Descripción Oficial
Los hermanos Winchester escuchan el rumor de que dentro de la penitenciaría estatal hay un elemento misterioso que está asesinando cruelmente a los internos. Para descubrirlo y evitar que el número de víctimas siga aumentando, Sam y Dean se dejan arrestar para luchar contra el mal dentro del penal. Sin embargo, el agente Henricksen del FBI complica las cosas cuando asume el control del caso de los hermanos, tanto que quizás se les haga más difícil salir de prisión que atrapar al homicida fantasma.
Centro de detención del condado Green River
Un grupo de
empleados de herrería fueron llamados a ir a la prisión para revisar unas
instalaciones, concretamente las de las viejas salas de castigo que habían
estado clausuradas por mas de 40 años pero ahora que la población del centro
había aumentado iba a ser necesario volverlas a abrir.
--- Eso tiene
mucho sentido… Primero cierran el bloque de celdas y ahora quieren abrirlo otra
vez… ahí están sus impuestos trabajando. --- comento uno de os trabajadores
lleno de sarcasmo mientras que otro se encargaba de soldar la puerta de una de
las celdas ya que aparentemente había sido cerrada con soldadura previa.
--- ¿Ya esta
listo? --- pregunto otro de los trabajadores pues ya estaba desesperado por
marcharse de la prisión, el soldador termino por abrir la puerta.
--- Wow, no me
gustaría caer aquí. --- comento el mismo empleado miedoso pero termino por
entrar a la habitación, estaba oscuro y apestaba a muerte, seguramente por las
ratas mutras y vivías que había ahí dentro. Los empleados estaban revisando el
lugar cuando sintieron una ráfaga de aire frio.
--- ¿Oye sientes
eso? --- pregunto el empleado al sentir una ráfaga de aire frio inundar el
cuarto y su cuerpo, pronto la misma
ráfaga se extendió por todo el pasillo y tiro todos los papeles y sacudió todo
el polvo a su paso, hasta llegar a las celdas. Uno de los presos mas antiguos
del ligar estaba recostado cuando sintió el aire, luego empozo a escuchar unos
murmullos asechándolo, así que corrió hasta la puerta de su lugar.
--- ¡Hey! ¡Hey,
guardia! Venga ¡Guardia! --- grito lleno de pánico, el guardia no estaba muy
lejos de la celda y al escuchar los gritos se molesto, ya que ese preso
precisamente hacia ese tipo de escenas varias veces por mes.
--- Voy hacia el
bloque B… Randall otra vez. --- dijo frustrado por el radio y fue a las celdas
de los presos.
--- ¡Hey!
Guardia, venga por favor, por favor. --- continuaba gritando el preso.
--- Vamos
Randall, estoy intentando dormir. --- le grito otro preso que ya estaba cansado
de escucharlo gritar tanto, pronto se le unieron otros presos a la petición de
silencio total.
--- ¿Van a decirme
que no vieron eso? ¿Están ciegos? ---
les grito Randall, entonces llego el guardia y alumbro la celda con su
linterna.
--- Randall,
tranquilo --- le dijo el guardia.
--- Tranquilo
mis narices, hay alguien afuera. --- aseguro Randall aun en pánico.
--- Randall,
apaga la luz y vete a dormir… No te diré otra vez. --- le advirtió el custodio
y se alejo de la celda. --- Apaguen las
luces del Bloque B. --- dijo por el radio. --- Buenas noches señoritas. --- les
grito a los presos y siguió caminando, Randall no estaba tranquilo y solo pudo
sentarse en su cama a rezar porque nada le pasara. Sin embargo el guardia
continuo caminando por el pasillo cuando sintió la ráfaga de aire frio
asechándolo, se giro y entro a una celda que estaba vacía pero ahí, la reja se
cerro sola, aplastándole medio brazo contra la pared. El guardia trato de
liberarse pero ya era tarde pues al girar se percato de la presencia de alguien
horroroso.
--- ¡Ah, Dios! ¡No!
¡No! ¡No! --- fue lo que escucharon todos los presos gritar de voz del guardia,
a la mañana siguiente lo encontraron muerto por un paro cardiaco.
Museo de antropología de Arkansas
Tres meses después
Sam y Deán se
habían metido a robar al museo, estaban en la búsqueda de algo importante para
una investigación de homicidio, habían noqueado al guardia de seguridad del
lugar y ahra estaban caminando entre os oscuros pasillos.
--- No me gusta este plan, Deán --- murmuro Sam
molesto.
--- Ya te oí las primeras diez veces --- le
aseguro Deán también molesto, se pusieron a tocar algunas cosas de exhibición
del museo cuando escucharon pasos, giraron para ver y se encontraron con un
montón de policías.
--- ¡Quietos! No
se muevan… las manos a la cabeza, al suelo… de rodillas ahora. --- le grito un
oficial, los chicos obedecieron y otros dos se acercaron para esposarlos. Sam y
Deán no hicieron nada para impedir su arresto, simplemente cooperaron y fueron
llevados a la comisaria donde fueron fichados, Sam realmente estaba asustado
con lo que estaba pasando pero Deán, el parecía estar muy cómodo mientras le
sacaban las fotos.
--- ¿Quién es mas
guapo, yo o Nick Mcnulty? --- se atrevió a preguntar Deán, entonces un oficial
lo saco de muy modos de la habitación y lo llevo hasta una oficina de
interrogatorios, Deán estuvo ahí un buen rato hasta que llegaron dos hombres de
traje, seguramente federales.
--- Ya era hora,
quiero una hamburguesa con queso y cebolla extra. --- pidió Deán y el hombre de
color le dio una sonrisa llena de desprecio y sarcasmo.
--- ¿Crees que
eres gracioso? --- le pregunto el mismo hombre
--- Yo creo que
soy adorable --- aseguro Deán
--- Es un placer
por fin conocerte en persona Deán… Soy el agente especial Víctor Henricksen y
este es mi compañero… Agente especial Reedy. --- explico el sujeto
--- ¿Henricksen?
no serás el agente Henricksen de Milwaukee --- comento Deán, ese apellido no
era muy común y recordando la voz del teléfono del banco… si tenia que ser ese
mismo sujeto.
--- El mismo y
en persona --- dijo el hombre lleno de
orgullo y entonces miro las fotos del fichaje que Deán estaba mirando. --- Linda foto… Puedes enmarcarla y ponerla en
tu celda de máxima seguridad. --- le comento lleno e ironía
--- Creo que tal
vez podríamos olvidar las hamburguesas --- murmuro Deán, sintiendo el mismo
desprecio por ese sujeto, aun así se dio el gusto de reír.
--- Ho si,
puedes mantener esa cara… trata de cubrir lo acorralado que estas. --- le dijo
el agente. --- Léele los cargos. --- le
pidió a su compañero, el agente Reedy.
