miércoles, 27 de febrero de 2013

SPN 2.08 El Blues Del Crucero



El Blues Del Crucero
Descripción Oficial
Cuando dos profesionales muy exitosos mueren después de afirmar que eran perseguidos por perros negros, Sam  y Dean investigan en un bar local y descubren que están sentados en un sitio donde un demonio hace realidad los sueños de las personas a cambio de sus almas. Jeff despierta en una mansión de ensueño y tiene una peculiar entrevista con el rey de los vampiros de Mississippi, mientras que Dean convoca al demonio del crucero para exorcizarlo pero se horroriza al escuchar la dolorosa verdad acerca de la muerte de su padre.  El demonio le ofrece a  Dean darle lo único que quiere más en su vida - A su padre.


Greenwood, Mississippi
Agosto de 1938
En un bar de la localidad, se reunían todos los amantes de la música blues. La estrella del lugar, un  hombre de color estaba tocando el blues con mucha alegría cuando empezó a escuchar lo que parecían ser ladridos de un perro feroz. El hombre salió corriendo con miedo del lugar hasta llegar a su casa, ahí se encerró pero el perro empezó a golpear la puerta con fuerza para poder entrar.

Un rato después, la mujer del cantante y algunos amigos del mismo llegaron a la casa, encontrando al sujeto convulsionando en el suelo.

--- Oh, Dios mío… Traigan a un médico. ¡Rápido! --- decía la mujer mientras se arrodillaba junto a su marido y trataba de estabilizarlo.  --- ¿Qué ha pasado? Háblame… Quédate con nosotros, cariño. --- le pedía ella con desesperación.

--- Perros... Perros, perros negros. --- balbuceaba el hombre con terror en la voz, sus ojos fueron perdiendo poco a poco su luz.

---  Robert, ¡no te mueras! --- le grito la mujer pero de nada sirvió, su esposo ya había muerto en sus brazos.

2006
Los hermanos Winchester se encontraban desayunando en una pequeña localidad, habían pasado una semana bastante difícil con lo del arresto de Deán y el encuentro con la policía pero eso empero aun mas cuando Sam encontró la fotografía de su hermano en todas las paginas de la policía.

--- Bueno se acabo el bajo perfil… Tienes una orden de arresto en Saint Louis y ahora estás oficialmente en la base de datos federal.--- comento Sam, sin quitar la vista de su laptop

--- Ya soy como John Dillinger o algo así. --- murmuro Deán con gracia y sin mucho interés.

--- Deán, no es gracioso… Tendremos que ser más cuidadosos ahora. --- comento Sam muy se4riamente, Deán lo miro y se dio cuenta de que su hermano en realidad no estaba molesto, estaba asustaba.

--- ¿Y qué hay sobre ti? --- cuestiono Deán, Sam empezó a teclear su nombre en las paginas pero no encontró nada, cosa que lo decepciono un poco.

--- Creo que no lo han subido aún. --- dijo Sam

--- Qué, ¿ni como cómplice? ¿Nada? --- pregunto Deán con incredulidad,

--- Cállate Deán.

--- Estás celoso. --- murmuro Deán entre risas.

--- No lo estoy. --- aseguro Sam

---  Ajá… Bueno.... ¿Qué tienes en ese caso de ahí, inocente joven inofensivo? --- pregunto Deán con ironía y señalando un periódico que su hermano había hojeado con anterioridad.

--- El arquitecto Sean Boyden cayó del tejado de su casa... un condominio que él mismo diseñó.

--- ¿Construyó un edificio alto y saltó desde el?… que elegante…  ¿Cuando llamó al control de animales? --- pregunto Deán, que también había leído un poquito el caso con anterioridad.

--- Dos días antes. --- respondió Sam

--- ¿De verdad dijo "perro negro"? --- pregunto Deán, aquello había sido lo que mas le llamo la atención de ese caso en primer lugar.

--- Sí… Un feroz perro negro… Las autoridades no han logrado encontrarlo, nadie más lo ha visto… En realidad, las autoridades no entienden como un perro salvaje... pudo pasar al portero, tomar el ascensor y caminar por los pasillos de la elegante casa…. Después de eso, no hubo más llamadas, no fue a su trabajo… Dos días después, salta al vacio. --- dijo Sam

--- ¿Sera realmente un Perro Negro? --- Pregunto Deán.

--- No lo sé, quizás si.

--- ¿Qué dice el folclore? --- volvió a preguntar Deán, recordaba un par de historias que su mismo padre le había contado de esas cosas, pero quería estar seguro de que alguna de ellas fuera ace3rtada antes de hablar.

---  Es todo muy vago… Hay espectros de perros negros por todo el mundo, pero... algunos dicen que son espíritus otros dicen que son augurios de muerte...pero sea lo que sean, son malos. --- dijo Sam, leyendo desde su computadora.

--- Apuesto a que podrían arrancarte una pierna, mira este. --- dijo Deán, mostrándole una ilustración que había en el diario de su padre, Sam lo miro con incredulidad. ---  ¿Qué? Sí que podrían.--- aseguro Deán.

Jeff despertó cuando alguien le arrojo agua en el rostro, abrió los ojos poco a poco y no supo ni donde estaba, era de día y el lugar era elegante (sin duda una mansión) ¿Pero quien lo había llevado a ese lugar? ¿A quien le pertenecía?
--- Vamos. --- le dijo un sujeto barbudo, pálido y vestido de negro. Sin duda alguna era vampiro, mismo que lo condujo hasta un comedor donde estaban otros 2 vampiros  bebiendo sangre de unas copas.
--- Llegas tarde. --- le dijo el vampiro mas joven, era un hombre atractivo, con facciones delicadas y pelo negro rizado.
--- Talbot, déjalo en paz… Hubo complicaciones con su escolta. --- dijo el otro sujeto, este era mayor (no era un anciano pero tampoco era un veinteañero) pálido y de cabello negro también.
--- ¿Dónde… donde estoy?. --- pregunto Jeff con miedo en su voz, ahora pensaba que el haberse ido con esos tipos sin protección y sin avisarle a su familia, no había sido una buena opción.
--- Bienvenido a Mississippi Jeffrey, disculpa la facha pero esperábamos tu llegada anoche. --- volvió a decir el tal ¿Talbot? Y se le acerco con una increíble velocidad. --- Te escoltare a tu alcoba para que… te asees. --- dijo el vampiro y lo miro como si le diera asco, pero aun así puso su fría mano sobre la espalda  de Jeff y lo impulso a caminar por las escaleras.
--- Acabo de re-decorar el cuarto… espero que te guste la cama, es maravillosa… antes le perteneció a la condesa Elizabeth Bathory, la legendaria asesina serial de Hungría… la leyenda dice que le encantaba torturar vírgenes y bañarse en su sangre. --- contaba el vampiro durante todo el trayecto a la habitación.
--- Cuidado con la puerta Jeffrey, es 100 % de plata sterling de marruecos, sellada contra la luz claro... la bañera esta por aquí, si necesitas algo, lo que sea… alguien va a permanecer siempre junto a tu puerta, solo toca la campana. --- Indico el mismo vampiro, Jeff se había quedado anonadado con tanto lujo, la cama en efecto era grandiosa y había gravados y pintura esplendida en todas las paredes.
--- Solo van a empeorar las cosas, manteniéndome cautivo. --- murmuro Jeff entre dientes, de hecho iba a empezar a amenazarlos con que sus hermanos irían en su rescate, pero no lo hizo pues tenia serias dudas sobre esa posibilidad.
--- Nadie desea mantenerte cautivo, solo quiero hablar de negocios… eres un invitado en mi hogar. --- le dijo el otro vampiro, el mayor. --- Por cierto, que mal educado he sido… mi nombre es Russell Edgington y estoy bastante seguro de que ya conoces a mí… esposo, Talbot. --- explico el vampiro, Jeff no sabia por donde comenzar a aterrorizarse; si por tantos vampiros, por el paradero de Zohar o porque sus captores eran Homosexuales.
--- No recuerdo la invitación, pero un invitado se retira cuando lo desea. --- dijo Jeff, tratando de sonar bastante desafiante en su tono para no demostrar su miedo, aun así los fuertes latidos de su corazón eran lo que mas lo delataban.
--- Y cuando escuches mi propuesta… serás libre de irte si lo deseas. --- le dijo Russell con una temible sonrisa.
--- Ya no hablen de eso… debes descansar, sangraste dos  veces esta semana cariño. --- exclamo Talbot y con un empujón sentó a Jeffrey sobre la magnifica cama.  --- Gusto en conocerte Jeff… disfruta la cama. --- agrego Talbot.
--- Hablaremos en la cena. --- dijo Russel, así que ambos vampiros salieron de la habitación y encerraron a Jeff. El niño se levanto para tratar de huir pero termino por arrojarse sobre la cama otra vez.
--- ¿En que me metí ahora? --- se pregunto Jeff a si mismo y acomodándose mejor en la cama, que era bastante cómoda. Aun así, los vampiros permanecían afuera y lograron escuchar lo que se decía Jeff para si mismo.
--- Creo que va a ser todo un reto. --- dijo Talbot.
--- Y yo creo que también invitare a la chica. --- dijo Russell con una sonrisa y le indico con la cabeza al vampiro que entrego a Jeff que fuera a ver a Zohar.
Mientras tanto Sam y Deán fueron en busca de pistas sobre el caso del hombre suicida, así que fueron a hablar con su socio en la compañía de construcción.

