Descripción Oficial
Cuando dos profesionales muy exitosos mueren después de afirmar que eran perseguidos por perros negros, Sam y Dean investigan en un bar local y descubren que están sentados en un sitio donde un demonio hace realidad los sueños de las personas a cambio de sus almas. Jeff despierta en una mansión de ensueño y tiene una peculiar entrevista con el rey de los vampiros de Mississippi, mientras que Dean convoca al demonio del crucero para exorcizarlo pero se horroriza al escuchar la dolorosa verdad acerca de la muerte de su padre. El demonio le ofrece a Dean darle lo único que quiere más en su vida - A su padre.
Greenwood, Mississippi
Agosto de 1938
En un bar de la
localidad, se reunían todos los amantes de la música blues. La estrella del
lugar, un hombre de color estaba tocando
el blues con mucha alegría cuando empezó a escuchar lo que parecían ser
ladridos de un perro feroz. El hombre salió corriendo con miedo del lugar hasta
llegar a su casa, ahí se encerró pero el perro empezó a golpear la puerta con
fuerza para poder entrar.
Un rato después,
la mujer del cantante y algunos amigos del mismo llegaron a la casa,
encontrando al sujeto convulsionando en el suelo.
--- Oh, Dios
mío… Traigan a un médico. ¡Rápido! --- decía la mujer mientras se arrodillaba
junto a su marido y trataba de estabilizarlo.
--- ¿Qué ha pasado? Háblame… Quédate con nosotros, cariño. --- le pedía
ella con desesperación.
--- Perros...
Perros, perros negros. --- balbuceaba el hombre con terror en la voz, sus ojos
fueron perdiendo poco a poco su luz.
--- Robert, ¡no te mueras! --- le grito la mujer
pero de nada sirvió, su esposo ya había muerto en sus brazos.
2006
Los hermanos
Winchester se encontraban desayunando en una pequeña localidad, habían pasado
una semana bastante difícil con lo del arresto de Deán y el encuentro con la
policía pero eso empero aun mas cuando Sam encontró la fotografía de su hermano
en todas las paginas de la policía.
--- Bueno se
acabo el bajo perfil… Tienes una orden de arresto en Saint Louis y ahora estás
oficialmente en la base de datos federal.--- comento Sam, sin quitar la vista
de su laptop
--- Ya soy como
John Dillinger o algo así. --- murmuro Deán con gracia y sin mucho interés.
--- Deán, no es
gracioso… Tendremos que ser más cuidadosos ahora. --- comento Sam muy
se4riamente, Deán lo miro y se dio cuenta de que su hermano en realidad no
estaba molesto, estaba asustaba.
--- ¿Y qué hay
sobre ti? --- cuestiono Deán, Sam empezó a teclear su nombre en las paginas
pero no encontró nada, cosa que lo decepciono un poco.
--- Creo que no
lo han subido aún. --- dijo Sam
--- Qué, ¿ni
como cómplice? ¿Nada? --- pregunto Deán con incredulidad,
--- Cállate
Deán.
--- Estás
celoso. --- murmuro Deán entre risas.
--- No lo estoy.
--- aseguro Sam
--- Ajá… Bueno.... ¿Qué tienes en ese caso de
ahí, inocente joven inofensivo? --- pregunto Deán con ironía y señalando un
periódico que su hermano había hojeado con anterioridad.
--- El
arquitecto Sean Boyden cayó del tejado de su casa... un condominio que él mismo
diseñó.
--- ¿Construyó
un edificio alto y saltó desde el?… que elegante… ¿Cuando llamó al control de animales? ---
pregunto Deán, que también había leído un poquito el caso con anterioridad.
--- Dos días
antes. --- respondió Sam
--- ¿De verdad
dijo "perro negro"? --- pregunto Deán, aquello había sido lo que mas
le llamo la atención de ese caso en primer lugar.
--- Sí… Un feroz
perro negro… Las autoridades no han logrado encontrarlo, nadie más lo ha visto…
En realidad, las autoridades no entienden como un perro salvaje... pudo pasar al
portero, tomar el ascensor y caminar por los pasillos de la elegante casa….
Después de eso, no hubo más llamadas, no fue a su trabajo… Dos días después, salta
al vacio. --- dijo Sam
--- ¿Sera
realmente un Perro Negro? --- Pregunto Deán.
--- No lo sé,
quizás si.
--- ¿Qué dice el
folclore? --- volvió a preguntar Deán, recordaba un par de historias que su
mismo padre le había contado de esas cosas, pero quería estar seguro de que
alguna de ellas fuera ace3rtada antes de hablar.
--- Es todo muy vago… Hay espectros de perros
negros por todo el mundo, pero... algunos dicen que son espíritus otros dicen
que son augurios de muerte...pero sea lo que sean, son malos. --- dijo Sam,
leyendo desde su computadora.
--- Apuesto a
que podrían arrancarte una pierna, mira este. --- dijo Deán, mostrándole una
ilustración que había en el diario de su padre, Sam lo miro con incredulidad.
--- ¿Qué? Sí que podrían.--- aseguro
Deán.
Jeff despertó
cuando alguien le arrojo agua en el rostro, abrió los ojos poco a poco y no
supo ni donde estaba, era de día y el lugar era elegante (sin duda una mansión)
¿Pero quien lo había llevado a ese lugar? ¿A quien le pertenecía?
--- Vamos. --- le
dijo un sujeto barbudo, pálido y vestido de negro. Sin duda alguna era vampiro,
mismo que lo condujo hasta un comedor donde estaban otros 2 vampiros bebiendo sangre de unas copas.
--- Llegas tarde.
--- le dijo el vampiro mas joven, era un hombre atractivo, con facciones
delicadas y pelo negro rizado.
--- Talbot, déjalo
en paz… Hubo complicaciones con su escolta. --- dijo el otro sujeto, este era
mayor (no era un anciano pero tampoco era un veinteañero) pálido y de cabello
negro también.
--- ¿Dónde… donde
estoy?. --- pregunto Jeff con miedo en su voz, ahora pensaba que el haberse ido
con esos tipos sin protección y sin avisarle a su familia, no había sido una
buena opción.
--- Bienvenido a
Mississippi Jeffrey, disculpa la facha pero esperábamos tu llegada anoche. ---
volvió a decir el tal ¿Talbot? Y se le acerco con una increíble velocidad. ---
Te escoltare a tu alcoba para que… te asees. --- dijo el vampiro y lo miro como
si le diera asco, pero aun así puso su fría mano sobre la espalda de Jeff y lo impulso a caminar por las
escaleras.
--- Acabo de
re-decorar el cuarto… espero que te guste la cama, es maravillosa… antes le
perteneció a la condesa Elizabeth Bathory, la legendaria asesina serial de
Hungría… la leyenda dice que le encantaba torturar vírgenes y bañarse en su
sangre. --- contaba el vampiro durante todo el trayecto a la habitación.
--- Cuidado con la
puerta Jeffrey, es 100 % de plata sterling de marruecos, sellada contra la luz
claro... la bañera esta por aquí, si necesitas algo, lo que sea… alguien va a
permanecer siempre junto a tu puerta, solo toca la campana. --- Indico el mismo
vampiro, Jeff se había quedado anonadado con tanto lujo, la cama en efecto era
grandiosa y había gravados y pintura esplendida en todas las paredes.
--- Solo van a
empeorar las cosas, manteniéndome cautivo. --- murmuro Jeff entre dientes, de
hecho iba a empezar a amenazarlos con que sus hermanos irían en su rescate,
pero no lo hizo pues tenia serias dudas sobre esa posibilidad.
--- Nadie desea
mantenerte cautivo, solo quiero hablar de negocios… eres un invitado en mi
hogar. --- le dijo el otro vampiro, el mayor. --- Por cierto, que mal educado
he sido… mi nombre es Russell Edgington y estoy bastante seguro de que ya
conoces a mí… esposo, Talbot. --- explico el vampiro, Jeff no sabia por donde
comenzar a aterrorizarse; si por tantos vampiros, por el paradero de Zohar o
porque sus captores eran Homosexuales.
--- No recuerdo la
invitación, pero un invitado se retira cuando lo desea. --- dijo Jeff, tratando
de sonar bastante desafiante en su tono para no demostrar su miedo, aun así los
fuertes latidos de su corazón eran lo que mas lo delataban.
--- Y cuando
escuches mi propuesta… serás libre de irte si lo deseas. --- le dijo Russell
con una temible sonrisa.
--- Ya no hablen de
eso… debes descansar, sangraste dos
veces esta semana cariño. --- exclamo Talbot y con un empujón sentó a
Jeffrey sobre la magnifica cama. ---
Gusto en conocerte Jeff… disfruta la cama. --- agrego Talbot.
--- Hablaremos en
la cena. --- dijo Russel, así que ambos vampiros salieron de la habitación y
encerraron a Jeff. El niño se levanto para tratar de huir pero termino por
arrojarse sobre la cama otra vez.
--- ¿En que me metí
ahora? --- se pregunto Jeff a si mismo y acomodándose mejor en la cama, que era
bastante cómoda. Aun así, los vampiros permanecían afuera y lograron escuchar
lo que se decía Jeff para si mismo.
--- Creo que va a
ser todo un reto. --- dijo Talbot.
--- Y yo creo que
también invitare a la chica. --- dijo Russell con una sonrisa y le indico con
la cabeza al vampiro que entrego a Jeff que fuera a ver a Zohar.
Mientras tanto
Sam y Deán fueron en busca de pistas sobre el caso del hombre suicida, así que
fueron a hablar con su socio en la compañía de construcción.
--- Entonces... Usted
y Sean Boyden fueron socios en el negocio casi 10 años, ¿verdad? --- empezó a
preguntar Sam
--- Así es….
Otra vez, dígame ¿esta entrevista es para...? --- cuestiono el hombre con
inseguridad, no era muy común que dos reporteros del pueblo le hicieran una
investigación a una persona muerta.
--- Para un
homenaje al Sr. Boyden, de la revista "Architectural Digest". ---
mintió Sam, el hombre se empezó a reír de una forma muy ruda.
--- ¿Le hace
gracia? --- le pregunto Deán, el hombre negó con la cabeza.
--- No. Es sólo
que... un homenaje… Sean siempre se llevaba los homenajes… Se suicidó, nos
abandonó a mí y a su familia… Pero consiguió otro homenaje más. --- comento el hombre,
claramente molesto y sonando muy celoso.
--- Bien...
¿Alguna idea de por qué lo hizo? --- Sam fue directo al punto.
--- No tengo
idea, a decir verdad… yo envidiaba su vida. --- comento el señor.
--- ¿Qué quiere
decir? --- pregunto Sam con interés.
--- Era un gran
genio… Quiero decir, soy competente, pero a su lado no era más que un
aficionado... Aunque tampoco fue siempre así. --- dijo el hombre.
--- ¿No? ---
pregunto Deán.
--- ¿Quieren
saber la verdad? --- les pregunto, ambos asintieron la cabeza. --- Hubo un tiempo en el que ni siquiera podía
diseñar una casa de perro... Pero, hace diez años trabajaba como cantinero en
ese lugar llamado... "Lloyd's". Un bar horrible. --- conto el señor.
--- ¿Entonces
qué cambió? --- pregunto Sam, aun sin entender.
--- Quien sabe...
De la noche a la mañana consiguió una gran comisión...y comenzó a diseñar los
edificios más ingeniosos... que nadie había visto jamás. Eran del nivel de Van
Gogh y Mozart. --- agrego el hombre y se quedo callado un segundo, luego empezó
a reír otra vez.
--- ¿Qué? --- le
pregunto Deán.
--- Es gracioso…
Los auténticos genios... parece que se mueren jóvenes, ¿no creen? ¿Teniendo ese
tipo de talento? ¿Por qué desperdiciarlo? --- se pregunto el hombre, Sam y Deán
se miraron un segundo antes de salir, aquello les empezaba a dar una mala
corazonada a los dos.
Mientras tanto, el
vampiro extraño de la mansión camino todo el pasillo de la planta alta hasta
llegar a la última habitación, también era muy lujosa y en ella estaba Zohar,
sentada en su cama y en espera de alguna noticia buena.
--- Buenas tardes
jovencita, ¿necesitas compañía? --- le pregunto con ironía y se sentó junto a
ella, Zohar lo miro un segundo, era un hombre bastante desagradable para su
vista así que se alejo de el.
--- Oye amigo… no
se que tienes en mente, pero no sabes con quien te metes. --- amenazo ella.
--- Sentémonos,
señorita Green… solo quiero charlar. --- pidió el vampiro.
--- ¿Quien te dijo
mi nombre? --- pregunto ella con terror, no era la primera vez que la
secuestraba un vampiro, pero era la primera vez que un hombre mayor la miraba
como si quiera comérsela.
--- Es mi trabajo,
averiguar cosas. --- dijo el vampiro.
--- ¿Que clase de
cosas? --- volvió a preguntar Zohar-
--- Cosas que otros
esperan encontrar… ¿Tu tienes algo que encontrar? --- pregunto el vampiro,
Zohar se quedo pensando pues parecía que ese sujeto sabia mucho mas de lo que
ella pensaba, aun así ella negó con la cabeza.
--- Piénsalo bien…
¿No hay nadie que haya desaparecido en estos años?… tal vez esto ayude a tu
memoria. --- dijo el vampiro y saco de su cartera una fotografía de otra chica,
era Tamara. La hermana mayor de Zohar, la que desapareció 2 años antes.
--- ¿Cómo…? ---
Zohar no pudo ni terminar la pregunta.
--- Te lo contare si tú me dices todo lo que sepas… sobre la orden de sangre.
--- dijo el vampiro, Zohar estaba por hablar pero recordó el código de honor de
la orden, ”Jamás revelar su existencia”
--- ¿Por qué es
importante para ti? ¿Para quien trabajas? --- pregunto Zohar.
--- Mi jefe esta
interesado en ellos, con tu padre más que nada. --- respondió el vampiro
--- ¿Qué quieren de
el? --- le pregunto Zohar, el vampiro se empezó a reír de ella.
--- Preocúpate más
por lo que quiero de ti. --- le dijo con un tono siniestro, Zohar intento
correr pero el vampiro la atrapo y la mordió en el cuello, haciéndola gritar de
dolor.
Por su parte, Deán
fue a la agencia de protección de animales para investigar sobre el supuesto
perro negro que había visto la victima, lo atendió una joven muy bonita por o
que se paso casi 2 horas en dicha oficina. Sam esperaba en el auto, leyó un
poco en internet sobre los perros y luego intento llamar a Jeff, pues con
tantas aventuras en esa semana se le había olvidado llamar a su hermano,
esperaba que el chico no se sintiera olvidado por eso, aun que ninguna de las
llamadas fue contestada por su hermano, así que supuso que estaba en clases y
dejo de llamarle, al rato subió Deán al coche otra vez.
--- ¿Y bien? ---
pregunto Sam
--- El nombre de
la secretaria es Carly… Tiene 23 años, hace cayac y son auténticas. --- comento
Deán con gracia, Sam sonrió un segundo y luego negó con la cabeza.
--- No se te
habrá olvidado preguntarle... si ha visto algún perro negro últimamente, ¿no?
--- le pregunto Sam con ironía, Deán le arrojo un folder encima.
--- Son todas
las llamadas de quejas de esta semana, sobre un perro negro y grande.... Hay 19
llamadas en total. Y... no sé qué es esta cosa. --- dijo y le dio a Sam una
pequeña tarjeta.
--- ¿Te refieres
al Myspace de Carly? --- pregunto Sam entre risas, si que su hermano estaba
bastante oxidado con los temas modernos.
--- Sí, MySpace.
¿Qué es eso? ---- volvió a preguntar Deán, pero Sam continuaba riéndose a
carcajadas. --- En serio, ¿es algún tipo
de página porno? --- pregunto Deán, Sam no le respondió nada al respecto.
Así que los
hermanos Winchester empezaron a rastrear todas las llamadas del supuesto perro,
Sam llamo a alagunas casas y se entero de que su problema estaba solucionado,
de que todo había sido por el perro del
vecino o por algún perro callejero que ya habría sido atrapado por la
perrera. Cuando solo quedaban unas 5 direcciones que revisar, Deán decidió
hacerles visitas personales a sus casas y la primera de ellas fue la de una
famosa doctora del pueblo.
--- Buenas
tardes, señora…. Venimos de control de Animales. --- dijo Deán apenas le habían
abierto la puerta del lugar.
--- Ya vino
alguien ayer. --- comento la mujer que les abrió.
--- Oh, sólo
estamos haciendo seguimiento… Buscamos a la Dra. Sylvia Pearlman. --- dijo
Deán, la mujer asintió y los dejos pasar a ambos a la casa.
--- La Dra...
Bueno, ella... No sé exactamente cuando volverá, se fue hace dos días. --- les
dijo la mujer.
--- Muy bien
y... ¿Usted es...? --- pregunto Deán.
--- Soy su ama
de llaves. --- dijo la mujer con orgullo.
--- ¿Y a donde
se fue la doctora? --- pregunto Sam
--- No estoy
segura. Simplemente hizo las maletas y no dijo a dónde iba… Aquel perro
perdido,
¿Lo encontraron por
fin? --- les pregunto.
--- Todavía no… ¿oiga?
Usted no llegó a ver al perro, ¿verdad? --- le pregunto Deán, aun que estaba
realmente seguro de que así era.
--- Bueno, no…
Ni siquiera llegué a oírlo. Estaba empezando a pensar que la doctora estaba
imaginando cosas, pero ella no es así, así que…
--- ¿Sabe?, leí
que es cirujana en jefe del hospital… Ella debe tener... ¿Cuántos? ¿42-43? Es
muy joven para ese puesto. --- comento Deán.
--- Es la más
joven en la historia del hospital… Sí, consiguió el puesto hace 10 años. ---
les dijo la mujer, los hermanos se miraron el uno al otro nuevamente.
--- Éxito
inmediato hace 10 años. --- murmuro Sam con una sonrisa nerviosa.
--- Sí, conozco
a alguien igual. --- le dijo Deán, entonces noto algo realmente pelicular sobre
la chimenea de la mujer, así que se acerco para tomar una fotografía. --- Sam, mira esto. --- le dijo a su hermano y le
mostro la foto, en ella estaba la doctora con unos amigos, frente a un letrero
de bar, con el nombre de Lloyd's… el mismo bar que visitaba la primera victima,
ahora todo estaba un poco mas claro para ellos, lo que fuera todo ese asunto,
empezó en ese bar.
El problema fue
que todo estaba empeorando, pues la doctora se encontraba a 4 estados mas halla
de su hogar ya que el perro negro, estaba asechándola con sus temibles
ladridos. Cansada de escucharlo, se tiro bajo la cama y se tapo los oídos, así
paso un rato hasta que el encargado del motel fue a llamar a su puerta.
--- ¿Señora
Pearlman? Llevo horas llamándola… Tiene que desocupar la habitación o pagarme otra
noche. --- dijo el hombre desde atrás de la puerta, la mujer se levanto y tomo
su cartera, luego le abrió la puerta.
--- De acuerdo,
no hay problema. --- le dijo ella y le dio el dinero al encargado, observando
que su cara estaba toda descuartizada. Así que la doctora le cerró la puerta en
la cara y regreso a su escondite, debajo de la cama.
Los chicos
Winchester fueron en búsqueda del Bar Lloyd's, resultando que el dichoso lugar
estaba en el crucero del pueblo de Greenwood y el pueblo de Rosedale. El sitio
estaba casi en ruinas, el bar de madera se estaba cayendo a pedazos y todo su
alrededor no eran mas que plantas secas y tierra, solo había unas flores
amarillas con mucha vida en el centro de todo
--- Es extraño. --- murmuro Deán, parándose en
seco para mirar lo que tenia a su alrededor.
--- ¿Qué cosa? --- pregunto Sam-
--- ¿Crees que alguien planto esas? --- pregunto
Deán, señalando las únicas flores vivas que había en al menos 50 metros del
lugar.
--- ¿En medio de
esas hierbas? --- pregunto Sam con ironía, hasta ahora notaba la rareza de la
presencia de esas flores en ese lugar.
--- Son... ¿Cómo
se llaman? --- pregunto Deán, no podía recordar el nombre de las flores pero
para eso estaba Sam, que era como una enciclopedia andante.
--- Artemisas.
--- respondió Sam
--- Se usan en
ciertos rituales, ¿verdad? --- volvió a preguntar Deán.
--- Sí, en
rituales de invocación. ---- completo Sam
--- Entonces, dos
personas consiguen el éxito de repente hace unos diez años, en la misma época
en la que solían ir a Lloyd's. --- empezó a recapitular Deán.
--- Donde
casualmente hay un crucero… ¿Tu qué crees? --- pregunto Sam
--- Vamos a ver –
dijo Deán, así que ambos empezaron a caminar por el sitio, tratando de ubicar
el centro de todo.
--- Este parece
ser el centro. --- Dijo Deán, parándose sobre una especie de rombo de tierra
que formaban los caminos de los dos pueblos, luego se agacho para meter su mano
entre la tierra y encontró algo enterrado. --- Lotería. --- exclamo Deán y saco
una caja de fierro negra, Sam tomo dicha caja y la abrió, Deán saco todo lo que
había dentro y lo miro con curiosidad.
--- Apuesto que
es tierra de cementerio y un hueso de gato negro. --- dijo Sam, su hermano
mayor volvió a arrojar todo hacia la caja, se sentía realmente asqueroso por
haber tocado esas cosas.
--- Un trabajo
serio, con la marca especial del vudú. --- dijo Deán.
--- Para
convocar a un demonio. --- agrego Sam
--- No sólo para
invocarlo… Los cruceros son para hacer pactos, esa gente está haciendo tratos con
demonios… Eso nunca termina bien. ---- aseguro Deán.
--- Todos han
visto perros... pero no perros negros, están viendo cancerberos… Perros del
Infierno. --- agrego Sam
--- Y quien sea
el demonio, ha vuelto a cobrar… Y esa doctora, la que está corriendo, no lo hace
rápido. --- Volvió a asegurar Deán.
En efecto, la
teoría de los Winchester era verdad pues la Doctora continuaba escondida en su
habitación de motel. De pronto el perro del infierno, el mismo que era invisible
a la vista humana salto por su ventana, rasgando la ropa de la mujer para
después atraparla por una pierna y desgarrarla hasta morir.
Rosedale, Mississippi
1930
Robert Johnson,
un cantante local (mismo que después se convirtiera en famoso) se encontraba en
el centro del crucero, el enterró la caja de metal negra con su fotografía y
todos los materiales necesarios, de pronto una mujer de vestido blanco y piel
de color apareció frente a el.
--- Santo. ---
murmuro el hombre, claramente sorprendido.
--- ¿Santo? Prueba
otra vez. --- dijo la mujer con una temible sonrisa y mostrando sus ojos rojos,
eso basto para que Robert fuera directo
al punto.
--- Quiero tocar
la guitarra, quiero que me conviertas en el mejor músico de blues que jamás haya vivido. ---
pidió el hombre.
--- Si eso es lo
que quieres. --- dijo ella.
--- Entonces,
¿cómo lo hacemos? ¿Tenemos un trato? --- le pregunto dudoso, ella se le acerco, lo beso en la boca y luego
desapareció en el aire.
2006
--- Esto es como la leyenda de Robert Johnson, ¿no? De que el vendió su
alma en un crucero como este. --- dijo Sam
--- Sólo que no es una leyenda, ¿conoces su
música? --- pregunto Deán, Sam negó con la cabeza pues conocía la historia por
boca de su padre, no por interés a su música. --- ¿No conoces las canciones de
Robert Johnson? Sam,
hay referencias al ocultismo en todas ellas ¿Como "Crossroad blues"?,
¿"Me and the Devil blues"?, ¿"Hellhound on my trail"?... La historia dice que se ahogó en su propia sangre… Estaba alucinando y
murmurando sobre perros negros. ---- conto Deán.
--- Y ahora está
pasando de nuevo… Hay que averiguar si alguien más ha hecho ese tipo de pactos
por aquí. --- dijo Sam
--- ¿Y corregir sus estupideces? Por que ellos
sabían lo que hacían, nadie les puso un arma en la nuca y los obligo a hacerlo.
--- comento Deán molesto por tanta irresponsabilidad de las personas.
--- ¿Entonces
qué? ¿Simplemente vamos a dejarlos morir? --- pregunto Sam con ironía pero a
Deán pareció agradarle la idea.
--- Si alguien salta en un barril a las cataratas
del Niágara, ¿saltarías para salvarlo? --- pregunto Deán, aun con ironía.
--- Deán --- se
quejo Sam, no le gustaba para nada cuando su hermano se ponía en ese plan de
insensible, lo hacia parecer una especie soldado frio y atormentado.
--- Esta bien. --- dijo Deán resignado, estaba seguro
de que Sam no le dejaría hacer lo que el quería, no con la vida de esas
personas en juego. --- En un ritual así tienes que poner tu foto en amarre, ¿no
es así? ---- pregunto Deán, abrió la caja y saco una fotografía de un hombre de
color. --- Entonces, este señor es quien convoco a esa cosa... iré a ver si
alguien lo conoce, si es que sigue vivo. --- agrego Deán y se fue hacia al bar.
Deán obtuvo la
información del hombre de la fotografía y se fueron a buscarlo a su casa, que
era un edificio de apartamentos en ruinas.
--- ¿Cómo se
llama este señor? --- pregunto Sam, mientras subían las viejas y crujientes
escaleras de madera.
--- George
Darrow, era un cliente bastante habitual de Lloyd's… Su casa... no es lo mejor
del vecindario, ¿verdad? --- se pregunto Deán entre risas.
--- Sí, no
sabemos cual fue el trato que hizo. --- agrego Sam
--- No fue por
dinero… O, quién sabe... tal vez ese lugar esté lleno de chicas usando bikinis.
--- volvió a decir aun entre risas, lo cierto era que estaba molesto y nervioso
y eso era algo que Sam podía notar a primera vista, aun que de todas formas se
rio de se ultimo comentario.
--- Puede ser... El tiene una gran factura
vencida, espero que almenas se haya divertido. --- dijo Deán.
--- Mira eso.
--- dijo Sam, parándose en seco frente a una puerta y señalando el marco de la
puerta, que estaba lleno de un polvo extraño-
--- ¿Qué es?
¿Pimienta? --- pregunto Deán, tocando la textura del polvo. En ese momento se
abrió la puerta y salió el hombre de la fotografía.
--- ¿Quién
demonios son ustedes? --- les pregunto con rudeza.
--- ¿George
Darrow? --- pregunto Sam
--- No voy a
comprar nada. --- les dijo el hombre.
--- Me parece
que se confundió de ingrediente aquí… Normalmente, cuando no quieres dejar
entrar a algo maligno, usas sal. --- indico Deán con una sonrisa sínica en el
rostro.
--- No sé de qué están hablando. --- dijo el
hombre, aun que claro que estaba mintiendo pues el repentino temblor de su
cuerpo lo delato.
--- De esto. ---
dijo Deán, mostrándole su foto. --- Dígame,
¿no ha visto al cancerbero? --- le pregunto.
--- Señor,
queremos ayudar, por favor… Sólo 5 minutos. --- Pidió Sam, el hombre realmente
lo pensó pero al final dejo pasar a los hermanos a su casa.
--- Y... ¿Qué es
esa cosa en la puerta? --- pregunto Deán.
--- Tierra de
tumba... Chicos, ¿creen que saben algo de esto, pero no saben de la tierra de tumba? --- les
pregunto el hombre con ironía y riéndose de ellos.
--- Bueno, ya
sabe, conocemos un poco de muchas cosas… Lo suficiente para hacernos peligrosos. --- le aseguro Deán.
--- ¿Qué es eso?.
--- pregunto Sam, aun por la tierra.
--- Vudú… Mi
abuela me lo enseñó, mantiene alejados a los demonios. --- dijo el hombre y le
arrojo a Sam una bolsa que contenía mas tierra de tumba en su interior.
--- Nosotros
sabemos de demonios. --- murmuro Deán
--- Bueno,
entonces, consérvala… Tal vez le den algún uso. --- les dijo el señor, Sam
guardo el costalito en su bolsillo.
--- Sr. Darrow, sabemos que tiene problemas. ---
empezó a decir Sam
--- A los que
usted se metió. --- agrego Deán hipócritamente, así que Sam solo lo miro con
enojo por un segundo antes de regresar su atención al hombre.
--- Pero no es irremediable,
¿de acuerdo? Debe haber algo que podamos hacer. --- aseguro Sam
--- Escuchen,
entiendo que quieran ayudar. Pero... a
veces una persona hace la cama y otros vienen y se acuestan en ella… yo fui
quien llamo al demonio para empezar. --- les dijo el hombre, el estaba
consciente de su responsabilidad en el asunto y estaba mas que resignado a
seguir el camino que decidió desde un inicio.
--- ¿Para qué lo
hizo? --- pregunto Deán.
--- Yo era débil… ¿Quién no quiere ser
importante? ¿Quién no quiere que su vida signifique algo? Yo sólo... nunca
pensé en el precio. ---- murmuro el hombre.
--- ¿Valió la
pena? --- volvió a preguntar Deán, necesitaba entender que era o
suficientemente grande como para que una persona entregara su alma al infierno.
--- Claro que no…
Por supuesto, pedí talento… Debería haber pedido fama… Y sigo quebrado... y
solo… Sólo tengo ese montón de pinturas que nadie quiere, pero eso no fue lo
peor. --- decía el hombre, llenando su voz de consternación.
--- Continúe. ---
pidió Sam
--- El demonio
no se fue… Jamás conté con eso…. Después de hacer el trato, esa maldita cosa permaneció
en Lloyd's durante una semana, charlando, haciendo más pactos… Traté de advertirles,
pero... ¿quién iba a escuchar a un viejo borracho? --- les dijo el señor.
--- ¿Cuántos más
lo hicieron? --- le preguntaron
--- Un arquitecto, esa doctora… He estado al día,
han salido en los periódicos. Al menos ellos fueron famosos. --- les respondió.
--- ¿Qué más
George? Vamos, piense. --- le pidió Deán, el hombre asintió levemente.
--- Uno más… Un
buen sujeto… Hudson, Evan, creo… No sé lo que pidió… Pero ya no importa... se
acabo. --- aseguro el señor y empezó a caminar hacia un cuadro que estaba
pintando.
--- No, no,
tiene que haber una salida.. --- dijo Sam desesperado, se negaba a creer que no
podía salvar a esas personas, de que no podía salvar sus almas del peor de los
tormentos.
--- ¡No lo
entiendes! No quiero una salida. --- grito el hombre.
--- Mire, no
tiene que. --- Sam estaba por darle uno de sus discursos ser la importancia de
la vida, pero el señor no lo dejo.
--- Miren, ¡yo
llamé a esa cosa! Me lo causé yo mismo y a ellos también... Iré al infierno, de
todos modos… Lo único que quiero es terminar mi última pintura, un día o dos, y
se acabo... Sólo trato de detenerlo hasta entonces… darme tiempo. --- les dijo
el hombre, los hermanos se miraron el uno al otro en busca de una solución.
---- Bien, se les acabo el tiempo… Vayan
a ayudar a alguien que quiera ayuda. --- les dijo el señor.
--- Pero no
podemos… --- repitió Sam
--- ¡Largo! Tengo
trabajo que hacer. --- les grito el hombre y les abrió la puerta de su casa
para que se fueran de una vez.
--- Usted no
quiere morir. --- le dijo Sam una vez que había salido de la casa.
--- No quiero… Estoy
muy cansado. --- les dijo el hombre compungido, fue cuando los hermanos
pudieron notar la resignación a la muerte que tenían los ojos del señor, no
podían hacer nada por alguien que no quería ser salvado, así que se fueron.
La hora de la cena
llego en la mansión de los vampiros y fue el mismísimo secuestrador y
torturador de Zohar quien llego a la habitación de Jeff y lo saco arrastras
para que bajara al comedor.
--- ¿Tu quien eres?
--- pregunto Jeff
.
--- No tengo porque
decirte eso mocoso… solo estoy haciendo mi trabajo para el rey--- le dijo el
vampiro.
--- ¿El rey? ¿De los vampiros? --- pregunto Jeff
alucinado, claro tenia que ser eso pues solo así se explicaba tanto lujo en un
vampiro. El desconocido no le respondió,
solo uso su velocidad lo bajo hasta el comedor y lo sentó bruscamente sobre una
de las sillas de madera.
--- Auu… Eres un
idiota y te odio, prometo que vas a pagar por esto. --- le decía Jeff pero el
vampiro estaba burlándose de el. A los pocos segundos llego Russell a la mesa,
el se estaba acomodando la bragueta del pantalón.
--- Lamento
hacerlos esperar… el deber de un esposo nunca termina. --- dijo orgulloso, Jeff
hizo una mueca de asco pues no quería ni imaginarse lo que el sucio vampiro
estuvo haciendo con Talbot antes de llegar. Así que el otro vampiro le abrió la
silla a su amo y lo dejo sentarse, luego se fue.
--- Ahora, dime…
¿Que eres? --- pregunto Russell con interés y mirando a Jeff de un lado a otro.
--- Un estudiante.
--- murmuro Jeff.
---- Si claro… Y yo
soy María de Rumania. --- dijo el vampiro con ironía. --- Soy un hombre
bastante paciente jovencito, algo muy simple para un ser inmortal pero…mi
paciencia no es ilimitada. --- Amenazo el vampiro, Jeff trago saliva porque
tenia miedo de lo que pudiera pasa, estaba solo así que solo podía hacerlo que
mejor hacia en su vida… pensar y así lo hizo durante un buen tiempo, hasta que
noto que el vampiro se movía de su asiento.
--- ¿No hace mucho
calor para ese fuego? --- pregunto Jeff al ver que Russell estaba prendiendo la
chimenea de junto.
--- Supongo que si,
me encanta ver el fuego… hace ver todo mas… dramático… ahora, es tiempo de que
conteste mis dudas jovencito. --- exigió Russell, volviéndose a sentar.
--- Bien, tengo
preguntas para usted también. --- dijo Jeff, tratando de sonar muy calmado.
--- Cariño, hay una
frágil línea entre valioso y lunático… no creo que estés en posición de
negociar niñito. --- dijo Russell entre risas.
--- ¿Esta seguro?
--- pregunto Jeff desafiante.
--- Ho, esto se
pone interesante. --- murmuro Russell con interés, le empezaba a agradar la
idea del chico, después de todo no tenia nada que ocultar.
--- Yo contesto una
de sus preguntas y usted una de las mías. --- propuso Jeff, Russell asintió.
--- ¿Quien empieza?
--- pregunto Russell, Jeff ni se molesto en responder a eso, simplemente fue
directo a su primera pregunta.
--- ¿Es el rey de
todos los vampiros? --- pregunto Jeff con interés, Russell soltó una carcajada.
--- Ni pensarlo
querido, soy apenas el rey de Mississippi. --- respondió
--- ¿Tiene una
corona? --- volvió a preguntar Jeff.
--- De hecho
varias. --- dijo Russell con orgullo e incluso giño un ojo. --- Son dos
preguntas… mi turno…entonces, ¿que eres? Definitivamente humano, pero según lo
que se… no siempre fue de ese modo, ¿Qué te ha pasado? --- pregunto el vampiro,
Jeff se encogió de hombros.
--- No me obligues
a forzarte a contestar. --- amenazo Russell al ver que Jeff no respondía nada.
--- No se lo que me
paso, yo… estaba en la boca del infierno, en Mystic Falls… hubo una batalla,
muchos vampiros fueron liberados de algún lugar… el infierno o yo que se… pero
cuando se cerro el portal, me volví humano… mis poderes se fueron y… yo no se
porque, nunca supe porque tenia poderes… se lo juro.
--- decía Jeff
desesperado, Russell pudo notar que estaba siendo completamente sincero con el.
En ese momento llego Talbot, que había escuchado la última parte de la
conversación.
--- Hay cariño,
enserio no estas enterado de nada. --- dijo Talbot y tomo su lugar en la mesa,
Jeff se estremeció un poco pues había algo en ese vampiro, algo que le hacia
sentirse extraño.
Esa misma noche,
el último de los sujetos que había hecho un pacto con el demonio comenzó a
escuchar los ladridos del cancerbero en la calle, así que se asomo por la
ventana y no vio nada.
--- ¿Evan? ¿Estás
espiando a los vecinos? --- pregunto su esposa, quien iba entrando a la oficina
y se extraño de verlo asomando la cabeza por la ventana.
--- No... Creí
haber oído algo en el patio pero no es nada… ¿Lista para irte? --- le pregunto
el hombre, el estaba seguro de que su muerte seria en esa semana, así que le
había pedido con anterioridad a su esposa que se fuera de viaje unos días.
--- ¿Sabes? Si
no te conociera, diría que quieres que me vaya de la casa. --- le dijo la mujer
con una sonrisa, pero realmente estaba extrañada por tanta insistencia de su
marido para que se fuera del lugar.
--- ¡Claro que
no! Es que... tú... Apenas has visto a tu hermana desde que tuvo al bebé. ---
se excuso el señor.
--- ¿Qué vas a
hacer el fin de semana? --- le pregunto ella.
--- No mucho,
tengo algunas cuentas que pagar… Ven aquí. --- así que Evan jalo a su mujer
hacia el, la beso y luego la abrazo muy fuerte-
--- Te extrañare.
--- le murmuro al oído, lo cierto es que estaba seguro de que esa era su
despedida, de que jamás volvería a verla.
--- Más te vale.
--- le dijo ella sonriente.
--- ¿Sabes que
te amo, verdad? Para siempre. --- dijo el hombre con los ojos vidriosos.
--- Claro...
Evan, ¿estás bien? --- pregunto ella, extrañada por la reacción que estaba
teniendo su marido en esos momentos.
--- Si... sí,
estoy bien… Tienes que irte. --- le pidió el hombre y casi la impulso para que
empezara a caminar hacia la salida.
--- Te llamaré
cuando llegue. --- le dijo ella, el hombre solo asintió y se giro hacia su
escritorio para ocultar sus lagrimas. --- Oye, querido... Yo también te amo.
--- se escucho decir a la mujer, Evan se giro nuevamente para responderle algo
pero al ver una cara espectral en descuartizada en su amada, se quedo callado.
Al poco rato
llegaron los hermanos Winchester a la casa de Evan, el estaba aun en su oficina
pero cuando escucho el timbre corrió para abrir, ya que esperaba a otra visita…
la de la muerte.
--- ¿Sí? ----
pregunto extrañado, pues no conocía a ninguno de los dos jóvenes que tenia
enfrente de el.
--- ¿Evan
Hudson? --- le pregunto Sam, el hombre asintió con nervios.
--- ¿Estuvo en
un bar llamado Lloyd's? Hace unos diez años. --- le cuestiono Deán, el hombre
palideció en un instante y les cerro la puerta en la cara.
--- ¡Vamos, no
somos demonios! ---- grito Deán pero no funciono para que le abrieran la puerta
otra vez.
--- ¿Otra
brillante idea? --- le Sam con ironía, Deán lo miro con incredulidad y rompió
la puerta de una patada. Así que los dos hermanos entraron a la casa y
caminaron por todo el sitio, hasta llegar a la oficina de Evan, Deán estaba por
romperle la puerta de una patada pero Sam no lo dejo, pues había notado que
estaba abierto, así que entraron.
--- ¡Por favor! ¡No
me hagan daño! ---- empezó a gritar el hombre con miedo.
--- No le
haremos daño… Estamos aquí para ayudarlo. --- dijo Sam
--- Sabemos todo
sobre el pacto que hiciste. --- agrego Deán.
--- ¡¿Qué?!
¿Cómo? ---- les pregunto el hombre consternado, se suponía que todo esa quedaba
entre el y el demonio solamente.
--- No importa… Lo
que importa es que estamos intentando detenerlo. ---- agrego Sam
--- ¿Cómo sé que
no están mintiendo? --- pregunto el hombre.
--- No lo sabes…
Pero te estás quedando sin opciones, amigo. --- le dijo Deán, no se podía creer
que un hombre condenado a muerte se pusiera tan desconfiado cuando le ofrecían
ayuda.
--- ¿Pueden
detenerlo? --- pregunto Evan.
--- No lo
sabemos, pero lo intentaremos. --- dijo Sam
--- No quiero
morir. --- murmuro el hombre con mucha culpa y preocupación.
--- Claro que no,
no ahora. --- dijo Deán lleno de ironía y desprecio.
--- Deán, basta.
--- le grito Sam, estaba bastante cansado de toda esa actitud ruda y agresiva
que su hermano demostraba con las personas últimamente.
--- ¿Qué fue lo
que pidió Evan? ¿Nunca necesitar Vriagra, hacer el juego perfecto? --- le
pregunto Deán con ironía.
--- A mi esposa.
--- murmuro Evan.
--- Jajaja… Claro,
conseguir a la chica y eso vale un viaje al infierno. --- dijo Deán, aun lleno
de ironía y desprecio.
--- Deán, ya
basta. --- volvió a repetir Sam
--- ¡No! Tiene
razón, yo hice el pacto… Nadie me torció el brazo. Aquella... mujer... O lo que
haya sido en el bar, dijo que podría tener todo lo que quisiera… Al principio
creí que estaba loca, pero... No sé... Estaba desesperado. ---- comento Evan.
--- ¿Desesperado?
--- pregunto Sam interesado, esa no era una palabra común.
--- Julie moría.
---- dijo Evan, aquello pareció hacer un nudo en la garganta de Deán pues se le
acerco y lo miro mucho mas tranquilo.
--- ¿Lo hiciste
para salvarla? --- pregunto Deán
--- Tenía
cáncer, pararon el tratamiento… La iban a trasladar a un hospicio, solo
repetían... "Cuestión de días". Así que sí, hice el pacto y lo haría
de nuevo… Moriría por ella sin pensarlo. --- dijo el hombre, pero para Deán
toda esa historia significaba algo mas, algo en su vida propia, algo que había
pensado antes pero no quería reconocer.
--- ¿Pensó en
ella al hacerlo? ---- le cuestiono Deán.
--- Hice esto
por ella. --- aseguro Evan.
--- ¿Esta seguro
de eso? Creo que lo hizo por usted... Así no tendría que vivir sin ella. Pero, ahora
ella va a tener que vivir sin usted… ¿Y
si ella supiera lo que le costo? ¿Si ella supiera que le ha costado su alma? ¿Cómo
cree que se sentiría? --- pregunto Deán enojada, ahí Sam pudo entenderlo todo
así que se acerco y puso su mano sobre la espalda de su hermano.
--- Bien, ya
basta…. Evan... Siéntese, ¿de acuerdo? Vamos a resolver esto. --- le dijo Sam y
saco a Deán al pasillo de la oficina.
--- ¿Estás bien?
--- pregunto Sam a su hermano.
--- Si yo estoy
bien, oye tengo una idea… Tú usa el vudú de George con el perro del infierno.
Mantenlo alejado de Evan todo el tiempo que puedas… Iré al crucero a convocar
al demonio. --- sugirió Deán.
--- ¿Convocar?...
¿Estás loco? --- pregunto Sam alucinado por semejante idea.
--- Tal vez un poco… Le pondré una trampa. Puedo
exorcizarlo, puedo ganar tiempo hasta que encontremos algo más permanente. ---
aseguro Deán.
--- Si, pero
¿cuánto tiempo? --- le pregunto Sam consternado.
--- No sé, un
poco… no es fácil que esas cosas salgan del infierno a la luz del sol. ---
aseguro Deán.
--- No, ni
hablar. --- le grito Sam, esa idea era bastante arriesgada y no se podía dar el
lujo de mandar a su hermano solo y sin apoyo a enfrentarse con un demonio.
--- No puedes
decir que no, a menos que tengas una mejor idea. --- le reprocho Deán.
--- Deán puedes
irte olvidando de esa idea, porque no voy a dejarte invocar a ese demonio. ---
le dijo Sam aun molesto.
--- ¿Por qué no?
--- le pregunto Deán desafiante.
--- Porque no me
gusta cómo está tu cabeza ahora, por eso no. --- le dijo Sam
--- ¿De qué
estás hablando? --- pregunto Deán molesto.
--- Te he visto
muy tenso desde que encontramos ese crucero y yo se porque. --- agrego Sam
--- No tenemos
tiempo para esto. --- murmuro Deán con un bufido y empezó a caminar por el
pasillo.
--- Papá. ---
grito Sam, eso hizo que su hermano se girara para verlo nuevamente. --- Piensas
que tal vez papá hizo uno de estos pactos, ¿verdad?, yo lo he pensando y estoy
seguro de que tú también lo has pensando. --- le dijo Sam
--- Encaja, ¿no?
Estoy vivo, papá está muerto... El demonio de los ojos amarillos estuvo ahí… ¿Y
si lo hizo? ¿Y si hizo un pacto? Mi vida por su alma. ---- dijo Deán con una
sonrisa triste, esa idea le había pasado por la cabeza desde el día que su
padre murió, pero jamás había tenido el valor de decirlo o de aceptarlo… no
hasta ahora.
Sam sabía que su
hermano se estaría culpando en el interior pero no sabia que decir para que eso
no pasara, no sabia que decir para que todo mejorara.
--- Creo que
escuche al perro, está afuera. --- grito Evan desde la oficina.
--- Sólo mantenlo
vivo, ¿oíste? --- dijo Deán a Sam, cortando su anterior conversación y salió
corriendo por el pasillo.
--- ¡Deán! ----
le grito Sam en un intentó de detenerlo.
--- ¡Ve! ---- le
grito Deán a su hermano y salió de la casa, no sabia exactamente cual era el
plan pero lo descubriría a medida que avanzara el camino.
Mientras tanto, en
la mansión de los vampiros… los meseros empezaron a servir la comida a todos,
Jeff estaba renuente a comer pero ya habían pasado muchas horas desde la ultima
vez que probo bocado, así que termino por comer de forma aborazada.
--- Tranquilo cariño, parece que estas
teniendo sexo oral con algún perro callejero. --- dijo Talbot, Jeff dejo de
comer y lo miro con odio.
--- Talbot, no
necesitas decir todo lo que piensas… no enfrente del niño. --- le reprocho
Russell.
--- Entonces, ¿Por
qué me trajeron aquí? --- pregunto Jeff, dejando caer sus cubiertos sobre la
mesa para dejar claro su punto.
--- Según cierta
profecía… tú eres el elegido, el único niño nacido de una madre vampiro y un
padre humano… un milagro sobrenatural que esta destinado a ser nuestra destrucción
o a ser nuestra salvación… pues yo voto por la segunda opción. --- comento
Russell, esa era una parte de la leyenda que Jeff apenas había conocido, era
algo similar a lo que Fe (la cazadora malvada) le dijo alguna vez.
--- No soy lo que esta buscando… ya le dije
que no soy el elegido y… no tengo interés de ser nombrado rey de los vampiros o
algo parecido. --- dijo Jeff molesto.
--- Pobre Zohar, es
una lastima que ella pague el precio de tu obstinación. --- dijo Russell, Jeff
se puso pálido, no podía dejar que alguien mas muriera por el.
--- Déjela fuera de
esto. --- dijo entre dientes, se levanto y dejo caer su silla a sus espaldas.
Russell también se levanto y en velocidad de vampiro le hizo frente.
--- Estas en mi
casa jovencito, mejor guarda esos sumos y vuelve a sentarte. --- le ordeno con
un ton aterrador, Jeff lo miro con odio pero obedeció.
--- Ella es
inocente. --- murmuro el niño.
--- Sabemos que la
amas y por como me miras… se que eres capaz de matar por ella. --- aseguro
Russell entre risas.
--- Que romántico.
--- dijo Talbot en medio de un suspiro, Jeff estaba por responderle algo cuando
alguien mas llego a la habitación… era Nicky,
--- No es
romántico… es una tontería. --- dijo ella y dejo ver sus colmillos, Jeff estaba
tan confundido ¿Cuándo fue que su amiga la nerd se convirtió en aquella joven
tan sexy? ¿Cuándo de convirtió en vampiro?
--- Jajaja Carmel,
querida. --- se rio Russell, eso confundió aun mas Jeff ¿Por qué le estaba
llamando Carmel a Nicky?
--- Que suerte,
vine justo a tiempo para el postre. --- dijo ella y se lamio los labios al
mirar a Jeff, quería probar su sangre.
--- ¿Nicky? ---
pregunto Jeff dudoso, la vampira se burlo de el.
--- Vaya que eres
tonto… Nicky ya no esta aquí, digamos que… me ha prestado un rato su cuerpo, aun
que… sigo preguntándome ¿Dónde guardaba todo esto? --- pregunto Carmel,
tocándose de forma apasionada los pechos.
Jeff estaba tan
confundido, todo lo que creía hasta esos
momentos se había ido por la borda, la chica mas tímida de la escuela estaba
poseída por una zorra vampiro, ¿es que no podía confiar en nadie más? Así que
Jeff se levanto y arrojo sobre la mesa una vela que estaba sobre la chimenea,
el fuego consumió parte del mantel blanco pero entonces llegaron los guardias y
apagaron el fuego con agua.
--- Ese tapiz que
quemaste fue un regalo del señor de Glyndyfrdwy en 1387. --- le reprocho Talbot
al niño.
--- Encontraremos
el modo de restaurarlo… o pondremos una planta o dos para cubrirlo. --- dijo
Russell para calmar los nervios de su enfadado esposo. --- Ahora si no es mucha
molestia… déjenme a solas con el niño, necesitamos unos minutos para calmarnos.
--- pidió Russell, así que todos se fueron de la sala.
--- ¿Sabes? Escuche
muchas cosas sobre ti Jeff… pero que fueras tan malcriado no fue una de ellas…
como sea, me agrada… tu me agradas… por eso quiero que vengas a vivir aquí…
conmigo, que seas parte de mi familia… no importa que ya no tengas poderes,
seguro que encontraremos una solución… podrías ser mi profeta, mi mano derecha.
--- dijo Russell.
--- ¿Y si digo que
no? --- pregunto Jeff, Russell se encogió de hombros.
--- Bueno… no me
dejarías mas opción que terminar contigo y tu familia… no podría dejar que
nadie se enterara de que exististe y de que te deje ir. --- dijo Russell.
--- Yo… yo jamás me
uniría a ustedes. --- le dijo Jeff muy decidido, todo aquello iba en contra de
todo lo que había creído, de todo lo que sus padres le habían inculcado y el
simple hecho de pensarlo era como deshonrar la memoria de John Winchester.
--- Vamos a descansar
un poco… piensa en mi oferta antes de que sea tarde. ---- le pidió Russell y se
fue, al poco rato llego un guardia para escoltar a Jeff a su propia habitación.
Mientras tanto,
Deán regreso al crucero para convocar al demonio, primero coloco las trampas del
diablo en lugares específicos y después desenterró nuevamente la caja de fierro
negra y cambio la fotografía que había dentro por la de su propia licencia. En
segundos se sintió una ráfaga de aire fría y una joven de vestido negro apareció ante el.
--- Y... ¿Qué
trae a alguien como tu a un lugar como éste? --- pregunto ella, Deán la miro
expectante por un segundo. --- ¿Me llamaste?
--- Veo que
funciono. --- respondió Deán con una sonrisa.
--- ¿La primera
vez? --- le pregunto ella entre risas.
--- Yo diría que
sí. --- murmuro Deán.
--- Oh, vamos...
No seas tan modesto… Sé todo sobre ti, Deán Winchester. --- exclamo ella con
orgullo y sus ojos cambiaron repentinamente a un color rojo intenso.
--- ¿Entonces
sabes quién soy? --- le pregunto Deán.
--- Recibí el
boletín. --- dijo ella.
--- Bien, no me
mantengas en suspenso. ¿Qué has oído? ---- volvió a preguntarle Deán, lo cierto
es que tenia curiosidad de saber que decía el infierno sobre ellos… tenia la
esperanza de conseguir mas respuestas sobre su padre.
--- Bien... Oí
decir que eras atractivo... pero estás pasable. --- dijo ella, lamiéndose los
labios como si quisiera probar los
labios de Deán. --- ¿Qué puedo hacer por
ti, Deán? --- le pregunto.
--- Tal vez sea
mejor que hablemos en mi auto… Es más privado. --- dijo Deán.
--- Eso suena
bien --- respondió ella con una sonrisa, acaricio el pecho de Deán y continuo
caminando, el detrás de ella.
Mientras tanto
Sam aseguraba la oficina de Evan para evitar que el perro los tomara por
sorpresa y entrara, vacio tierra de tumba en puertas y ventanas.
--- ¿Qué es esa
cosa? --- pregunto Evan al verlo formar un circulo a su alrededor.
--- Tierra de
tumba. ---- respondió Sam
--- ¿Hablas en
serio? --- pregunto Evan incrédulo, ¿Cómo la simple tierra podría salvarlo de
las garras de ese cancerbero?
--- Sí, me temo
que sí… Oiga, puede creerme o no me creerme, como usted quiera... Pero pase lo
que pase, quédese dentro del circulo ¿entiende? ---- le dijo Sam molesto y
continuo haciendo el circulo y echando tierra por el lugar, hasta que esta se
acabo por completo.
Mientras tanto
Deán continuaba charlando con el demonio del crucero, había dejado su auto
aparcado a una distancia considerable para tener el tiempo suficiente de
obtener la respuesta que necesitaba.
--- Esperaba que
pudiéramos hacer un pacto. --- dijo Deán.
--- Ese es mi
trabajo. --- exclamo ella con orgullo.
--- Quiero que
liberes a Evan Hudson de su contrato. --- pidió Deán.
--- Lo siento
mucho, querido… Eso es innegociable. --- respondió ella.
--- Haré que
valga la pena. --- aseguro Deán.
--- ¿Así? ¿Y qué
cosa ofreces? --- pregunto interesada
--- A mí. ---
respondió Deán, la mujer se paro en seco y lo miro con una sonrisa de
satisfacción en el rostro.
--- Vaya, vaya,
vaya... Sacrificarías tu vida por la de alguien más… Tal padre, tal hijo.--- dijo ella, Deán se quedo callado pues acababa
de darle la respuesta que buscaba, pero también la que no quería escuchar. --- Sabías del trato de tu padre, ¿verdad? Su
vida por la tuya… No fui yo quien hizo el trato, pero...me habría gustado. ---
dijo ella, Deán asintió y paso saliva por su garganta para calmarse a si mismo.
--- Después de
ti.--- exclamo Deán y le abrió la puerta del impala.
--- Qué
caballeroso.--- dijo ella y estuvo apunto de poner un pie dentro del auto
cuando noto algo inusual, debajo del impala había algo pintado… era una trampa
para demonios.
--- ¿Una trampa
del diablo? Tiene que ser una broma.--- dijo ella molesta y se alejo del auto.
--- Estúpido, estúpido… Debería hacerte pedazos. --- le decía ella.
--- ¿Podrás
hacerlo? --- le pregunto Deán desafiante.
--- No… No lo
creo… Yo no acabare con tu miseria. --- dijo ella.
--- ¿Por qué no?
--- cuestiono Deán, ahora tenia que hacerlo necesario para que su plan B
funcionara y retar a esa demonio era primordial.
--- Porque así
sufres más… Es muy divertido de ver. Sabiendo cómo tu padre murió por ti, cómo
vendió su alma. La verdad, eso debe doler, es en lo único que piensas…
Despiertas y tu primer pensamiento es: "Ya no puedo seguir mas"...
Estás lleno de dolor, tú lo amabas demasiado y es todo culpa tuya, lo
arruinaste Deán… Te podría haber dado lo que quieres. --- le aseguro la
demonio.
--- ¿Y que
quiero? --- pregunto Deán expectante.
--- Tu padre…
Podría haberlo traído de vuelta… Tú te lo pierdes, nos vemos Deán… que tengas
una larga vida. --- dijo la mujer, se dio la vuelta y empezó a caminar. Deán
por su parte se quedo pensativo por un segundo, tenia la oportunidad de
regresar a su padre… de corregirlo todo ¿Qué se suponía que debía hacer con
eso?
--- Espera. ---
le grito Deán, la mujer sonrió y se giro para verlo con su cara de tristeza y
amargura pura.
--- Tienes
suerte que tenga debilidad por los cachorritos de caras tristes… No te puedo
dejar así… Además, no me llamaste aquí para pedir por Evan… No lo creo. ---
aseguro la demonio y se le volvió a acercar.
--- ¿Puedes
traerle de vuelta? ¿A mi papá? --- pregunto Deán con cautela, el solo decir la
palabra ”papá” le hacia sentirse mal.
--- Claro que
puedo… Tal y como era… Tu padre tendrá una vida larga y natural… Como tenía que
ser, es una promesa.
--- ¿Y yo? ---
pregunto Deán.
--- Te daría 10
años… Diez largos y buenos años, con él… Es toda una vida… La familia podrá
estar junta de nuevo… John, Deán, Sammy, el pequeño Jeff... Los chicos
Winchester, todos reunidos… Escucha, tu padre tendría que estar vivo y tú
tendrías que estar muerto…. ¿Qué tal si lo arreglas? Devuelves las cosas a su
orden natural...Y además obtienes 10 años extra como bonificación. --- dijo la
mujer, Deán realmente se lo pensó pero al final decidió declinar esa oferta, no
podía interferir con el curso de las cosas. No después de que su padre ya la
había hecho.
--- ¿Crees que
podrías... añadir un juego de cuchillos? --- pregunto con ironía, la demonio
sonrió con incredulidad y empezó a caminar atreves de un quiosco de madera.
--- Ese estúpido
mecanismo de autodefensa tuyo es... ---
la demonio se quedo callada al darse cuenta de que no podía ir mas allá del
quisco, giro su mirada hacia arriba y noto que estaba encerrada en otra trampa
para demonios. --- Deán. --- exclamo molesta.
--- Ahora estás
atrapada de verdad… Eso debe doler. --- aseguro Deán.
--- Déjame
salir... Ahora. --- ordeno la demonio.
--- Claro… Pero
tenemos que hacer un pequeño trato antes… llama a tu cancerbero y deja ir a
Evan… Y entonces te dejaré salir. --- exigió Deán.
--- No puedo
romper un contrato. --- dijo ella.
--- ¿Y por 'no
puedo' quieres decir 'no quiero'? Última oportunidad… Evan y su esposa tienen
que llegar a viejos… segundos, segundos… a la de una. --- Deán empezó su cuenta
regresiva lo que sin duda alguna, asusto a la mujer.
--- Hablemos de
esto. --- dijo ella.
Mientras tanto,
Sam y Evan continuaban en la casa. El perro del infierno ya se había presentado
para cobrar el alma de Evan pero no podía pasar hasta la oficina debido a toda
la tierra que Sam esparció en el lugar, después de un rato de escuchar ladridos
y azotes contra la puerta, todo se quedo en silencio.
--- ¿Aun lo oye?
--- pregunto Sam al sujeto, pues por las leyendas de los cancerberos sabia que
muchos de sus efectos, como el poder verlo solo se presentaban en la persona
que estaba condenada a morir.
--- No. ---
murmuro el hombre. --- ¿Ya ha se acabo?
--- pregunto esperanzado, entonces uno de los muros de madera de la oficina de
hizo trizas y los ladridos del perro empezaron nuevamente.
--- ¡Está aquí!
--- grito Evan quien podía ver la monstruosa apariencia que tenia la criatura,
Sam salto dentro del circulo de tierra con Evan para protegerse.
--- ¡Quédese
dentro del círculo! --- grito Sam, viendo como las marcas de las garras del
perro de marcaban sobre la madera del suelo, repentinamente empezó a rogar
porque su hermano tuviera éxito en su misión.
Deán por su
parte saco el diario de su padre y empezó a buscar el exorcismo para demonios
que había en el.
--- ¿Qué vas a
hacer? --- pregunto la demonio.
--- Ah, vas a
hacer un largo viaje… Muy al sur. --- exclamo Deán con ironía.
--- Mira,
olvídate de Evan, piensa en tu padre. --- dijo la mujer, estaba decidida a
tentar a Deán de cometer una locura, pero el joven cazador no se dejo convencer
y se puso a leer el exorcismo.
Regna terrae, cantate Deo,
psallite Domino
qui fertis super caelum
caeli ad Orientem
Ecce dabit voci Suae
vocem virtutis,
tribuite virtutem Deo.
psallite Domino
qui fertis super caelum
caeli ad Orientem
Ecce dabit voci Suae
vocem virtutis,
tribuite virtutem Deo.
Mientras en la
casa de Evan, el perro del infierno logro romper una ventana y la ráfaga de
aire que entraba fue borrando poco a poco la tierra del círculo, hasta romperlo
por completo.
--- ¡El círculo
se ha roto! ¡Vámonos! --- grito Sam y jalo a Evan del brazo para salir
corriendo por el pasillo y encerrarse en otra habitación, como no tenían mas
tierra de tumba, ambos se pusieron tras la puerta para no dejar a la criatura
pasar.
Por su parte
Deán continuaba leyendo el exorcismo.
Deus
caeli, Deus terrae,
humiliter majestati gloriae Tuae supplicamus
ut ab omni infernalium spirituum potestate,
laqueo, deceptione et nequitia,
omnis fallaciae, libera nos, Domine.
Vade, Satana, inventor et magister
omnis fallaciae, hostis humanae salutis.
Humiliare sub potenti manu Dei
humiliter majestati gloriae Tuae supplicamus
ut ab omni infernalium spirituum potestate,
laqueo, deceptione et nequitia,
omnis fallaciae, libera nos, Domine.
Vade, Satana, inventor et magister
omnis fallaciae, hostis humanae salutis.
Humiliare sub potenti manu Dei
--- ¡Espera! ---
grito la demonio pues el exorcismo estaba teniendo efecto y ella comenzaba a
temblar. En un ultimo intento para salvarse a si misma, la demonio salto lo mas
cerca de Deán que pudo y lo jalo de la chaqueta para besarlo en la boca, con
eso el cancerbero desapareció de la casa de Evan para siempre.
--- ¿Qué rayos
fue eso? --- pregunto Deán al separar sus labios de los de ella.
--- Para cerrar
el trato. --- dijo ella.
--- Me guste que
me avisen antes de que me viole una lengua demoníaca. --- dijo Deán con ironía.
--- Evan Hudson
está libre… Él y su mujer tendrán largas vidas. --- aseguro la demonio.
--- ¿Cómo sé que
no estás mintiendo? --- le pregunto Deán
--- Mi palabra es
mi bono --- aseguro ella.
--- Oh, ¿en
serio? --- pregunto irónico.
--- Lo es cuando
hago tratos… Es la regla… Tienes lo que querías, ahora suéltame. --- pidió la
demonio, Deán estuvo por subirse a la escalera de madera para rasgar la trampa
del diablo del techo, pero se lo repensó y no lo hizo… solo se quedo parado con
una sonrisa hipócrita.
--- ¿Vas a
traicionarme? ¿Yo soy la confiable aquí? --- pregunto ella con ironía. --- Sabes...
hazlo, envíame al infierno. Tarde o temprano volveré a salir... e ir tras Evan
Hudson será lo primero que haga. --- amenazo ella, Deán no pudo negarse a
cumplir con su parte del trato así que se subió a la escalera y corto la
trampa, dejando que la mujer caminara un par de metros lejos.
--- Tengo que
decirte... que jamás hubieras hecho esto si lo hubieras sabido. --- empezó a
decir ella.
--- ¿Saber qué? --- pregunto Deán interesado.
--- Dónde está
tu padre… Deberías haber hecho el trato… Las personas hablan del infierno, pero
tan sólo es una palabra… No llega a describir lo que realmente hay allí. ---
aseguro la mujer.
--- Cierra la
boca, perra. --- grito Deán molesto, pero lo único que pudo conseguir fue que
la demonio se burlara de el.
--- Si pudieras
ver a tu pobre papa...oír los sonidos que emite, porque no puede ni gritar. ---
agrego ella.
--- ¿Qué tal si
te envío halla? --- pregunto Deán desafiante y estaba por continuar con el
exorcismo cuando la nube negra de la demonio abandono el cuerpo de la mujer y
se fue volando por el cielo oscuro.
--- ¿Cómo llegue
aquí? --- pregunto la mujer apenas caer en el suelo y recuperar el control de
su propio cuerpo, Deán suspiro con fuerza y no tuvo mas que inventarle una
excusa y llevarla a su casa.
Jeff paso una de
las peores noches de su vida, tal vez había cometido muchos errores en su vida,
había tantas cosas que lo atormentaban, tantas muertes… pero jamás hubo tanta
presión sobre el. Tenia que tomar una decisión, tratar de salvarse a si mismo y
dejar que esos vampiros acabaran con sus hermanos, con lo único que le quedaba
en la vida o quedarse, y convertirse en el profeta, en la persona que llevaría
a los vampiros a una nueva era, una de muerte y destrucción… no podía ser
egoísta, no después de que tantas personas murieran para protegerlo, era
momento de hacer lo mismo por alguien mas.
Así que Jeff salió de la cama y descubrió que
había nueva ropa para el, ropa bastante elegante y cara, Así que se vistió y
con pasos leves bajo hasta el comedor, donde Russell, Talbot y la tal Carmel
estaban desayunando.
--- Señor
Winchester, ¿Que tal descanso? --- pregunto Russell, alzando su copa de sangre
hacia el. Jeff asintió y se le acerco expectante.
--- He considerado
su oferta… lo que ha pasado, solo me ha hecho sufrir a mi y a los humanos con
los que he vivido… ahora lo entiendo… por su seguridad y por la mía. --- Jeff
no podía creer lo que estaba diciendo pero sabia que era lo mejor para todos.
--- Estoy dispuesto a… a convertirme en su profeta… y juro mi humilde lealtad a
usted majestad. --- agrego con humildad.
Se formo un
silencio bastante incomodo en el comedor, todos los vampiros compartían miradas
extrañas, hasta que Russell soltó una carcajada y aplaudió con sus manos.
--- Maravilloso,
maravilloso… ya no necesitare a la chica. --- decía con orgullo.
--- ¿La dejaras ir?
Pero me diste tu palabra de que podría matarla. --- dijo Carmel enojada, Jeff
la miro consternado, ¿Qué había pasado con Nicky? Pues no había nada de ella en
ese cuerpo.
--- Di mi palabra…
al joven Winchester y no pienso romperla. --- dijo Russell, Carmel lo miro
resentida y se fue del comedor, claro que no perdió oportunidad para empujar a
Jeff de su camino.
--- Disculpa sus
modales, esa niña es bastante… inmadura para su edad. --- respondió Russell y
le indico a Jeff con la mirada que se sentara junto a el, Jeff obedeció.
--- Muy bien Jeff,
veo que eres un chico muy listo… tomaste la mejor decisión para todos… aun así…
tienes que hacer una ultima cosa, para probarme tu lealtad. --- le dijo el
vampiro con una temible sonrisa, Jeff solo lo miro expectante en espera de su
nueva demanda.
Esa misma mañana
Deán regreso a recoger a Sam de la casa de Evan y le conto todo lo que había
pasado con la demonio y todo lo que esta le había dicho.
--- Los demonios
siempre mienten… Tal vez era una mentira.
--- dijo Sam, realmente no pensaba eso pero no quería hacer sentir mas mal a su
hermano de lo que seguramente ya se estaba sintiendo.
--- Vamos, ¿es
eso lo que realmente piensas?... ¿Cómo pudo hacer eso? --- pregunto Deán
molesto pero sobre todo preocupado.
--- Lo hizo por
ti. --- le dijo Sam, como diciéndole ”Es
la prueba de lo mucho que te quería”
--- Exacto.
¿Cómo se supone que debo vivir con eso? La sola idea de el... Dónde quiera que
esté ahora... Pasó toda su vida persiguiendo a ese... demonio, hijo de perra...
debió acabar la pelea, eso debió ser su legado… no el pactar con esa cosa, no
eso. --- murmuro Deán con tristeza, no podía creer que su padre hubiera muerto
por el, el no era tan valiosos como John Winchester ¿Cómo pudo haber pasado eso
en primer lugar?
--- ¿A cuántas
personas crees que salvó papá? --- pregunto Sam
--- Eso no es el
punto, Sam --- reprocho Deán.
--- Evan Hudson
está a salvo gracias a lo que papá nos enseñó… Ese es su legado, Deán. Todavía
seguimos aquí, tenemos que continuar… por él. --- le dijo Sam tratando de tomar
un nuevo enfoque con su hermano.
Deán se quedo pensativo, tal vez Sammy tenia razón
y en vez de lamentarse por la decisión de su padre, debían concentrarse en
continuar con su misión, debían esforzarse mas y encontrar una forma de
solucionarlo todo.
--- Oye, Deán.
--- dijo Sam al cabo de unos minutos
--- ¿Sí? ---
pregunto Deán sin girar a verlo.
--- Cuando
atrapaste al demonio, no estarías... Quiero decir, sólo fue un truco. ¿Verdad? Nunca
consideraste hacer un trato, ¿cierto?
--- pregunto Sam pero no hubo respuesta. Lo cierto era que Deán estuvo
dispuesto a sacrificarse por su padre, pero no lo hizo… no lo hizo por Sam, por
no dejarlo solo… también lo hizo por su padre, no podía traerlo de vuelta y
hacerlo sentir como el mismo se sentía en ese momento… culpable de todo.
Unos kilómetros
después, el teléfono de Sam empezó a sonar. Era una llamada de Jeffrey así que
contesto de inmediato.
--- Enano, he
tratado de llamarte un par de veces en estos días… ¿Dónde has estado? ---
pregunto Sam algo preocupado.
--- Escucha Sam…
¿podrías poner el altavoz? Quisiera que Deán también escuchara esto. --- pidió
Jeff desde el otro lado de la línea, Sam
se quedo extrañado pero al final hizo lo que le pidió el chico.
--- ¿Jeff, que pasa?
¿Esta todo bien? --- pregunto Deán, también extrañado.
--- En realidad…
no, no lo esta… Sam, Deán… Extraño mucho a Papá, el… el me enseño muchas cosas
en el poco tiempo que lo tuve… pero… esto de ser hermanos… fue… fue un error
desde el principio. --- empezó a decir Jeff con la voz entrecortada, lo cierto
era que Russell estaba frente a el, escuchando muy atento cada palabra que
salía de su boca.
--- ¿Jeff, que
estas diciendo? --- pregunto Sam extrañado, ahora pensaba que haber dejado a su
hermano solo en ese lugar, solo sin darle la oportunidad de conocerlos y sin
darse la oportunidad de conocerlo había sido un grave error.
--- Pensamos que
debíamos estar juntos, pero… la verdad es que solo nos estábamos engañando…
ustedes dos, salvan personas… son como papá… y yo…yo no puedo hacer eso, jamás
podre. --- dijo Jeff, empezando a llorar. Deán detuvo el auto a media carretera
y se quedo mirando a Sam consternado, en busca de alguna explicación para lo
que estaban escuchando.
--- Eso no es verdad, tú has salvado a muchas
personas también. --- le decía Deán, algo en aquella llamada le parecía
bastante raro.
--- Claro que no,
yo no fui… Fueron mis amigos, Giles… papá…. Y mientras siga con ustedes
solamente los detendré... solamente voy a hacerlos sufrir. --- aseguro Jeff.
--- Estas
mintiendo… Jeff, no se lo que ocurre pero tu no eres así… eres mejor que esto,
eres un niño listo, eres la mejor persona que he conocido. --- decía Deán, pero
se quedo callado al escuchar las lagrimas y los sollozos de su hermano.
--- Piensa lo que
quieras, ya no me interesa… solo… solo no me busquen, por favor… yo no quiero
ser
encontrado. --- pidió Jeff, tratando de sonar lo mas serio posible y colgó
la llamada. Sam y Deán se miraron consternados, ¿Qué acababa de pasar? ¿Porque?
Jeff se puso a
llorar enfrente de Russell y el vampiro le dio un suave masaje en la espalda
para tratar de calmarlo, Jeff se giro a verlo con ira y odio en su mirada… pero
sobre todo, con mucha incertidumbre.
--- ¿Qué es lo que
dudas, mis intenciones o mi poder? --- pregunto Russell.
--- ¿Puede
asegurarme que estarán a salvo? --- pregunto Jeff, terminando de secar sus
lagrimas, aquella conversación lo había dejado completamente devastado.
--- Eso depende de
lo que estés dispuesto a hacer. --- dijo el vampiro y le giño el ojo, Jeff
asintió mientras se mordía el labio inferior y pensaba en lo mucho que habría
hecho sufrir a sus hermanos con esa llamada, pero todo era por su bien.
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