--- Fraude de
correos, de tarjetas de crédito, profanación de tumbas…. --- contaba el agente
Reedy pero el otro no le dejo seguir por esa tangente.
--- Pasa a las
buenas. --- pidió Henricksen
--- Robo a mano
armada, secuestro y tres sospechas de asesinato --- comento el agente Reedy.
--- Y después de
Milwaukee tu hermano también es sospechoso de asesinato, yo diría que para los
dos,”están fritos” es un buen comentario. --- aseguro el agente Henricksen, era
muy obvio su desprecio por los hermanos pero lo increíble era que Deán solo
llevaba 2 minutos de conocerlo y también ya lo odiaba.
--- Mientras hay
vida hay esperanza --- aseguro Deán y el agente se empezó a reír.
--- Ah, ¿ves? Eso
es lo que yo pensaba mientras los buscaba por todas partes… su padre les enseño
bien, la forma en que cubren sus huellas y después de Milwaukee… desapareciste…
no es fácil encontrarlos, pregúntale a mi compañero. --- dijo Henricksen y Deán
se giro para ver al agente Reedy.
--- Casi
enloquece --- murmuro Reedy.
--- Y después de
todo eso, te atrapa un detector de movimiento… me pareció de novatos, enserio
eso me… sorprendió. --- comento Henrickson, Deán estaba sonriendo por dentro
porque la primera fase de su plan se había cumplido al pie de la letra, los
habían arrestado.
--- ¿Deán
Winchester? --- pregunto una mujer que iba entrando a la oficina
--- Servidor ---
murmuro Deán mientras se la comía con la mirada, ella era bastante bonita y
claramente madura.
--- ¿Y usted es?
--- le pregunto Henricksen con desprecio.
--- Mara
Daniels, soy defensora pública… Fui asignada para su caso y el de su hermano… ¿Usted
es henricksen? --- le pregunto ella, dejando su portafolio sobre la mesa para
imponerse.
--- Si, y no he terminado aquí. --- le respondió
el agente.
--- Si ya termino… Y si no le importa me gustaría
hablar con mis clientes, en privado. --- le dijo ella y por su tono quedo claro
que no era una petición, mas bien era un aviso y los federales no tuvieron mas
que llevar a Sam a esa misma sala e irse.
--- Por
desgracia su audiencia por el cargo de allanamiento no será hasta el martes.
--- comento la abogada a los chicos.
--- ¿Nos vas a
mandar a la cárcel municipal? --- pregunto Deán
--- ¿Centro de
detención Green River? --- agrego Sam, pues sin que la abogada lo llegara a
saber, ese era el segundo paso de su plan, llegar a dicho centro de
reclusión.
--- Si y considerando
los cargos que enfrentan…. ningún juez en sus cabales les permitirá tener
fianza.--- comento la abogada.
--- Si, ya nos imaginábamos eso --- murmuro Deán.
--- Ya
presentaron los papeles de extradición en cinco estados diferentes, siendo
Missouri y Wisconsin las más preocupantes… El asalto al banco y los asesinatos. --- agrego la mujer.
--- ¿Cuánto
tardara la extradición? --- pregunto Sam, ese si era un asunto que le importaba
ya que de ello dependería el tiempo que tendrían para resolver el caso dentro
de la prisión.
--- Una semana,
tal vez menos. --- murmuro la mujer con pesar, algo extraño le pasaba al mirar
a esos chicos pero no entendía que era.
Sam y Deán
fueron trasladados al Centro de detención del condado Green River esa misma
tarde, apenas bajar del autobús de prisiones se encontraron con otro montón de
prisioneros, eran como perros olfateando comida solo que la comida eran ellos y
los otros nuevos presos.
--- No te
preocupes Sam, te prometo que no te voy a intercambiar por cigarrillos. ---
comento Deán como si fuera gracioso estar ahí, lo que molesto mucho a Sam y
pronto ambos fueron separaros para la asignación de dormitorios. Estaba en
celdas contrarias (frente a frente) Deán con un compañero bastante pesado que
no le quiso dar la cama que el había pedido, mientras que Sam estaba en otro
celda con un hombre muy alto (mucho mas que el) y corpulento que solo lo miraba
de una manera indescifrable.
Sam y Deán
pasaron sus primeras horas en el reclusorio y se volvieron a juntar para la
hora de la comida, tuvieron que hacer una fila enorme ya que en ese reclusorio
todos los presos pasaban por revisión.
--- Mi compañero
de celda no habla mucho, ¿y el tuyo? --- le pregunto Deán.
--- No deja de
mirarme, en realidad eso… me tiene inquieto. --- comento Sam
--- Parece que
vas a hacer nuevos amigos. --- dijo Deán entre risas.
--- Deán… Esto
es sin duda la peor idea que se nos haya ocurrido y es una larga carrera de
estupideces y locuras. --- aseguro Sam entrando en pánico por estar rodeado de
delincuentes y asesinos.
--- Cálmate,
forma parte del plan ----le dijo Deán para tranquilizarlo.
--- ¿En serio?
¿Que viniera Henricksen era parte del plan? --- pregunto Sam alucinado.
--- Si, se movió
mas rápido de lo que creí… Lo que hay que hacer es hallar al fantasma, acabar
con el y luego hacernos un par de lindos tatuajes. --- comento Deán con ironía.
--- No es
gracioso… Deán ¿Qué sabes del plan de escape? --- le pregunto Sam, aquello era
todo lo que mas le importaba saber para mantener la calma y la esperanza.
--- Es 100% seguro
si no, no hubiera entrado… vamos, el lugar tiene todas las señales de un
fantasma, inocentes han muerto… cuatro hasta ahora. --- le recordó Deán
--- ¿Ah si?
¿Inocentes? --- pregunto Sam con sarcasmo, aquello sonaba tan fatal e ironico
cuando se decía en voz alta.
--- ¿De repente
eres de Texas?... Solo por que sean presos no significa que merezcan morir y si
no paramos esa cosa, mas personas van a morir… Vamos a hacer nuestro trabajo
sea como sea. --- aseguro Deán.
--- Deán, se
honesto conmigo, ¿si? ¿Estas haciendo esto por Dicken? --- le pregunto Sam,
resultaba que ese caso de muertes en la prisión les había llegado gracias a un
viejo conocido y este les había pedido de favor que fueran a resolverlo, sin
embargo Sam no entendía del todo el interés tan profundo de su hermano por el
caso.
--- Exacto. ---
murmuro Deán
--- Pero apenas
lo conocemos. --- sugirió Sam
--- El estuvo en
el cuerpo con papa… le salvo la vida, se lo debemos. --- le conto Deán.