--- Entonces... Usted y Sean Boyden fueron socios en el negocio casi 10 años, ¿verdad? --- empezó a preguntar Sam

--- Así es…. Otra vez, dígame ¿esta entrevista es para...? --- cuestiono el hombre con inseguridad, no era muy común que dos reporteros del pueblo le hicieran una investigación a una persona muerta.

--- Para un homenaje al Sr. Boyden, de la revista "Architectural Digest". --- mintió Sam, el hombre se empezó a reír de una forma  muy ruda.

--- ¿Le hace gracia? --- le pregunto Deán, el hombre negó con la cabeza.

--- No. Es sólo que... un homenaje… Sean siempre se llevaba los homenajes… Se suicidó, nos abandonó a mí y a su familia… Pero consiguió otro  homenaje más. --- comento el hombre, claramente molesto y sonando muy celoso.

--- Bien... ¿Alguna idea de por qué lo hizo? --- Sam fue directo al punto.

--- No tengo idea, a decir verdad… yo envidiaba su vida. --- comento el señor.

--- ¿Qué quiere decir? --- pregunto Sam con interés.

--- Era un gran genio… Quiero decir, soy competente, pero a su lado no era más que un aficionado... Aunque tampoco fue siempre así. --- dijo el hombre.

--- ¿No? --- pregunto Deán.

--- ¿Quieren saber la verdad? --- les pregunto, ambos asintieron la cabeza. ---  Hubo un tiempo en el que ni siquiera podía diseñar una casa de perro... Pero, hace diez años trabajaba como cantinero en ese lugar llamado... "Lloyd's". Un bar horrible. --- conto el señor.

--- ¿Entonces qué cambió? --- pregunto Sam, aun sin entender.

--- Quien sabe... De la noche a la mañana consiguió una gran comisión...y comenzó a diseñar los edificios más ingeniosos... que nadie había visto jamás. Eran del nivel de Van Gogh y Mozart. --- agrego el hombre y se quedo callado un segundo, luego empezó a reír otra vez.

--- ¿Qué? --- le pregunto Deán.

--- Es gracioso… Los auténticos genios... parece que se mueren jóvenes, ¿no creen? ¿Teniendo ese tipo de talento? ¿Por qué desperdiciarlo? --- se pregunto el hombre, Sam y Deán se miraron un segundo antes de salir, aquello les empezaba a dar una mala corazonada a los dos.

Mientras tanto, el vampiro extraño de la mansión camino todo el pasillo de la planta alta hasta llegar a la última habitación, también era muy lujosa y en ella estaba Zohar, sentada en su cama y en espera de alguna noticia buena.
--- Buenas tardes jovencita, ¿necesitas compañía? --- le pregunto con ironía y se sentó junto a ella, Zohar lo miro un segundo, era un hombre bastante desagradable para su vista así que se alejo de el.
--- Oye amigo… no se que tienes en mente, pero no sabes con quien te metes. --- amenazo ella.
--- Sentémonos, señorita Green… solo quiero charlar. --- pidió el vampiro.
--- ¿Quien te dijo mi nombre? --- pregunto ella con terror, no era la primera vez que la secuestraba un vampiro, pero era la primera vez que un hombre mayor la miraba como si quiera comérsela.
--- Es mi trabajo, averiguar cosas. --- dijo el vampiro.
--- ¿Que clase de cosas? --- volvió a preguntar Zohar-
--- Cosas que otros esperan encontrar… ¿Tu tienes algo que encontrar? --- pregunto el vampiro, Zohar se quedo pensando pues parecía que ese sujeto sabia mucho mas de lo que ella pensaba, aun así ella negó con la cabeza.
--- Piénsalo bien… ¿No hay nadie que haya desaparecido en estos años?… tal vez esto ayude a tu memoria. --- dijo el vampiro y saco de su cartera una fotografía de otra chica, era Tamara. La hermana mayor de Zohar, la que desapareció 2 años antes.
--- ¿Cómo…? --- Zohar no pudo ni terminar la pregunta.
--- Te lo contare si tú me dices  todo lo que sepas… sobre la orden de sangre. --- dijo el vampiro, Zohar estaba por hablar pero recordó el código de honor de la orden, ”Jamás revelar su existencia
--- ¿Por qué es importante para ti? ¿Para quien trabajas? --- pregunto Zohar.
--- Mi jefe esta interesado en ellos, con tu padre más que nada. --- respondió el vampiro
--- ¿Qué quieren de el? --- le pregunto Zohar, el vampiro se empezó a reír de ella.
--- Preocúpate más por lo que quiero de ti. --- le dijo con un tono siniestro, Zohar intento correr pero el vampiro la atrapo y la mordió en el cuello, haciéndola gritar de dolor.
Por su parte, Deán fue a la agencia de protección de animales para investigar sobre el supuesto perro negro que había visto la victima, lo atendió una joven muy bonita por o que se paso casi 2 horas en dicha oficina. Sam esperaba en el auto, leyó un poco en internet sobre los perros y luego intento llamar a Jeff, pues con tantas aventuras en esa semana se le había olvidado llamar a su hermano, esperaba que el chico no se sintiera olvidado por eso, aun que ninguna de las llamadas fue contestada por su hermano, así que supuso que estaba en clases y dejo de llamarle, al rato subió Deán al coche otra vez.

--- ¿Y bien? --- pregunto Sam

--- El nombre de la secretaria es Carly… Tiene 23 años, hace cayac y son auténticas. --- comento Deán con gracia, Sam sonrió un segundo y luego negó con la cabeza.

--- No se te habrá olvidado preguntarle... si ha visto algún perro negro últimamente, ¿no? --- le pregunto Sam con ironía, Deán le arrojo un folder encima.

--- Son todas las llamadas de quejas de esta semana, sobre un perro negro y grande.... Hay 19 llamadas en total. Y... no sé qué es esta cosa. --- dijo y le dio a Sam una pequeña tarjeta.

--- ¿Te refieres al Myspace de Carly? --- pregunto Sam entre risas, si que su hermano estaba bastante oxidado con los temas modernos.

--- Sí, MySpace. ¿Qué es eso? ---- volvió a preguntar Deán, pero Sam continuaba riéndose a carcajadas.  --- En serio, ¿es algún tipo de página porno? --- pregunto Deán, Sam no le respondió nada al respecto.

Así que los hermanos Winchester empezaron a rastrear todas las llamadas del supuesto perro, Sam llamo a alagunas casas y se entero de que su problema estaba solucionado, de que todo había sido por el perro del  vecino o por algún perro callejero que ya habría sido atrapado por la perrera. Cuando solo quedaban unas 5 direcciones que revisar, Deán decidió hacerles visitas personales a sus casas y la primera de ellas fue la de una famosa doctora del pueblo.

--- Buenas tardes, señora…. Venimos de control de Animales. --- dijo Deán apenas le habían abierto la puerta del lugar.

--- Ya vino alguien ayer. --- comento la mujer que les abrió.

--- Oh, sólo estamos haciendo seguimiento… Buscamos a la Dra. Sylvia Pearlman. --- dijo Deán, la mujer asintió y los dejos pasar a ambos a la casa.

--- La Dra... Bueno, ella... No sé exactamente cuando volverá, se fue hace dos días. --- les dijo la mujer.

--- Muy bien y... ¿Usted es...? --- pregunto Deán.

--- Soy su ama de llaves. --- dijo la mujer con orgullo.

--- ¿Y a donde se fue la doctora? --- pregunto Sam

--- No estoy segura. Simplemente hizo las maletas y no dijo a dónde iba… Aquel perro perdido,
¿Lo encontraron por fin? --- les pregunto.

--- Todavía no… ¿oiga? Usted no llegó a ver al perro, ¿verdad? --- le pregunto Deán, aun que estaba realmente seguro de que así era.

--- Bueno, no… Ni siquiera llegué a oírlo. Estaba empezando a pensar que la doctora estaba imaginando cosas, pero ella no es así, así que…

--- ¿Sabe?, leí que es cirujana en jefe del hospital… Ella debe tener... ¿Cuántos? ¿42-43? Es muy joven para ese puesto. --- comento Deán.

--- Es la más joven en la historia del hospital… Sí, consiguió el puesto hace 10 años. --- les dijo la mujer, los hermanos se miraron el uno al otro nuevamente.

--- Éxito inmediato hace 10 años. --- murmuro Sam con una sonrisa nerviosa.

