecto
de cámara, Sr. Resnick… Sé que no quiere creer esto, pero su amigo Juan robó el
banco y eso fue todo. --- volvió a decirle Sam con frialdad, Ron parecía tener
ganas de llorar pero luego su mirada se lleno de odio.
--- ¡Salgan de
mi casa! ¡Ahora! --- les grito Ron
--- Si… Primero
lo primero. --- dijo Sam, se levanto de la silla donde había estado sentado e
hizo algo impensable para todos, tomo la caja de las copias de los videos de
seguridad y salió hecho una furia de la casa.
--- ¿Qué
dijiste? ¿Le decomiso los videos que copio, son evidencia clasificada de una
investigación? Vaya golpe --- le reprocho Deán mientras trataba de alcanzarlo
en la calle
--- ¿Estas
molesto conmigo por algo? --- le pregunto Sam
--- No, estoy
asombrado por el estupendo federal que eres… pudiste al menos felicitar a ese
hombre, el hizo estupendas deducciones. --- le reprocho Deán, estaba claro que
a el le había agrado demasiado el sujeto.
--- ¿Androide?
--- le pregunto Sam entre risas porque eso había sido lo mas estúpido y loco
que le escucho decir a Ron
--- Excepto esa
parte… Me agradó… No es muy diferente a nosotros… y muchos piensan que estamos
locos. --- comento Deán.
--- Si pero él
no es un cazador, Deán… Es sólo alguien que se tropezó con algo real… Si quisiera
enfrentarse a esa cosa, lo haría pedazos… es mejor que sea un ignorante pero
que siga vivo. --- le aseguro Sam
--- Sí, supongo.
--- murmuro Deán.
Los hermanos
regresaron al motel y se pusieron a mirar las cintas de Ron, en busca del
Mimetista con otra cara diferente pero no encontraron nada más, aparte de la
imagen del Mimetista con la cara del asaltante.
--- Mimetista…
lo mismo que en St. Louis… el mismo efecto retinal con la cámara. --- aseguro
Sam
--- Le brillan
los ojos… Odio a esas malditas cosas. --- le respondió Deán
--- ¿Tú crees
que yo no? --- pregunto Sam con ironía.
--- Ninguno se
convirtió en ti y te incrimino de homicidio --- murmuro Deán
--- ¿Qué dices?
--- pregunto Jeff (que no tenia conocimiento de esos acontecimientos) desde la
esquina de la mesa de la cocina donde estaba leyendo todo sobre los llamados
Metamorfos, Mimetista o cambia formas.
--- Larga
historia, te la cuento cuando te vayas a la cama. --- comento Deán lleno de
ironía, Jeff le saco la lengua y se puso a leer otra vez.
..--- Mira, si
este metamorfo es como el que matamos en Missouri… --- comenzó a decir Sam
--- Entonces
Ronald tiene razón… les gusta esconderse bajo tierra, preferiblemente en el
drenaje… Y todos los robos han estado conectados hasta ahora, ¿verdad? --- pregunto
Deán y se puso a buscar mapas del pueblo en línea. --- Por los canales de
desagüe… Hay un banco más alineado a ese sistema. --- conto Deán y le mostro un
mapa en línea del drenaje con la ubicación del siguiente objetivo.
Esa misma noche,
loe hermanos fueron al City Bank de Milwaukee para investigar lo mas rápido
posible la identidad de la criatura antes de que esta llegara a cambiar de piel
y volviera a perderse entre la población. Sam y Deán entraron al lugar vestidos
como técnicos de la compañía de seguridad y Jeff no tuvo problemas para entrar
como el hijo de algún cliente del lugar.
--- Bueno, no
hemos tenido ninguna falla en nuestro sistema. --- comento el encargado de
seguridad tras hablas con Sam y Deán.
--- No, no, fue
una falla en la red general… solo queremos ver que sus monitores estén bien.
--- comento Deán
--- Bueno… Más
vale prevenir que lamentar. --- murmuro el encargado.
--- Ese es el
plan. --- le respondió Deán con una sonrisa. Así que el encargado llevo a Sam y
Deán hasta el sótano que era donde mantenían los monitores del sistema de
vigilancia de las cámaras.
--- Aquí esta… ¿Necesitan
algo más chicos? --- les pregunto amablemente.
--- No, no, no… Nos
iremos mas rápido de lo que crees… Es sólo un chequeo de rutina. --- le aseguro
Sam
--- "Oki-doki".
--- exclamo el hombre y se fue alegre de la vida, Sam y Deán se quedaron
sonriéndole pues pocas veces los atendía alguien tan amable en sus trabajos.
--- Me agrada...
Dice "Oki-doki". --- murmuro Deán
--- ¿Y si es el
Mimetista? --- pregunto Sam con mucha ironía
--- Bueno, lo seguiría
hasta su casa, y le metería una bala de plata en el pecho. --- le respondió
Deán con el mismo nivel de ironía, entonces entro Jeff a hurtadillas pues se
había tenido que escabullir sin que nadie lo viera hasta esa habitación.
--- ¿A quien le
vas a disparar? --- pegunto Jeff algo emocionado.
--- A nadie
enano, al menos todavía no. --- le respondió Deán, acercándole una silla para
que se sentara junto a el a mirar los monitores. --- De acuerdo… ¿Tienes
palomitas de maíz? --- pregunto Deán con ironía pero nadie le respondió, sus
hermanos ya estaban entretenidos mirando a la gente por los monitores.
Los hermanos
permanecieron mirando los monitores por un par de tiempo pero no había ninguna
señal del Mimetista y eso los empezaba a desesperar.
--- Bueno parece
que el Sr. Oki- doki, esta...Oki-doki. --- comento Deán al volver a mirar al
amable encargado charlando con una cajera del banco y el tenia su mirada
normal.
--- Tal vez nos
apresuramos en esto, Deán, ni siquiera sabemos si esa cosa está aquí… Tal vez
sólo deberíamos ir al drenaje y... Y... Y... Deán, estamos buscando ojos --- reprocho
Sam al darse cuenta que su hermano mayor miraba el trasero de una empleada.