---Si esta bien pero…
¿No crees que esta pidiendo demasiado? --- pregunto Sam, realmente le
impresionaba que una persona le pidiera a otra que se entregara a la policía
para acabar con un caso, era como pedir un suicidio o algo parecido.
--- No importa… Quizá
no somos santos, pero somos leales… Pagamos nuestras deudas… eso significa algo
para mi y también para ti… no me gusta mucho esto pero Dicken nos pidió cazar
esa cosa y es lo que vamos a hacer. --- aseguro Deán y entonces llegaron
finalmente a la cocina para comer, únicamente se les dio una charola con algo
parecido a pollo y ensalada, Sam estaba mirando la comida con asco.
--- El pollo no
esta tan mal. --- comento Deán mientras comía la asquerosidad de comida, Sam
estaba que alucinaba y por segunda vez en el día se daba cuenta de lo demente
que estaba Deán.
--- ¿Así?,
termina el mío. --- le dijo Sam y le arrojo su charola de comida. --- Muy bien, repasemos esto… el espíritu
sospechoso es Mock Millian, ¿Cierto? --- comento Sam
--- Si,
psicótico asesino. Satanismo, rituales de asesinato, murió aquí. --- agrego
Deán, esta vez e había sido el encargado de la investigación y por eso conocía
los detalles.
--- ¿Estas
seguro de que es el? --- cuestiono Sam
--- Muy seguro.
--- murmuro Deán pero Sam lo conocía también que sabia que el uso de esa
oración indicaba todo lo opuesto y en ese caso no podía dejar paso para las
equivocaciones.
--- Deán, considerando
nuestra situación, voy a necesitar un poco más que un "muy seguro"
--- le pidió Sam
--- Casi seguro…
Moody murió de un infarto, exactamente como las victimas están muriendo… El
murió en el viejo bloque, el cual cerraron cuando el murió hace 30 años… acaban
de abrirlo y se reiniciaron las muertes. --- comento Deán
--- ¿Crees que
el espíritu fue liberad? ¿Y si ha sido incinerado? --- pregunto Sam
--- Quizá halla
algo en ese bloque que lo mantiene aquí, sea lo que sea hay que encontrarlo y…
sabes el resto… ya no quiero comer. --- dijo Deán y arrojo la charola de comida
lejos de la mesa, se levanto y empezó a caminar y Sam lo siguió pero en su
camino choco hombro con hombro con un sujeto.
--- Lo siento,
yo… --- el hombre se giro y Sam se percato de su mirada de asesino de inmediato
por lo que las palabras ya ni siquiera le salían, estaba muerto de miedo.
--- ¿Que no ves?
--- pregunto el hombre molesto
--- No, yo
solo... --- Sam se sentía como un niño pequeño frente a abusón y justo como en
esos días, Deán salió en su defensa.
--- Dijo que lo sentía.
--- dijo Deán molesto y empujando a Sam hacia atrás para hacerle mejor frente
al sujeto.
--- ¿Estas hablando
conmigo? ¿Me estas hablando a mi? --- pregunto el hombre echo una furia y Deán
rodo los ojos por ese tipo de comportamiento.
--- Ho dios, otro
que vio Taxi Driver muchas veces… si te hablo a ti, déjalo en paz. --- le
advirtió Dean y sonrió al ver que el hombre se marchaba.
--- Deán, vámonos
--- le pidió Sam
--- ¿Ves? Así es
como hay que hablarle a estos y obtienes respeto --- comento Deán pero pronto
Sam se dio cuenta de que el sujeto le contaba algo al odio a varios presos más
y en segundos ellos estaban rodeados.
--- ¿Qué decías?
--- pregunto Sam, el hombre trato de golpear a Deán pero este lo sometió en una
llave.
--- Que quede
así ahora, sin daños ni rencores. --- le dijo Deán, el hombre se zafo e intento
atacarlo pero Deán lo patio en sus partes nobles y lo derribo, los otros presos
estaban por entrar a la pelea pero llegaron los custodios.
--- ¡Ya basta!
--- grito un custodio. --- De pie, Lucas.
--- le ordeno al prisionero que Deán
había derribado con anterioridad.
--- Si jefe ---
murmuro el hombre y se puso de pie, lo que dejaba ver que ese custodio era como
un líder o algo parecido dentro de la cárcel.
--- ¿Cual es tu
nombre? --- pregunto el custodio, acercándose peligrosamente a Deán.
--- Winchester
--- murmuro él
--- Bueno Wínchester…
No es un buen inicio… Al solitario… Tu también, Lucas. --- ordeno el sujeto y
otros dos custodios llevaron a cada hombre hasta la celda, Sam los vio irse por
el pasillo pero luego se percato de que otro prisionero le hizo una señal de
que iba a matarlo.
Deán y Lucas
fueron encerrados en celdas de castigos diferentes, ese custodio extraño
llevaba trabajando mucho tiempo en prisiones y sabía perfectamente como
tratarlos..
--- Quisiera una
pelota de béisbol --- murmuraba Deán cabizbajo desde su propia celda de
castigo.
--- ¿Que? ¿Que
dices? --- pregunto el otro sujeto, fingiendo estar interesado.
--- Que quisiera
tener una pelota de béisbol… Tú sabes, como Steve McQueen. --- comento Deán.
--- ¿Si? Yo quisiera
tener un bate, para poder aplastarte la cabeza. --- le amenazo el sujeto, Deán
suspiro con frustración pues ni estando castigados el sujeto lo había dejado de
molestar.
--- Que agrio…
yo solo quería hacer amigos en este calabozo. --- comento Deán y se sentó en el
suelo, pronto las luces empezaron a parpadear y una ráfaga de frio inundo el
pasillo.
--- Demonios… Lucas,
escúchame, quédate muy quieto --- le grito Deán pues sabia perfectamente lo que
iba a pasar, sin embargo el otro hombre empezó a escuchar unos murmullos
aterradores y se asomo por la rendija de su celda, vio unos temibles ojos que
lo hicieron retroceder pero ahí unas manos lo tomaron y le obligaron a ver los
ojos del fantasma otra vez, eran rojos y llenos de ira. Deán solo escucho desde
su celda como gritaba Lucas, quien mas tarde seria encontrado muerto por un
paro cardiaco.
Mientras tanto,
la abogada de los Winchester no se había querido quedar con ese presentimiento
extraño sobre ellos, así que se puso a investigar el caso mas a fondo y
encontró un montón de preguntas que necesitaban de una respuesta, así que esa
tarde fue a las oficinas del FBI.
--- ¿Henricksen?
¿Puedo hablar con usted? --- le pregunto al agente
--- Si, Daniels…
Siéntese. ¿Que tiene en mente? --- le pregunto con falsa amabilidad pus lo
cierto es que odiaba todo lo que tuviera que ver con los Winchester, como su
defensora por ejemplo.