--- Sí, conozco a alguien igual. --- le dijo Deán, entonces noto algo realmente pelicular sobre la chimenea de la mujer, así que se acerco para tomar una fotografía. ---  Sam, mira esto. --- le dijo a su hermano y le mostro la foto, en ella estaba la doctora con unos amigos, frente a un letrero de bar, con el nombre de Lloyd's… el mismo bar que visitaba la primera victima, ahora todo estaba un poco mas claro para ellos, lo que fuera todo ese asunto, empezó en ese bar.

El problema fue que todo estaba empeorando, pues la doctora se encontraba a 4 estados mas halla de su hogar ya que el perro negro, estaba asechándola con sus temibles ladridos. Cansada de escucharlo, se tiro bajo la cama y se tapo los oídos, así paso un rato hasta que el encargado del motel fue a llamar a su puerta.

--- ¿Señora Pearlman? Llevo horas llamándola… Tiene que desocupar la habitación o pagarme otra noche. --- dijo el hombre desde atrás de la puerta, la mujer se levanto y tomo su cartera, luego le abrió la puerta.

--- De acuerdo, no hay problema. --- le dijo ella y le dio el dinero al encargado, observando que su cara estaba toda descuartizada. Así que la doctora le cerró la puerta en la cara y regreso a su escondite, debajo de la cama.

Los chicos Winchester fueron en búsqueda del Bar Lloyd's, resultando que el dichoso lugar estaba en el crucero del pueblo de Greenwood y el pueblo de Rosedale. El sitio estaba casi en ruinas, el bar de madera se estaba cayendo a pedazos y todo su alrededor no eran mas que plantas secas y tierra, solo había unas flores amarillas con mucha vida en el centro de todo

---  Es extraño. --- murmuro Deán, parándose en seco para mirar lo que tenia a su alrededor.

---  ¿Qué cosa? --- pregunto Sam-

---  ¿Crees que alguien planto esas? --- pregunto Deán, señalando las únicas flores vivas que había en al menos 50 metros del lugar.

--- ¿En medio de esas hierbas? --- pregunto Sam con ironía, hasta ahora notaba la rareza de la presencia de esas flores en ese lugar.

--- Son... ¿Cómo se llaman? --- pregunto Deán, no podía recordar el nombre de las flores pero para eso estaba Sam, que era como una enciclopedia andante.

--- Artemisas. --- respondió Sam

--- Se usan en ciertos rituales, ¿verdad? --- volvió a preguntar Deán.

--- Sí, en rituales de invocación. ---- completo Sam

--- Entonces, dos personas consiguen el éxito de repente hace unos diez años, en la misma época en la que solían ir a Lloyd's. --- empezó a recapitular Deán.

--- Donde casualmente hay un crucero… ¿Tu qué crees? --- pregunto Sam

--- Vamos a ver – dijo Deán, así que ambos empezaron a caminar por el sitio, tratando de ubicar el centro de todo.

--- Este parece ser el centro. --- Dijo Deán, parándose sobre una especie de rombo de tierra que formaban los caminos de los dos pueblos, luego se agacho para meter su mano entre la tierra y encontró algo enterrado. --- Lotería. --- exclamo Deán y saco una caja de fierro negra, Sam tomo dicha caja y la abrió, Deán saco todo lo que había dentro y lo miro con curiosidad.

--- Apuesto que es tierra de cementerio y un hueso de gato negro. --- dijo Sam, su hermano mayor volvió a arrojar todo hacia la caja, se sentía realmente asqueroso por haber tocado esas cosas.

--- Un trabajo serio, con la marca especial del vudú. --- dijo Deán.

--- Para convocar a un demonio. --- agrego Sam

--- No sólo para invocarlo… Los cruceros son para hacer pactos, esa gente está haciendo tratos con demonios… Eso nunca termina bien. ---- aseguro Deán.

--- Todos han visto perros... pero no perros negros, están viendo cancerberos… Perros del Infierno. --- agrego Sam

--- Y quien sea el demonio, ha vuelto a cobrar… Y esa doctora, la que está corriendo, no lo hace rápido. --- Volvió a asegurar Deán.

En efecto, la teoría de los Winchester era verdad pues la Doctora continuaba escondida en su habitación de motel. De pronto el perro del infierno, el mismo que era invisible a la vista humana salto por su ventana, rasgando la ropa de la mujer para después atraparla por una pierna y desgarrarla hasta morir.

Rosedale, Mississippi
1930
Robert Johnson, un cantante local (mismo que después se convirtiera en famoso) se encontraba en el centro del crucero, el enterró la caja de metal negra con su fotografía y todos los materiales necesarios, de pronto una mujer de vestido blanco y piel de color apareció frente a el.

--- Santo. --- murmuro el hombre, claramente sorprendido.

--- ¿Santo? Prueba otra vez. --- dijo la mujer con una temible sonrisa y mostrando sus ojos rojos, eso basto para que Robert  fuera directo al punto.

--- Quiero tocar la guitarra, quiero que me conviertas en el mejor  músico de blues que jamás haya vivido. --- pidió el hombre.

--- Si eso es lo que quieres. --- dijo ella.

--- Entonces, ¿cómo lo hacemos? ¿Tenemos un trato? --- le pregunto dudoso,  ella se le acerco, lo beso en la boca y luego desapareció en el aire.

2006
---  Esto es como la leyenda  de Robert Johnson, ¿no? De que el vendió su alma en un crucero como este. --- dijo Sam

---  Sólo que no es una leyenda, ¿conoces su música? --- pregunto Deán, Sam negó con la cabeza pues conocía la historia por boca de su padre, no por interés a su música. --- ¿No conoces las canciones de Robert Johnson? Sam, hay referencias al ocultismo en todas ellas ¿Como "Crossroad blues"?, ¿"Me and the Devil blues"?, ¿"Hellhound on my trail"?... La historia dice que se ahogó en su propia sangre… Estaba alucinando y murmurando sobre perros negros. ---- conto Deán.

--- Y ahora está pasando de nuevo… Hay que averiguar si alguien más ha hecho ese tipo de pactos por aquí. --- dijo Sam

---  ¿Y corregir sus estupideces? Por que ellos sabían lo que hacían, nadie les puso un arma en la nuca y los obligo a hacerlo. --- comento Deán molesto por tanta irresponsabilidad de las personas.

--- ¿Entonces qué? ¿Simplemente vamos a dejarlos morir? --- pregunto Sam con ironía pero a Deán pareció agradarle la idea.
---  Si alguien salta en un barril a las cataratas del Niágara, ¿saltarías para salvarlo? --- pregunto Deán, aun con ironía.

--- Deán --- se quejo Sam, no le gustaba para nada cuando su hermano se ponía en ese plan de insensible, lo hacia parecer una especie soldado frio y atormentado.

---  Esta  bien. --- dijo Deán resignado, estaba seguro de que Sam no le dejaría hacer lo que el quería, no con la vida de esas personas en juego. --- En un ritual así tienes que poner tu foto en amarre, ¿no es así? ---- pregunto Deán, abrió la caja y saco una fotografía de un hombre de color. --- Entonces, este señor es quien convoco a esa cosa... iré a ver si alguien lo conoce, si es que sigue vivo. --- agrego Deán y se fue hacia al bar.

Deán obtuvo la información del hombre de la fotografía y se fueron a buscarlo a su casa, que era un edificio de apartamentos en ruinas.

--- ¿Cómo se llama este señor? --- pregunto Sam, mientras subían las viejas y crujientes escaleras de madera.

--- George Darrow, era un cliente bastante habitual de Lloyd's… Su casa... no es lo mejor del vecindario, ¿verdad? --- se pregunto Deán entre risas.

--- Sí, no sabemos cual fue el trato que hizo. --- agrego Sam

--- No fue por dinero… O, quién sabe... tal vez ese lugar esté lleno de chicas usando bikinis. --- volvió a decir aun entre risas, lo cierto era que estaba molesto y nervioso y eso era algo que Sam podía notar a primera vista, aun que de todas formas se rio de se ultimo comentario.

---  Puede ser... El tiene una gran factura vencida, espero que almenas se haya divertido. --- dijo Deán.

--- Mira eso. --- dijo Sam, parándose en seco frente a una puerta y señalando el marco de la puerta, que estaba lleno de un polvo extraño-

--- ¿Qué es? ¿Pimienta? --- pregunto Deán, tocando la textura del polvo. En ese momento se abrió la puerta y salió el hombre de la fotografía.

--- ¿Quién demonios son ustedes? --- les pregunto con rudeza.

--- ¿George Darrow? --- pregunto Sam

--- No voy a comprar nada. --- les dijo el hombre.

--- Me parece que se confundió de ingrediente aquí… Normalmente, cuando no quieres dejar entrar a algo maligno, usas sal. --- indico Deán con una sonrisa sínica en el rostro.

---  No sé de qué están hablando. --- dijo el hombre, aun que claro que estaba mintiendo pues el repentino temblor de su cuerpo lo delato.