--- A eso voy
--- murmuro Deán, cambiando el enfoque de la cámara hacia los pechos de la
mujer y luego hacia sus ojos.
--- ¿Así? --- le
pregunto Sam entre risas y mirando que Jeff ya estaba dormitando del
aburrimiento. --- Debiste quedarte en casa. --- le dijo a Jeff.
--- No me gusta
estar solo en casa. --- se quejo el niño, Sam sintió una punzada en el corazón
pues recordó lo solos que se sentía el y su hermano cuando eran pequeños y su
padre los dejaba, el por lo menos tenia a Deán para hacerle compañía. Pero Jeff
no tenia a nadie, debía de ser duro.
--- Esperen un
momento… Hola, fenómeno --- comento Deán al ver los ojos blancos en uno de los
empleados del banco
--- Lo tenemos.
--- aseguro Sam y se puso de pie, dispuesto a salir corriendo para no dejarlo
ir. Deán iba a hacer lo mismo pero algo le hizo girar a ver el monitor de la
calle y descubrir que Ron estaba ahí afuera, asegurando el lugar.
--- Chicos,
tienen que mirar esto. --- murmuro Deán, Sam y Jeff que ya iban de salida se
giraron a ver el monitor donde estaba Ron con una rifle en su mano. --- Hola,
Ronald. --- dijo Deán, y al mismo tiempo Ron entro al banco y empezó a disparar
hacia el techo para llamar la atención de todos los clientes que inmediatamente
empezaron a gritar.
--- ¡Esto no es
un robo! ¡Todo el mundo al suelo, ahora! --- grito y volvió a disparar --- ¡Al
centro! Al centro en el suelo… Al centro en el suelo, ¡vamos! ¡Dense prisa!
¡Vamos! --- ordenaba Ronald mientras que los Winchester escucharon los disparos
desde el cuarto de controles.
--- Tenemos que
detenerlo antes de que dañe a alguien. --- comento Sam, Deán asintió
--- Vamos, pero
Jeff… tú te quedas aquí. --- le ordeno Deán al chico
--- ¿Que? Claro
que no me voy a quedar aquí solo… no con ese loco ahí afuera, puedo ayudarlos.
--- aseguro Jeff, sin duda no era su primer enfrentamiento con armas pero no
era un secreto para nadie que les tenia miedo y que aun no sabia manejarse en
esas situaciones.
--- Vas a
ayudarnos quedándote aquí. --- le dijo Deán
--- Pero yo…
--- No, no hay
peros en esto… quédate aquí. --- le dijo Deán en tono final y un segundo
después encerró a Jeff por fuera de la puerta, el niño salto sobre la misma y
le dio un golpe fuerte mientras pedía que lo dejaran salir.
--- Y dijiste
que no debíamos traer armas. --- dijo Deán a Sam para cambiar el tema.
--- Yo no sabía
que esto pasaría, Deán. --- reprocho Sam
--- Como sea… Déjame
hablar a mí… No creo que le agrades mucho, agente Johnson. --- le dijo Deán con
ironía y recordándole su primer encuentro con el sujeto que ahora amenazaba con
matarlos a todos en ese lugar.
Mientras tanto
Ronald mantenía a todas las personas del establecimiento sometidas en el centro
de todo, no quería perder la vista sobre ninguno de ellos así que era lo más
preferible.
--- Sólo hay una
manera de salir o entrar de aquí... y esta encadenada, así que nadie va a salir
de aquí, ¿entendido? --- gritaba Ron, en eso llegaron los Winchester y lo
encararon.
--- Hola, amigo…
¿Por qué no te calmas?... Sólo cálmate. --- le pidió Deán.
--- ¡Ustedes!
¡Al suelo ahora! --- les grito Ronald, apuntándoles con el rifle.
--- Haremos eso
pero… No dispares a nadie, en especial a nosotros. --- le dijo Deán y poco a
poco fue agachándose junto a Sam, Ron los miro interesado pues ahora estaban
vestidos de técnicos y no de detectives como antes.
--- Lo sabía…
Tan pronto como ustedes dos se fueron… Ustedes no son el FBI… ¿Quiénes son?
¿Para quien trabajan? ¿Los hombres de negro? ¿Trabajan para el androide? ---
pregunto en panico
--- ¡No
trabajamos para el androide! --- le grito Sam, fastidiado por la sarta de
estupideces que Ron continuaba diciendo.
--- ¡Cállate!
¡No te hablo a ti! ¡No me agradas! --- le grito Ron
--- Como quieras
--- murmuro Sam al ver que Deán le pedía con la mirada que no empeorara las
cosas con Ron.
--- Tu. -– dijo
Ron, señalando a un hombre detrás suyo. --- Ve con ellos… regístralos a ver si
traen armas… ¡Vamos! --- le ordeno y el hombre no tuvo mas que levantarse del
suelo y correr a registrar los cuerpos de los hermanos, en Sam no encontró nada
pero en Deán encontró un cuchillo de plata.
--- ¿Y qué
tenemos aquí? --- pregunto Ron con ironía y tomo el cuchillo con sus propias
manos.
--- No iba a
entrar desnudo aquí. --- dijo Deán a Sam cuando este lo miro incrédulo por la
aparición del cuchillo.
--- Vuelve al
suelo. --- le ordeno Ron nuevamente al hombre y luego tiro el cuchillo de plata
por la pequeña rendija de un contender que tenia cerradura.
--- No, no, no,
no. --- decía Deán para tratar de evitar la perdida del cuchillo pero fe tarde.
--- Se que no quieres herir a nadie, pero eso es lo que va a pasar si sigues moviendo
esa arma… ¿Por que no dejas ir a esta gente? --- le pregunto a Ron
--- ¡No! Ya se
lo dije… ¡Si nadie va a para esa cosa, entonces lo hare yo! --- grito Ron con
frustración
--- ¡Te creemos!