--- Revise los
cargos de los Winchester, y tengo que decir... que hay muy raras
inconsistencias --- comento ella.
--- Bienvenida a
mi mundo --- le dijo el agente lleno de ironia
--- Hable con
una policía de Baltimore y me juro que esos chicos salvaron su vida y que le
ayudaron a atrapar a un asesino y una testigo del asalto al banco de Milwaukee...jura
que Sam y Deán la salvaron. --- comento la mujer, era una suerte que existieran
personas agradecidas en el mundo ya que ellos conocían el verdadero trabajo de
los Winchester y estaban dispuestos a defenderlos como alguna vez ellos
hicieron.
--- ¿La salvaron
de que? --- pregunto el agente lleno de expectación.
--- No fue muy
clara en eso --- murmuro la abogada.
--- Eso es
porque esta loca… Mire, yo estuve en Milwaukee, hable con ella y otros
testigos. --- le conto el agente.
--- ¿Y?
--- Y… solo se que
a donde van esos chicos, personas mueren… Es así de simple. --- aseguro
Henricksen, el había decidido saltarse la pagina de las preguntas e ir
directo a la acusación y condena de los
hechos.
--- No creo que
lo sea... Ellos no se ven tan culpables para mí, creo que hay algo más aquí ---
sugirió la abogada.
--- ¿Como que? ---
volvió a preguntarle lleno de ironía.
--- No lo se, no
puedo decir que eso, pero es… es extraño. --- comento la abogada, Henricksen la
miro con la risa contenida ya que estaba sonando tan estúpida para él.
--- ¿Extraño?...
Si, esta bien… Los adultos están trabajando aquí, así que… si no le importa… ---
le dijo Henricksen lleno de ironía, la estaba corriendo de su oficina de la
peor manera y eso lo noto la abogada así que salió muy indignada por esa
actitud tan mala en un agente del FBI.
A la mañana
siguiente, los custodios de la prisión encontraron a Sam y como bienvenida a la
prisión lo pusieron a lavar los baños junto a otro preso.
--- ¿Como estas?
--- le pregunto Sam al otro hombre que ya era algo mayor y permanecía callado
en todo momento mientras barría.
--- Tengo 54
años y trapeo el piso de una prisión con barras en las ventanas… ¿Como crees
que estoy? --- le dijo el hombre furioso.
--- Este bien, mal
rompe hielos… Yo soy Sam --- dijo amablemente, no quería buscarse mas problemas
como esa tarde en la comida.
--- Randall ---
murmuro el hombre.
--- Mucho gusto…
¿Randall? ¿Tú no estabas la noche en que aquel guardia murió? --- pregunto Sam,
aun que estaba casi seguro de que el informe del caso mencionaba a ese hombre,
como un posible testigo perturbado de
los hechos.
--- Sí ---
murmuro Randall
--- ¿Que
ocurrió? --- le pregunto Sam, no había tiempo para las cortesías solo para las
respuestas.
--- Dicen que el
estrés del trabajo lo acabo --- comento Randall.
--- ¿Si? ¿Y que
dices tu? --- le pregunto Sam y el hombre palideció en un instante lo que
indicaba que sabía algo más sobre esa muerte.
--- ¿Por que
estas aquí, hijo? --- le pregunto Randall, reafirmando claramente que sabia
algo y no lo quería comentar por miedo o algo parecido.
--- Porque tengo
un hermano idiota. --- dijo Sam entre risas.
--- Es una buena
razón… Este lugar no es tan malo, comparado con el bloque viejo… esto es el
Hilton. --- comento el hombre lleno de ironía.
--- ¿Estuviste
un tiempo en el bloque viejo? --- le
pregunto Sam impresionado, según las leyendas ese sitio había estado cerrado
por mas de 30 años y eso indiciaba que ese prisionera llevaba mas de la mitad
de la vida en la cárcel.
--- Si, era un
cliente frecuente --- comento Randall.
--- Mark Moody,
estuvo ahí un tiempo ¿no? --- le pregunto Sam, si alguien podía haber conocido
a su supuesto fantasma, sin duda debería de ser ese señor.
--- Estuvo ahí… Y
también estuve ahí la noche que ese lunático murió. --- se quejo el sujeto, Sam
sonrió por dentro porque realmente había tenido suerte de encontrar una fuente.
--- ¿Si? Fue del
corazón, ¿No? --- le pregunto
--- Si, su
corazón se detuvo después de que los guardias dejaron de golpearle la cabeza…
al otro día yo tuve que limpiarla la sangre, no sabes como fue… ---- comento el
sujeto
--- Espera, ¿el
fue golpeado y nadie lo reporto? --- pregunto Sam impresionado, ¿en que clase
de lugar se habían ido a meter?
--- Tú mantén la
boca cerrada sino quieres morir del mismo infarto. --- le advirtió el señor,
sin embargo Sam no podía hacerse de la vista gorda, ya no.
--- Randall, ¿como
cuanta sangre había allí? --- le pregunto Sam y aso toda la siguiente hora
escuchando la historia de esa noche. Mientras
tanto Deán había sido liberado del aislamiento por la aparición del cuerpo de
Lucas, y apenas salir de puso a jugar Póker con los internos para ambientarse o
algo así. Cuando Sam se entero de lo que estaba haciendo lo fue a ver y se
encontró con la sorpresa de que Deán ya había vencido a mas de 20 presos en la
ultima hora.
--- Es como
quitarle un dulce a un niño. --- aseguro Deán al ver la mirada desconcertada
que Sammy mantenía sobre él.
--- Tú ni
siquiera fumas. --- le reprocho Sam al notar que el premio de los juegos no era
dinero, eran cigarrillos.
--- ¿No sabes
que es la moneda del reino, Sammy? --- le pregunto Deán pues su verdadera razón
para tener tantas cigarrillos era que con ellos podía manipular a muchos
presos.
--- Tengo una
buena pista de Moody. --- exclamo Sam, sentándose junto a su hermano.
--- Yo también,
su espíritu hizo una visita anoche --- comento Deán
--- ¿Que? ---
pregunto Sam aterrado.
--- El reloj se
paro, la luz parpadeo, hizo frió, solo falto que hiciera Boo --- comento Deán
con ironía.
--- ¿Y que paso?
--- Paso frente mí…
Lucas no tuvo suerte lo escuche gritar… era un idiota pero no merecía morir
así… ¿Qué averiguaste de Moody? --- pregunto Deán, no quería seguir hablando de
la muerte porque eso le hacia sentirse como perdedor por no haber detenido al
fantasma la otra noche.
--- Se donde podemos
encontrar sus restos… Sangre en su celda. --- le aseguro Sam
--- ¿Sangre? Pero
si fue un infarto --- le recordó Deán.