--- De esto. --- dijo Deán, mostrándole su foto.  --- Dígame, ¿no ha visto al cancerbero? --- le pregunto.
--- Señor, queremos ayudar, por favor… Sólo 5 minutos. --- Pidió Sam, el hombre realmente lo pensó pero al final dejo pasar a los hermanos a su casa.

--- Y... ¿Qué es esa cosa en la puerta? --- pregunto Deán.

--- Tierra de tumba... Chicos, ¿creen que saben algo de esto,  pero no saben de la tierra de tumba? --- les pregunto el hombre con ironía y riéndose de ellos.

--- Bueno, ya sabe, conocemos un poco de muchas cosas… Lo suficiente para  hacernos peligrosos. --- le aseguro Deán.

--- ¿Qué es eso?. --- pregunto Sam, aun por la tierra.

--- Vudú… Mi abuela me lo enseñó, mantiene alejados a los demonios. --- dijo el hombre y le arrojo a Sam una bolsa que contenía mas tierra de tumba en su interior.

--- Nosotros sabemos de demonios. --- murmuro Deán

--- Bueno, entonces, consérvala… Tal vez le den algún uso. --- les dijo el señor, Sam guardo el costalito en su bolsillo.

---  Sr. Darrow, sabemos que tiene problemas. --- empezó a decir Sam

--- A los que usted se metió. --- agrego Deán hipócritamente, así que Sam solo lo miro con enojo por un segundo antes de regresar su atención al hombre.

--- Pero no es irremediable, ¿de acuerdo? Debe haber algo que podamos hacer. --- aseguro Sam

--- Escuchen, entiendo que  quieran ayudar. Pero... a veces una persona hace la cama y otros vienen y se acuestan en ella… yo fui quien llamo al demonio para empezar. --- les dijo el hombre, el estaba consciente de su responsabilidad en el asunto y estaba mas que resignado a seguir el camino que decidió desde un inicio.

--- ¿Para qué lo hizo? --- pregunto Deán.

---  Yo era débil… ¿Quién no quiere ser importante? ¿Quién no quiere que su vida signifique algo? Yo sólo... nunca pensé en el precio. ---- murmuro el hombre.

--- ¿Valió la pena? --- volvió a preguntar Deán, necesitaba entender que era o suficientemente grande como para que una persona entregara su alma al infierno.

--- Claro que no… Por supuesto, pedí talento… Debería haber pedido fama… Y sigo quebrado... y solo… Sólo tengo ese montón de pinturas que nadie quiere, pero eso no fue lo peor. --- decía el hombre, llenando su voz de consternación.

--- Continúe. --- pidió Sam

--- El demonio no se fue… Jamás conté con eso…. Después de hacer el trato, esa maldita cosa permaneció en Lloyd's durante una semana, charlando, haciendo más pactos… Traté de advertirles, pero... ¿quién iba a escuchar a un viejo borracho? --- les dijo el señor.

--- ¿Cuántos más lo hicieron? --- le preguntaron

---  Un arquitecto, esa doctora… He estado al día, han salido en los periódicos. Al menos ellos fueron famosos. --- les respondió.

--- ¿Qué más George? Vamos, piense. --- le pidió Deán, el hombre asintió levemente.

--- Uno más… Un buen sujeto… Hudson, Evan, creo… No sé lo que pidió… Pero ya no importa... se acabo. --- aseguro el señor y empezó a caminar hacia un cuadro que estaba pintando.

--- No, no, tiene que haber una salida.. --- dijo Sam desesperado, se negaba a creer que no podía salvar a esas personas, de que no podía salvar sus almas del peor de los tormentos.

--- ¡No lo entiendes! No quiero una salida. --- grito el hombre.

--- Mire, no tiene que. --- Sam estaba por darle uno de sus discursos ser la importancia de la vida, pero el señor no lo dejo.

--- Miren, ¡yo llamé a esa cosa! Me lo causé yo mismo y a ellos también... Iré al infierno, de todos modos… Lo único que quiero es terminar mi última pintura, un día o dos, y se acabo... Sólo trato de detenerlo hasta entonces… darme tiempo. --- les dijo el hombre, los hermanos se miraron el uno al otro en busca de una solución. ----  Bien, se les acabo el tiempo… Vayan a ayudar a alguien que quiera ayuda. --- les dijo el señor.

--- Pero no podemos… --- repitió Sam

--- ¡Largo! Tengo trabajo que hacer. --- les grito el hombre y les abrió la puerta de su casa para que se fueran de una vez.

--- Usted no quiere morir. --- le dijo Sam una vez que había salido de la casa.

--- No quiero… Estoy muy cansado. --- les dijo el hombre compungido, fue cuando los hermanos pudieron notar la resignación a la muerte que tenían los ojos del señor, no podían hacer nada por alguien que no quería ser salvado, así que se fueron.

La hora de la cena llego en la mansión de los vampiros y fue el mismísimo secuestrador y torturador de Zohar quien llego a la habitación de Jeff y lo saco arrastras para que bajara al comedor.

--- ¿Tu quien eres? --- pregunto Jeff
.
--- No tengo porque decirte eso mocoso… solo estoy haciendo mi trabajo para el rey--- le dijo el vampiro.

---  ¿El rey? ¿De los vampiros? --- pregunto Jeff alucinado, claro tenia que ser eso pues solo así se explicaba tanto lujo en un vampiro. El desconocido  no le respondió, solo uso su velocidad lo bajo hasta el comedor y lo sentó bruscamente sobre una de las sillas de madera.

--- Auu… Eres un idiota y te odio, prometo que vas a pagar por esto. --- le decía Jeff pero el vampiro estaba burlándose de el. A los pocos segundos llego Russell a la mesa, el se estaba acomodando la bragueta del pantalón.

--- Lamento hacerlos esperar… el deber de un esposo nunca termina. --- dijo orgulloso, Jeff hizo una mueca de asco pues no quería ni imaginarse lo que el sucio vampiro estuvo haciendo con Talbot antes de llegar. Así que el otro vampiro le abrió la silla a su amo y lo dejo sentarse, luego se fue.

--- Ahora, dime… ¿Que eres? --- pregunto Russell con interés y mirando a Jeff de un lado a otro.

--- Un estudiante. --- murmuro Jeff.

---- Si claro… Y yo soy María de Rumania. --- dijo el vampiro con ironía. --- Soy un hombre bastante paciente jovencito, algo muy simple para un ser inmortal pero…mi paciencia no es ilimitada. --- Amenazo el vampiro, Jeff trago saliva porque tenia miedo de lo que pudiera pasa, estaba solo así que solo podía hacerlo que mejor hacia en su vida… pensar y así lo hizo durante un buen tiempo, hasta que noto que el vampiro se movía de su asiento.

--- ¿No hace mucho calor para ese fuego? --- pregunto Jeff al ver que Russell estaba prendiendo la chimenea de junto.

--- Supongo que si, me encanta ver el fuego… hace ver todo mas… dramático… ahora, es tiempo de que conteste mis dudas jovencito. --- exigió Russell, volviéndose a sentar.

--- Bien, tengo preguntas para usted también. --- dijo Jeff, tratando de sonar muy calmado.

--- Cariño, hay una frágil línea entre valioso y lunático… no creo que estés en posición de negociar niñito. --- dijo Russell entre risas.

--- ¿Esta seguro? --- pregunto Jeff desafiante.

--- Ho, esto se pone interesante. --- murmuro Russell con interés, le empezaba a agradar la idea del chico, después de todo no tenia nada que ocultar.

--- Yo contesto una de sus preguntas y usted una de las mías. --- propuso Jeff, Russell asintió.

--- ¿Quien empieza? --- pregunto Russell, Jeff ni se molesto en responder a eso, simplemente fue directo a su primera pregunta.

--- ¿Es el rey de todos los vampiros? --- pregunto Jeff con interés, Russell soltó una carcajada.

--- Ni pensarlo querido, soy apenas el rey de Mississippi. --- respondió

--- ¿Tiene una corona? --- volvió a preguntar Jeff.

--- De hecho varias. --- dijo Russell con orgullo e incluso giño un ojo. --- Son dos preguntas… mi turno…entonces, ¿que eres? Definitivamente humano, pero según lo que se… no siempre fue de ese modo, ¿Qué te ha pasado? --- pregunto el vampiro, Jeff se encogió de hombros.

--- No me obligues a forzarte a contestar. --- amenazo Russell al ver que Jeff no respondía nada.

--- No se lo que me paso, yo… estaba en la boca del infierno, en Mystic Falls… hubo una batalla, muchos vampiros fueron liberados de algún lugar… el infierno o yo que se… pero cuando se cerro el portal, me volví humano… mis poderes se fueron y… yo no se porque, nunca supe porque tenia poderes… se lo juro. 

--- decía Jeff desesperado, Russell pudo notar que estaba siendo completamente sincero con el. En ese momento llego Talbot, que había escuchado la última parte de la conversación.

--- Hay cariño, enserio no estas enterado de nada. --- dijo Talbot y tomo su lugar en la mesa, Jeff se estremeció un poco pues había algo en ese vampiro, algo que le hacia sentirse extraño.

