Descripción Oficial
Mientras los hermanos Winchester están tras la captura de un genio, Dean es atacado y transportado a una realidad paralela. En ese particular mundo, su madre sigue viva. Sam estudia leyes y está comprometido con Jessica. Dean tiene una vida normal con su novia, sin embargo, conoce a una extraña mujer y se da cuenta de que todas aquellas personas que él había salvado en su pasado están muertas en esa dimensión, ademas de que Jeff ni siquiera existe, jamas nació. Dean deberá decidir sí quedarse en esa nueva y segura vida o volver a la cacería contra el mal.
Kansas, Illinois.
Había pasado
solo una semana desde el arresto de los hermanos y ellos continuaban
manteniendo un perfil bajo por todas partes a las que iban, esa noche Sam se
alerto por las luces de una sirena policiaca iluminando la ventana del motel,
Jeff dormía plácidamente así que llamo a Deán al celular por ayuda.
--- ¿Sí? ---
pregunto Deán apenas atender la llamada.
--- Hay una
patrulla afuera --- murmuro Sam, mirando por una rendija de la cortina en
espera a algún movimiento poliácido.
--- ¿Es por
nosotros?
--- No lo sé
Deán. --- murmuro Sam en pánico.
--- No creo, ya
cambiamos placas, las tarjetas de crédito. --- enlistaba Deán y pronto escucho
un suspiro de su hermano por la bocina.
--- Ya se van…
Falsa alarma. --- comento Sam
--- ¿Ves? no te
preocupes. --- le dijo Deán para tranquilizarlo pues desde que habían escapado
de prisión, Sam se había convertido en un manojo de nervios, siempre alerta
hasta por el menor ruido.
--- Sí, siendo
fugitivos es bastante fácil. --- murmuro Sam enojado
--- Anímate a las
chicas les gusta el peligro. --- le dijo Deán ente risas pero Sam como siempre
ignoro dicho comentario.
--- Entonces,
¿ya tienes algo? --- pregunto Sam para cambiar de tema.
--- ¿Estás loco?
¿Cómo podría?... Me tienes buscando en 50 kilómetros cuadrados. --- le reprocho
Deán.
--- Es donde
todas las víctimas desaparecieron. --- aseguro Sam
--- Sí, pues no
encuentro nada… ¿Qué tienes tú?
--- Sólo una
cosa, y estoy seguro ahora… se trata de un Jinn. --- aseguro Sam y pudo
escuchar las risas de su hermano atreves del teléfono.
--- ¿Un maldito genio?
¿Tú crees que esas cosas realmente te conceden deseos? --- pregunto Deán con
ironía en su voz.
--- No lo sé... creo
que son muy poderosos...pero no son como Barbara Eden en sus pantalones de
harén, estos Jinn se han alimentado de personas por siglos, están por todo el
Corán. --- explico Sam
--- Dios mío…
Barbara Eden era sexy, era mas sexy que la "Hechizada". --- murmuro Deán,
recordando a ambas actrices en su mente.
--- ¿Si estás
escuchándome? --- le pregunto Sam molesto de que siempre encontrara el modo de
desviar la conversación hacia las chicas.
--- Sí…
Entonces, ¿dónde habitan Jinn? --- le pregunto Deán antes de darle oportunidad
de que explotara contra él.
--- En las
ruinas, entre más grandes mejor, más lugar para esconderse. --- explico Sam
--- Vi un lugar así
unos kilómetros atrás… Iré a revisarlo. --- aseguro Deán.
--- Espera. No,
no, no… Ven por mi primero. --- sugirió Sam, por lo que había leído esas cosas
eran bastante hábiles a la hora de
atacar, estaba preocupado por Deán.
--- De seguro no
hay nada… Sólo quiero ir a ver. – le dijo Deán y colgó.
Deán fue al
lugar en ruinas que había mencionado, estaba muy oscuro y había goteras de agua
sucia por todas partes, aun así reviso gran parte del lugar hasta que la cosa
salto sobre el, era muy fuerte y lo tenia sometido contra la pared. Deán había
tratado de apuñalar al Jinn pero esta cosa esquivo el ataque, luego una luz
azul emergió de su mano y con ella toco la frente de Deán, haciéndolo perder la
consciencia por completo.
Cuando Deán
regreso en si, ya estaba recostado en una cama con el televisor enfrente de el
a todo volumen, se levanto enojado y apago el aparto, después se dio la vuelta
y se percato de que había una chica desnuda en la cama y además no estaba en el
motel. Se vistió con lo que encontró tirado de su ropa y llamo a Sam al
celular.
--- ¿Deán? ¿Qué pasa? --- pregunto Sam extrañado
por recibir una llamada de su hermano.
--- No lo sé… No
sé dónde estoy. --- comento Deán.
--- ¿Qué? ¿Qué
paso? --- le pregunto Sam molesto.
--- Es que… el
Jinn me atacó. --- comento Deán.
--- ¿El gin? ¿Tomaste
ginebra? --- le pregunto Sam realmente extrañado
--- No idiota,
el Jinn, la criatura fea, ¿recuerdas?... me puso la mano en la frente y luego
desperté… junto a una chica sexy. --- le conto Deán
--- ¿Quién?
¿Carmen? --- pregunto Sam entre risas.
--- ¿Quién? ---
le pregunto Deán sin entender de lo que estaba hablándole su hermano.
--- Deán, estás
borracho y estas llamándome. --- le reprocho Sam
--- No estoy
borracho y deja jugar. --- le grito Deán, el estaba pensando que todo se
trataba de una broma de Sammy pero no tenia ni la menor idea de lo que
realmente estaba pasando.
--- Mira es
tarde ¿si?... ahora vete a dormir y te veré mañana ¿está bien? --- le dijo Sam
aun entre risas, realmente pensaba que Deán estaba muy perdido por el alcohol.
--- ¡Espera,
Sam! ¡Sam! --- le grito Deán pero ya era tarde pues su hermano le había colgado
la llamada para ponerse a leer, el libro: ”Ley
criminal y procedimientos”
Sin más que
hacer, Deán se puso a buscar sus propias respuestas y primero encontró un par
de cartas con el nombre de Carmen Potter
en el destinatario, ese tenia que ser el nombre de la chica desnuda de la
habitación pero después leyó la dirección.
--- ¿Lawrence?
¿Qué rayos? --- se pregunto Deán, el había estado en Illinois unas horas antes
no podía haber llegado tan rápido a Lawrence.
--- ¿Cariño?
¿Qué haces despierto? --- pregunto la mujer aun adormilada pero es que se había
levantado por el ruido de los pasos de Deán por la sala.