--- Y lo fue,
después de que los guardias lo golpearon… hubo mucha sangre ahí y tuvieron
problemas para limpiarla. --- le explico Sam, eso realmente era como la ultima
pieza del rompecabezas para Deán pues había encontrado un montón de
inconsistencias en la muerte del sujeto, y ahora ya sabia por que, no había
nada peor que un sistema judicial corrupto en América.
--- ¿Como entramos?
--- pregunto Deán
--- Tengo un
plan --- aseguro Sam
--- Ese es el
Sammy que conozco, igual que Clint Eastwood en escape de Alcatraz. --- comento Deán entre risas,
estaba orgulloso de su hermano.
--- El problema
es que, aunque haya algo en la celda, ¿como vamos a quemarlo?… no tenemos
ningún flamante. --- comento Sam
--- Que bien que
yo soy como James Garner en el gran escape. --- dijo Deán con una enorme
sonrisa y se puso de pie con todos los cigarrillos en las manos. --- Señores,
¿Quien quiere negociar? --- grito y pronto se vio rodeado por un montón de
presos, consiguió un par de encendedores y fósforos pero aun hacia falta la
sal, así que Sam le conto su nuevo plan.
--- ¿Estas
seguro de esto? --- pregunto Deán al formarse en la fila de la comida de ese
día.
--- Casi seguro.
--- murmuro Sam mientras la persona de la comida les daba las dos charolas de
muy malos modos.
--- Si,
considerando las circunstancias quiero algo más que "casi seguro" --- le dijo Deán,
ahora era quien conocía perfectamente a Sam y tenia miedo de lo que estuviera
pasando por su mente.
--- Esta bien,
muy seguro. --- le dijo Sam, aplicando la misma táctica de evasión que Deán
aplicaba con el. Deán termino por tomar su comida y sentarse en la mesa del
prisionero más solitario de todos, un hombre enorme, calvo y pasado de peso.
--- Oye guarda
espacio para el postre Tiny… quería preguntarte... porque no pude dejar de
notar que tú eres como dos toneladas de diversión… Tengo curiosidad, ¿Es un problema
de tiroides o es un problema de baja autoestima?... Porque, sabes son… solo
donas… no son amor. --- le dijo Deán lleno de ironía, el hombre se quedo
callado un segundo y luego le dio un puñetazo a Deán en el rostro, se pararon de
la mesa y Deán le dio un par de puñetazos pero no le hizo nada, fue como si no
los hubiera sentido. El hombre le dio un cabezazo que lo dejo fuera de juego,
llegaron los guardias pero el hombre derribo a varios y luego empezó a
estrangular a Deán con su propio peso.
Sam aprovechó todo
el alboroto para meterse a la cocina y robar un poco de sal, luego se metió por
el ducto de ventilación hasta llegar al viejo bloque, donde no le fue nada
difícil encontrar la habitación donde había muerto el supuesto fantasma, pues
dentro de ella había una manta manchada de sangre seca. Sam dejo caer primero
la sal y luego un fosforo haciendo que la manta se consumiera en fuego en
minutos.
De regreso en el
comedor, el hombre grande seguía
estrangulando a Deán pero entonces llego el jefe de custodios y con tan solo
darle un golpe en sus partes nobles, logro que soltara a Deán.
--- Si
esperásemos mas estarías muerto. --- le dijo el custodio a Deán mientras lo
ayudaba a ponerse en pie.
--- Creo que si
se tardaron --- exclamo Deán con ironía mientras trataba de recuperar el
aliente, sin embargo no pudo por que el custodio le dio un fuerte puñetazo en
el estomago.
--- Hazte un
favor… No hables --- le advirtió. --- Llévenlos a la enfermería. --- indico el
jefe y nuevamente otros dos custodios se llevaron a los chicos a la enfermería,
ahí les curaron las pequeñas heridas que tenían
y luego los dejaron encerrados en diferentes consultorios (que en
realidad eran celdas improvisadas como consultorios) en espera a su verdadero
castigo.
--- ¿Tiny? ---
pregunto Deán al aire, no podía con los remordimientos de lo que le había dicho
al pobre hombre y estaba seguro de que este lo podía escuchar.
--- ¿Si? ---
pregunto el sujeto que estaba de lado contrario a la celda de Deán.
--- Disculpa las
cosas que te dije antes… No puedo decirte el motivo, pero tenia mis razones
para hacerte enojar. Así que... de verdad lo siento --- dijo Deán.
--- Esta bien… La
verdad es que tengo problemas de baja auto estima… Mi padre me trato a mí y a
mi hermano como basuras, hasta el día que murió. --- le conto el sujeto y con
eso dejo ver que las apariencias engañan y que tras un sujeto tan grande como
él, se podía esconder un buen hombre.
--- ¿Como murió?
--- pregunto Deán con interés, le alegraba estar haciendo un amigo por primera
vez en meses.
--- Mi hermano lo
mato --- dijo el hombre.
--- Que bien.
--- murmuro Deán sin mucho entusiasmo pero pronto sintió el aire frio otra
ves.---Demonios. --- murmuro Deán, se puso de pie y pudo ver al fantasma a una
enfermera frente a su celda, ella camino hacia el y con sus poderes lo arrojo
al suelo.
--- ¿Que fue
eso? --- pregunto el otro hombre al oír el estruendo pero Deán no pudo
responderle porque la mujer estaba encima suyo, apretando su corazón. Deán
logro lanzarle un poco de sal que usaban para las medicinas y ella desapareció.
--- ¿Que esta
pasando? ¿Que esta pasando? --- seguía preguntando el otro hombre desde su
celda pues estaba escuchando como Deán respiraba con dificultad, un segundo después
la enfermera apareció en la celda del otro sujeto y Deán solo pudo escucharlo
gritar de dolor.
--- ¡Tiny! ¡Tiny!
¡Guardia! ¡Guardia! --- gritaba Deán pero nadie hizo caso hasta que fue muy
tarde y el pobre Tiny, ya estaba muerto.
A Deán volvieron
a perdonarle el castigo por lo que había pasado en la enfermería así que salió
en busca de Sam y le conto lo sucedido con el fantasma.
--- Espera, ¿Estas
diciendo que no era Moody? --- pregunto
Sam alucinado, tanto trabajo para terminar con el supuesto fantasma y todo
había resultado ser falso.
--- A menos que
le gustara vestirse como enfermera… Pobre Tiny… Pobre gigante. --- murmuraba
Deán, aun sintiéndose culpable por haber llevado al sujeto a la enfermería en
primer lugar.
--- ¿Entonces es
el fantasma de una enfermera que trabajaba aquí? --- pregunto Sam
--- No lo se, lo
supongo. --- murmuro Deán sin muchos ánimos.
--- ¿Sabes Deán?,
en este punto "el no se, supongo"
no funciona para mi… creo que termínanos, llame a Dicken y nos vamos… nos
iremos esta noche. --- aseguro Sam
--- Hay que
investigar rápido entonces. --- murmuro Deán, ahora tenia que terminar con ese
caso por la memoria de Tiny.