Por eso venimos. --- argumento Deán
--- ¡Ustedes no
me creen! ¡Nadie me cree! ¿Por qué lo harían? --- volvió a gritar Ron, Deán se
percato de lo inestable que era así que decidió hacer algo que jamás en su vida
había pensado en hacer con un inocente.
--- Ven aquí.
--- le pidió Deán
--- ¿Qué? No.
--- respondió Ron
--- Tú tienes el
arma, jefe… Tú darás las órdenes… Sólo quiero decirte algo, ven aquí. ---
volvió a pedirle Deán y Ron se acerco cautelosamente pero sin dejar de
apuntarle. --- Es el gerente del banco. --- le aseguro Deán
--- ¿Qué? ---
pregunto Ron descolocado.
--- ¿Por qué
crees que traemos esta ropa?... Hemos estado monitoreando las cámaras por
atrás… Vimos al gerente del banco… Lo vimos en sus ojos. --- le conto Deán.
--- ¿Sus ojos láser? --- pregunto Ron, lleno de
felicidad.
--- Sí… No… ¡No!
--- le grito Deán exasperado pro la estupidez que le había dicho. --- Mira, se
nos acaba el tiempo… Debemos encontrarlo antes que él se cambie a alguien más.
--- le aseguro Deán pero Ron volvió a alzar su arma y le apunto.
--- No voy a
hacerte caso… Eres un maldito mentiroso…. ¡Te dispararé! ¡Abajo! --- amenazaba
Ron al ver que Deán se levantaba del suelo poco a poco.
--- Llévame… llévame
como rehén… Pero hay que actuar rápido... porque cuanto más tiempo pase, tendrá
más oportunidad de cambiar… Mírame, amigo… Te creo, no estás loco… Realmente
hay algo dentro de este banco. --- le decía Deán a medida que terminaba de
incorporarse, Ron lo miro un segundo y se dio cuenta de la sinceridad en los
ojos de Deán.
--- De acuerdo… Tú
vienes conmigo… ¡Pero todos los demás se quedan en la bóveda! --- ordeno Ronald
pero no contaba con que el guardia de seguridad del banco había logrado escapar
del lugar y que ya había llamado a mas policías, que ahora estaban rodeando el
sitio por fuera.
Ron llevo a todos
los rehenes del banco hasta la bóveda a punta de pistola y cuando los tenia a
todos dentro de dicho lugar, le ordeno a Deán que los encerrara y el no tuvo
mas que obedecerlo.
--- No se
preocupen... estén tranquilos --- les dijo Deán a todos antes de encerrarlos,
Sam solo pudo ver con impotencia como Deán se marchaba con ese loco.
--- ¿Quién es
ese hombre? --- pregunto una trabajadora pelirroja detrás de Sam
--- Es mi
hermano. --- murmuro Sam
--- Es muy
valiente. --- exclamo la mujer llena de felicidad, Sam solo asintió aunque la
verdad era que haber escuchado a una mujer hablar así, lo ponía incomodo.
Mientras tanto
Ron y Deán se pusieron a revisar el banco en busca de personas, Deán trataría
de mantener a Ron lejos del cuarto de vigilancia para que no viera a Jeff y lo
fuera a dañar, así que lo llevo a las oficinas del segundo piso donde sin
haberlo pensado de encontraron con una pista.
--- Atrás del
escritorio. --- ordeno Deán, Ronald camino para ver que había pero se resbalo
con algo gelatinoso que lo hizo gritar de miedo
--- ¿Qué diablos
es eso? --- pregunto en pánico al verse rodeado por esa cosa asquerosa, Deán
tomo una linterna y con una pluma logro levantar un poco de lo que había en el
suelo, que no era otra cosa mas que piel.
--- Ho no…
Cuando cambia de forma, desecha su piel anterior… Así que ahora puede ser
cualquiera. --- explico Deán.
--- Esto es… muy
raro… Su piel de robot es muy real. --- comento Ron, tocando la piel que yacía
debajo de su cuerpo.
--- Oye vamos a
aclarar esto… No es un androide… Es un Mimetista. --- le dijo Deán
--- ¿Un
Mimetista? --- pregunto Ron, pues el no conocía ese termino.
--- Sí… Es
humano, más o menos… Tiene impulsos humanos… Y en este caso, es el dinero… Pero
genera su propia piel, puede formarla para igualar los rasgos de otros… lo que
sea, altura, sexo, piel… --- le explico Deán.
--- ¿Quieres
decir que mata a alguien y luego toma su lugar? --- pregunto Ron confundido.
--- Los mata o
no los mata, en realidad no le importa --- agrego Deán y de pronto vio algo
brillar por la luz de la linterna así que se acerco a mirar.
--- ¿Qué estás
haciendo? --- pregunto Ron al ver que Deán tomaba un cuchillo del escritorio y
lo miraba con mucho interés
--- Si es. ---
exclamo Deán aliviado pues el cuchillo era de plata pura, como el que Ron le
había tirado a la basura. --- ¿Recuerdas las leyendas del hombre lobo? La
verdad vinieron de estos sujetos y la plata es lo único que los lastima. ---
explico Deán y luego se llevo a Ron a dar otra vuelta por el banco, Ron estaba
feliz porque estaba participando en la cacería de algo extraño.
Mientras tanto
afuera del banco, comenzaba a formarse toda una movilización policiaca, habían
llevado un helicóptero para monitorear las azoteas, a muchos oficiales para
ayudar en caso de disparos y sobre todo había establecido una base de
operaciones improvisada fuera del sitio.
--- ¿Cómo estamos?
--- pregunto el oficial a cargo del caso quien iba entrando a la estación
improvisada
--- Otro día en
el paraíso. --- respondió otro oficial que no quitaba la mirada de los
monitores de seguridad que habían implantado para monitorear el edificio.
--- ¿Nadie ha
salido todavía? --- pregunto el jefe
--- Un tipo se
encerró en el banco… Fue lo primero que hizo. --- respondió el otro sujeto.