Esa misma noche, el último de los sujetos que había hecho un pacto con el demonio comenzó a escuchar los ladridos del cancerbero en la calle, así que se asomo por la ventana y no vio nada.

--- ¿Evan? ¿Estás espiando a los vecinos? --- pregunto su esposa, quien iba entrando a la oficina y se extraño de verlo asomando la cabeza por la ventana.

--- No... Creí haber oído algo en el patio pero no es nada… ¿Lista para irte? --- le pregunto el hombre, el estaba seguro de que su muerte seria en esa semana, así que le había pedido con anterioridad a su esposa que se fuera de viaje unos días.

--- ¿Sabes? Si no te conociera, diría que quieres que me vaya de la casa. --- le dijo la mujer con una sonrisa, pero realmente estaba extrañada por tanta insistencia de su marido para que se fuera del lugar.

--- ¡Claro que no! Es que... tú... Apenas has visto a tu hermana desde que tuvo al bebé. --- se excuso el señor.

--- ¿Qué vas a hacer el fin de semana? --- le pregunto ella.

--- No mucho, tengo algunas cuentas que pagar… Ven aquí. --- así que Evan jalo a su mujer hacia el, la beso y luego la abrazo muy fuerte-

--- Te extrañare. --- le murmuro al oído, lo cierto es que estaba seguro de que esa era su despedida, de que jamás volvería a verla.

--- Más te vale. --- le dijo ella sonriente.

--- ¿Sabes que te amo, verdad? Para siempre. --- dijo el hombre con los ojos vidriosos.

--- Claro... Evan, ¿estás bien? --- pregunto ella, extrañada por la reacción que estaba teniendo su marido en esos momentos.

--- Si... sí, estoy bien… Tienes que irte. --- le pidió el hombre y casi la impulso para que empezara a caminar hacia la salida.

--- Te llamaré cuando llegue. --- le dijo ella, el hombre solo asintió y se giro hacia su escritorio para ocultar sus lagrimas. --- Oye, querido... Yo también te amo. --- se escucho decir a la mujer, Evan se giro nuevamente para responderle algo pero al ver una cara espectral en descuartizada en su amada, se quedo callado.

Al poco rato llegaron los hermanos Winchester a la casa de Evan, el estaba aun en su oficina pero cuando escucho el timbre corrió para abrir, ya que esperaba a otra visita… la de la muerte.

--- ¿Sí? ---- pregunto extrañado, pues no conocía a ninguno de los dos jóvenes que tenia enfrente de el.

--- ¿Evan Hudson? --- le pregunto Sam, el hombre asintió con nervios.

--- ¿Estuvo en un bar llamado Lloyd's? Hace unos diez años. --- le cuestiono Deán, el hombre palideció en un instante y les cerro la puerta en la cara.

--- ¡Vamos, no somos demonios! ---- grito Deán pero no funciono para que le abrieran la puerta otra vez.

--- ¿Otra brillante idea? --- le Sam con ironía, Deán lo miro con incredulidad y rompió la puerta de una patada. Así que los dos hermanos entraron a la casa y caminaron por todo el sitio, hasta llegar a la oficina de Evan, Deán estaba por romperle la puerta de una patada pero Sam no lo dejo, pues había notado que estaba abierto, así que entraron.

--- ¡Por favor! ¡No me hagan daño! ---- empezó a gritar el hombre con miedo.

--- No le haremos daño… Estamos aquí para ayudarlo. --- dijo Sam

--- Sabemos todo sobre el pacto que hiciste. --- agrego Deán.

--- ¡¿Qué?! ¿Cómo? ---- les pregunto el hombre consternado, se suponía que todo esa quedaba entre el y el demonio solamente.

--- No importa… Lo que importa es que estamos intentando detenerlo. ---- agrego Sam
--- ¿Cómo sé que no están mintiendo? --- pregunto el hombre.

--- No lo sabes… Pero te estás quedando sin opciones, amigo. --- le dijo Deán, no se podía creer que un hombre condenado a muerte se pusiera tan desconfiado cuando le ofrecían ayuda.

--- ¿Pueden detenerlo? --- pregunto Evan.

--- No lo sabemos, pero lo intentaremos. --- dijo Sam

--- No quiero morir. --- murmuro el hombre con mucha culpa y preocupación.

--- Claro que no, no ahora. --- dijo Deán lleno de ironía y desprecio.

--- Deán, basta. --- le grito Sam, estaba bastante cansado de toda esa actitud ruda y agresiva que su hermano demostraba con las personas últimamente.

--- ¿Qué fue lo que pidió Evan? ¿Nunca necesitar Vriagra, hacer el juego perfecto? --- le pregunto Deán con ironía.

--- A mi esposa. --- murmuro Evan.

--- Jajaja… Claro, conseguir a la chica y eso vale un viaje al infierno. --- dijo Deán, aun lleno de ironía y desprecio.

--- Deán, ya basta. --- volvió a repetir Sam

--- ¡No! Tiene razón, yo hice el pacto… Nadie me torció el brazo. Aquella... mujer... O lo que haya sido en el bar, dijo que podría tener todo lo que quisiera… Al principio creí que estaba loca, pero... No sé... Estaba desesperado. ---- comento Evan.

--- ¿Desesperado? --- pregunto Sam interesado, esa no era una palabra común.

--- Julie moría. ---- dijo Evan, aquello pareció hacer un nudo en la garganta de Deán pues se le acerco y lo miro mucho mas tranquilo.

--- ¿Lo hiciste para salvarla? --- pregunto Deán

--- Tenía cáncer, pararon el tratamiento… La iban a trasladar a un hospicio, solo repetían... "Cuestión de días". Así que sí, hice el pacto y lo haría de nuevo… Moriría por ella sin pensarlo. --- dijo el hombre, pero para Deán toda esa historia significaba algo mas, algo en su vida propia, algo que había pensado antes pero no quería reconocer.

--- ¿Pensó en ella al hacerlo? ---- le cuestiono Deán.

--- Hice esto por ella. --- aseguro Evan.

--- ¿Esta seguro de eso? Creo que lo hizo por usted... Así no tendría que vivir sin ella. Pero, ahora ella va  a tener que vivir sin usted… ¿Y si ella supiera lo que le costo? ¿Si ella supiera que le ha costado su alma? ¿Cómo cree que se sentiría? --- pregunto Deán enojada, ahí Sam pudo entenderlo todo así que se acerco y puso su mano sobre la espalda de su hermano.

--- Bien, ya basta…. Evan... Siéntese, ¿de acuerdo? Vamos a resolver esto. --- le dijo Sam y saco a Deán al pasillo de la oficina.

--- ¿Estás bien? --- pregunto Sam a su hermano.

--- Si yo estoy bien, oye tengo una idea… Tú usa el vudú de George con el perro del infierno. Mantenlo alejado de Evan todo el tiempo que puedas… Iré al crucero a convocar al demonio. --- sugirió Deán.

--- ¿Convocar?... ¿Estás loco? --- pregunto Sam alucinado por semejante idea.

--- Tal vez  un poco… Le pondré una trampa. Puedo exorcizarlo, puedo ganar tiempo hasta que encontremos algo más permanente. --- aseguro Deán.

--- Si, pero ¿cuánto tiempo? --- le pregunto Sam consternado.

--- No sé, un poco… no es fácil que esas cosas salgan del infierno a la luz del sol. --- aseguro Deán.

--- No, ni hablar. --- le grito Sam, esa idea era bastante arriesgada y no se podía dar el lujo de mandar a su hermano solo y sin apoyo a enfrentarse con un demonio.

--- No puedes decir que no, a menos que tengas una mejor idea. --- le reprocho Deán.

--- Deán puedes irte olvidando de esa idea, porque no voy a dejarte invocar a ese demonio. --- le dijo Sam aun molesto.

--- ¿Por qué no? --- le pregunto Deán desafiante.

--- Porque no me gusta cómo está tu cabeza ahora, por eso no. --- le dijo Sam

--- ¿De qué estás hablando? --- pregunto Deán molesto.

--- Te he visto muy tenso desde que encontramos ese crucero y yo se porque. --- agrego Sam

--- No tenemos tiempo para esto. --- murmuro Deán con un bufido y empezó a caminar por el pasillo.

--- Papá. --- grito Sam, eso hizo que su hermano se girara para verlo nuevamente. --- Piensas que tal vez papá hizo uno de estos pactos, ¿verdad?, yo lo he pensando y estoy seguro de que tú también lo has pensando. --- le dijo Sam

--- Encaja, ¿no? Estoy vivo, papá está muerto... El demonio de los ojos amarillos estuvo ahí… ¿Y si lo hizo? ¿Y si hizo un pacto? Mi vida por su alma. ---- dijo Deán con una sonrisa triste, esa idea le había pasado por la cabeza desde el día que su padre murió, pero jamás había tenido el valor de decirlo o de aceptarlo… no hasta ahora.

Sam sabía que su hermano se estaría culpando en el interior pero no sabia que decir para que eso no pasara, no sabia que decir para que todo mejorara.

--- Creo que escuche al perro, está afuera. --- grito Evan desde la oficina.

--- Sólo mantenlo vivo, ¿oíste? --- dijo Deán a Sam, cortando su anterior conversación y salió corriendo por el pasillo.

--- ¡Deán! ---- le grito Sam en un intentó de detenerlo.

--- ¡Ve! ---- le grito Deán a su hermano y salió de la casa, no sabia exactamente cual era el plan pero lo descubriría a medida que avanzara el camino.

Mientras tanto, en la mansión de los vampiros… los meseros empezaron a servir la comida a todos, Jeff estaba renuente a comer pero ya habían pasado muchas horas desde la ultima vez que probo bocado, así que termino por comer de forma aborazada.
 --- Tranquilo cariño, parece que estas teniendo sexo oral con algún perro callejero. --- dijo Talbot, Jeff dejo de comer y lo miro con odio.
--- Talbot, no necesitas decir todo lo que piensas… no enfrente del niño. --- le reprocho Russell.
--- Entonces, ¿Por qué me trajeron aquí? --- pregunto Jeff, dejando caer sus cubiertos sobre la mesa para dejar claro su punto.
--- Según cierta profecía… tú eres el elegido, el único niño nacido de una madre vampiro y un padre humano… un milagro sobrenatural que esta destinado a ser nuestra destrucción o a ser nuestra salvación… pues yo voto por la segunda opción. --- comento Russell, esa era una parte de la leyenda que Jeff apenas había conocido, era algo similar a lo que Fe (la cazadora malvada) le dijo alguna vez.
 --- No soy lo que esta buscando… ya le dije que no soy el elegido y… no tengo interés de ser nombrado rey de los vampiros o algo parecido. --- dijo Jeff molesto.
--- Pobre Zohar, es una lastima que ella pague el precio de tu obstinación. --- dijo Russell, Jeff se puso pálido, no podía dejar que alguien mas muriera por el.
--- Déjela fuera de esto. --- dijo entre dientes, se levanto y dejo caer su silla a sus espaldas. Russell también se levanto y en velocidad de vampiro le hizo frente.
--- Estas en mi casa jovencito, mejor guarda esos sumos y vuelve a sentarte. --- le ordeno con un ton aterrador, Jeff lo miro con odio pero obedeció.
--- Ella es inocente. --- murmuro el niño.
--- Sabemos que la amas y por como me miras… se que eres capaz de matar por ella. --- aseguro Russell entre risas.
--- Que romántico. --- dijo Talbot en medio de un suspiro, Jeff estaba por responderle algo cuando alguien mas llego a la habitación… era Nicky,
--- No es romántico… es una tontería. --- dijo ella y dejo ver sus colmillos, Jeff estaba tan confundido ¿Cuándo fue que su amiga la nerd se convirtió en aquella joven tan sexy? ¿Cuándo de convirtió en vampiro?
--- Jajaja Carmel, querida. --- se rio Russell, eso confundió aun mas Jeff ¿Por qué le estaba llamando Carmel a Nicky?
--- Que suerte, vine justo a tiempo para el postre. --- dijo ella y se lamio los labios al mirar a Jeff, quería probar su sangre.
--- ¿Nicky? --- pregunto Jeff dudoso, la vampira se burlo de el.
--- Vaya que eres tonto… Nicky ya no esta aquí, digamos que… me ha prestado un rato su cuerpo, aun que… sigo preguntándome ¿Dónde guardaba todo esto? --- pregunto Carmel, tocándose de forma apasionada los pechos.
Jeff estaba tan confundido, todo lo que creía  hasta esos momentos se había ido por la borda, la chica mas tímida de la escuela estaba poseída por una zorra vampiro, ¿es que no podía confiar en nadie más? Así que Jeff se levanto y arrojo sobre la mesa una vela que estaba sobre la chimenea, el fuego consumió parte del mantel blanco pero entonces llegaron los guardias y apagaron el fuego con agua.
--- Ese tapiz que quemaste fue un regalo del señor de Glyndyfrdwy en 1387. --- le reprocho Talbot al niño.
--- Encontraremos el modo de restaurarlo… o pondremos una planta o dos para cubrirlo. --- dijo Russell para calmar los nervios de su enfadado esposo. --- Ahora si no es mucha molestia… déjenme a solas con el niño, necesitamos unos minutos para calmarnos. --- pidió Russell, así que todos se fueron de la sala.
--- ¿Sabes? Escuche muchas cosas sobre ti Jeff… pero que fueras tan malcriado no fue una de ellas… como sea, me agrada… tu me agradas… por eso quiero que vengas a vivir aquí… conmigo, que seas parte de mi familia… no importa que ya no tengas poderes, seguro que encontraremos una solución… podrías ser mi profeta, mi mano derecha. --- dijo Russell.
--- ¿Y si digo que no? --- pregunto Jeff, Russell se encogió de hombros.
--- Bueno… no me dejarías mas opción que terminar contigo y tu familia… no podría dejar que nadie se enterara de que exististe y de que te deje ir. --- dijo Russell.
--- Yo… yo jamás me uniría a ustedes. --- le dijo Jeff muy decidido, todo aquello iba en contra de todo lo que había creído, de todo lo que sus padres le habían inculcado y el simple hecho de pensarlo era como deshonrar la memoria de John Winchester.
--- Vamos a descansar un poco… piensa en mi oferta antes de que sea tarde. ---- le pidió Russell y se fue, al poco rato llego un guardia para escoltar a Jeff a su propia habitación.
Mientras tanto, Deán regreso al crucero para convocar al demonio, primero coloco las trampas del diablo en lugares específicos y después desenterró nuevamente la caja de fierro negra y cambio la fotografía que había dentro por la de su propia licencia. En segundos se sintió una ráfaga de aire fría y una joven  de vestido negro apareció ante el.

--- Y... ¿Qué trae a alguien como tu a un lugar como éste? --- pregunto ella, Deán la miro expectante por un segundo. --- ¿Me llamaste?

--- Veo que funciono. --- respondió Deán con una sonrisa.

--- ¿La primera vez? --- le pregunto ella entre risas.

--- Yo diría que sí. --- murmuro Deán.

--- Oh, vamos... No seas tan modesto… Sé todo sobre ti, Deán Winchester. --- exclamo ella con orgullo y sus ojos cambiaron repentinamente a un color rojo intenso.

--- ¿Entonces sabes quién soy? --- le pregunto Deán.

--- Recibí el boletín. --- dijo ella.

--- Bien, no me mantengas en suspenso. ¿Qué has oído? ---- volvió a preguntarle Deán, lo cierto es que tenia curiosidad de saber que decía el infierno sobre ellos… tenia la esperanza de conseguir mas respuestas sobre su padre.

--- Bien... Oí decir que eras atractivo... pero estás pasable. --- dijo ella, lamiéndose los labios como si quisiera probar  los labios de Deán.  --- ¿Qué puedo hacer por ti, Deán? --- le pregunto.

--- Tal vez sea mejor que hablemos en mi auto… Es más privado. --- dijo Deán.

--- Eso suena bien --- respondió ella con una sonrisa, acaricio el pecho de Deán y continuo caminando, el detrás de ella.

Mientras tanto Sam aseguraba la oficina de Evan para evitar que el perro los tomara por sorpresa y entrara, vacio tierra de tumba en puertas y ventanas.

--- ¿Qué es esa cosa? --- pregunto Evan al verlo formar un circulo a su alrededor.

--- Tierra de tumba. ---- respondió Sam

--- ¿Hablas en serio? --- pregunto Evan incrédulo, ¿Cómo la simple tierra podría salvarlo de las garras de ese cancerbero?

--- Sí, me temo que sí… Oiga, puede creerme o no me creerme, como usted quiera... Pero pase lo que pase, quédese dentro del circulo ¿entiende? ---- le dijo Sam molesto y continuo haciendo el circulo y echando tierra por el lugar, hasta que esta se acabo por completo.

Mientras tanto Deán continuaba charlando con el demonio del crucero, había dejado su auto aparcado a una distancia considerable para tener el tiempo suficiente de obtener la respuesta que necesitaba.

--- Esperaba que pudiéramos hacer un pacto. --- dijo Deán.

--- Ese es mi trabajo. --- exclamo ella con orgullo.

--- Quiero que liberes a Evan Hudson de su contrato. --- pidió Deán.

--- Lo siento mucho, querido… Eso es innegociable. --- respondió ella.

--- Haré que valga la pena. --- aseguro Deán.

--- ¿Así? ¿Y qué cosa ofreces? --- pregunto interesada

--- A mí. --- respondió Deán, la mujer se paro en seco y lo miro con una sonrisa de satisfacción en el rostro.

--- Vaya, vaya, vaya... Sacrificarías tu vida por la de alguien más… Tal padre, tal hijo.---  dijo ella, Deán se quedo callado pues acababa de darle la respuesta que buscaba, pero también la que no quería escuchar.  --- Sabías del trato de tu padre, ¿verdad? Su vida por la tuya… No fui yo quien hizo el trato, pero...me habría gustado. --- dijo ella, Deán asintió y paso saliva por su garganta para calmarse a si mismo.

--- Después de ti.--- exclamo Deán y le abrió la puerta del impala.

--- Qué caballeroso.--- dijo ella y estuvo apunto de poner un pie dentro del auto cuando noto algo inusual, debajo del impala había algo pintado… era una trampa para demonios.

--- ¿Una trampa del diablo? Tiene que ser una broma.--- dijo ella molesta y se alejo del auto. --- Estúpido, estúpido… Debería hacerte pedazos. --- le decía ella.

--- ¿Podrás hacerlo? --- le pregunto Deán desafiante.

--- No… No lo creo… Yo no acabare con tu miseria. --- dijo ella.

--- ¿Por qué no? --- cuestiono Deán, ahora tenia que hacerlo necesario para que su plan B funcionara y retar a esa demonio era primordial.

--- Porque así sufres más… Es muy divertido de ver. Sabiendo cómo tu padre murió por ti, cómo vendió su alma. La verdad, eso debe doler, es en lo único que piensas… Despiertas y tu primer pensamiento es: "Ya no puedo seguir mas"... Estás lleno de dolor, tú lo amabas demasiado y es todo culpa tuya, lo arruinaste Deán… Te podría haber dado lo que quieres. --- le aseguro la demonio.

--- ¿Y que quiero? --- pregunto Deán expectante.

--- Tu padre… Podría haberlo traído de vuelta… Tú te lo pierdes, nos vemos Deán… que tengas una larga vida. --- dijo la mujer, se dio la vuelta y empezó a caminar. Deán por su parte se quedo pensativo por un segundo, tenia la oportunidad de regresar a su padre… de corregirlo todo ¿Qué se suponía que debía hacer con eso?

--- Espera. --- le grito Deán, la mujer sonrió y se giro para verlo con su cara de tristeza y amargura pura.

--- Tienes suerte que tenga debilidad por los cachorritos de caras tristes… No te puedo dejar así… Además, no me llamaste aquí para pedir por Evan… No lo creo. --- aseguro la demonio y se le volvió a acercar.

--- ¿Puedes traerle de vuelta? ¿A mi papá? --- pregunto Deán con cautela, el solo decir la palabra ”papá” le hacia sentirse mal.

--- Claro que puedo… Tal y como era… Tu padre tendrá una vida larga y natural… Como tenía que ser, es una promesa.

--- ¿Y yo? --- pregunto Deán.

--- Te daría 10 años… Diez largos y buenos años, con él… Es toda una vida… La familia podrá estar junta de nuevo… John, Deán, Sammy, el pequeño Jeff... Los chicos Winchester, todos reunidos… Escucha, tu padre tendría que estar vivo y tú tendrías que estar muerto…. ¿Qué tal si lo arreglas? Devuelves las cosas a su orden natural...Y además obtienes 10 años extra como bonificación. --- dijo la mujer, Deán realmente se lo pensó pero al final decidió declinar esa oferta, no podía interferir con el curso de las cosas. No después de que su padre ya la había hecho.

--- ¿Crees que podrías... añadir un juego de cuchillos? --- pregunto con ironía, la demonio sonrió con incredulidad y empezó a caminar atreves de un quiosco de madera.

--- Ese estúpido mecanismo de  autodefensa tuyo es... --- la demonio se quedo callada al darse cuenta de que no podía ir mas allá del quisco, giro su mirada hacia arriba y noto que estaba encerrada en otra trampa para demonios. --- Deán. --- exclamo molesta.

--- Ahora estás atrapada de verdad… Eso debe doler. --- aseguro Deán.

--- Déjame salir... Ahora. --- ordeno la demonio.

--- Claro… Pero tenemos que hacer un pequeño trato antes… llama a tu cancerbero y deja ir a Evan… Y entonces te dejaré salir. --- exigió Deán.

--- No puedo romper un contrato. --- dijo ella.

--- ¿Y por 'no puedo' quieres decir 'no quiero'? Última oportunidad… Evan y su esposa tienen que llegar a viejos… segundos, segundos… a la de una. --- Deán empezó su cuenta regresiva lo que sin duda alguna, asusto a la mujer.

--- Hablemos de esto. --- dijo ella.




Mientras tanto, Sam y Evan continuaban en la casa. El perro del infierno ya se había presentado para cobrar el alma de Evan pero no podía pasar hasta la oficina debido a toda la tierra que Sam esparció en el lugar, después de un rato de escuchar ladridos y azotes contra la puerta, todo se quedo en silencio.

--- ¿Aun lo oye? --- pregunto Sam al sujeto, pues por las leyendas de los cancerberos sabia que muchos de sus efectos, como el poder verlo solo se presentaban en la persona que estaba condenada a morir.

--- No. --- murmuro el hombre. ---  ¿Ya ha se acabo? --- pregunto esperanzado, entonces uno de los muros de madera de la oficina de hizo trizas y los ladridos del perro empezaron nuevamente.

--- ¡Está aquí! --- grito Evan quien podía ver la monstruosa apariencia que tenia la criatura, Sam salto dentro del circulo de tierra con Evan para protegerse.

--- ¡Quédese dentro del círculo! --- grito Sam, viendo como las marcas de las garras del perro de marcaban sobre la madera del suelo, repentinamente empezó a rogar porque su hermano tuviera éxito en su misión.

Deán por su parte saco el diario de su padre y empezó a buscar el exorcismo para demonios que había en el.

--- ¿Qué vas a hacer? --- pregunto la demonio.

--- Ah, vas a hacer un largo viaje… Muy al sur. --- exclamo Deán con ironía.

--- Mira, olvídate de Evan, piensa en tu padre. --- dijo la mujer, estaba decidida a tentar a Deán de cometer una locura, pero el joven cazador no se dejo convencer y se puso a leer el exorcismo.

Regna terrae, cantate Deo,
psallite Domino
qui fertis super caelum
caeli ad Orientem
Ecce dabit voci Suae
vocem virtutis,
tribuite virtutem Deo.

Mientras en la casa de Evan, el perro del infierno logro romper una ventana y la ráfaga de aire que entraba fue borrando poco a poco la tierra del círculo, hasta romperlo por completo.

--- ¡El círculo se ha roto! ¡Vámonos! --- grito Sam y jalo a Evan del brazo para salir corriendo por el pasillo y encerrarse en otra habitación, como no tenían mas tierra de tumba, ambos se pusieron tras la puerta para no dejar a la criatura pasar.

Por su parte Deán continuaba leyendo el exorcismo.

Deus caeli, Deus terrae,
humiliter majestati gloriae Tuae supplicamus
ut ab omni infernalium spirituum potestate,
laqueo, deceptione et nequitia,
omnis fallaciae, libera nos, Domine.

Vade, Satana, inventor et magister
omnis fallaciae, hostis humanae salutis.
Humiliare sub potenti manu Dei

--- ¡Espera! --- grito la demonio pues el exorcismo estaba teniendo efecto y ella comenzaba a temblar. En un ultimo intento para salvarse a si misma, la demonio salto lo mas cerca de Deán que pudo y lo jalo de la chaqueta para besarlo en la boca, con eso el cancerbero desapareció de la casa de Evan para siempre.

--- ¿Qué rayos fue eso? --- pregunto Deán al separar sus labios de los de ella.

--- Para cerrar el trato. --- dijo ella.

--- Me guste que me avisen antes de que me viole una lengua demoníaca. --- dijo Deán con ironía.

--- Evan Hudson está libre… Él y su mujer tendrán largas vidas. --- aseguro la demonio.

--- ¿Cómo sé que no estás mintiendo? --- le pregunto Deán

--- Mi palabra es mi bono --- aseguro ella.

--- Oh, ¿en serio? --- pregunto irónico.

--- Lo es cuando hago tratos… Es la regla… Tienes lo que querías, ahora suéltame. --- pidió la demonio, Deán estuvo por subirse a la escalera de madera para rasgar la trampa del diablo del techo, pero se lo repensó y no lo hizo… solo se quedo parado con una sonrisa hipócrita.

--- ¿Vas a traicionarme? ¿Yo soy la confiable aquí? --- pregunto ella con ironía. --- Sabes... hazlo, envíame al infierno. Tarde o temprano volveré a salir... e ir tras Evan Hudson será lo primero que haga. --- amenazo ella, Deán no pudo negarse a cumplir con su parte del trato así que se subió a la escalera y corto la trampa, dejando que la mujer caminara un par de metros lejos.

--- Tengo que decirte... que jamás hubieras hecho esto si lo hubieras sabido. --- empezó a decir ella.

---  ¿Saber qué? --- pregunto Deán interesado.

--- Dónde está tu padre… Deberías haber hecho el trato… Las personas hablan del infierno, pero tan sólo es una palabra… No llega a describir lo que realmente hay allí. --- aseguro la mujer.