--- ¿Como?...
Tal vez no te has dado cuenta, pero estamos en la cárcel --- le dijo Sam, pero
luego recordó a Randall (el sujeto del baño) la sabia mucho desea prisión así
que lo fueron a ver.
--- ¿Quieren saber sobre una enfermera? ¿Por que
quieren saberlo? --- pregunto Randall apenas escuchar su petición.
--- Tenemos nuestros
motivos, pero pagaremos tu esfuerzo. --- le dijo Deán y le dio un par de
cigarrillos como pago, el hombre rápidamente
se puso a fumar. --- Entonces, esa
enfermera tenia el pelo blanco y tenia el ojo mal ¿Te suena familiar? --- le
pregunto Deán.
--- Si, me
acuerdo de ella --- murmuro el hombre
--- ¿Te acuerdas
de su nombre? --- volvió a preguntar Deán.
--- No, esta
algo borroso. --- aseguro el hombre y siguió fumando, ahí Sam se dio cuenta de
que sabia que lo que necesitaban pero estaba pidiéndoles a gritos un pago
mejor.
--- Dáselos ---
le dijo Sam a su hermano sobre los cigarrillos.
--- Yo los gane.
--- le reprocho Deán.
--- ¡Deán! ---
le grito Sam enojado y Deán termino por darle todos los cigarrillos al sujeto,
el sonrió feliz y empezó a hablar.
--- Glockner…
Enfermera Glockner… Una bruja odiosa,
trabajo aquí en los años 70 --- les conto
--- ¿La conociste?
--- le pegunto Sam
--- La vi una
vez… necesitaba una vacuna y ella casi me atraviesa el brazo con la jeringa…
pero Salí de ahí con vida --- comento el hombre y por su tono se dieron cuenta
de que no lo estaba diciendo por ironía, lo estaba diciendo por algo mas, algo real.
--- ¿Que quieres
decir? --- le pregunto Sam tras la ultima frase.
--- Escuche unas
historias, no se si eran ciertas… A los presos les encanta hablar, aunque son
todos unos mentirosos --- comenzó a decir el sujeto
--- ¿Que tipo de
historias? --- le presiono Deán.
--- De gente que
iba a la enfermería con resfriados y salían en una bolsa negra… Todos con infartos…
jóvenes o viejos. --- comento el hombre.
--- ¿Infartos?
--- pegunto Sam y miro a su hermano, ese era el claro patrón del fantasma así
que estaba claro que si era esa enfermera.
--- Decían que
ella odiaba a los internos y hacia esas cosas tipo Charles Bronsom con hipodérmicas…
solo era un rumor, nadie pudo probar nada. --- agrego Randall.
--- ¿Y que paso
con Glockner? --- pregunto Sam, estaba casi seguro de que había muerto ahí.
--- No lo se. Yo
cumplí mi condena y salí, cuando volví ella ya no estaba. --- conto Randall,
así que los Winchester regresaron al comedor para pensar en la situación.
--- Digamos que
las historias de Glockner son ciertas. --- empezó a decir Sam
--- Es una
teoría, en vida ella fue una vengadora y en la muerte lo mismo. --- comento Deán.
--- ¿Pero que
hace en el bloque viejo? y si ataca convictos ¿por que mato al guardia? ---
pregunto Sam, esas eran las dos cosas que hasta el momento no cuadraban en el
caso.
--- Oí en el
patio que ese guardia no era muy decente, así que… Tal vez ella va tras las personas que
incumplen leyes, como yo. --- comento Deán, recordando que también había sido
atacado en esos días.
--- ¿Lo oíste en
el patio? --- pregunto Sam incrédulo.
--- Si
--- Deán, ¿no te
molesta lo fácilmente en que te adaptas aquí? --- le pregunto Sam, mas que
molesto asustado de que su hermano se fuera a adaptar o a enamorar con esa vida de presos.
--- No, no creo.
--- murmuro Deán.
--- Como sea
necesitamos más información… saber si Glockner esta sepultada y si es así
donde… tenemos cinco horas para hacerlo. --- dijo Sam y Deán lo miro
suplicante. --- No, no me mires así… no
me des tu mirada de ”tenemos que hacer esto”… nos iremos esta noche, no quiero
peros. --- le advirtió Sam
--- No quiero
fallarle a Dicken… Se lo debemos. --- repitió Deán, Sam estaba tan cansado de
ese asunto de la lealtad que no pudo callarse mas.
--- No le
debemos nuestras vidas, Deán. --- le dijo Sam, el no estaba dispuesto a
condenarse para siempre por un simple caso de lealtad, no cuando ellos ayudaban
a mas personas también. Deán pareció molestarse y empezó a caminar.
--- ¿A donde
vas? --- le pregunto Sam
--- Voy hablar
con nuestra abogada. --- le dijo Deán y fue a pedirle a un guardia que la
llamara, ella llego rápidamente a la prisión pensando en que escucharía la
verdad de Deán, sin embargo no estaba preparada para lo que iba a escuchar.
--- ¿Quieres que
yo que? --- pregunto anonada tras escuchar a Deán.
--- Su nombre
era Glockner, fue una enfermera de los años 70. Ahora… Necesito que averigües
todo lo que puedas sobre ella, principalmente como murió, y donde la sepultaron
--- le repitió Deán.
--- ¿Estas loco?
¿Tienes idea del tipo de problema en el que esta metido? --- le pregunto ella
--- Tengo una vaga idea. --- murmuro Deán sin
mucho interés.
--- Que bien…
Entonces olvida a esa enfermera y háblame de tu caso. --- le pidió la mujer.
--- Mara... Es
Mara, ¿No? --- le pregunto Deán, ella asintió.
--- Entiendo que estas tratando
de ayudarme ¿si?, lo se pero créeme cuando digo que… es la mejor forma de
ayudarme. --- le aseguro
--- ¿Así? ¿Como?
Solo explícamelo. --- le exigió ella.
--- Quisiera hacerlo, pero no puedo... Solo te
voy a pedir que confíes en mí --- agrego Deán.
--- ¿Por que
debería?... Henricksen dice que eres un monstruo. --- recordó la mujer, ella
misma empezaba a creer en esas palabras pues Deán le estaba dando buenos
motivos con esas preguntas tan extrañas de las tumbas.
--- ¿Yo un
monstruo?... pues, esta equivocado, ¿si?... Yo no soy lo dice que soy. ---
aseguro Deán
--- Todos dicen
eso. --- murmuro ella, como abogada había escuchado cientos de veces esas
mismas palabras salir de la boca de los criminales.