--- Está bien…
Corta la energía. --- ordeno el jefe, pues por protocolo en toda situación de
rehenes se debían cortar las vías de comunicación del edificio, luz, líneas
telefónicas, etc. Y dentro del banco Deán no se había percatado de la policía y
continuaba llevando a Ronald de un lado a otro y al tipo parecía no molestarle
pues se estaba riendo como un estúpido.
--- ¿Estás loco?
--- pregunto Deán desesperado por tanta risa extraña
--- Al
contrario… No estoy loco… Es decir, tenía miedo de haber perdido la cabeza,
pero esto es real… Es decir, yo tenía razón… Excepto por lo del androide…
Gracias. --- le dijo Ron lleno de emoción, Deán sonrió porque pocas veces había
llegado a ver ese grado de inocencia en un adulto y eso le agradaba bastante.
--- No fue nada.
--- le respondió Deán y en eso todas las luces del banco se apagaron pero pronto
volvieron a encenderse las pequeñas luces de la planta de energía.
--- Diablos… No,
no, no, no, no, no. --- murmuro Deán
--- ¿Qué pasa?
--- pregunto Ron sin entender
--- Es su manera
de saludarnos --- le dijo Deán.
--- ¿Quién? ---
volvió a preguntar Ron
--- La policía.
--- le respondió Deán
--- ¿La policía?
--- volvió a preguntar Ron pero esta vez en pánico
--- No fuiste un
criminal experto, Ron… Ni siquiera aseguraste al guardia de seguridad… Probablemente
él los llamó. --- le explico Deán.
--- Bueno, no lo
pensé. --- murmuro Ron pero Deán no lo dejo continuar con los lamentos.
--- Espera,
espera... hay que tomar un respiro por un segundo ¿si?… Probablemente nos
tengan rodeados… Cortaron la energía de las cámaras, así que no sabremos quien
es el Mimetista. --- dijo Deán y de pronto recordó que había encerrado a Jeff
en ese cuarto y que ahora debía estar completamente oscuro. --- Vamos. --- ordeno
Deán para salir corriendo en busca de su hermanito pero pronto escucho el
sonido de pasos en el segundo piso. --- ¿Escuchaste eso? --- pregunto Deán,
sabia que no era la policía porque ellos eran mas cautelosos con sus entradas
así que mando a Ron a averiguar por su cuenta de quien se trataba.
Deán llego
corriendo hasta el cuarto de vigilancia y abrió, tal y como esperaba todo
estaba en completa oscuridad.
--- Jeff, Jeff…
soy Deán. --- murmuro en voz baja pero no hubo respuesta, entonces encendió su
encendedor para tener luz y entonces se encontró frente a frente con algo
horrible, con un monstruo que lo hizo gritar.
--- JAJAJA. ---
se escucho la risa de Jeff y un segundo
después el niño se quito la horrible mascara de encima. --- jajajaja, tu cara…
debiste ver tu cara Deán. --- decía Jeff aun entre risas, Deán le dio un
callejón para que se callara.
--- Estuve a un
segundo de dispararte… ¿Qué estas loco? En esta familia no se hacen ese tipo de
bromas. --- le amonesto Deán, aun que realmente e pareció muy bueno el acto de
Jeff.
--- Lo siento,
pero lo hice para que a la otra no me vuelvas a dejar aquí encerrado ---- le
reprocho Jeff y le dio un puñetazo en el hombro.
--- Bueno,
bueno… ya lo veremos… ahora tenemos problemas mayores… debo llevarte con Sam.
--- le dijo Deán, y en el camino a la bóveda se encontró con Ron que llevaba a
un grupo de personas mas también a la bóveda.
Mientras tanto
en el interior de la bóveda, la tensión entre los empleados seguía creciendo y
Sam comenzaba a preocuparse por el paradero de sus hermanos.
--- ¿Tu hermano
siempre ha sido tan... maravilloso? Es decir, enfrente de las armas. ¿Y con la
forma en que manejo la mente de ese psicótico, diciéndole lo que quería oír? Creo
que es un héroe o algo así. --- decía la misma cajera pelirroja de antes, ella
parecía estar obsesionada con Deán o algo parecido.
--- Sí. ---
murmuro Sam cansada de tanto escucharla, a los pocos segundos se abrió la
puerta de la bóveda y Deán se asomo.
--- Dios… ¡Nos
salvaste! ¡Tú nos salvaste! --- grito la misma cajera
--- De hecho
encontré unos cuantos más… Vamos todos, vámonos… Vamos. --- decía Dean mientras
metía a todas las personas en fila a la bóveda
--- ¿Qué estás
haciendo? --- pregunto la mujer confundida a Deán pero no hubo ninguna
respuesta para ella.
--- Sam, Ron y
yo queremos hablarte. --- le dijo Deán, así que Sam salió lentamente de la
bóveda y apenas ver a Jeff lo abrazo, había estado preocupado por el.
--- ¿Estas bien?
--- le pregunto Sam, el niño asintió.
--- Dejó su piel
otra vez… No sabemos cuando… Puede estar afuera o en la bóveda. --- comento
Deán, en eso se escucharon los sonidos de patrullas arribando al sitio y además
se encendió un enorme reflector que aluzo medio banco.
--- Genial… ¿Sabes
Deán?, te busca la policía. --- le dijo Sam con ironía para no demostrar el
pánico que en tan pocos segundos empezó a sentir.
--- Si ---
murmuro Deán.
--- Así que
aunque nos encontremos esa maldita cosa... ¿cómo demonios vamos a salir de
aquí? --- pregunto Sam exasperado.
--- Un problema a
la vez… Voy a registrar todo el lugar, a ver si encuentro a alguien más… Y cuando
estemos todos juntos, vamos jugar a "encuentra al fenómeno"… Así que
toma, encontré otro de estos para ti. --- dijo Deán, dándole otro cuchillo de
plata a Sam --- Ahora, quédate aquí… Vigila que Ronald no lastime a nadie…
Ayúdalo a manejar la situación. --- pidió Deán.