--- Cierra la boca, perra. --- grito Deán molesto, pero lo único que pudo conseguir fue que la demonio se burlara de el.

--- Si pudieras ver a tu pobre papa...oír los sonidos que emite, porque no puede ni gritar. --- agrego ella.

--- ¿Qué tal si te envío halla? --- pregunto Deán desafiante y estaba por continuar con el exorcismo cuando la nube negra de la demonio abandono el cuerpo de la mujer y se fue volando por el cielo oscuro.

--- ¿Cómo llegue aquí? --- pregunto la mujer apenas caer en el suelo y recuperar el control de su propio cuerpo, Deán suspiro con fuerza y no tuvo mas que inventarle una excusa y llevarla a su casa.

Jeff paso una de las peores noches de su vida, tal vez había cometido muchos errores en su vida, había tantas cosas que lo atormentaban, tantas muertes… pero jamás hubo tanta presión sobre el. Tenia que tomar una decisión, tratar de salvarse a si mismo y dejar que esos vampiros acabaran con sus hermanos, con lo único que le quedaba en la vida o quedarse, y convertirse en el profeta, en la persona que llevaría a los vampiros a una nueva era, una de muerte y destrucción… no podía ser egoísta, no después de que tantas personas murieran para protegerlo, era momento de hacer lo mismo por alguien mas.
 Así que Jeff salió de la cama y descubrió que había nueva ropa para el, ropa bastante elegante y cara, Así que se vistió y con pasos leves bajo hasta el comedor, donde Russell, Talbot y la tal Carmel estaban desayunando.
--- Señor Winchester, ¿Que tal descanso? --- pregunto Russell, alzando su copa de sangre hacia el. Jeff asintió y se le acerco expectante.
--- He considerado su oferta… lo que ha pasado, solo me ha hecho sufrir a mi y a los humanos con los que he vivido… ahora lo entiendo… por su seguridad y por la mía. --- Jeff no podía creer lo que estaba diciendo pero sabia que era lo mejor para todos. --- Estoy dispuesto a… a convertirme en su profeta… y juro mi humilde lealtad a usted majestad. --- agrego con humildad.
Se formo un silencio bastante incomodo en el comedor, todos los vampiros compartían miradas extrañas, hasta que Russell soltó una carcajada y aplaudió con sus manos.
--- Maravilloso, maravilloso… ya no necesitare a la chica. --- decía con orgullo.
--- ¿La dejaras ir? Pero me diste tu palabra de que podría matarla. --- dijo Carmel enojada, Jeff la miro consternado, ¿Qué había pasado con Nicky? Pues no había nada de ella en ese cuerpo.
--- Di mi palabra… al joven Winchester y no pienso romperla. --- dijo Russell, Carmel lo miro resentida y se fue del comedor, claro que no perdió oportunidad para empujar a Jeff de su camino.
--- Disculpa sus modales, esa niña es bastante… inmadura para su edad. --- respondió Russell y le indico a Jeff con la mirada que se sentara junto a el, Jeff obedeció.
--- Muy bien Jeff, veo que eres un chico muy listo… tomaste la mejor decisión para todos… aun así… tienes que hacer una ultima cosa, para probarme tu lealtad. --- le dijo el vampiro con una temible sonrisa, Jeff solo lo miro expectante en espera de su nueva demanda.
Esa misma mañana Deán regreso a recoger a Sam de la casa de Evan y le conto todo lo que había pasado con la demonio y todo lo que esta le había dicho.

--- Los demonios siempre mienten…  Tal vez era una mentira. --- dijo Sam, realmente no pensaba eso pero no quería hacer sentir mas mal a su hermano de lo que seguramente ya se estaba sintiendo.

--- Vamos, ¿es eso lo que realmente piensas?... ¿Cómo pudo hacer eso? --- pregunto Deán molesto pero sobre todo preocupado.

--- Lo hizo por ti. --- le dijo Sam, como diciéndole ”Es la prueba de lo mucho que te quería

--- Exacto. ¿Cómo se supone que debo vivir con eso? La sola idea de el... Dónde quiera que esté ahora... Pasó toda su vida persiguiendo a ese... demonio, hijo de perra... debió acabar la pelea, eso debió ser su legado… no el pactar con esa cosa, no eso. --- murmuro Deán con tristeza, no podía creer que su padre hubiera muerto por el, el no era tan valiosos como John Winchester ¿Cómo pudo haber pasado eso en primer lugar?

--- ¿A cuántas personas crees que salvó papá? --- pregunto Sam

--- Eso no es el punto, Sam --- reprocho Deán.

--- Evan Hudson está a salvo gracias a lo que papá nos enseñó… Ese es su legado, Deán. Todavía seguimos aquí, tenemos que continuar… por él. --- le dijo Sam tratando de tomar un nuevo enfoque con su hermano.

Deán  se quedo pensativo, tal vez Sammy tenia razón y en vez de lamentarse por la decisión de su padre, debían concentrarse en continuar con su misión, debían esforzarse mas y encontrar una forma de solucionarlo todo.

--- Oye, Deán. --- dijo Sam al cabo de unos minutos

--- ¿Sí? --- pregunto Deán sin girar a verlo.

--- Cuando atrapaste al demonio, no estarías... Quiero decir, sólo fue un truco. ¿Verdad? Nunca consideraste  hacer un trato, ¿cierto? --- pregunto Sam pero no hubo respuesta. Lo cierto era que Deán estuvo dispuesto a sacrificarse por su padre, pero no lo hizo… no lo hizo por Sam, por no dejarlo solo… también lo hizo por su padre, no podía traerlo de vuelta y hacerlo sentir como el mismo se sentía en ese momento… culpable de todo.

Unos kilómetros después, el teléfono de Sam empezó a sonar. Era una llamada de Jeffrey así que contesto de inmediato.

--- Enano, he tratado de llamarte un par de veces en estos días… ¿Dónde has estado? --- pregunto Sam algo preocupado.

--- Escucha Sam… ¿podrías poner el altavoz? Quisiera que Deán también escuchara esto. --- pidió Jeff desde el otro lado de la línea,  Sam se quedo extrañado pero al final hizo lo que le pidió el chico.

--- ¿Jeff, que pasa? ¿Esta todo bien? --- pregunto Deán, también extrañado.

--- En realidad… no, no lo esta… Sam, Deán… Extraño mucho a Papá, el… el me enseño muchas cosas 
en el poco tiempo que lo tuve… pero… esto de ser hermanos… fue… fue un error desde el principio. --- empezó a decir Jeff con la voz entrecortada, lo cierto era que Russell estaba frente a el, escuchando muy atento cada palabra que salía de su boca.

--- ¿Jeff, que estas diciendo? --- pregunto Sam extrañado, ahora pensaba que haber dejado a su hermano solo en ese lugar, solo sin darle la oportunidad de conocerlos y sin darse la oportunidad de conocerlo había sido un grave error.

--- Pensamos que debíamos estar juntos, pero… la verdad es que solo nos estábamos engañando… ustedes dos, salvan personas… son como papá… y yo…yo no puedo hacer eso, jamás podre. --- dijo Jeff, empezando a llorar. Deán detuvo el auto a media carretera y se quedo mirando a Sam consternado, en busca de alguna explicación para lo que estaban escuchando.

---  Eso no es verdad, tú has salvado a muchas personas también. --- le decía Deán, algo en aquella llamada le parecía bastante raro.

--- Claro que no, yo no fui… Fueron mis amigos, Giles… papá…. Y mientras siga con ustedes solamente los detendré... solamente voy a hacerlos sufrir. --- aseguro Jeff.

--- Estas mintiendo… Jeff, no se lo que ocurre pero tu no eres así… eres mejor que esto, eres un niño listo, eres la mejor persona que he conocido. --- decía Deán, pero se quedo callado al escuchar las lagrimas y los sollozos de su hermano.

--- Piensa lo que quieras, ya no me interesa… solo… solo no me busquen, por favor… yo no quiero ser 
encontrado. --- pidió Jeff, tratando de sonar lo mas serio posible y colgó la llamada. Sam y Deán se miraron consternados, ¿Qué acababa de pasar? ¿Porque?
Jeff se puso a llorar enfrente de Russell y el vampiro le dio un suave masaje en la espalda para tratar de calmarlo, Jeff se giro a verlo con ira y odio en su mirada… pero sobre todo, con mucha incertidumbre.

--- ¿Qué es lo que dudas, mis intenciones o mi poder? --- pregunto Russell.

--- ¿Puede asegurarme que estarán a salvo? --- pregunto Jeff, terminando de secar sus lagrimas, aquella conversación lo había dejado completamente devastado.

--- Eso depende de lo que estés dispuesto a hacer. --- dijo el vampiro y le giño el ojo, Jeff asintió mientras se mordía el labio inferior y pensaba en lo mucho que habría hecho sufrir a sus hermanos con esa llamada, pero todo era por su bien.

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