--- Si… mira, si
eres buena abogada y yo creo que lo eres… tú sabes con una sola mirada si tus
clientes son culpables, así nada mas… yo quiero que me mires, realmente y me
digas: ¿Soy culpable?.. --- le pregunto Deán y ella realmente se le quedo
mirando por unos segundos, volviendo a ver esa cosa rara en su mirada, algo que
decía que él era bueno. --- Nosotros no somos los malos. --- repitió Deán.
Sam estaba
dentro de la prisión, había aprovechado el tiempo sin Deán para poner en marcha
su plan de escape, la primera fase de logística ya estaba lista y entonces
regreso Deán.
--- ¿Si acepto?
--- le pregunto sobre la abogada, conociendo a Deán estaba seguro de que le
había pedido ayuda para investigar.
--- No, no
exactamente, pero... tal vez lo haga. --- sugirió Deán
--- Bueno… No esperaremos para averiguarlo ---
aseguro Sam
--- Podríamos
darle otro día --- sugirió Deán y eso hizo estallar a Sam nuevamente, ¿que
acaso su hermano no se daba cuenta del riesgo que corrían de estar ahí?
--- No, no, no… No
iremos hoy, eso es todo. --- aseguro Sam
--- ¿No
terminaremos y dejaremos que mas gente muera? --- pregunto Sam impresionado por
que Sam estuviera dispuesto a dejar que eso pasara
--- No me salgas
con eso ¿si?… este fue tu destupido plan y yo quise seguirlo, pero nos
apagaremos al plan… Deán, no podemos arruinar nuestras vidas por un caso… lo
siento pero tenemos otras responsabilidades… tenemos un hermano que solo nos
tiene a nosotros como sustento. ---- le grito Sam para hacerlo entender,
--- De acuerdo,
tu vete, yo me quedo. --- le dijo Deán y empezó a caminar por el patio.
--- Oye no te
vayas… !No me dejes hablando solo! --- le grito Sam
--- Púdrete ---
le grito Deán, entonces Sam corrió hacia el y le dio la vuelta para que lo
mirara cara a cara.
--- ¿Que? ¡Púdrete
tú! --- le grito Sam y entonces se empezaron a empujar el uno al otro, los
otros prisioneros empezaron a gritar por una pelea pero en eso llegaron los
custodios y los separaron.
--- Muy bien
amigo, los métodos normales no funcionan contigo. --- le advirtió a Deán. ---
Tú también vienes. --- dijo el jefe de custodios a los hermanos y entonces los llevo
hasta una celda vacía del edificio.
--- Vete… Quiero
hacer esto solo. --- dijo el jefe a otro custodio que estaba ahí con ellos, el
chico asintió y se fue de la sala. El jefe se acerco a Deán y lo miro realmente
enojado, como planeando asesinarlo con sus propias manos pero entonces se
empezó a reír.
--- Dicken, me
estas matando del susto amigo. --- comento Deán y todos empezaron a reírse,
resultaba que el jefe de custodios era el amigo de su padre y la misma persona
que les había pedido de favor resolver ese caso.
--- Lo siento
Deán, creí que seria fácil contigo… solo trato de hacerlo real. --- comento el
hombre mientras les quitaba las esposas de las manos.
--- ¡Misión
cumplida! --- grito Deán lleno de ironía.
--- ¿Entonces?
¿Se acabo? --- les pregunto Dicken
--- No, resulto
no ser Moody. --- comento Sam algo decepcionado.
--- ¿Que? ¿Entonces
quien? --- les pegunto interesado.
--- Creemos que
fue una enfermera que trabajo aquí, pero hay cosas que no sabemos. --- le conto
Sam
--- Por eso nos
quedaremos hasta averiguarlo. --- le aseguro Deán y entonces Sam suspiro
frustrado por escuchar tal patraña.
--- ¿De verdad
quieres pelear por eso, Deán?... Tenemos que irnos, Ahora. --- le dijo Sam y
empezaron a discutir nuevamente, Dicken trato de hablarles un par de veces ya
que tenia información pero ellos no le hicieron caso, seguían en plena
discusión.
--- Nos iremos,
nos iremos Deán o nos llevaran con grilletes a Milwaukee, con Henrickson. ---
le grito Sam
--- Oh, por
favor --- se burlo Deán, realmente pensaba que Sam estaba siendo exagerado con
el asunto.
--- ¡Muchachos!
--- les grito Dicken y por fin atrajo su atención.
--- ¿Que? --- le
gritaron ambos al mismo tiempo.
--- Su abogada dejo esto. --- comento Dicken y les
entrego un folder, Deán empezó a reírse de inmediato.
--- ¿Qué les
parece? Tengo mi toque todavía --- dijo Deán lleno de felicidad
--- ¿No te
gustaría abrirla después cuando acabes de alabarte? --- le dijo Sam con ironía
y se puso a leer el archivo rápidamente.
--- Si, si... Wow
--- exclamo Deán y se quedo pálido.
--- ¿Que?... ¿Quieres
compartir con la clase, Deán? --- le pregunto Sam aun molesto.
--- Glocker
murió en el viejo bloque después de
Moody…. Parece que hubo una pelea y ella quedo en medio, la llevaron a un
solitario y le hicieron un severo edema cerebral. --- explico Deán.
--- Alguien le
vacio la cabeza…. ¿Y la sepultaron? ---
pregunto Sam
--- Si ---
murmuro Deán
--- Muy bien,
vamos a sacarlos de aquí. --- exclamo Dicken solo tenía una oportunidad de
sacar a los chicos de ahí y si seguía charlando, no podría hacerlo.
--- Descuida,
nos desharemos de ella. --- le aseguro Deán
--- Que bien,
porque quiero esa cosa fuera de mi prisión… Muchachos, no se como agradecerles…
se que fue mucho pedir pero aun así pudieron, su padre los educo bien. --- les
agradeció el hombre al borde de las lagrimas, pocas veces había conocido
jóvenes tan valientes y entregados como los Winchester.
--- Te lo debíamos. --- murmuro Sam, después de
todo veía lo agradecido que el hombre estaba con ellos y eso significaba mucho
para el.
--- Muy bien…
Espero verlos otra vez… solo que no aquí..., ¿esta bien? --- les pregunto el
hombre mientras los abrazaba a los dos y todos empezaron a reír.
--- Si, eso
espero. --- dijo Sam aun entre risas
--- Ah, ¿Donde
lo quieres? --- le pregunto Deán serio.
--- ¿Que? ---
pregunto Dicken sin entender, entonces Deán alzo el puño y le recordó que
debían tener una coartada para el también.
--- Así… Aguarda… Que parezca real, hijo. --- le pidió Dicken, Deán
sonrió pero le dio un puñetazo tan fuerte que lo dejo realmente inconsciente.
Así que Sam y
Deán lograron escapar de la prisión y llegaron al impala que según el plan
estaba estacionado fuera de la prisión.