--- ¿Ayudarlo a
manejar la situación? ¿Estás loco? --- le grito Sam, Ron los miro desconcertado
así que Deán le giño el ojo para indicarle que todo estaba bien
--- Se que esto
no esta saliendo como queríamos. --- comenzó a decir Deán
--- Ho no me
digas. --- le dijo Sam lleno de ironía y resentimiento, si Deán no hubiera ido
tras el loco de Ron, no estarían en esa posición con la policía.
--- Si dejamos
que la policía entre ahora, Ronald será arrestado, igual que nosotros… el
Mimetista escapa y tal vez para siempre. --- le dijo Deán, Sam solo le señalo a
Ronald que juagaba con la luz del reflector. --- ¡Ron! ¡Apártate de la luz! ---
le grito Deán y el hombre obedeció.
--- ¿Eso quieres?
--- le pregunto Sam aun con ironía, pensando todavía que Ron estaba totalmente
loco y era el culpable de todo lo que estaba pasando.
--- El plan de
Ron era fue mal plan… Fue un plan loco, pero ahora es lo único que tenemos ¿de
acuerdo? --- le dijo Deán y se fue para no escuchar mas quejas. Sam no tuvo mas
que aguantarse su orgullo y girar a ver a Ronald.
--- Hola, Ron
--- le dijo Sam sin mucho entusiasmo y Ron solo le sonrió.
Deán se fue a
inspeccionar el lugar con suma cautela de no ser visto por la policía o de que
algún disparo fuera a alcanzarlo, mientras que Sam regreso a la bóveda para
tratar de calmar a los rehenes.
--- Voy a dejar la
puerta abierta para que entre aire fresco, ¿de acuerdo?... Pero que nadie
abandone la bóveda. --- indico Sam, abriendo la dichosa puerta para cumplir su
palabra.
--- No entiendo…
¿Por qué ayudas a ese hombre? --- le pregunto la cajera pelirroja que estaba
muriéndose de calor.
--- No me
creerías si te lo dijera. --- le dijo Sam y en eso un teléfono comenzó a sonar
y Ronald contesto a la llamada.
--- ¿Hola? ---
pregunto Ron, Sam estaba por ir a detenerlo cuando un hombre de la bóveda se
levanto del suelo con mucha urgencia.
--- Tengo que
salir de aquí. .--- decía el viejo guardia de seguridad que se empezaba a
sentir mal por la falta de aire en la bóveda.
--- Señor, lo
siento mucho, pero creo que se tendrá que quedar aquí. --- le dijo Sam
--- ¿Qué? ¿A qué
te refieres con demandas? --- se escucho a Ronald preguntar, así que Sam se
giro para verlo.
--- Ronald,
cuelga. --- le pidió Sam
--- Yo no soy un
ladrón de bancos. --- seguía diciendo Ronald, nuevamente Sam estaba por ir a
detenerlo cuando el hombre viejo camino hacia el.
--- Enserio debo
salir de aquí. --- le dijo el guardia
--- Ya le dije
que no puede --- le repitió Sam y en ese momento el hombre empezó a respirar
con dificultad y casi se cae al suelo pero otro de los rehenes logro
sostenerlos en el aire.
--- Solo estoy
combatiendo el crimen. --- se volvió escuchar decir a Ronald y esta vez Sam no
tuvo reparo en salir corriendo hacia el.
--- Estoy actuando solo solo. --- fue lo ultimo que Ron dijo antes de
que Sam le quitara el teléfono y colgara.
--- Ronald... cuanto
menos sepa la policía, mejor. --- aseguro Sam
--- ¡Sam, creo
que este tipo tiene un ataque al corazón! --- grito Jeff desde la bóveda, Ron y
Sam no tuvieron mas que regresar y mirar al pobre hombre respirando con
dificultad y quejándose.
--- Genial… podría
ser el, podría ser un truco. --- sugirió Sam
--- ¿Van a
dejarlo morir? --- pregunto el otro rehén que sostenía al hombre enfermo.
--- ¡Nadie va a
morir!... Cubre la puerta Ron. --- le ordeno Sam y el salió de la bóveda para
hablarle a la policía, por el mismo teléfono con el que Ronald lo había hecho
unos minutos antes.
--- ¿Pueden
decirme cuántos rehenes tiene este hombre? --- le pregunto un oficial
--- Mire, uno de
los rehenes tiene un problema del corazón… Necesitan enviar un paramédico. ---
pidió Sam
--- Cálmese,
señor. Tenemos hombres… --- continuo diciendo el oficial pero Sam no le dejo
continuar, solo estaba perdiendo el tiempo de vida del pobre enfermo.
--- Mande un
paramédico, ¿de acuerdo? ¡No intenten nada más! Por favor. --- Le pidió Sam y
colgó para regresar a la bóveda donde todo continuaba siendo tenso.
--- Enviaran un
paramédico. --- dijo Sam para tranquilizar a todos.
--- Por favor… ¿Paramédico?...
El no tiene tiempo para eso. --- le grito el otro rehén quien repentinamente
tenia mucho interés en el viejo enfermo.
--- Escuchen, lo
siento, ¿está bien?... Pero nadie va a salir --- les advirtió Ron.
--- Se está
muriendo frente a ti. --- le grito el otro rehén.
--- Ayuda. --- murmuraba
el convaleciente, una y otra vez. Sam estaba teniendo un conflicto emocional
con la situación y deseaba que Deán llegara pronto para ayudarlo. Deán por su
parte continuaba inspeccionando las oficinas del personal y en el techo de una
de ellas pudo notar un bulto. Deán tomo una varilla y rompió el techo de tabla
roca, dejando caer el cuerpo de un hombre de color, asesinado por un corte
profundo en su garganta, lo que el no sabia era que ese cadáver era del mismo
rehén que se encontraba interesado en el enfermo de la bóveda.
--- Por favor,
tiene que abrir la puerta… hay que sacarlo de aquí --- seguía diciendo el
hombre o mas bien el Mimetista quien esperaba tener una oportunidad de
escaparse al ayudar al pobre enfermo.
--- ¡Todos
quédense donde están! --- les grito Ron, cargando el arma
--- ¿Sabes qué,
Ronald? Él tiene razón… hay que llevarlo afuera. --- dijo Sam pues los últimos
jadeos del anciano lo habían convencido de que si era un humano.
--- Vamos… Te ayudaré. --- dijo el Mimetista pero
Sam fue mas inteligente y le arrebato al enfermo de los brazos.
--- No, yo
puedo… esta bien. --- Le dijo Sam al rehén que lo miro con odio --- Cuidado
donde pisa. --- le decía Sam al enfermo al que ayudaba a caminar por el oscuro
pasillo, en eso se unió Jeff para hacer mas rápida la salida
--- Gracias… Gracias.
--- decía el hombre mientras Sam y Jeff lo ayudaban a salir, en eso llego Deán
a la bóveda y reconoció al Mimetista al segundo de verlo.
--- ¿Puedo hablar
contigo un segundo? --- le pregunto Deán al hombre en cuestión.
--- Tu tienes el
arma, --- dijo el hombre entre risas y avanzando hacia afuera de la bóveda--- Como quieras --- agrego y entonces tomo el brazo
de Deán y lo arrojo contra la pared, luego salió corriendo por el lado
contrario de Sam para que tampoco lo atrapara
--- ¡Alto! ¡Vuelve
aquí! --- se escuchaba a Ronald gritar mientras perseguía al sujeto, Sam y Jeff
que iban subiendo unas escaleras con el hombre enfermo lo escucharon y giraron
para verlo en medio de la persecución. Sam se dio cuenta de que unos puntos
laser estaban sobre la espada de Ronald, le grito que se quitara pero fue
tarde. Dos disparos cayeron sobre el corazón de Ronald y el cayo muerto al
instante. Deán iba subiendo las otras escaleras para ayudarlo pero al verlo
caer no tuvo más que tirarse al suelo para resguardarse.
--- Ho por dios.
--- murmuro Jeff consternado ante la imagen del cuerpo de Ronald en el suelo.
--- Quédate aquí
y sujeta al hombre… ahora regreso. --- aseguro Sam y le dio el enfermo a Jeff
para que lo sostuviera, mientras que el salto al suelo junto a Deán quien
también estaba consternado a pocos metros de Ron
--- Toma… encárgate
del guardia… Yo voy por el Mimetista --- le dijo Sam, dándole la llave de las
cadenas que Ronald había puesto en la entrada y se fue corriendo. Deán se
acerco con cautela al cuerpo de Ronald y lo miro con pesar.
--- Lo siento,
Ron… Hiciste un gran trabajo rastreando esta cosa… De verdad lo hiciste bien.
--- le dijo Deán como forma de despedirse y luego fue a ayudar a Jeff a sacar
al sujeto enfermo.
Sam corría en
busca del Mimetista cuando choco con las personas de la bóveda quien tras haber
escuchado los disparos había salido corriendo.
--- Dios, por
favor no nos hagas daño. --- rogo la cajera fastidiosa de antes
--- ¡No deberían
estar aquí! ¡Están en peligro! Regresen a la bóveda, ahora. --- les ordeno Sam
y todos parecieron entenderlo pues regresaron corriendo por el camino en el que
habían llegado en primer lugar.
Deán se encargo
de quitar el candado de la cadenas que mantenían la puerta principal cerrada
pero antes de salir se giro hacia Jeff y lo tomo por los hombros.
--- Ahora,
escúchame muy bien enano… no tenemos mucho tiempo… vas a ayudar a salir a este
pobre hombre y dirás que eres un rehén, que tus padres siguen adentro ¿si? ---
le dijo Deán
--- ¿Me pides
que huya? --- le pregunto Jeff.
--- Tienes que
hacerlo, no quiero que la policía sepa de ti Jeffrey… no quiero que si nos
atrapan caigas con nosotros… estaremos bien… ahora vas a salir y cuando puedas,
escapa… ve al impala y toma todo lo que puedas... --- le dijo Deán y Jeff se
dejo caer sobre el en un abrazo rápido, lo cierto es que ni Deán podía asegurar
que iba a pasar con ellos en esos momentos, no después de lo que le había
pasado al pobre Ronald.
Mientras tanto,
fuera del banco la movilización se había más grande a cada segundo e incluso
los medios de comunicación habían llegado para reportarlo todo.
Boletín especial de la MKNEWS
Estamos en el centro, frente
al City Bank of Milwakee, en el centro… Y aunque ocurrió un tiroteo hace sólo
unos minutos, la policía y S.W.A.T. mantienen sus posiciones y estamos entrando
en la tercera hora de intenso conflicto, las autoridades estiman que hay 10
rehenes dentro del banco… Aún no dicen nada sobre la identidad de los
sospechosos o… Algo está pasando… Creo que están abriendo la puerta…
Y en efecto, la
reportera tenia razón pues la puerta se abrió y salieron Jeff y Deán cargando
al pobre hombre enfermo.
--- ¡No
disparen, no disparen! --- gritaba el señor con dificultad.
--- ¡No, no, no,
no, no! ¡Ni siquiera la piensen! ¡Háganse para atrás! --- les gritaba Deán a
los policías que se acercaban a el, luego giro la cabeza y sin querer la cámara
del noticiero lo capto. --- Voltea la cámara para allá. --- le grito Deán al
camarógrafo y luego miro brevemente a Jeff antes de regresar al interior del
banco.
--- Estamos
jodidos. --- murmuro Deán, apenas volver a cerrar las puertas del lugar tras
sus espaldas,
Mientras tanto
Sam continuaba buscando al Mimetista, pero al igual que Deán lo único que había
encontrado fue el cadáver de otro hombre, probablemente uno de los que había
escapado de la bóveda.
--- Cambio de
piel. --- dijo Sam apenas su hermano respondió a su llamada telefónica
--- ¿Qué? ---
pregunto Deán.
--- Sí, el
maldito cambia rápido, mucho más rápido que el de St. Louis… --- comento Sam
--- Dios, podría
ser cualquiera otra vez. --- murmuro Deán
--- La mayoría
de los empleados salieron de la bóveda. --- le dijo Sam, Deán hizo una mueca de
disgusto por lo que estaba pasando.
--- Registre
cada centímetro de este lugar… Los reuniré
a todos. --- dijo Deán y colgó la llamada.
En el exterior
del banco los paramédicos estaban revisando al hombre del ataque al corazón,
momento que Jeff aprovecho para escabullirse como Deán le había dicho, pero
mientras escapaba logro ver unas camionetas negras llegar al sitio y de ellas
descendieron unos verdaderos detectives, así que tomo su celular y le envió un
mensaje de texto a Sam
” Llegaron los federales...
Demonios”
A nadie le hacia
gracia que los federales llegaran a una investigación, ni siquiera a la policía
estatal pues siempre les quitaban el crédito por los arrestos
--- ¿Teniente
Robards? --- pregunto un detective de color que iba entrando a la base
improvisada de la policía, frente al banco.
--- Sí. ---
respondió el hombre entre dientes.
--- Agente
especial Hendrickson. --- se presento el otro hombre.
--- Déjame
adivinar…. Estás guiando los perros ahora, pero agradecería mi total
cooperación. --- dijo el teniente lleno de desprecio hacia el federal.
--- No me
interesa lo que haga, puede ir por una dona o a buscar a su esposa… Lo que si
necesito es que el equipo S.W.A.T este listo para actuar. --- ordeno el Agente
especial Hendrickson.
--- Escuche
agente, algo no esta bien aquí… Esto… No esta yendo como un asalto normal. ---
comenzó a decir el teniente.
--- Porque no lo
es… No tiene idea con lo que se enfrenta ¿verdad?... Hay un monstruo en ese
banco, Robards.--- le dijo el agente del FBI, pero no estaba hablando de algo
verdadero, mas bien estaba hablando de Deán a quien habían reconocido gracias a
la TV.
Dentro del
banco, Deán había conseguido reunir a todos los rehenes y volverlos a meter a
la bóveda para su identificación.
--- Y pensaba
que tú eras uno de los buenos. --- dijo la cajera pelirroja a Deán, apenas la
habían regresado a la bóveda.
--- ¿Cómo te
llamas? --- pregunto Deán, le gustaba el espíritu de líder que esa mujer tenia.
--- ¿Por qué te
importa? --- pregunto molesta
--- Mi nombre es
Deán. --- le dijo con una sonrisa que pareció calmarla.
--- Sheri. ---
murmuro ella
---Hola, Sheri…
Todo va a salir bien… y terminara pronto. --- aseguro Deán y cerro la puerta de
la bóveda, en eso sonó el teléfono del pasillo otra vez, así que respondió.
--- Soy el
agente especial Victor Hendrickson. --- dijo la voz del otro lado de la línea.
--- Sí, escuche…
No estoy de humor para negociar. --- le dijo Deán.
--- Bien… Yo
tampoco… Es mi trabajo atraparte… vivo seria bueno pero no necesario. --- dijo
el agente con mucha seguridad y frialdad, lo que sorprendió mucho a Deán.
--- Eso es
demasiado duro para un agente federal, ¿no? --- pregunto Deán con ironía para
restarle importancia a las palabras del hombre pero este solo soltó una sonora
carcajada.
--- Pues tú no
eres el típico sospechoso, ¿o si, Deán? Quiero que tú y Sam salgan desarmados,
o entraremos… Y sí, sé sobre Sam también, tu hermano y compañero. --- comento
el agente, eso si fue un golpe bajo para Deán quien santo un escalofrió al
pensar en que Sam fuera arrestado por su culpa.
--- Bueno, esa
parte es verdad… ¿Cómo supieron que estábamos aquí? --- pregunto lleno de
curiosidad
--- Vete al
infierno… Así es como lo supe… Mi trabajo se convirtió en saber de ti, Deán… Te
he estado buscando hace semanas… Sé sobre el asesinato en St. Louis, el acto de
escape que hiciste en Baltimore… Sé sobre las profanaciones y los robos… Sé
sobre tu padre… --- decía el agente pero esta vez fue Deán quien se burlo de
el.
--- No sabe nada
de mi papá. --- dijo Deán entre dientes y molesto de que ese sujeto se
atreviera a mencionarlo siquiera.
--- Ex-marine,
crió a sus hijos en la carretera... hoteles baratos, cabañas de bosques, un superviviente
tipo paramilitar… Sólo que no he podido saber qué clase de loco era… ¿Supremacista
blanco o quien sabe que otra locura? --- se preguntaba el hombre con ironía.
--- No tiene
derecho a hablar así de mi papá… Él fue un héroe. --- le seguro Deán, estaba
tan molesto que estaba seguro de que si hubiera tenido a ese agente cara a
cara, le hubiera disparado.
--- Sí, claro…
Suena a eso… Tienes una hora para tomar una decisión, o cruzaremos esas
puertas. --- advirtió el agente y le colgó el teléfono, se quedo pensativo un
segundo y giro a ver al resto de los policías con los que estaba.
--- Prepare a
sus hombres… Cinco minutos, y entraremos. --- dijo el agente al sargento de
policía.
--- ¿Qué?
Hendrickson, han dejado salir a dos rehenes hasta ahora… No han lastimado a nadie
que yo sepa --- dijo el sargento.
--- Tú conoces a
los Winchester… Son peligrosos, hábiles y bien entrenados. --- conto el Agente
especial Hendrickson
--- No podemos
arriesgar la vida de todas esas personas. --- dijo el sargento.
--- Créeme, Deán
es un riesgo más grande que nosotros para ellos. --- aseguro el agente, el
sargento lo miro con enojo por lo frio que estaba siendo con la situación.
--- Esta loco.
--- le grito el sargento.
--- El loco esta
halla y yo iré por el. --- grito el Agente especial Hendrickson, estaba
frustrado con su vida y atrapar a los Winchester iba a ser su premio de
consolación.
Dentro del
banco, Sam continuaba con su búsqueda y cuando abrió la puerta de la última
oficina, cayó otro cuerpo, esta vez era la chica parlanchina de la bóveda,
Sheri
--- Maldición.
--- murmuro Sam y regreso corriendo con su hermano. --- Deán. --- le dijo.
.--- Hola, tenemos
un problemita aquí afuera. --- comento Deán.
--- Tenemos un
problema aquí dentro. --- le respondió Sam y rápidamente le conto sobre el
hallazgo del cadáver de Sheri. Sin esperar más, los hermanos regresaron a la
bóveda para encarar al supuesto Mimetista.
--- ¿Sheri?...
te dejaremos ir. --- le dijo Deán apenas abrir la bóveda.
--- ¿Qué? ¿Por
qué a mí? --- pregunto ella sorprendida por la decisión de sus captores.
--- Es una
muestra de buena fe con los federales... Vamos. --- le dijo Deán, indicándole
con su mano que saliera de la bóveda.
--- Creo que
prefiero quedarme aquí con los otros. --- dijo ella con temor.
--- Pues voy a
tener que insistir. --- le dijo Deán, así que Sheri no tuvo mas que salir a
caminar con los hermanos Winchester, pero no hacia la salida mas bien la habían
llevado hasta el tercer piso, a la ultima de las oficinas.
--- Creí que
iban a dejarme ir. --- murmuro ella con temor de que algo malo fueran a
hacerlo, entonces Deán abrió la puerta de la oficina y la arrojo dentro. Sheri
cayó de rodillas sobre el cadáver pero lo que mas le impresiono fue ver que era
ella misma la muerta del suelo.
--- ¡Dios! ---
grito Sheri en pánico.
--- ¿tomaste
clases de teatro o eres naturalmente buena? --- Le pregunto Deán con ironía,
Sam se acerco por detrás y la sujeto de los brazos.
--- No volverás
a convertirte en otro, jamás --- le advirtió Sam
--- No, no, no
--- gritaba Sheri y luego se desmayo, Deán la miro incrédulo pero aun se
inclino para apuñalarla en el corazón, pero Sam lo detuvo
--- Deán,
espera, espera, espera… ¿Cuál es la ventaja de este plan? El desmayarse ahora ahora, no la ayudara a sobrevivir. --- comento
Sam, Deán entendió que había tanta lógica en las palabras de su hermano, así
que se giro para mirar el otro cuerpo, entonces se distrajo un segundo por el
sonido de los federales entrando y la cosa despertó y lo tomo del cuello
--- O dios ---
gritaba la otra mujer que iba despertando y estaba mirando a la false Sheri
ahorcar a Deán y a este tratar de apuñalarla.
--- ¡No! ¡Sácala
de aquí ahora! --- grito Deán con dificultad, Sam rápidamente tomo a Sheri y la
saco de esa oficina. Deán continuo peleando con el Mimetista hasta que este salió
corriendo de la oficina, Deán tras de el.
Mientras tanto,
los federales ya habían entrado al lugar y avanzaban sigilosamente por el
pasillo del segundo piso cuando se encontraron con la verdadera Sheri bajando
las escaleras desde el tercer piso.
--- ¡No
disparen! ¡No disparen! Trabajo aquí… Trabajo aquí. --- decía Sheri, entonces
un miembro del SWAT la ayudaba a salir
del lugar, los otros dos miembros del equipo miraron una sobra pasar por las
escalas y corrieron para atrapar a la persona, que era Sam
--- ¡Quieto! ¡Levanta
las manos! .--- ordeno uno de ellos mientras se acercaba a un inmóvil Sam,
entonces el se giro y logro tomar el arma de uno de los agentes y con ella
golpear a ambos hasta dejarlos fuera de si.
Deán peleaba a
puño limpio con el Mimetista quien era
diferente al último con el que había peleado, era más rápido y más feroz. En un movimiento para apuñalar a la cosa,
Deán se quedo con parte de su piel pegada a sus dedos.
--- Que
asco --- dijo y en eso la cosa le pateo
la entre pierna, derribándolo para luego patearlo una y otra vez en el pecho.
En un ultimo esfuerzo, Deán logro tomar la pierna de la cosa y someterla contra
la pared, luego la apuñalo en el estomago y cayo muerta. Deán se arrodillo para
verla cuando llego un policía y lo aluzo con su linterna, por un momento pensó
que estaba perdido pero dicho miembro del SWAT no era nadie mas que Sam,
disfrazado.
El equipo del
SWAT reviso todo el banco y encontraron los cuerpos de las victimas del Mimetista
pero lo mas sorpréndete fue cuando encontraron el cadáver de Sheri
--- ¿Te digo la
verdad?… La acabo de sacar del banco. --- comento el mismo agente que había
escoltado a la verdadera Sheri a la salida.
--- Debe tener
una hermana gemela o algo. --- comento otro agente, cuando el lugar ya estaba
totalmente asegurado, entro el Agente especial Hendrickson para inspeccionar
por su cuenta.
--- Señor, mi
equipo dice que es seguro… Se fueron. --- comento el sargento con cierta
satisfacción pues el Agente especial Hendrickson no le había agradado para
nada.
--- Dígale a su
equipo que siga buscando… los conductos, los techos, todo. --- pidió
Hendrickson
--- No creo que
sea necesario. --- comento el sargento.
--- ¿Por qué no?
--- le pegunto Hendrickson, así que el sargento lo llevo hasta un armario donde
estaba dos miembros del SWAT completamente desnudos, lo que indicaba que los
Winchester se había disfrazado de SWAT y habían logrado escapar. Y en efecto,
Sam y Deán se habían vestido de SWAT y para esos momentos ya estaban arriba del
impala, con su hermano pequeño.
--- Estamos en líos. --- murmuro Deán mientras
ponía en marcha el auto a toda velocidad para lograr escapar, aunque fuera por
un tiempo pues ahora eran verdaderos fugitivos de la policía.
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