--- Carmen…
Carmen, yo sólo… --- Deán trataba de buscar las palabras pero la verdad era que
no tenia ni la mas mínima idea de que hacer, no sabia nada.
--- No puedes
dormir, ¿verdad? --- le pegunto ella sonriente.
--- Sí. ---
murmuro para seguirle la corriente y ver hasta donde podía llegar con eso.
--- Bueno, ¿por
qué no vuelves a la cama, y yo veré si puedo ayudarte? --- sugirió ella con ese
tono de voz tan propio de una mujer con ganas de tener relaciones con su
pareja.
--- Claro, si… En
un minuto… tú adelántate. --- le pidió Deán, realmente estaba dispuesto a
acostarse con ella pues no era nada fea.
--- Muy bien… No
tardes mucho. --- le sugirió ella
--- No. --- murmuro
Deán y ella se acero lentamente hasta besarlo en la boca para luego irse a la
habitación, Deán la miraba con cierta excitación cuando se percato de todas las
fotos de la vitrina, la mayoría eran de Carmen con él en muchos lugares
diferentes del país, pero en la repisa había otra foto mucho mas interesante,
Deán la tomo en sus manos sin pode dar crédito de lo que estaba mirando y luego
salió corriendo como loco.
Deán había
conducido a toda velocidad y estaciono su auto a las fueras de su vieja casa en Lawrence, y sin saber lo que
estaba haciendo realmente, corrió hasta la puerta de dicha casa y toco con todas
sus fuerzas, pronto se encendió la luz el patio y alguien abrió la puerta.
--- Deán. ---
murmuro una voz.
--- ¿Mamá? --- pregunto Deán anonadado, si era ella, tal
y como la recordaba de cuando era niño y tal y como se veía en esa fotografía
en casa de Carmen, ¿pero como era posible? Si ella estaba muerta…. Tenia que
ser un sueño.
--- ¿Qué estás
haciendo aquí? ¿Estás bien? --- pregunto Mary Winchester realmente consternada
por el aspecto de su hijo mayor.
--- No lo sé.
--- murmuro Deán, todo le estaba temblando y sentía que su corazón estaba por
estallar de la felicidad.
--- Bueno, pasa.
--- indico Mary, Deán lo hizo y se quedo impresionado de ver que la casa estaba
en muy buen estado, definitivamente no había pasado el incendio de su
niñez. --- Carmen acaba de llamar y dijo
que te fuiste de repente. --- dijo Mary.
--- ¿Carmen?... Claro…
quiero preguntarte algo… Cuando era niño, ¿qué me decías cuando me metías en la
cama? --- pregunto Deán rápidamente, tenia que estar seguro de que lo que
estaba sintiendo era real, de que todo era real.
--- No te
entiendo --- dijo su madre
--- Sólo
responde la pregunta. ---- le pidió Deán.
--- Te decía que
había Ángeles cuidándote. --- respondió Mary, entonces Deán se lanzo sobre ella
en un sorpresivo abrazo.
--- No puedo
creerlo. --- murmuro Deán mientras dejaba caer su cabeza en el hombro de su
madre, se sentía tan bien tenerla en sus brazos, eso era algo que había deseado
toda su vida y ahora se estaba cumpliendo.
--- Cariño, me
estás asustando… ahora dime, ¿Qué sucede? --- pregunto Mary, segundo lo que
ella recordaba, su hijo jamás la había abrazado con tanta efusividad.
--- ¿Tu crees
que los deseos pueden volverse realidad? --- le pregunto Deán, tenia que ser de
esa forma y ese Jinn le había cumplido su deseo mas ferviente cuando lo había
tocado, después de todo esos eran sus poderes.
--- ¿Qué? ---
pregunto Mary sin entender lo que estaba diciendo su hijo.
--- Olvídalo...
olvídalo… No lo entenderías… Sólo... estoy feliz de verte, es todo, estas
hermosa. --- le dijo Deán y volvió a abrazarla, realmente tenia necesidad de
pasar tiempo con ella pues en su vida anterior jamás lo había podido hacer, aun
así Deán soltó a su madre cuando se percato de todas las fotos familiares que
había en la sala.
--- ¿Cuándo yo
era pequeño, hubo un incendio aquí? --- pregunto Deán pues todo se veía en
magnifico estado.
--- No, jamás
--- murmuro Mary, realmente preocupada por la forma en que Deán se conducía
--- Yo creía que
sí… pero me equivoque. --- dijo Deán aliviado y entonces encontró una
fotografía de su padre sosteniendo un bate y sonriendo como nunca lo había
visto hacer. --- ¿Papá esta en un equipo
de softball?… papá jugando en un equipo de softball… es gracioso para mi. ---
murmuro para si mismo.
--- Él amaba ese
equipo. --- aseguro su madre y Deán se percato del uso del pasado en la
oración.
--- ¿Papá esta
muerto? Y esa cosa que lo mató fue... --- pregunto aterrado, realmente
necesitaba saber que había sido de él.
--- Un derrame…
Murió mientras dormía, tú sabes eso. --- comento su madre.
--- Excelente
--- murmuro aliviado
--- ¿Disculpa?
--- pregunto Mary alucinada por lo que acababa de escuchar.
--- Es excelente
que se fuera en paz… Quiero decir... es mejor que la alternativa. --- aseguro
Deán, realmente estaba feliz de que su padre hubiera tenido una muerte en paz y
no una muerte trágica para salvarlo, eso realmente le quitaba un peso de encima
--- Bebiste ---
sugirió su madre apenas escucharlo.
--- No, no lo
hice, mamá. --- murmuro Deán, extrañado de decir esa palabra, la palabra que
jamás había tenido oportunidad de pronunciar en su vida.
--- Llamaré a
Carmen para que venga por ti, ¿sí? --- sugirió Mary
--- Espera, no,
no… No hagas eso… No hagas eso… Quiero quedarme aquí. --- le rogo Deán
--- ¿Por qué?
--- pregunto extrañada
--- Porque
extraño la casa... está bien… tú vete a dormir, ¿quieres? –- le pidió Deán, su
madre asintió
--- ¿Estás
seguro que estás bien? --- pregunto al darse cuenta de cómo Deán estaba mirando
todo, como si no estuviera consciente.
--- Creo que sí.
--- murmuro Deán
--- Bueno… Descansa
un poco… Te amo. --- le dijo, dándole un beso en la frente y volviendo a subir
por las escaleras.
--- Y yo a ti.
--- murmuro Deán y entonces miro una foto de la graduación de Sam con sus
padres, realmente se veían felices, habían sido una familia feliz, como el
siempre soñó.
A la mañana siguiente, Deán se despertó muy
temprano pues quería aprovechar todo el tiempo posible para estar con su mama y
así compensar los años que creció sin ella, intento llamar a Sam un par de veces pero no le respondió las
llamadas, aun así necesitaba respuestas así que condujo hasta Kansas para ver a
profesor un experto.
--- Creo que no
lo he visto en mi clase jamás. --- comento el profesor.
--- ¿De verdad?
Pues me gustan sus clases… Usted... las hace divertidas. --- comento Deán, la
verdad era que no tenia ni idea de cómo era ese sujeto. El profesor continuo
hablando un rato con Deán y termino mandándolo con otro profesor que le podía
dar las respuestas que buscaba.
--- Bien, ¿qué
puedo hacer por usted? --- pregunto el otro sujeto.
--- ¿Qué puede
decirme acerca de los Jinns? --- le cuestiono Deán y el hombre dejo caer un
libro sobre el escritorio.
--- Muchos
musulmanes creen que son reales… Los mencionan en el Corán. --- explico el
hombre
--- Sí, sí, sí...
pase a los deseos. --- le pidió Deán
--- ¿Qué quiere
saber? --- pregunto el profesor.
--- ¿Si cree que
puedan hacer eso? --- le pregunto Deán sumamente interesado en su voz y eso
hizo sospechar algo mas al profesor.
--- No, no, no
creo que puedan hacerlo realmente… ¿si entiende que estas son criaturas
míticas? --- le pregunto el hombre con incredulidad.
--- Sí, lo sé…
Lo sé… pero me refiero a las historias digamos que tiene un deseo pero ni
siquiera lo dice en voz alta… como… que un ser amado no muera o que algo
horrible nunca pase….. ¿Lo podrían cumplir? --- volvió a preguntar Deán.
---
Supuestamente, sí… porque ellos son como dioses… Pueden alterar la realidad
como ellos quieren, pasado, presente y futuro. --- explicó el profesor.
--- ¿Por qué harían
eso? ¿Autodefensa?... O tal vez ni siquiera son malos. ---- balbuceaba Deán
para si mimo, realmente trataba de entender lo que había pasado.
--- ¿Hijo? ¿Has
estado bebiendo? --- le pregunto el profesor, realmente le estaba dando mala
impresión tanto interés en la voz de Deán.
--- Me han
estado preguntando eso, pero... no. --- dijo Deán lleno de ironía y sarcasmo.
Unos minutos después Deán regreso a su auto para tratar de regresar a su casa y
al abrir la cajuela para guardar su chaqueta se llevo una gran sorpresa.
--- ¿Quién lo
diría, bonito?... Somos civiles. --- comento Deán con una enorme sonrisa pues
dentro de la cajuela ya no había armas ni amuletos, solo había revistas y latas
de cervezas vacías. En un pestañeo logro ver una figura femenina parada al otro
lado de la calle, mirándolo fijamente y el trato de acercarse a ella pero por
poco un auto lo arrolla y al girar a ver, ella ya no estaba.
Sin darle mas
importancia a lo que había mirado, Deán regreso a la casa de su madre donde
ella ya le tenia preparada una rica comida.
--- ¡Este es el
mejor sándwich del mundo! --- aseguro tras morder el emparedado, en toda su
vida solo había comido comida instantánea o chatarra ya que su padre no era
precisamente un buen cocinero y por eso mismo era tan importante esa comida
para él.
--- Gracias. ---
le dijo su madre desde la cocina.
--- Traté de
hablar con Sam antes… ¿Dónde está? --- pregunto Deán preocupado pero a la vez intrigado por el camino que seguía su
hermano en ese nuevo mundo.
--- Llegara
pronto. --- comento Mary
--- Genial…
Muero por verlo. --- seguro Deán y como si hubiera sido lo mas extraño que
hubiera escuchado, Mary salió de la cocina.
--- Cariño, no lo
tomes a mal... me encanta de que estés aquí, así de repente pero ¿no deberías ir a trabajar? --- le
pregunto ella, realmente iba a decirle otra cosa sobre Sam pro no quería
arruinar ese optimismo tan grato de Deán.
--- ¿Trabajar?
--- pregunto Deán impresionado
--- ¿Al taller?
--- le recordó Mary y Deán tuvo que fingir que sabia de lo que estaba hablando
porque en su vida había tenido un trabajo fijo.
--- Claro, el
taller… donde trabajo… me, me tome el día libre. --- mintió Deán. --- Wow… El césped necesita trabajo. ---
comento Deán para no darle oportunidad a su madre de hablar de mas cosas que el
no conocía pero que esta dispuesto a averiguar mas tarde.
--- ¿Quieres podar
el césped? --- pregunto Mary impresionada.
--- ¿Enserio?...
me encantaría podarlo. --- dijo Deán con una enorme sonrisa, ese era otro sueño
que tenia gracias a la películas, quería ser un típico hombre que bebía cerveza
mientras podaba su césped y se ligaba a las vecinas.
--- Estas en tu
casa, diría que nunca has podado un césped en tu vida. --- aseguro Mary aun extrañada pero Deán no perdió
ni un minuto mas y fue por la podadora al garaje y luego se metió de lleno en
el trabajo. Deán estaba podando el césped realmente bien, cantaba y bailaba
mientras lo hacia e incluso se tomo el detalle de saludar a los vecinos y
cuando por fin termino se sentó en las escaleras de la entrada con una cerveza para
mirar la calle, para mirar a la gente y
tratar de sentirse como una persona normal otra vez, pronto un coche negro se
estaciono justo en el frente.
--- No puede
ser. --- murmuro al darse cuenta de quien estaba en dicho auto, se levanto y
corrió para abrazar a la pasajera que iba bajando del auto --- Jessica ---
grito aliviado, ahora tenia entre sus brazos al amor de la vida de su hermano
quien también seguía vivía y estaba con Sam, las cosas no podía ser mejor para
ellos
--- Que gusto
verte, Deán… No puedo respirar. --- exclamo Jessica y Deán la soltó, luego la
miro de pis a cabeza y noto que era mas bonita de lo que recordaba, pronto bajo
Sam del auto.
--- Sammy… Mírate…
Estás con Jessica, no puedo creerlo. --- murmuro Deán
--- Sí. ---
murmuro Sam
--- ¿De dónde
vienen? --- pregunto Deán interesado, realmente necesitaba saber que era de sus
vidas en esa dimensión.
--- Acabamos de
volar desde California. --- le dijo Sam, nada extrañado de que Deán no
recordara los detalles de su vida, jamás le había importado mucho.
--- California… ¿Stanford,
no?... Escuela de leyes, supongo. --- sugirió Deán, ese era el sueño de Sam y
si las cosas eran tan buenas como hasta se momento, entonces también eso
debería de ser.
--- Veo que
empezaste el cumpleaños de mamá, como siempre. --- comento Sam con ironía al
ver la cerveza en la mano de Deán.
--- Espera… ¿El
cumpleaños de mamá es hoy? --- pegunto Deán impresionado por no tener los
detalles completos de esa nueva vida.
--- Sí, así es
Deán, es hoy… Por eso estamos aquí… ¿Que? ¿Se te olvido? --- le pregunto Sam
con un tono que Deán no pudo identificar, era como una mezcla de enojo e
indiferencia pro Deán estaba renuente a creer en eso, si Sammy era feliz en ese
mundo deberían de tener una gran relación-
Sam se había
encargado e hacer una reservación en un lujoso restaurante para celebrar a su
madre por su cumpleaños y esa misma noche, los hermanos y sus novias
acompañaron a Mary Winchester a una hermosa y deliciosa cena.
--- Bueno... Esta
increíble. --- murmuro Deán tras terminar su plato y mirando que los meseros
colocaban copas de vino en la mesa.
--- Un brindis… Por
mamá… Feliz cumpleaños. --- dijo Sam y todos levantaron las copas para
chocarlas y decirle feliz cumpleaños a Mary Winchester.
--- Gracias. --- les decía Mary a todos y entonces Sam y
Jess se besaron con pasión y Deán solo los miro con felicidad, ambos hacían en
una hermosa pareja.
--- Estaba
realmente preocupada por ti anoche. --- murmuro Carmen al odio de Deán.
--- Estoy bien,
estoy muy bien. --- aseguro Deán
--- Esta bien… ¿Después
quieres ir por una hamburguesa? --- le sugirió ella, por supuesto que esa era
la palabra favorita de Deán.
--- Dios, sí… ¿Cómo
termine con tan buena chica? --- se pregunto Deán con ironía pues ese si era un detalle, a Carmen no la conocía en
la su vida anterior ¿pero como había aparecido en esa vida? Además era su mujer
perfecta
--- Es que no
soy exigente --- dijo Carmen y se besaron.
--- Muy bien… Jess
y yo tenemos otra sorpresa para el cumpleaños de mamá. --- anuncio Sam y todos
lo miraron expectantes. --- ¿Quieres decirles? --- le pregunto a Jeff
--- Son tu
familia --- dijo ella, completamente ruborizada.
--- ¿Qué?
¿Decirme qué? --- pregunto Mary emocionada entonces Sam alzo la mano de Jess y
les dejo ver a todos el hermoso anillo de compromiso en su dedo. --- ¡Por Dios!... Eso es maravilloso… felicidades.
--- decía Mary muy emocionada, todos se levantaron y empezaron a abrazar a la
feliz pareja. --- Desearía que tu padre
estuviera aquí. --- le dijo Mary a Sam cuando lo abrazo.
--- Sí, también
yo. --- murmuro Sam, entonces se acerco Deán y le dio la mano.
--- Felicidades,
Sammy. --- le dijo.
--- Gracias. ---
murmuro Sam, nuevamente con esa indiferencia en su tono de voz.
--- Me alegra
que seas feliz. --- le dijo Deán con una enorme sonrisa y entonces vio a la
misma chica de la calle, mirándolo desde el rincón del restaurante. Deán camino
rápidamente hacia ella pero cuando llego al rincón, ella ya no estaba y los
demás lo estaban mirando completamente consternados por su forma de alejarse.
Los Winchester y
sus novias regresaron a la casa con su madre, nadie había dicho ni una sola
palabra desde el acto de desaparición de Deán pero Sam ya no estaba dispuesto a
pasar mal la noche por su culpa, no otra vez.
--- Deán, ¿qué
fue lo del restaurante? --- le pregunto interesado
--- Creí ver a
alguien, pero no fue nada. --- aseguro Deán
--- Bueno, tuve
un lindo cumpleaños… gracias… Buenas noches. --- dijo Mary desde las escaleras
y empezó a subir, estaba que se caía del sueño.
--- Buenas
noches, mamá. --- le dijo Sam y una vez que se dio cuenta de que su madre ya no
estaba, bostezo. --- Yo estoy muerto…
¿Lista para irnos? --- le pregunto a Jess
--- Seguro. ---
dijo Jess con una enorme sonrisa que la hacia parecer aun mas bonita de lo que
era.
--- Muy bien,
que descansen. --- dijo Sam a todos, dispuesto a irse pero Deán lo jalo del
brazo.
--- Espera un
segundo… Vamos... no son ni las 9:00 aun, vamos a tomar un trago. --- sugirió
Deán con mucho entusiasmo, estaba que se moría de escuchar las historias de la
vida de Sam
--- Sí, otro día tal vez. --- dijo Sam entre dientes,
claramente no le había hecho gracia la idea.
--- Vamos Sam, míranos…
ambos tenemos hermosas mujeres, estas comprometido… vamos a celebrar --- volvió
a sugerir Deán y esta vez todos lo miraron con incredulidad, ese no era el Deán
que todos conocían.
--- Chicas, ¿nos
disculpan?... Quiero hablar con mi hermano un segundo. --- les dijo Sam a las
chicas.
--- Ven Carmen,
necesito preguntarte algo. --- le dijo Jess a la otra y se la llevo para la
cocina, a charlar sobre el vestido y cosas para la boda.
--- Ven acá ---
le dijo Sam a su hermano y camino hasta la sala.
--- ¿Qué? ---
pregunto Deán si entender porque Sam parecía tan molesto.
--- Ahora, dime…
¿Qué te sucede? --- le exigió Sam
--- ¿A qué te
refieres? --- pregunto Deán, aun sin entender lo que estaba pasando.
--- De toda esa
amabilidad, éxtasis y alegría. --- le
reprocho Sam
--- Estoy feliz
por ti, Sammy. --- dijo Deán en su defensa, ahora empezaba a sospechar que no
todo era tan perfecto como había pensado.
--- Sí, claro… Esa es otra cosa… ¿Desde cuándo me
llamas "Sammy"?... Deán, no hablamos mas que en las reuniones. --- le
reprocho Sam
--- ¿Enserio?,
pues deberías Sam, eres mi hermano. --- dijo Deán, ahora comenzaba a comprender
parte de la situación.
--- ¿Eres mi
hermano? … Eso fue lo que dijiste cuando robaste mi tarjeta de crédito... o
cuando faltaste a mi graduación o cuando te besaste con Rachel Nave. --- le
reprocho Sam nuevamente.
--- ¿Quién? ---
pregunto Deán sin entender lo que estaba diciendo.
--- Mi cita del
baile... en la noche de graduación. --- le recordó Sam
--- Sí, eso
suena a algo que haría… pero Sam, lamento todo eso. --- dijo Deán su defensa,
no se podía culpar por lo que su otro yo hubiera hecho en ese mundo, solo podía
continuar.
--- No, mira,
está bien… Solo que... yo no te estoy pidiendo que cambies… Yo sólo... no lo sé…
creo que tu y yo no tenemos nada en común ¿entiendes? --- le dijo Sam muy
enojado y trato de irse pero Deán volvió a detenerlo.
--- Espera, sí
lo tenemos…. si lo tenemos. --- dijo Deán con una punzada en el corazón, que
Sam le dijera eso le había dolido mucho.
--- ¿Qué cosa?
--- le pregunto Sam desafiante.
--- La cacería.
--- aseguro Deán y Sam se burlo por un momento.
--- ¿Cacería?...
Yo jamás he cazado nada en mi vida, Deán. --- le recordó Sam, en ese mundo el
era un futuro abogado, un chico normal que jamás se atrevería a tocar un arma.
--- Si creo… que
hay que hacerlo alguna vez, serias bueno en eso. --- aseguro Deán, Sam lo miro
con todo el desprecio que pudo y camino hacia las escaleras donde Jess ya lo
esperaba.
--- Descansa Deán
--- le dijo Sam antes de subir, Deán se sentía tan mal porque podría haber
recuperado a su madre y tener una novia pero había perdido a Sam, a su mejor
amigo en el mundo y eso era algo que dolía mucho.
Así que Deán y
Carmen regresaron a su propia casa, él permaneció sentado en el sofá un buen
rato, mirando la TV sin mucho interés, solo seguía sufriendo por el desprecio
de Sam, pronto llego Carmen y le dio una cerveza.
--- Mi favorita.
--- afirmo Deán. --- Supongo que me conoces bastante bien. --- agrego y ella se
sentó a su lado en el sofá.
--- Me temo que
sí… ¿Estás bien? --- pregunto Carmen.
--- Sammy y yo… No
nos entendemos. --- murmuro Deán con tristeza
--- No pasan mucho
tiempo juntos, creo que ustedes no se conocen muy bien… Para que conste, no
sabe lo que se pierde --- aseguro Carmen y beso a Deán por un segundo.
--- Puedo
arreglar las cosas, puedo cambiar con él... con todos. --- aseguro Deán, tenia
que hacer que ese mundo fuera mejor y así no tener que renunciar a su madre.
--- Bueno… ¿Qué te
sucede últimamente? ---- pegunto Carmen muy preocupada por él.
--- Esto no va a
tener sentido para ti… Pero siento que me dieron una segunda oportunidad y no la
desperdiciare --- aseguro Deán.
--- Tienes
razón… Eso no tiene ningún sentido. --- dijo Carmen y volvieron a besarse con
pasión, solo que esta vez Deán pudo sentir algo que nunca antes había sentido…
química.
--- Lo entiendo.
--- murmuro Deán tras acabar con el beso.
--- ¿Qué cosa?
--- Por qué eres
la indicada. --- aseguro Deán y volvió a besarla por un segundo, hasta que ella
empezó a reírse.
--- Pues lo que
te este pasando, me gusta. --- aseguro Carmen, Deán jamás la había besado de
esa manera tan especial y se sentía realmente bien. Deán empezó a besar a
Carmen y a hacerle cosquillas, realmente tenia ganas de consumar su amor. --- ¡Por favor! No me hagas esto ahora… Tengo
qué ir a trabajar. --- rogo Carmen y se levanto del sofá
--- ¿Trabajar, ahora?
--- pregunto Deán impresionado, ¿Qué tipo de chica trabajaba en la noche?
--- Te lo dije…
Tengo el turno de noche los jueves. --- comento ella, Deán se giro a verla,
pensando en lo peor cuando noto que ella se vestía de color azul.
--- Trabajas por
la noche en el... hospital, estoy saliendo con una enfermera… Eso es tan
respetable. --- murmuro para si mismo, Carmen era una chica buena después de
todo.
Después de que
Carmen dejara la casa, Deán se puso a ver la tele y como no había nada bueno en
la programación, lo dejo en las noticias donde comenzaron a hablar de un tema
bastante desconcertante.
Y hoy se conmemora el
aniversario de la caída del vuelo 424 de United Britannia, los residentes de
Indianápolis encendieron veladoras… en memoria de los 108 pasajeros y
tripulación que perdieron sus vidas
--- No… yo
impedí ese accidente. --- aseguro Deán tras escuchar la noticia, entonces se
levanto y busco los detalles del accidente en internet, todo era cierto, el
avión había caído y todas las personas habían muerto. Deán tuvo un mal
presentimiento y empezó a buscar los casos que mas recordaba del pasado,
entonces se enfrento a los terribles titulares de los periódicos.
"CAE
VUELO 424, 108 MUERTOS"
"NUEVE
NIÑOS EN COMA."
"PADRES
MUTILADOS"
"NIÑA
SE AHOGA EN PISCINA DE HOTEL."
En efecto, todas
las personas que había salvado en su otra vida ahora estaban muertas y entonces
vino la gran pregunta ¿Qué paso con Jeff?... no había escuchado nada sobre el
niño desde haber llegado a esa nueva vida, entonces se puso a investigar en
internet y encontró otro feo titular.
”MYSTIC
FALLS, INDIANA SE CONVIERTE EN ZONA DE GUERRA”
”PEQUEÑO
PUEBLO DE INDIANA SE CONVIERTE EN LA COMUNIDAD MAS PELIGROSA DE AMERICA”
Así que Deán
llego a una conclusión, si su madre nunca había muerto entonces su padre jamás
había viajado por el país y por eso jamás había conocido a la madre de Jeff y
seguramente el chico ni siquiera había nacido y por ello su pueblo natal había
sido condenado.
Deán estaba
pensando en una solución cuando vio una sombra pasar hacia el otro cuarto, lo
siguió y cuando abrió la puerta del closet se encontró con una fea imagen, la
chica que lo había estado acosando estaba atada de las manos, llena de sangre y
un momento después desapareció. Sin mas
que hacer, Deán fue al cementerio para ver a la única persona que podría
ayudarlo a hacer lo correcto, su padre quien yacía en una tumba.
--- Todos
ellos... todos los que tú salvaste, todos los que Sammy y yo salvamos... están
muertos y hay una mujer que me acosa… No sé por qué… No sé cuál es la conexión,
aun no al menos… es como si mi antigua vida viniera por mí o algo así, como si
no quisiera que fuera feliz. --- decía Deán frente a la tumba de John. --- Yo se lo que tu dirías… Bueno, no tú el que
juega al softball, pero dirías, "Ve a cazar al Jinn"… si el te puso
aquí… Puede regresarte… Tu felicidad por todas esas vidas no se comprara
¿Cierto?, ¿Pero por qué? ¿Por qué es mi trabajo salvar a esas personas? ¿Por
qué tengo que ser una especie de héroe? ¿Y nosotros que? ¿Mamá no debe vivir su
vida? ¿Sammy no puede casarse? ¿Por qué debemos sacrificar todo papá?, es… ---
Deán no pudo seguir con los reproches, ahora se daba cuenta de que tenia razón
con lo que estaba diciendo y su felicidad no podría ser acosta de la muerte de
otras personas, de la muerte de su propio hermano menor.
Deán tomo una
decisión, tenia que regresar a la realidad y para ello necesitaba asesinar al
Jinn, así que regreso a la casa de su madre en busca de un cuchillo de plata
pero entonces Sam trato de atacarlo (creyendo que era un ladrón) de todas formas Deán pudo derribarlo con tan
solo una patada.
--- Fue tan
fácil que me avergüenzo de ti. --- aseguro Deán.
--- ¿Deán? ¿Qué rayos
haces aquí? --- pregunto Sam mientras se levantaba y prendió la luz de la sala.
--- Buscaba una
cerveza. --- mintió Deán
--- ¿En el trastero?...
Esa es la vajilla de plata de mamá. ---- comento Sam al ver el cuchillo que
Deán sostenía en sus manos. --- ¿Qué, te metiste en la casa para robar la
plata de mamá? --- pregunto furioso.
--- No es lo que
parece, ¿de acuerdo?... No tenía opción. --- dijo Deán, si Sam ya pensaba o
peor de él, no quería ni imaginarse lo que debería estarse pensando ahora de
él.
--- ¿En serio?
¿Por qué? ¿Qué es tan importante para robarle a tu propia madre? --- le
pregunto Sam hecho una furia.
--- ¿Quieres la
verdad? --- le pregunto Deán irónico.
--- Sí., si
estaría bien --- respondió Sam con la misma ironía que su hermano.
--- Debo mucho
dinero. --- mintió Deán pero había sido lo único que se le ocurrió, si era un
mal he3rmano ahora era buen momento de utilizar eso en su favor.
--- ¿A quién?
--- pregunto Sam
--- Aun
apostador, perdí mucho dinero en un juego y debo pagarle. --- mintió Deán
--- No es
posible que seamos parientes. --- murmuro Sam decepcionado de su hermano.
--- Sam, lo
siento… Lamento que no nos entendamos, desearía poder quedarme a arreglarlo…
Pero debo hacer esto, muchas vidas dependen de ello. --- aseguro Deán
--- ¿De qué
estás hablando, Deán? --- le pregunto Sam preocupado por la forma tan seria en
la que estaba hablando su hermano, era claro que había algo mas detrás de todo.
--- Nada, olvídalo.
Sólo... Dile a mamá que la amo. --- le pidió Dean
--- Deán. ---
murmuro Sam preocupado porque por primera vez veía verdadero interés en la
mirada de su hermano
--- Nos vemos,
Sammy. --- dijo Deán y salió rápidamente de la casa, se subió al impala y
empezó a pensar en el plan de ataque pero entonces Sam se subió en el asiento del copiloto. --- Baja
del auto. --- le dijo inmediatamente.
--- Voy a ir ---
aseguro Sam
--- Sólo vas a
retrasarme. --- aseguro Deán, ahora era el quien empezaba a odiar a este nuevo
Sam
--- Lastima. ---
le dijo Sam y se puso el cinturón de seguridad para reafirmar que no se iba a
bajar.
--- Es
peligroso, podrías resultar herido. --- le aseguro Deán
--- Y tú
también, Deán… Mira, cualquier estupidez que vayas a cometer, no la harás solo
y eso es todo. --- dijo Sam en tono final y se quedo mirando hacia el frente
para ignorar a Deán quien lo miraba desconcertado
--- No entiendo…
¿Por qué haces esto? --- pregunto Deán, ahora ya no sabia que pensar sobre su
relación con el Sam de esa realidad.
--- Porque aun
eres mi hermano. --- murmuro Sam y Deán lo miro lleno de admiración, al parecer
Sam si lo quería después de todo.
--- Perra. ---
le dijo Deán y Sam lo miro realmente ofendido.
--- ¿Por qué estas
diciéndome perra? --- le pregunto Sam molesto.
--- Tú deberías
decirme idiota. --- le dijo Deán
--- ¿Qué? ---
pregunto Sam sin entender porque le estaba sugiriendo tal cosa.
--- No importa.
--- murmuro Deán cansado, le quedaba claro que jamás podría cambiar a ese Sam
por el Sam de su otra vida y honestamente prefería al otro Sam. El camino
continuo en silencio hasta que Sam se percato que Deán jugaba inconscientemente
con el borde de una bolsa de papel.
--- ¿Qué hay en
la bolsa? --- le pregunto
--- Nada. ---
murmuro Deán
--- ¿Nada? ---
pregunto Sam, era obvio que había algo y Deán no quería decirle que era,
entonces le quito la bolsa bruscamente.
--- Yo no haría
eso --- le aseguro Deán
--- ¿A no? --- pregunto
Sam con ironía y abrió la bosa, sacando del interior un frasco de color rojo.
--- ¿Qué demonios es esto? --- pregunto aterrado.
--- Sangre. ---
murmuro Deán como si fuera lo mas casual del mundo.
--- Sí, ya se
que es sangre Deán… ¿Qué demonios está haciendo aquí? --- pregunto Sam mas
molesto que antes.
--- No te
gustaría saberlo. --- aseguro Deán.
--- No, te juro
que si quiero saber… enserio. --- dijo Sam con falso interés sobre la sangre, a
él le preocupaba mucho mas el estado de Deán.
--- Lo vas a
saber tarde o temprano… Necesito un cuchillo de plata bañado en sangre de oveja
--- empezó a contarle Deán.
--- Necesitas un
cuchillo de plata bañado en sangre de oveja, porque...
--- Porque hay
una criatura, un Jinn y tengo que cazarlo. --- agrego Deán y Sam se quedo
completamente helado al escucharlo.
--- Bien, detén
el auto. --- ordeno Sam
--- Parece loco
--- Deán estaba por darle una explicación pero Sam ya estaba cerrado a
escucharlo.
--- Genial…
Sólo, detén el auto. ---- volvió a pedirle
--- Es la
verdad, Sam… Hay cosas ahí en las sombras, cosas malas, cosas de pesadillas y personas
que deben ser salvadas, que si no las salvamos nadie lo hará. --- aseguro Deán.
--- Quiero
ayudarte... En serio… Pero estás teniendo una especie de ataque psicótico. ---
aseguro Sam y saco su celular, pensando en quien era la mejor persona a la que
debería llamar.
--- Eso quisiera
--- murmuro Deán y entonces se dio cuenta de que Sam estaba marcando un numero,
así que le quito el celular y lo arrojo por la ventana.
--- ¿Por qué
hiciste eso, Deán?... ¡Era mi teléfono! --- le reprocho Sam
--- No iré a
ningún hospital Sammy, tenemos trabajo que hacer. --- le dijo Deán, realmente
emocionado por sentirse como en los viejos días.
--- Yo sólo trataba
de ayudarte, Deán… No quiero que te hagas daño. --- le dijo Sam
--- ¿Me estás
protegiendo? --- pregunto Deán con incredulidad, jamás pensó llegar a escuchar
tal cosa salir de la boca de su hermano.
--- Sí. ---
murmuro Sam un poco avergonzado de admitirlo
--- No me hagas
reír… mejor quédate ahí quieto y no hagas que nos maten a ambos. --- le pidió
Dean y siguió conduciendo hasta que llegaron a Illinois, a la misma bodega
abandonada donde en su vida anterior, había mantenido su encuentro con el Jinn.
--- ¿Dónde
estamos? --- pregunto Sam al ver el aterrador lugar.
--- Ya no
estamos en Kansas… estamos en Illinois. --- le dijo Deán.
--- ¿Y crees que
hay algo allí? --- volvió a preguntar Sam
--- Yo se que si.
--- murmuro Deán y entonces entraron a la bodega, era tal y como Deán
recordaba, oscura, fría y llena de goteras de agua sucia por todas partes.
--- ¿Ves?... No
hay nada aquí, Deán. --- aseguro Sam pero lo cierto era que apenas llevaban
unos minutos dentro del lugar. ---
Carmen se va a preocupar por ti, Deán… solo, vámonos. --- le pidió Sam y en eso
se escucharon unos quejidos de mujer. --- ¿Qué rayos es eso? --- pregunto Sam
asustado por lo que acaba de escuchar.
--- Quédate atrás
de mí y cállate --- le ordeno Deán y empezaron a caminar mas sigilosamente
atreves de la bodega, pronto bajaron por unas escaleras hasta un montón de
cuerpos, todos atados por las muñecas del techo y además todos parecían estar
conectados a bolsas de sangre, mismas que explicaban la aparente sequedad de
las pieles.
--- ¿Qué es eso?
--- pregunto Sam aterrado y entonces se volvieron a escuchar los quejidos, Deán
como un par de metros mas y encontró a una joven viva, a la misma joven que se
le aparecía
--- Es ella. ---
murmuro impresionado.
--- ¿Deán, qué
está pasando? --- pregunto Sam y entonces tuvieron que esconderse por el sonido
de unos pasos, pronto llego el Jinn y acaricio la cara de la joven.
--- ¿Dónde está
mi papá?... No…No… ¿Dónde está mi papá? --- preguntaba la niña
--- Duerme…
Duerme. --- le dijo el Jinn y le toco el rostro, una luz azul se penetro en
piel de ella y se durmió, entonces el Jinn desconecto el tubo de la bolsa de
sangre y bebió de el, bebió la sangre directamente del cuerpo de la joven,
luego escucho unos sonidos que eran las respiraciones de los Winchester y subió
al piso de arriba para revisar.
--- ¿Es real?
¿No estás loco? --- pregunto Sam impresionado mientras que su hermano corría a
ver el estado de la niña.
--- Ella no
sabía dónde estaba, creyó que su padre estaba con ella… Es lo que hace el Jinn,
no te concede deseos, solo te hace creer que si --- balbuceada Deán para si
mismo, solo así podría entender lo que estaba pasando.
--- Si claro,
escúchame… esa cosa podría volver, ¿sí?... Deán, por favor vámonos. --- le rogo
Sam pero para esos momentos Deán ya no estaba prestando atención.
--- ¿Y soy como
ella? ¿Y si estoy atado en alguna parte? ¿Si todo esta en mi cabeza? --- se
pregunto Deán aterrado ante la posibilidad, aun que realmente ya estaba seguro
de que así era. --- Porque podría no se… tal vez nos da un acido sobrenatural y
se alimenta de nosotros --- agrego a su teoría.
--- No Deán, eso
no tiene sentido, ¿oíste? --- el dijo Sam desde atrás pero nuevamente no le
escucho.
--- ¿y si por
eso ella se me aparece, no es un espíritu es mas bien… yo estoy captando imágenes
reales, siento que estoy aquí en algún lugar… estoy catatónico y estoy captando
todo esto pero no lo comprendo. --- decía Deán en pánico, entonces se acerco
Sam y le puso una mano sobre el hombro para calmarlo.
--- Está bien,
mira, si, si tienes razón y yo no… no estas
loco, pero hay que salir de aquí y rápido. --- sugirió Sam
--- No creo que
seas real. --- le grito Deán.
--- ¿Sentiste
eso? ¿Sientes eso? --- le pregunto Sam mientras le pegaba un par de veces en el
pecho, así esperaba hacerlo reaccionar --- Soy real, no soy un viaje de acido…
yo soy real y esa cosa va a venir aquí y nos va a matar --- aseguro Sam
--- Tengo que
estar seguro --- murmuro Deán
--- ¿Qué estás
haciendo? --- pregunto Sam aterrado al ver que su hermano sacaba el cuchillo de
su bolsillo y lo miraba con mucho interés.
--- Es un cuento
de hadas… Si estás a punto de morir en un sueño, seguro despertarás. ---
explico Deán.
--- No, no, no…
Eso es una locura, ¿de acuerdo? --- grito Sam
--- Tal vez. ---
murmuro Deán.
--- Te vas a
matar --- volvió a gritarle Sam
--- O tal vez
despierte… Una o la otra. --- aseguro Deán, realmente estaba dispuesto a correr
los riesgos, todo con tal de arreglar las cosas a su forma normal.
--- Mira, esto
no es un sueño, ¿si?... Estoy aquí contigo, y estás a punto de suicidarte Deán.
--- le aseguro Sam
--- No, estoy muy
seguro... 90% seguro, pero es suficiente. --- comento Deán, entonces se puso la
punta del cuchillo sobre el estomago, estaba por apuñalarse realmente.
--- ¡Espera! ---
grito Sam, entonces Deán pudo sentir un cambio en el ambiente, todo era mas
cálido que antes y su madre, Carmen y Jess aparecieron tras de Sam. --- ¿Por
qué debes seguir indagando? ¿Por qué no pudiste dejar las cosas así?... Eras
feliz. --- le recordó Sam, era claro que todo estaba siendo controlado por el
Jinn.
--- Guarda el cuchillo,
hijo. --- le pidió su madre.
--- No eres
real… Nada lo es. --- le grito Deán
--- Eso no
importa, esto es mejor que todo lo que tenías. --- aseguro su madre
--- ¿Qué? ---
pregunto Deán sin entender lo que estaba diciendo.
--- Es todo lo
que querías, tener una familia otra vez... vamos a casa hijo. --- le pidió su
madre una vez mas.
--- Moriré… El Sinn
drenará mi vida en un par de días. --- comento Deán.
--- Pero aquí,
con nosotros, serían como años, como toda una vida… Lo prometo… No más dolor,
no más miedo… Sólo amor, comodidad y seguridad… Deán... quédate con nosotros, solo descansa. --- le rogo Mary.
--- No tienes
que preocuparte más por Sam… lo veras vivir plenamente --- le aseguro Jess.
--- Podemos
tener un futuro juntos, nuestra propia familia… te amo Deán, por favor. --- le
rogo Carmen.
--- ¿Por qué es
nuestro trabajo salvar a todo el mundo? ¿No hicimos suficiente?... Te lo suplico…
Dame el cuchillo. --- le rogo Sam, entonces Deán se dio cuenta de que todo era
una manipulación mental del Jinn, todos estaban diciendo lo que el quería
escuchar mas no lo que sentían, porque realmente no sentían nada, no eran
reales.
--- Lo siento.
--- exclamo Deán y entonces se clavo el cuchillo en su estomago, hubo una
perdida de consciencia por un segundo pero entonces escucho gritar a Sam su
nombre.
--- Deán… Dios, por
favor, despierta… Despierta, maldita sea --- rogaba el verdadero Sam que
sostenía el cuerpo colgante y casi sin vida de su hermano.
--- No hay lugar
como el hogar. ---- murmuro Deán mientras abría los ojos poco a poco y
descubría que estaba de regreso en su mundo real.
--- Gracias a
Dios… Creí que te había perdido. --- dijo Sam
--- Casi me
pierdes --- murmuro Deán con dificultad.
--- Voy a
bajarte. --- murmuro Sam y corto las ataduras de las manos de Deán, después
tuvo que ayudarlo a mantenerse en pie por unos segundos hasta que recuperara un
poco de su fuerza.
--- ¡Sam!. ---
grito Deán pues el Jinn había regresado, Sam soltó a Deán y lo dejo caer para
poder hacer frente a la cosa, el Jinn lo tomo con sus manos y lo arrojo contra
la pared, Sam se levanto y se fue encima de la cosa, pero el Jinn era tan
fuerte que lo volvió a arrinconar y estaba por tocarle el rostro con la luz
azul de sus manos pero entonces Deán se puso en pie y pudo apuñalar al Jinn por
la espalda con el cuchillo de plata y así matarlo.
Pronto Deán
también escucho quejarse a la niña de su visión, así que con las pocas fuerzas que
le quedaban se acerco y la miro con pena
pues se estaba desangrando, luego y con ayuda de Sam la bajaron de las ataduras
y la dejaron anónimamente en un hospital, no podían dejarse ver por miedo a la
policía a si que no tuvieron mas opción. Deán paso la noche mas larga de su
vida, estaba cansado y necesito todo el discando posible así que a la mañana
siguiente les conto toda la visión a sus hermanos, bueno en especial a Sam ya
que Jeff no había tenido participación en ella y eso no le agrado mucho que digamos,
mientras que Sam paso un tiempo al teléfono con hospital para enterarse de la
condición de la joven que salvaron.
--- Eran del
hospital… La chica se estabilizó, hay muchas probabilidades de que se salve.
--- dijo tras finalizar la llamada.
--- Que bueno.
--- dijo Deán realmente aliviado.
--- ¿Cómo estas
tu? ¿Estas bien? --- le pregunto Sam
--- Sí, estoy
bien… Debiste verlo, Sam… Nuestras vidas, tu eras un presumido --- le conto
lleno de ironía.
--- Así que,
nosotros no nos llevábamos bien, ¿no? --- pregunto Sam entre risas, le costaba
mucho imaginarse tal cosa pus era muy unido a Deán y estaba seguro de que
siempre iba a serlo.
--- No. ---
murmuro Deán.
--- Wow, tu tan
siquiera estabas Sam… Era un mundo perfecto y yo no estuve en él… creo que eso
dice mucho Deán. --- se quejo Jeff tras escuchar el relato completo.
--- No era un
mundo perfecto… era un deseo… Deseaba que mi mamá viviera… nunca desee que
todos desaparecieron… escúchame bien Jeffrey, yo jamás podría desear que no
estuvieras en mi vida… eres mi hermano menor y eso significa mucho para mi. ¿Entiendes?
--- le pregunto serio y Jeff asintió. --- Eso es, ahora ven aquí y dame un
abrazo. --- le pidió Deán y Jeff lo hizo, en ese momento que lo tenia entre sus
brazos se dio cuenta de lo que pudo haber perdido por una falsa ilusión.
--- Me da gusto
que hayas despertado, la mayoría de la gente no tendría la fuerza y se habrían
quedado. --- comento Jeff al separarse del abrazo.
--- Que afortunado,
pero debo decir que… Sam que tu tenias a Jess, mamá iba a tener nietos. ---
comento Deán.
--- Sí pero Deán,
no era real. --- le dijo Sam
--- Lo sé… Pero
quería quedarme, yo si quería quedarme… por que desde papá… solo he pensado en
lo que este trabajo nos ha costado, hemos… perdido mucho… los tres…hemos…
sacrificado mucho. --- murmuro Deán con pesar.
--- Pero gracias
a nosotros mucha gente sigue viva. --- aseguro Jeff pues esa era la filosofía
que su padre le había implicado respecto al ser un cazador.
--- Y eso lo
vale, no es justo y yo se que duele… pero… lo vale Deán. --- complemento Sam, Deán
solo miro a sus hermanos y sonrió, porque quizás no tenia la vida perfecta de
esa ilusión pero tenia a dos hermanos que lo querían y que siempre iban a estar
allí para él, eso era el mejor deseo que podía tener realmente.
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