--- O dios, que
dichosos los ojos. ---- exclamo Deán aliviado de volver a tener su carro. --- Desearía
ver la cara de Henricksen. --- dijo con una sonrisa.
--- ¿Así? porque
yo seria feliz si no lo vuelvo a ver… todavía no nos hemos librado de esto. ---
aseguro Sam y entonces se escucharon las alarmas de la prisión.
--- Si, buen punto.
---- exclamo Deán, entraron al auto y se fueron a toda velocidad.
Apenas enterarse
de la fuga de los hermanos, Henricksen llego a la prisión y se encaro con
Dicken quien para él, era culpable de todo.
--- Ya le dije,
uno de ellos me ataco por atrás. --- le dijo Dicken, señalando el moretón de su
rostro para reafirmar la historia.
--- Dejo que lo
sorprendiera --- le grito Henricksen.
--- Si…. Metí la pata… ¿Que quieres que te diga?
--- le grito Dicken
--- Quiero saber
¿hacia donde fueron? --- le pegunto Henricksen.
--- ¿Como voy a
saberlo? --- le cuestiono Dicken, realmente ese sujeto del FBI estaba
obsesionado con los muchachos Winchester.
--- Empiece otra
vez --- le exigió Henricksen.
--- Por dios
santo. --- murmuro Dicken para fingir impresión, aunque lo cierto es que
empezaba a enfadarse.
… ¡Otra vez!!Quiero
saber todo lo que hicieron hoy desde despertaron! --- le grito Henricksen y eso
fue la gota que derramo el vaso, Dicken se puso de pie y lo miro enojado pues
estaba apunto de golpearlo.
--- Se despertaron….
desayuno, Horario de visitas… recreación. --- le dijo tan frio como pudo sonar.
--- ¿Alguna visita?
--- pregunto Henricksen.
--- Solo su
abogada. --- murmuro Dicken y Henricksen no perdió tiempo para ir a buscar a la
bogada, ella no le había agradado desde un inicio y estaría feliz de poderla
interrogar como sospechosa.
--- Es una
pregunta fácil, ¿de que hablaron usted y Deán? --- le exigió
--- Ya se lo
dije, fue una conversación privada entre mi cliente y yo. --- le recordó la
abogada, haciendo uso de su derecho constitucional.
--- Si, y 3
horas después casualmente escapan… Ahora dígame, ¿Qué le dijo? --- le volvió a
gritar Henricksen y por supuesto ella no le respondió. --- Déjame hacerlo simple, si no habla voy a
acusarla por ayudar a criminales. --- le advirtió
--- Eso es
ridículo. --- le grito ella aun que como abogada sabia perfectamente que eso si
podía pasar.
--- ¿Cree que no
puedo hacerlo? ¿Cree que esto es un juego Señorita?... Soy la última persona de
la tierra con la que quiere enfrentarse... Ahora dígame… ¿Que le dijo? --- le
grito Henricksen, ella no tuvo mas que empezar a hablar.
--- Quería que investigara algo… a una enfermera
que murió en 1976. --- murmuro, sintiendo pena por traicionar a los chicos pero
eran ellos o ella, aun que tal vez había otra opción
--- ¿Que? ¿Por
que? --- le exigió Henricksen.
--- No lo se…
Quería saber donde estaba sepultada. --- agrego ella
--- ¿Y averiguo
donde? --- volvió a preguntar
--- Si.
--- ¿Y usted le
dijo?
--- Si. ---
murmuro la abogada, Henricksen tenia ganas de matarla ahí mismo pero se contuvo
y la miro fríamente a los ojos para que ella le contara la ubicación de la
tumba y ella no tuvo mas que hacerlo.
Los muchachos
Winchester ya estaban en el cementerio en busca de la tumba de la enfermera,
tenían que ser rápidos y volver a desaparecer por un tiempo después de
terminar.
--- Hable con
Jeff, le dije que estamos bien. --- comento Sam
--- ¿Sigue
molesto? --- pregunto Deán, recodando la enorme discusión que habían tenido con
su hermanito al dejarlo en casa de Bobby, pero había sido la única opción no
podían arriesgarse a que los de asunto familiares les quitaran a Jeff.
--- Parece que
no, de hecho se quedó tranquilo de escucharme… Ahora, hay que darnos prisa, si
Henricksen habla con la abogada... llegara pronto. --- sugirió Sam
--- Creí que no
ella no podía decir nada por lo del privilegio abogado/ cliente. --- sugirió
Deán
--- Ese privilegio
ya no aplica. --- murmuro Sam como estudiante de leyes sabía perfectamente a lo
que se estaba ateniendo en esa situación.
--- ¿Entonces lo
dirá? --- pregunto Deán desilusionado.
--- Esta obligada
--- aseguro Sam
--- Eso es
magnifico --- exclamo Deán frustrado, nuevamente las cosas no salían como el
hubiera querido. Continuaron buscando la tumba y cuando finalmente la
encontraron no demoraron nada en cavar, tenían el presentimiento pero ya era un
hecho que la policía ya estaba de camino al cementerio y lo peor de todo era
que la fantasma de la enfermera se había presentado ante Dicken en los baños de
la prisión.
--- Dejaste que
se fueran. --- le reprocho ella y sin darle oportunidad al custodio, lo derribo
al suelo y empezó a apretar su corazón provocando la aparición de las venas
negras en la cara de Dicken, él estaba apunto de morir pero por suerte los
Winchester le prendieron fuego al cadáver de la enfermera y ella desapareció en medio de llamas y gritos de
dolor.
Sam y Deán
contemplaron como el cadáver se consumía en llamas y en eso llego la policía al
cementerio, la cosa fue que no estaban en el mismo cementerio.
--- ¿Estas
seguro de que este es el cementerio? --- pregunto Henricksen a su compañero
tras terminar la búsqueda.
--- Ella dijo… Cementerio
Mountain Side. --- comento su compañero y en ese momento Henricksen comprendió
todo, la abogada les había mentido con el nombre del cementerio ya que en
realidad los chicos estaban en el Cementerio Green Valley.
--- Si antes estábamos fritos… --- comenzó a
decir Sam mientras caminaban de regresó al auto.
--- Si, si ya se…
tenemos que ser mas discretos, Sam. --- comento Deán
--- ¿Aun mas? Deán...
Deberíamos ir a Yemen. --- dijo Sam con ironía y Deán hizo una mueca de
disgusto al escuchar tal sugerencia.
--- Ho, aun no
estoy listo para Yemen. --- murmuro Deán lleno de ironía, regresaron al auto y
se fueron a toda velocidad, aun tenían miedo de que la policía los atrapara
pero no sabían el enorme favor que esa abogada les había hecho, estarían libres
un rato mas de los policías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario