Descripción Oficial
Después de que Dean revela lo que su padre le contó antes de morir, el aturdido Sam escapa solo a Indiana donde se encuentra con Ava, una psíquica que admite haber buscado a Sam para advertirle sobre su inminente muerte. Jeffrey y Zohar son rescatados de la mansion de Russell y conocen a Alcide, un hombre lobo que quiere protegerlos. Dean descubre que Gordon, un cazador de vampiros con quien se han enfrentado antes, anda tras Sam, y corre para tratar de salvar a su hermano a tiempo.
Lafayette, Indiana.
Un joven pálido y demacrado se
encontraba en su sesión de terapia semanal,
el estaba tratando de superar las extrañas situaciones que habían
conducido su vida en los últimos tiempos, mismas que lo habían convertido en
una persona retraída que se pasaba todo el día mirándose las manos.
--- No tengas miedo, Scott…
Puedes decirme lo que sea… Lo que me digas, no saldrá de esta sala. --- aseguro
el doctor que le atendía, el joven salió de sus pensamientos y lo miro
fijamente por unos segundos.
--- Comenzó hace un año… Migrañas
primero… Después, descubrí que podía hacer cosas. --- comentaba el chico,
haciendo pausas considerables en su forma de hablar.
--- ¿A qué te refieres con
"hacer cosas"? --- cuestiono el doctor
--- Tengo la habilidad… de que
cuando toco algo, puedo electrocutarlo si quiero. --- aseguro el joven,
--- ¿Cómo lo sabes?
--- Electrocuté al gato del
vecino… sus entrañas se frieron como hamburguesa. --- le dijo el chico, el
doctor lo miro con cierto miedo pues empezaba a creer en que la persona que
tenia frente a el, estaba totalmente loca. --- ¿No me crees? --- pregunto el
joven
--- Creo lo que tú creas. ---
aseguro el doctor, Scott dejo escapar una sonrisa sarcástica y se inclino hacia
delante para estirar su mano en el aire.
--- Entonces... ¿Quiere tocarla?
--- le pregunto al doctor quien por un segundo alzo la mano para corresponder
al gesto, pensaba que si le seguía el juego a Scott podría llegar a alguna
conclusión medica, sin embargo algo en su interior le impidió darle la mano al
joven.
--- ¿Por qué querías matar al
gato del vecino? --- le pregunto para cambiar el tema.
--- No quería… El quería que lo
matara… Y no quiere que me detenga. --- comento Scott.
--- ¿Quién? --- le pregunto el
doctor, comenzando a pensar en un posible trastorno de personalidad múltiple.
--- El tipo de los ojos
amarillos… Aparece en mis sueños y me dice que haga cosas horribles. .. Pero yo
le digo que no, no quiero hacerlas. --- respondió Scott.
--- ¿Qué más te dice este tipo de
ojos amarillos?
--- Que tiene planes para mí. ---
aseguro Scott y se quedo mirando hacia un punto fijo, recordando al tenebroso
hombre que aparecía en sus sueños.
--- ¿Qué clase de planes? ---
pregunto el doctor interesado, Scott le conto en secreto lo que había escuchado
en sus sueños y cuando su tiempo termino salió del consultorio y camino a mitad
de la noche por un callejón hacia su auto y antes de que pudiera subir a el,
alguien apareció por detrás, Scott se giro para ver quien era pero fue
apuñalado en el estomago.
Un mes después
Tras acabar con el caso del virus
Croatoan, los hermanos Winchester continuaban descansando en la orilla de un
lago, la conversación había sido extraña porque Sam había preguntando a Deán
por su mas grande sereta, Deán no pudo callarse mas y termino por revelar una
temible verdad.
--- Antes de que papá muriera, me dijo algo… Algo
sobre ti. --- empezó a decir Deán.
--- ¿Qué? Deán, ¿qué te dijo? ---
cuestiono Sam, lleno de intriga y sobre todo de miedo, algo le decía que lo que
su hermano había estado sufriendo en los últimos tiempos, se debía a el.
--- Me dijo que quería que te
vigilara, que te cuidara. --- aseguro Deán.
--- Te dijo eso millones de
veces. --- aseguro Sam
--- Esa vez fue diferente… Me
dijo que tenía que salvarte. --- comento Deán, su voz comenzaba a temblarle y
su mente no dejaba de pensar en que estaba haciendo lo correcto, en que debía
continuar hablando aun que con eso su corazón se partiera en pedazos.
--- ¿Salvarme de qué? --- le
pregunto Sam
--- Sólo me dijo que tenía que
salvarte, que nada más importaba, y que si no podía, yo... --- pese a todo Deán
no podía atreverse a decir las palabras, mucho menos a llegar a pensarlas sin
que le doliera la cabeza.
--- ¿Tú qué, Deán? --- le exigió
Sam
--- Que debía matarte… Me dijo
que tal vez tendría que matarte, Sammy. --- le dijo Deán con la voz entre
cortada y de forma contundente para no tener que repetir esa atrocidad.
--- ¿Matarme? ¿Qué diablos
significa eso?--- le pregunto Sam confundido, si bien su relación con su padre
era tensa, nunca pensó en que John pensara en hacerle eso.
--- No lo sé --- murmuro Deán con
pesar pues esa era la misma pregunta que se hacia todas las mañanas al
despertar desde que su padre había muerto.
--- Tuvo que tener una razón para
decirte eso, ¿no? ¿Sabía del plan que el demonio tiene para mí? ¿Se supone que
me volveré maligno? ¿Qué más te dijo, Deán? --- cuestiono Sam molesto.
--- Nada, sólo eso, te lo juro.
--- aseguro Deán al ver que la mirada de
Sammy se tornaba furiosa y llena de resentimiento.
--- ¿Por qué no me no dijiste
nada? --- Sam había estallado en furia, y empezaba a gritarle.
--- Porque era papá, y me rogó
que no te lo dijera. --- le respondió Deán, sintiendo un gran peso de culpa en
su corazón, pues en ese momento podía ver que Sam estaba asustado y el le
estaba provocando su miedo.
--- ¿A quién le importa? Acepta
tu responsabilidad, Deán… No tenías derecho a ocultarlo. --- le reprocho Sam
--- ¿Crees que quería esto?
Quisiera que jamás hubiera hablado… Quisiera no tener que andar con eso en mi
cabeza todo el día. --- se quejo Deán pero en el fondo ese era realmente su
pensamiento, su deseo de no haber sabido nada.
--- Tenemos que descubrir qué
está sucediendo, qué rayos quiso decir papá. --- empezó a decir Sam
--- ¿Tu crees?... porque he
estado pensándolo, y creo que debemos mantenernos quietos… Por lo menos un
tiempo y a salvo… para estar seguros de que… --- Deán empezaba a armar un plan
en su mente pro Sam estaba tan molesto que ni siquiera le dejo explicarse.
--- ¿De qué? ¿De que no soy malo?
¿De que no me convierta en un asesino? --- pregunto Sam con furia.
--- No dije eso. --- aseguro
Deán.
--- Si no tienes cuidado, tendrás
que matarme algún día, Deán. --- le dijo Sam entre irónico y dolido al mismo
tiempo, lo que hizo enojar mucho a Deán.
--- ¡Nunca dije eso! ¡Demonios,
Sam, todo esto se está saliendo de control!, ¿entiendes? Tu eres inmune a un
virus demoníaco y yo ya no se ni que pensar. --- le grito Deán pero en ese
momento Sam se empezó a alejar de el, haciéndolo sentir mucho mas culpable. ---
Y estas furioso... Lo entiendo, está bien, lo merezco… Pero estaremos quietos,
hasta saber que hacer, ¿de acuerdo? --- le pidió Deán, Sam lo miro un segundo y
le sonrió con enojo.
--- ¡Olvídalo! --- grito Sam y
empezó a caminar, Deán lo siguió hasta tenerlo a su alcance y sujetarlo para
que no se fuera.
--- Sam, por favor… oye por
favor… solo dame tiempo, tiempo para pensar
¿sí? Te lo ruego, por favor. --- pedía Deán con los ojos vidriosos, Sam
podía ver todo el dolor y el mismo miedo en la mirada de su hermano así que
accedió a quedarse con el, aun que eso no significaba el dirigirle la palabra.
Carmel continuaba mordiendo el
cuello de Jeff, era la primera vampira en mucho tiempo que logro darse cuenta
de que la sangre del chico sabia diferente a la de todos los demás.
--- Eres delicioso... jamás había
probado a alguien como tu… ¿Qué cosa eres? --- pregunto emocionada, saboreando
cada gota de la sangre en su bica.
--- soy… el maldito que acabara
contigo. --- dijo Jeff con algo de dificultad por el impacto del golpe que
había recibido, Carmel se empezó a reír y Jeff logro golpearla con las pocas
fuerzas que le quedaban, cosa que no sirvió para mucho pues la vampira volvió a
arrojarlo contra la pared.
--- Tú no podrías acabar ni con
una rata. --- le dijo Carmel, entonces
llego Zohar y se fue encima de ella, pelearon un poco y Zohar estaba por
clavarle un madero en el pecho a la vampira.
--- No… es Nicky… esta atrapada en su cuerpo… si la matas… también
matas a Nicky. --- dijo Jeff con dificultad antes de desmayarse en el suelo,
Zohar giro para ver como la vampiro debajo de ella se burlaba
--- Más te vale que me mates,
porque juro que voy a perseguir y a cazar a cada uno de ustedes, malditos
bastardos. --- amenazo la vampira, Zohar lo pensó por un segundo pues no estaba
segura de que debía hacer, entonces llego Alcide y le roció algo encima a la
vampira, algo que pareció quemarla y debilitarla.
--- No hay tiempo para
explicaciones. --- dijo Alcide al ver la expresión del rostro de Zohar, ella
asintió y corrió a ver a la persona que estaba atada, la cual lamentablemente
ya estaba muerta, luego giro su atención a
Jeff.
--- Por favor, ayúdame a
llevarlo. --- le pidió Zohar a Alcide y este tomo a Jeff en sus brazos y
salieron corriendo hasta su propio camión.
--- Esta sangrando mucho, tenemos
que detenerle la hemorragia. --- dijo Alcide en pánico, Zohar tomo una parte de
su vestido y con un jalón logro romperla, luego tomo ese pedazo de tela y se lo
puso a Jeff en el cuello, Alcide la miraba impactado pues era mucho mas fuerte
de lo que había pensado.
--- La sangre que bebí me da la
fuerza, tu conduce… yo iré con el. --- ordeno Zohar, así que Alcide regreso al
volante y dejo que los niños se fueran en la parte trasera de su camión. En su
camino se atravesaron otro par de lobos y Alcide no tuvo reparo en
atropellarlos.
Jeff estuvo inconsciente por un
rato y cuando despertó, estaba recostado en una cama, mirando un techo que
jamás pensó volver a ver. Le dolía mucho el cuello (por el impacto del golpe
que se dio contra la madera del granero) y cuando trato de tocárselo descubrió
que tenia un parche puesto, luego se percato de la presencia de un extraño
junto a el.
--- ¿Quién... quien eres? ---
pregunto Jeff levemente y se trato de alejar un poco pero el extraño (que no
era otro mas que Alcide) no lo dejo moverse.
--- Shsh, tranquilo… esta todo
bien… procura no moverte, aun estas lastimado. --- dijo el hombre con dulzura,
Jeff hecho otra mirada a la habitación y descubrió que se encontraba en su
antigua casa, estaba en Mystic Falls otra vez.
--- ¿Estoy… muerto? ¿Eres… un…
ángel? --- desvarió Jeff, Alcide se empezó a reír por el comentario.
--- Gracias por la parte que me
toca… pero no, no soy un Ángel… soy un hombre lobo. --- dijo el hombre, los ojos de Jeff se abrieron como platos. ---
Pero no trabajo para los vampiros, soy un… lobo solitario si así quieres verlo…
me llamo Alcide Herveux. --- se presento con una enorme sonrisa, misma que hizo
a Jeff sentirse seguro en su presencia.
--- Soy Jeff… oye… ¿Cómo llegue
aquí? ¿Zohar, ella esta…? --- de pronto todos los recuerdos de los últimos
acontecimientos vinieron a la mente de Jeff.
--- Tranquilo, ella esta bien…
esta aquí también, ahora mismo creo que esta cambiándose… llegamos hace un par
de horas… la verdad es que me enviaron a buscarlos. --- comento Alcide.
--- ¿Quien? --- pregunto Jeff
dudoso.
--- Bill Forbes, el cazador… no
se exactamente que esta pasando en esa escuela… ¿el colegio St. James? --- se
pregunto pues tenia problemas para recordar el nombre. --- Pero Bill me llamo,
dijo que un vampiro le había dicho que los tenían a ustedes dos en Jackson… y
me mando para rescatarlos… aun que cuando llegue, ustedes ya estaba afuera…
solo tuve que traerlos aquí... Por cierto, la llave también me la dio Bill… y
dijo que nos quedáramos aquí un tiempo, hasta que todo se calmara. --- comento
Alcide, Jeff sonrió un poco la verdad es que no estaba entendiendo nada, solo
daba las gracias de estar a salvo y con Zohar.
Esa noche Sam no pudo dormir,
tenia tantas preguntas sobre su existencia, tanto miedo de que algo malo fuera
a pasar, así que no pudo permanecer quieta como le había prometido a Deán y
salió sigilosamente de la habitación del motel, tomo un coche que estaba por
ahí y se fue por su propio camino.
Al mismo tiempo en otro lugar del
país, otra joven estaba soñando con Sam, mirándolo forzar una puerta para
entrar a una especie de cabaña y luego vio al lugar estallando en pedazos, a
Sam muriendo de la forma mas espantosa que alguien podía imaginar.
Luego de la espantosa pesadilla,
la joven despertó respirando muy agitada lo que despertó a su novio también.
--- ¿Cariño? ¿Estás bien? ---
pregunto el joven, encendiendo la lámpara de noche para mirar a su novia.
--- Tuve otra pesadilla... Estoy
bien, no es nada... Vuelve a dormir. --- le pidió la joven y le acaricio un
poco, ambos volvieron a acostarse pero ella no dejaba de sentir que lo que
había visto era mas que una pesadilla.
Mientras tanto en la mansión del
rey de Mississippi, Russell acaba de llegar de un viaje e iba enterándose de
todo el acto de escape de los chicos, al principio había estado desconcertado
pero termino por reírse enfrente de sus empleados.
--- No es gracioso ¿sabes?... Los cesos de
franklin no se lavan de las sabanas, tuve que enterrar hombres lobo debajo de
mi quiosco… Ha sido suficiente para mi, gracias. --- se quejo Talbot,
cruzándose de brazos y haciendo pucheros, Russell se le acerco y le acaricio
una mejilla.
--- Armaron un alboroto ¿no es
así?… bueno, por lo menos tu estas a salvo… y eso es lo que me importa mas. ---
comento Russell e intento besarlo, sin embargo Talbot se alejo de el.
--- Eso dices tú. --- dijo Talbot
molesto, Russell se le quedo mirando un momento pues no recordaba un ataque de
ira tan grande en su esposo.
--- Quizás muy pronto las cosas
se compliquen. --- murmuro Russell con pesar y empezando a pensar en vengarse
de Jeff y Zohar.
--- ¿Porque? --- le cuestiono
Talbot con interés, Russell le sonrió y estaba por contestarle cuando uno de
sus sirvientes entro a la habitación.
--- Perdone la interrupción su
majestad… hay un… un emisario de la autoridad, esperando en su despacho. --- le
dijo el empleado, Russel asintió complacido y se fue al despecho sin embargo
ahí no solo estaba el emisario, también estaba un Franklin completamente
molesto por lo sucedido.
--- Déjeme ir por ellos, les
partiré la cabeza. --- decía Franklin lleno de ira, Russell se burlo de el por
lo patético que le parecía.
--- Me gusta tu energía, sin
embargo… el joven elegido, es una pieza especial. --- aseguro Russell.
--- Es un hijo de perra. ---
grito Franklin.
--- Un hijo de perra especial.
--- agrego Russell. --- Pero no te preocupes cielo, te dejare divertirte con
ellos. --- termino por decir Russell, Franklin sonrió complacido y termino por
irse del despacho.
--- Señor, Northman… me complace
tenerlo en mi casa. --- dijo Russell al notar que el emisario no era otro mas
que el legendario vampiro, Eric Northman. Un vampiro de casi dos metros de
estatura, rubio y muy aterrador.
--- Su majestad… debo decirle que
me gusta partir cabezas como a todos los vampiros, pero en este caso debería
considerar el precio de las cabezas en cuestión. --- aseguro Eric quien parecía
estar al tanto de toda la situación de Jeff. --- Con todo respeto su majestad,
la autoridad no sabe nada sobre esto… y no creo que sea conveniente el mezclar
al niño todavía.
--- Por eso lo necesito, una
guerra esta por iniciar… Y el joven Winchester es mi arma secreta ahora --- aseguro
Russell.
--- Sus habilidades son
impredecibles y peligrosas… como muchos humanos se deja guiar por emociones
bobas… dudo que sea de fiar. ---- comento Eric y en segundo el rey le hizo
frente.
--- La interrogante ahora es… ¿tu
si eres de fiar? Porque llevas años trabajando para la autoridad y de buenas a
primeras… me buscaste, me contaste todo sobre el elegido… traicionaste a la
autoridad cuando cruzaste por esa puerta
la primera vez. --- dijo Russell, recordando que Eric había aparecido en su
mansión un año antes, para contarle todo sobre el profeta. El fue quien inicio
todo ese asunto.
--- Lo he buscado por cientos de
años… a un líder real, uno con la fuerza de reunirnos a todos… pensaba que mi
creador seria ese vampiro pero… resulto… débil… sucumbió a su humanidad y eso
lo mato… traer al elegido, probo sin lugar a dudas que mi búsqueda termino ya.
--- comento Eric, fingiendo sumisión ante el rey.
--- Hice algo tonto e impulsivo.
--- murmuro Russell, comenzando a pensar que su secuestro sobre Jeff había sido
un total desastre desde el principio.
--- Hizo algo valiente y
determinado… los vampiros han anhelado un buen líder que decida hacerle frente
a la tiranía de la autoridad desde hace siglos… deme la oportunidad... y le
demostrare cuan profunda puede ser mi lealtad. --- aseguro Eric, se arrodillo
ante el rey e incluso le beso la mano como gesto de lealtad.
A la mañana siguiente Sam llego
al Roadhouse, el único lugar en el que encontraría ayuda, sin embargo dudo de
su idea al ver la forma tan neutral y seca en que Ellen lo había mirado.
--- Hola Ellen… Creo que no te
sorprendió verme. --- aseguro Sam con una sonrisa nerviosa pues no sabia a que
clase de atención se estaba ateniendo.
--- Tu hermano llamó, te está
buscando. --- le comento Ellen.
--- Sí, lo imaginé. --- murmuro
Sam con la misma sonrisa, luego Ellen se giro a mirarlo fijamente.
--- ¿Qué está pasando entre
ustedes? --- pregunto Ellen, Sam se quedo pensando en una buena respuesta que
dar, lo cierto era que ni siquiera el mismo sabia que estaba pasando entre
ellos.
--- Entonces... ¿cómo está Jo?
--- pregunto para evadir el tema de la pregunta, Ellen capto que no quería
hablar de ello así que no lo presiono.
--- En realidad… No lo sé. ---
respondió Ellen con algo de tristeza.
--- ¿Qué quieres decir? ---
pregunto Sam preocupado, notando en ese momento que Jo ni siquiera se
encontraba en el lugar.
--- No lo veo hace semanas...
Envía postales de vez en cuando. --- comento Ellen.
--- ¿Qué sucedió? --- volvió a
preguntar Sam
--- Después de ese trabajo con
ustedes, decidió que quería seguir cazando… Le dije "No bajo mi
techo" Y ella dijo "Bien" --- le conto Ellen, Sam tuvo que
asimilar la notica pues Jo había hecho lo mismo que el cuando había decidido ir
a la universidad, sin embargo ahora le costaba trabajo comprenderla del todo.
Lo que significaba que el había cambiado en su forma de ver la vida.
--- Entonces, probablemente soy
la última persona a la que quieres ver ahora. --- aseguro Sam con una
sonrisa triste, sin embargo Ellen le
sonrió con dulzura.
--- No, no te preocupes… ojala
pudiera culparlos a ustedes… Sería más
fácil, pero la verdad es que no es su culpa, Sam... Nada de esto… Y quiero
decirte que… perdoné a tu padre hace
mucho tiempo... por lo que sucedió con Bill… Aunque el no se lo perdono jamás.
--- aseguro Ellen con sinceridad pero también con cierta nostalgia en su voz.
--- ¿Qué sucedió? --- pregunto
Sam, realmente tenia curiosidad sobre el pasado de su padre y el difunto marido
de Ellen, y sobre todo sobre el tiempo
que su padre había llegado a pasar en el Roadhouse.
--- Entonces… ¿Qué puedo hacer
por ti? --- le pregunto Ellen para igualmente evadir ese tema, pues no era un
buen recuerdo para ella tampoco.
--- Ayudar --- le dijo Sam en
medio de una respiración profunda y luego le pidió llamar a Ash quien no les
hizo caso porque estaba tratando de entablar conversación con una sexy cazadora
que jugaba billar, sin embargo ella no le hizo caso y el término por llegar con
Sam y Ellen.
--- ¿Qué es lo que estoy
buscando? --- le pregunto Ash, por experiencia sabia que cuando algún
Winchester le hablaba era porque requerían de su ayuda cibernética y además
siempre era una ruleta rusa con subidas y bajadas de información.
--- Otras personas… Psíquicos,
como yo… todos los que puedas… y a nivel nacional. --- le indico Sam.
--- Creía que no había manera de
localizarlos a todos… No todos tuvieron un incendio en su cuarto como tú. ---
aseguro Ellen, Sam se encogió de hombros pues ella tenia toda la razón pero eso
no le quitaba las esperanzas.
--- No, pero algunos
sí...Empezaremos por ahí. --- dijo Sam, Ash no pidió mas detalles y se puso de
lleno con la investigación en línea. Cerca de 30 minutos después Ash salió de
su cuarto y se acerco con Sam quien estaba bebiendo un trago.
--- Hecho y terminado. ---
exclamo Ash con satisfacción y sacudió un viejo folder en su mano.
--- Que rápido. --- murmuro Sam
muy sorprendido por la eficacia y destreza que Ash demostraba con cada caso.
--- Bueno, aparentemente, ése es
mi trabajo… hago bailar al mono en el teclado. --- dijo Ash con ironía, en eso
se acerco Ellen y asintió complacida.
--- Dinos lo que tienes Ash. ---
pidió la mujer.
--- Cuatro tipos, encajan con el
perfil nacional… Nacidos en el 83, la madre muere en un incendio en el cuarto
del bebé, y todo lo demás. --- dijo Ash, Sam se levanto de su silla y le
arrebato el folder para mirar por el mismo la información.
--- ¿Cuatro? ¿Sólo eso? ---
pregunto Sam con incredulidad.
--- Sam Winchester de Lawrence, Kansas… Max
Miller de Saginaw, Michigan… Andrew Gallagher de Guthrie, Oklahoma… Y Scott
Carey. --- conto Ash, Sam asintió con frustración pues no había nadie mas que
un chico nuevo en su radar.
--- El ultimo… ¿Tienes su
dirección? --- pregunto Sam, Ash le quito el folder nuevamente y lo hojeo.
--- Algo así, es… El Cementerio
de Arbor Hill en Lafayette, Indiana. Lote 4-8-6. --- comento Ash.
--- ¿Esta muerto? --- pregunto
Sam, aun que por las palabras de Ash estaba realmente seguro de que así era.
--- Asesinado… Hace un mes. ---
agrego Ash
--- ¿Asesinado, cómo? ---
cuestiono Sam con interés, empezaba a tener un mal presentimiento sobre ese
homicidio.
--- Apuñalado en un
estacionamiento, no hubo escándalo... ni sospechosos. --- le conto Ash.
--- Bien, gracias. --- dijo Sam,
tomo el folder y se dispuso a salir del bar pero Ellen lo siguió hasta la
puerta para detenerlo.
--- ¿A dónde vas? --- le pregunto ella
--- A Indiana. --- le respondió
Sam y trato de salir pero Ellen volvió a llamarlo así que se giro a mirarla una
ultima vez.
--- Sam, tengo que llamar a Deán
y decirle dónde te encuentras. --- le aseguro Ellen.
--- Ellen... Intento encontrar
respuestas sobre lo que soy… Mi hermano me quiere, pero no puede protegerme de
eso... Por favor. --- le suplico Sam, Ellen acepto a callarse pues comprendía
que Sam solo era un chico como Jo, un chico en busca de su destino y eso era un
derecho natural que nadie podía prohibirle.
Por su parte, Alcide paso toda la
noche cuidando de Jeff y le había puesto unos vendajes en la espalda para
aminorar su dolor un rato, hasta que llego el momento que Jeff dejo de sentirlo
por completo.
--- ¿Acaso eres doctor? ---
pregunto Jeff con ironía pero sin mucho animo, aun se sentía cansado por todo
lo que había pasado.
--- No… soy constructor de hecho…
pero cuando eres un lobo… tienes que aprender a lidiar con el dolor, a curarte
a ti mismo si es necesario. --- aseguro Alcide, a Jeff le pareció interesante
el tema así que se incorporo para sentarse.
--- Creo que nunca lo he
entendido del todo… la vida de los hombres lobo, ustedes… ¿son como ermitaños
no? --- pregunto Jeff, Alcide se empezó a reír otra vez.
--- Algo así… lo único que a
nosotros nos interesa es mantener nuestra existencia en secreto… no nos gusta
que existan personas por ahí preguntando sobre nosotros… Es importante que
entiendas que significa vivir siendo licántropo… tenemos un código de lealtad,
nos protegemos entre nosotros… somos una familia. --- explico Alcide, Jeff iba
asintiendo con asombro y con mucho mas interés.
--- Entonces… ¿los licántropos
del rey… ellos también son tu familia? --- pregunto Jeff
--- En teoría… si, si lo son…
pero es como toda familia… existen personas que no se llevan unas entre otras,
que no se soportan o que simplemente no se conocen… pero no por eso dejan de
ser familia. --- explico Alcide, Jeff lo miro con mucho interés… como si fuera
un aprendiz charlando con un filosofo.
--- Entiendo… pero… ¿Qué hay de
la transformación? Pensé que solo se podían transformar a fin de mes… tenia un
amigo que eso hacia… pero los lobos del rey…parece que se transforman cuando
quieren. --- comento Jeff, Alcide se percato en ese momento de que por muy
especial que fuera el niño, seguía siendo eso… un niño deseoso por aprender de
la vida.
--- Es complicado Jeff… es…
diferente en cada caso… por ejemplo, los licántropos del rey se transforman a
su gusto porque beben su sangre… la sangre de vampiro permite a los lobos
controlar la transformación… la hace mas sencilla… pero también hay lobos… como
yo, que provienen de familias de licántropos maldecidas por una bruja…
condenados a ser bestias cada día de nuestras vidas… por eso también puedo
transformarme a mi voluntad. --- explico Alcide, Jeff se quedo perplejo por
tanta información, deseando el día en que pudiera contársela a sus hermanos
pues estaba seguro de que ni ellos conocían esos secretos.
--- Mis hermanos. --- murmuro al
recordarlos, recién recordaba lo que Franklin le había dicho antes de escapar.
--- ¿Alcide me prestas tu celular? --- le pidió Jeff, el lobo le entrego el
móvil y Jeff estuvo apunto de llamar a sus hermanos pero no lo hizo, no porque
después de su ultima llamada no tenia el valor de hacerlo, así que llamo a
Ellen al Roadhouse.
--- Hola… Ellen… soy Jeff
--- ¿Jeff? Vaya me preguntaba
¿Qué había pasado contigo?... llevas semanas sin hablar por aquí… ¿ya
encontraron a Sam? --- le pregunto ella, Jeff supo en ese momento que Ellen no
sabia que había pasado con el y al parecer tampoco con Sam
--- No… yo… llevo tiempo viviendo
solo… bueno estaba en un internado pero… es una larga historia… ¿Qué pasa con
Sam? ¿Le paso algo? --- pregunto en pánico, Ellen tuvo que tomar varios
segundos para procesar lo que estaba escuchando.
--- Si, el… tuvo una discusión
con Deán y esta en un viaje de autodescubrimiento… pero… ¿de que estabas
hablando tu, eso del internado? ¿Cómo es que nadie me dijo nada? --- cuestiono
ella algo molesta.
--- Es algo que ni yo entiendo
todavía… solo… digamos que… llevo un tiempo sin saber nada de mis hermanos, ni
ellos de mi tampoco. --- murmuro Jeff, imaginando el gesto de enojo que Ellen
debió haber puesto.
--- ¿Qué cosa?... Jeffrey Eric…
¿Cómo que los dejaste? Se suponía que tu padre no quería que eso pasara… se
suponía que te iban a cuidar… por eso estaban juntos. --- le regaño Ellen, Jeff
se fue apagando por que sabia que la mujer tenia la razón, sin embargo no tuvo
v valor para continuar escuchando sus palabras y le colgó el teléfono.
--- ¿Todo esta bien? --- le
pregunto Alcide, sin despear la mirada de la televisión.
--- Si. -– murmuro Jeff antes ver
bajar a Zohar por las escaleras, ella estaba vestida con la vieja ropa que
Willow dejo olvidada en esa casa alguna vez., lo que le recordó a Jeff a sus fallecidos amigos y lo que había pasado
con ellos por la lucha contra los vampiros.
Zohar también miro a Jeff por un
minuto antes de correr a el y abrazarlo con todas sus fuerzas.
--- Creí que no te echaría de
menos pero si lo hice. --- le murmuro al odio pero Jeff no dijo nada, ni
correspondió el abrazo pues seguía perdido en sus pensamientos.
--- No hay tiempo para esto
Zohar, toma tus cosas… tienes que irte. --- le dijo Jeff y la empujo lejos de
el, ella lo miro extrañada pues jamás llego a pensar que Jeff pudiera ser tan
frio con las personas.
--- ¿Eso que significa? --- le
pregunto molesta.
--- Que tienes que irte, no puedes quedarte conmigo… escúchame… --- le
decía Jeff pero Zohar le dio una leve bofetada que lo dejo callado.
--- No tu escúchame, no puedo
irme… no lo hare… porque… porque he pasado cosas terribles en estos días… Y te
necesito. --- dijo Zohar con lagrimas en los ojos.
--- No puedo cuidar de ti, no
puedo protegerte… no soy bueno para ti. --- le grito Jeff, también llorando por
el miedo de que si ella se quedaba con el, la iba a perder para siempre… la
iban a matar.
--- Pues tampoco yo lo soy… y di
todo lo que quieras… No me iré de aquí… no quiero volver a estar sola Jeffrey.
--- le grito Zohar y comenzó a llorar muy fuerte, Jeff la miro un segundo pero
término por abrazarla y tratar de consolarla, el solo quería lo mejor para ella
y en ese momento parecía que eso era el.
Esa misma tarde, Sam llego a
Lafayette, Indiana y no le fue nada difícil dar con la casa de Scott pues era
un pueblo pequeño y habían establecido un memorial en honor a el frente a la
casa. Así que Sam se hizo pasar por un antiguo compañero del colegio de Scott
para entrar a su casa, donde fue recibido por el dolido padre del difunto.
--- ¿Fuiste al Instituto con
Scott? --- pregunto el señor, tratando de recordar a Sam de las fotografías de
secundaria que colgaban en su pasillo.
--- Sí, señor… y acabo de saber
lo que paso... Lo siento mucho. --- le respondió Sam, no le era difícil parecer
consternado porque pese a no haber conocido al joven, se sentía realmente
aterrado por su muerte.
--- Scotty era un buen chico…
pero, cambió mucho desde que dejo la escuela. --- aseguro el señor.
--- ¿Qué quiere decir?
--- Hace un año comenzó a tener
dolores de cabeza… Después depresiones, se volvió paranoico, pesadillas. ---
conto el señor, Sam no se sorprendió del todo pues estaba esperando escuchar
algo como eso.
--- ¿Pesadillas? ¿Le habló sobre
sus pesadillas? ¿Sobre lo que vio? --- le pregunto Sam, tratando de no parecer
demasiado interesado en el tema.
--- No me contaba mucho… se cerro
conmigo… Traté de ayudarlo, pero no me dejo, solo... Se encerraba en su cuarto
por días. --- le comento el señor, sus ojos se llenaron de culpa en un instante
así que Sam le dejo de preguntar.
--- ¿Podría ver su cuarto? ---
pidió Sam, el hombre lo permitió acceder a la habitación donde todo parecía
estar demasiado normal con la cama perfectamente tendida, unos libros sobre algunas repisas, frascos de pastillas. Lo mas raro de todo
para Sam fue darse cuenta de que las camisas del armario estaban demasiado
juntas, como ocultando algo y en efecto cuando Sam recorrió los ganchos con la
ropa descubrió que dentro del armario había fotografías de ojos, todos de color
amarillo como los del demonio.
Zohar y Jeff pasaron toda la
tarde encerrados en una habitación de la casa, permanecieron abrazados en la
cama, mirando la televisión y disfrutando de su compañía como solo dos niños
normales de su edad podrían hacer.
--- ¿No vas a contarme lo que
paso? --- pregunto Jeff al ver que Zohar se había calmado lo suficiente como
para hablar con el.
--- Algún día… pero no hoy… solo
puedo decir… que no sabia lo mucho que deseaba vivir hasta que. --- Zohar no
pudo terminar la frase, las imágenes de Franklin propasándose con ella invadían
su mente y ella ya estaba cansada de llorar. --- No puedo contarte ahora Jeff.
--- aseguro, Jeff le beso la frente y asintió.
--- Tranquila, no tienes que
decir nada… solo… quédate conmigo. --- le dijo Jeff con dulzura, Zohar se le
quedo mirando profundamente pues era la primera vez en su vida que se sentía
segura, que se sentía en compañía de alguien especial. Así que Zohar termino
por besar a Jeff en los labios, el no supo muy bien que hacer, solo se dejo
llevar ella.
--- ¿Y eso porque fue? ---
pregunto Jeff titubeante, ese beso había sido como el primer beso real que
alguien le daba en su vida.
--- Era lo correcto. --- murmuro
Zohar y se acurruco mas cerca de Jeff para mirar la televisión, Jeff se sonrojo
pero no dijo nada mas, solo sonrió por lo bonito que había sido.
Tras terminar de ver ”el mago de
Oz” Zohar se quedo dormida, Jeff se levanto de la cama con mucho cuidado y bajo
sigilosamente a la sala para hablar con Alcide que en ese momento estaba
dejando un mensaje en la contestadora de alguien.
--- Regresare en unos días… estoy
trabajando Debbie y sabes que
necesitamos el dinero. --- fue lo que Jeff alcanzo a escuchar y cuando el lobo
se dio cuenta de su presencia guardo su teléfono.
--- Hola… ¿esta todo bien? --- le
pregunto, deseando que el niño no hubiera escuchado nada.
--- Mira… si… si tienes que irte
a tu casa, lo entiendo… estaremos bien. --- aseguro Jeff, Alcide le sonrió por
lo educado y amable que estaba demostrando ser al poner su vida primero que sus
problemas.
--- Escuche que eres mas rudo que
una manada de leones… pero no te voy a dejarlos solos… además, no estaría a
salvo en Jackson esta noche. --- comento Alcide.
---- Tengo un cuarto de
huéspedes, eres bienvenido todo el tiempo que quieras. --- le dijo Jeff con una
sonrisa, Alcide asintió y le revolvió el pelo mientras se iba para la dichosa
habitación, pues el también estaba muerto de cansancio.
También esa noche, Sam caminaba
hacia su nueva habitación de motel, pero llevaba algunos minutos sintiéndose
observado y perseguido, así que tenido y al tratar de abrir la puerta se quedo
estático a la espera de que algo se acercara y cuando eso paso, Sam se giro y
logro tomar a una chica por los hombros.
--- ¿Quién eres? --- pregunto
molesto
--- Por favor, corres peligro. ---
aseguro ella, pues no era otra chica mas que la misma que una noche antes había
soñado con su muerte. Sam se quedo perplejo por lo que había escuchado pero
algo en su interior le dijo que debía escuchar a la joven, así que sin
desconfiar más de ella, le permitió pasar a su habitación.
--- Yo sé cómo suena esto, pero
no estoy loca… ni uso drogas, ¿de acuerdo? Soy normal. Esto es muy extraño para
mí. --- empezó a decir la joven con muchos nervios y balbuceo algo sobre unos
sueños aterradores que tenia.
--- Te entiendo, solo cálmate ¿de
acuerdo? ¿Cómo te llamas? --- le pregunto Sam para tratar de calmarla, ella
suspiro con fuerza y por primera vez en la noche lo miro a los ojos.
--- Ava… Ava Wilson. ---
respondió.
--- Ava, soy Sam Winchester…
Ahora, ¿estabas hablándome sobre estos sueños que tienes? --- pregunto Sam
interesado.
--- Hace un año comencé a tener
dolores de cabeza y unas pesadillas… No le di mucha importancia hasta que soñé
que apuñalaban a un muchacho. --- dijo ella, algo en la mente de Sam hizo
click… Scott y el sueño de Ava.
--- ¿Cuándo fue eso? --- le
pregunto Sam
--- Hace un mes… Como sea, un par
de días después... Encontré esto. --- entonces Ava saco un periódico de su
bolsa y lo lanzo sobre la mesa, Sam pudo leer el encabezado:
Hombre apuñalado en un estacionamiento.
Sam se quedo frio, en efecto su corazonada era real pues Aba
había soñado con la muerte de Scott,
ellos habían estado conectados como el alguna vez lo estuvo con Andrew
y con Max Miller.
--- Vi morir a este tipo días
antes de que pasara… No sé por qué, no sé si es por algún motivo que mis sueños
se convierten en realidad… pero anoche… tuve otro… sobre ti, te vi morir. ---
decía Ava muy alterada y alertada, Sam solo asintió sin ningún miedo de que
dicha visión se fuera a cumplir.
--- ¿Cómo me encontraste? --- le
pregunto Sam, pensando por un momento que se trataba de algún nuevo poder de
reconocimiento entre Psíquicos y que tal vez si el lo tenia, podría llegar a
ubicar a mas chicos como el. Sin embargo esa idea desapareció con a respuesta
de Ava.
--- Tenías un papel del motel en
mi sueño, y lo busqué en Google...y era real, así que pensé que debía venir y…
advertirte. --- respondió Ava.
--- No puedo creerlo. ----
exclamo Sam con una sonrisa de satisfacción en el rostro, lo que desconcertó
mucho a Ava.
--- Claro que no, debes pensar
que soy una demente. --- aseguro ella, pero Sam seguía riéndose.
--- No, no... Digo que debes ser
una de nosotros. --- dijo Sam con felicidad lo que saco mas de orbita a la
mente de Ava.
--- Lo siento… ¿Una de quiénes?
--- le pregunto ella con mucha confusión, era como si el tipo al que le estaba
diciendo que moriría estuviera feliz de que pasara.
--- Una de los psíquicos, como
yo… Ava, yo también tengo visiones… Así que estamos conectados. --- aseguro
Sam, esta vez fue Ava la que se burlo de el por un minuto antes de negar con la
cabeza una y otra vez.
--- De acuerdo, entonces… estas loco, fantástico.
--- le dijo ella con mucha ironía.
--- ¿Tu madre murió en un
incendio? --- le pregunto Sam
--- No, mi madre vive en Palm
Beach. --- grito Ava furiosa de que Sam se atreviera a sugerir algo tan feo
como la muerte de su madre.
--- Tampoco encajas en el patrón.
--- murmuro Sam, luego volvió a sonreír pero esta vez de lo irónico que era el
mundo, el estaba buscando a mas gente como el pero al final había sido esa
chica quien lo había encontrado.
Por su parte Deán no la había
pasado nada bien, apenas despertarse había descubierto que Sam había escapado,
un montón de ideas habían pasado por su mente: que Sam estaba muerto, que lo
habían raptado los demonios pero al final se dio cuenta de que solo había
escapado pues se había llevado su mochila con sus cosas.
Así que Deán había pasado todo el
día buscando a Sam por todas partes, había llamado a todos sus conocidos pero
nadie tenia razón de su hermano, sin embargo esa noche decidió llamar al
Roadhouse nuevamente.
--- Hola, soy Ellen. --- dijo la
mujer apenas atender la llamada.
--- ¿Sabes algo de Sam? --- le
pregunto Deán esperanzado.
--- Sí… Pero me hizo prometerle
no decirte donde esta. --- aseguro Ellen y escucho un suspiro de alivio de Deán
al otro lado del teléfono, entendiendo que el pobre había estado bastante
preocupado todo el día.
--- Vamos Ellen, por favor… Algo
malo podría sucederle y juré que protegería a ese chico. --- le rogo Deán.
--- Deán, dicen que no puedes
proteger a los que amas por siempre… Y yo digo que se vayan al diablo… ¿Para
qué es la familia?... Está en Lafayette, Indiana. --- dijo Ellen con
satisfacción de poder ayudar.
--- Gracias. --- exclamo Deán.
--- Espera, Deán… Sam no es el
único hermano que tienes ¿lo olvidas? --- le pregunto ella con mucha irania.
--- Lo se. --- murmuro Deán lleno
de culpa, en los últimos tiempos todo se había visto reducido a Sam y los
demonios, así que ni siquiera habían hablado de Jeff o se habían ocupado de
buscarlo por el país. --- Pero no tengo ni la mas mínima idea de donde esta
Jeff, o si esta bien… el dejo bastante claro que no quiere pertenecer a esta
familia ¿sabes? --- conto Deán con algo de resentimiento contra su hermano
pequeño.
--- Esas son patrañas... Deán se
supone que tú eres el mayor, eres el adulto y no debiste dejar que ese mocoso
se alejara de esa forma. --- aseguro Ellen.
--- Espera… ¿tu como sabes lo que
paso? --- le pregunto Deán confundido, estaba bastante seguro de que ni el ni
Sam habían comentado su problema con Jeff a nadie.
--- Llamo esta tarde, quería
saber si ustedes estaban bien. --- respondió Ellen, Deán suspiro aliviado del
otro lado de la línea.
--- ¿Así? --- le pregunto.
--- Si… y como bien le he hecho
saber a ese niño… les guste o no, ustedes son hermanos... Su padre los amaba
como no tienen idea y el querría que ustedes estuvieran juntos… que se cuidaran…
Mira Deán, ocúpate de encontrar a Sam primero… y déjame a Jeff a mi… que cuando
todo este resulto, me voy a encargar de juntarlos a los 3--- aseguro Ellen
--- Si señora. --- murmuro Deán y
colgó, estaba feliz de que no solo tendría la oportunidad de arreglar las cosas
con Sam, también iba a poder hacerlo con Jeff, con el niño que ni siquiera
había tenido oportunidad de conocerse mejor.
Sam continuaba hablando con Ava
en Lafayette, Indiana. Tenia tantas preguntas sobre ella y sus poderes pero Ava
no tenia casi ninguna respuesta para el, solo quería que Sam se fuera del
pueblo y estuviera a salvo pero el no quería irse.
--- Espera… ¿Por qué no puedes
irte de la ciudad? por favor, antes de que vueles. --- le rogo Ava.
--- No, no puedo. --- murmuro Sam
--- ¿Por qué no? --- volvió a
preguntarle Ava
--- Porque algo está pasando
aquí, Ava... Contigo, conmigo, hay otros como nosotros en algún lado... Somos
parte de algo… Y tengo que averiguar de qué. --- aseguro Sam
--- De acuerdo ¿Sabes qué?... Estas loco amigo…
Porque soy una secretaria de Peoria y no soy parte de nada, ¿ves esto? ---
grito Ava y le mostro un brillante anillo rodeaba su dedo. --- Me casaré dentro de 2 semanas… Debería estar
en casa etiquetando las invitaciones… porque estoy muy atrasada por cierto,
pero en lugar de eso, vine hasta aquí para salvar tu trasero… Pero si quieres
quedarte aquí y morir, bien... ¿Yo?, regreso al planeta Tierra. --- le dijo
ella y tomo su bolso, dispuesta a marcharse de una vez de ese lugar, Sam se
levanto y la siguió hasta la puerta.
--- ¿No quieres saber por qué
está sucediendo esto? ¿Esas visiones no te matan de miedo? Porque si sales por
esa puerta, quizá nunca sabrás la verdad… Por favor, necesito tu ayuda. --- le
pidió Sam, Ava realmente lo pensó pues ella si tenia muchas preguntas y ahora
que Sam le ofrecía el encontrar la respuestas, no podía perderse de esa
oportunidad.
Así que Ava acepto quedarse y a
la mañana siguiente Sam le explico el plan, ella iba a entrar a una sesión con
el antiguo terapeuta de Scott mientras que el se encargaba de robar el
expediente confidencial de Scott quien hasta el momento era el único psíquico
que parecía haber tenido contacto con el demonio de los ojos amarillos.
Ava entro a una supuesta cita de
emergencia con el terapeuta y paso unos minutos siendo examinada por la fría
mirada del especialista.
--- Así que Srta. Wilson, ¿es
nueva en la ciudad? --- le pregunto el hombre.
--- Así es. --- murmuro ella,
realmente no se sentía nada cómoda con la situación en la que se encontraba en
ese momento.
--- ¿Y qué te hizo decidir buscar
terapia? --- pregunto el hombre con interés pues cuando Ava había pedido la
cita había dicho que se encontraba en crisis emocional pero ahora que la estaba
viendo, le parecía perfectamente estable.
--- No tengo idea. --- murmuro
Ava pero el doctor la escucho.
--- ¿No? --- le pregunto
confundido, ella sonrió con nervios porque lo estaba echando a perder todo, así
que busco una excusa en su interior.
--- Bueno… Me estoy sintiendo bastante
ansiosa. --- dijo Ava
--- De acuerdo, ¿algo más? ---
pregunto el sujeto, aun dudando de la presencia de Ava en ese consultorio. Ella
volvió a pensar en una mejor historia pero en eso vio a Sam colgando de una
cuerda por fuera de la ventana del segundo piso.
--- Ha diablos --- grito por el
susto, el doctor se giro para ver que había provocado dicha reacción pero Sam
ya había escalado lo suficiente para estar lejos de su vista.
--- ¿Qué? --- pregunto confuso.
--- Recordé, que cuando era niña me
comí como 8 "pops rocks" y tome toda una lata de coca cola. ¿No cree
que eso cuenta como un intento de suicidio doctor? --- pregunto Ava con una
sonrisa nerviosa.
Cerca de una hora después Ava
salió del consultorio y se reunió con Sam en el motel. El ya había conseguido
el expediente de Scott que por suerte no eran papeles, eran una serie de
grabaciones hechas en sus sesiones de terapia.
--- ¿Estás bien? --- le pregunto
Sam antes de encender la grabadora de audio que sostenía en sus manos.
--- ¿Que si estoy bien? Ayudé a
robar archivos confidenciales de un psicópata muerto… ¡Es fabuloso! --- grito
Ava con emoción, Sam se empezó a reír de que ella fuera mas abierta de lo que
el había llegado a pensar. Así que Sam encendió la grabadora y ambos empezaron a
escuchar al propio Scott hablando sobre sus poderes de electrocutar personas.
A fuera del motel ya estaba
llegando Deán, estaciono el impala y con uno binoculares se asomo dentro del
motel indicado por los gustos de Sam
--- Gracias a Dios estás bien. --- exclamo
aliviado al ver que Sam estaba recargado sobre una mesa, luego vio a Ava
acercarse. --- Estas más que bien Sammy, travieso. --- agrego Deán entre risas
llenas de morbo.
Dentro del motel Sam y Ava
continuaban escuchando las sesiones de Scott y eso se torno más interesante
cuando lo escucharon hablar sobre el demonio de los ojos amarillos;
Dice… Que tiene planes para mí… Dice que una guerra se aproxima y que
personas como yo, seremos sus soldados… Todo está a punto de cambiar.
Sam no pudo continuar escuchando
la grabación y apago la grabadora, Ava también estaba pasmada y se giro a verlo
con cierto miedo en su mirada.
--- No esta hablando de nosotros
¿verdad? --- pregunto Ava
--- Sí, yo creo que sí. ---
murmuro Sam, tratando de entender lo que había escuchado en dicha grabación.
--- Pero… ¿Como vamos a
convertirnos en eso? --- volvió a preguntar Ava
--- No lo… ¡Abajo! --- grito Sam
al ver una sombra en el tejado de enfrente y a los pocos segundos empezaron a
caer balas por todas partes.
--- ¿Qué sucede? --- pregunto Ava
aterrorizada y Sam la jalo tras uno de los sofás para resguardarla de algún
impacto de bala.
--- Quédate ahí. --- le indico
Sam, tratando de ver hacia el tejado de enfrente pero las balas seguían cayendo
dentro del apartamento y no se podía descubrir de su escondite.
Había sido una suerte que Deán
estuviera afuera y mirara el ataque que su hermano estaba sufriendo, pues así
logro correr hasta el tejado del edificio de enfrente y arrojarse sobre el
atacante… que no era otro mas que el mismísimo Gordon Walker.
--- Gordon… Si le haces algo a mi
hermano, te mato. --- advirtió Deán y lo empezó a golpear con todas sus
fuerzas.
--- Deán, espera. --- le pedía Gordon pero Deán
no dejaba de pegarle, así que Gordon se empezó a defender y golpeo la cara de
Deán con su rifle, dejando inconsciente para así poder tomarlo como un rehén.
El ataque había terminado, así
que Sam y Ava salieron a la calle para buscar pistas de su agresor.
--- Espera, no lo entiendo, ¿no
deberíamos llamar a la policía? --- pregunto Ava, aun aterrada de que algo malo
fuera a pasarles.
--- Créeme, no nos haría ningún bien. --- aseguro
Sam y examino la zona con su mirada, logrando encontrar un par de balas en el
suelo, tomo una y la reconoció a la instante. --- Son calibre.223… balas subsónicas… El tipo
debió haberle puesto un silenciador al rifle. --- aseguro Sam
--- Oye... ¿Por qué sabes tanto?
--- pregunto Ava con interés, pues a cada minuto que pasaba parecía ir
descubrimiento algo nuevo en Sam
--- Es que, yo... Veo mucho a
T.J. Hooker.--- dijo Sam entre risas, aun que Ava pareció creerle en ese
momento, Sam sabía que tarde o temprano le tendría que decir la verdad.
Entonces Sam saco su teléfono celular y marco el número de Deán.
--- ¿A quién llamas? --- le
pregunto ella
--- A mi hermano… Necesitamos
ayuda. --- dijo Sam antes de escuchar que su hermano atendía a su llamada.
--- ¿Hola? --- pregunto Deán
desde el otro lado del teléfono, tratando de sonar tranquilo pues Gordon lo
tenia atado a una silla y le estaba apuntando con su arma.
--- ¡Deán! --- exclamo Sam con
alivio.
--- Sam, te estaba buscando. ---
le dijo Deán.
--- Estoy en Indiana, Lafayette.
--- comento Sam
--- Lo sé. --- le respondió Deán.
--- ¿Así? --- pregunto Sam con incredulidad, ¿Qué era lo que tenia Deán que
siempre logaba dar con su paradero?
--- Hablé con Ellen... acabo de
llegar, es un pueblo cochino… Me dejaste, Sammy. --- dijo Deán con algo de
ironía pero sonando muy serio lo que indico a Sam que había problemas y que
debía seguir el juego de su hermano.
--- Sí, lo siento… oye... Tengo a
alguien siguiéndome. --- comento Sam para asegurarse de que se trataba del
mismo problema.
--- ¿Que?... ¿Quién? --- pregunto
Deán con ese tono que indico a Sam la verdadera indicación… un ”Lo se, me
encontré con esa persona”
--- No lo sé, intento
descubrirlo... ¿Dónde estás? --- pregunto Sam
--- Me estoy quedando en la ruta
Monroe 5637… ¿Por qué no vienes? --- le pidió Deán
--- Sí, claro… voy para halla.
--- le dijo Sam y colgó, Gordon que le sostenía el teléfono a Deán para que
hablara se empezó a reír.
--- ¿Fue tan difícil? ---
pregunto satisfecho pues creía que su plan de llevar a Sam hasta ellos estaba
funcionando pero no era exactamente de esa forma pues Deán había advertido a
Sam de que estaba en problemas.
--- Púdrete. --- le grito Deán,
esperanzado en que Sam realmente hubiera captado su mensaje y así fue pues Sam
comenzaba a formar un plan en su mente y Ava lo noto.
--- ¿Qué sucede? --- le pregunto
Ava
--- Mi hermano está en problemas…
Me dijo un código… Alguien estaba apuntándole con un arma. --- aseguro Sam,
feliz de que su hermano le hubiera enseñado a jugar con las palabras pues de
niños lo hacían mucho para guardarle secretos a su padre.
--- ¿Código? --- pregunto Ava
interesada
--- Sí, "pueblo cochino" Es su idea...
Es una larga historia... Vámonos. --- le dijo Sam y le puso una mano sobre el
hombro para impulsarla a caminar hasta su auto.
--- Necesito que regreses a tu
casa, este es mi número para que me llames después. --- le dijo Sam y le dio su
tarjeta, Ava la tomo pero negó con la cabeza.
--- No creo que deba dejarte. ---
aseguro ella, pues continuaba teniendo ese mal presentimiento de su sueño.
--- Te quiero lejos del peligro,
Ava. --- le dijo Sam
--- ¿Y qué hay de ti? --- le
pregunto llena de preocupación.
--- No me importan las
situaciones peligrosas. --- respondió Sam, haciéndose el valiente pero lo
cierto era que también estaba asustado solo que el tenia que rescatar a Deán y
por el era capaz de hacer cualquier cosa.
--- Estás yendo directo a mi
visión… Así es como mueres. --- aseguro Ava
--- No importa… Es mi hermano.
--- le dijo Sam
--- Quizá pueda ayudar. ---
sugirió Ava, renuente a subir al auto una vez mas.
--- Hiciste todo lo que podías,
ahora… Regresa con tu novio. --- le
indico Sam y abrió la puerta del auto para que se subiera.
--- ¿Seguro? --- le pregunto Ava
mientras se zubia a su auto.
--- Estoy seguro... Ve a casa
Ava… Estarás segura ahí. --- aseguro Sam, Ava suspiro con fuerza y entendió que
eso era lo mas razonable para ambos, Sam tenia que ocuparse de salvar a su
hermano y no de protegerla a ella.
--- Bueno, pero… Prométeme que
llamarás cuando encuentres a tu hermano, para saber que todo está bien. --- le
pidió Ava.
--- Lo prometo. --- le dijo Sam
con una sonrisa, Ava lo miro una ultima vez y puso en marcha su auto rumbo a
Peoria. Sam la vio marcharse por el camino y luego se sentó en la acera para
pensar en un plan, estuvo así un momento hasta que su teléfono sonó, era una
llamada de un numero desconocido así que respondió.
--- ¿Hola? --- pregunto con
nervios y escucho unos suspiros bastante familiares desde el otro lado del
teléfono.
--- Hola… Sammy. --- dijo una
vocecita desde la otra línea, por su puesto que Sam reconoció la voz al
instante como la de su hermanito Jeff.
--- Jeff… ¿Jeffrey Eric
Winchester, donde has estado todo este tiempo? --- pregunto Sam muy molesto aun
que mas bien estaba aliviado de que su hermanito estuviera llamándole.
--- Oye, no uses mi nombre
completo. --- le rogo Jeff y pudo imaginárselo haciendo un puchero como siempre
que su padre le llamaba de esa manera. --- Mira lo siento ¿si? Lo que dije la
otra vez… estuvo mal… yo no pienso eso… yo… yo quiero estar con ustedes… pero
no puedo regresar, todavía no.
--- ¿Porque? ¿Jeffrey de que
estas hablando? --- pregunto Sam con bastante preocupación, volvió a escuchar
un suspiro de frustración de Jeff.
--- Yo no importo ahora… estoy
bien… o eso creo… como sea… Gordon Walker esta tras ustedes, los esta buscando
para matarlos Sam --- dijo Jeff alarmado, Sam entendió al instante que ese
maldito era quien lo había atacado y probablemente era quien tenia a Deán.
--- Esta bien, ya nos ocuparemos
de Gordon… ahora ¿Dónde diablos estas? --- le pregunto Sam muy enojado, Jeff
pensó por un segundo en decirle la verdad pero su mente no dejaba de pensar que
si lo hacia los estaría poniendo en mas peligro, así que simplemente colgó.
--- ¿Jeff? ¿Jeffrey?...
¡Maldición! --- grito Sam con frustración, el niño le había colgado pero por lo
menos ya tenia un numero que podría rastrear después, ahora su prioridad tenia
que ser acabar con Gordon y salvar a Deán.
Mientras tanto Gordon comenzaba a
poner trampas y a preparar armas en su cabaña, estaba alistándose para cazar a
Sam y Deán solo podía mirarlo con impotencia desde la silla en la que lo
mantenían atado.
--- Gordy, sé que Sam y yo no
somos de tus preferidos, pero ¿no crees que esto es un poco exagerado? --- le
pregunto Deán.
--- ¿Crees que esto es venganza?
--- le pregunto Gordon entre risas, pero no risas felices era risas de enojo y
frustración.
--- Te dejamos atado y sin comer por tres días…
fue increíble jaja... Disculpa no debería reírme. --- exclamo Deán, Gordon tomo
una silla y se sentó frente a el para charlar.
--- Estaba pensando en patearte
el trasero por eso… Pero así no funciona... Esto no es personal… No soy un
asesino, Deán… Soy un cazador y tu hermano es una presa. --- comento Gordon,
Deán lo miro sin entender así que el cazador se burlo un segundo de eso. ---
Veras… Estaba haciendo un exorcismo en
Louisiana… Una adolescente, la misma rutina, demonio de bajo nivel… Pero entre
los balbuceos y los giros de cabeza, la criatura balbuceó algo sobre una guerra
que se aproxima, no quería decirlo, sólo se le escapó… Pero fue muy tarde…
Despertó mi interés… Puedes hacer hablar a un demonio con la técnica correcta.
--- contaba Gordon.
--- ¿Qué sucedió con la chica que
estaba poseída? --- le pregunto Deán.
--- No sobrevivió. --- dijo
Gordon, satisfecho por su propio trabajo.
--- Eres un hijo de perra. --- Le
grito Deán, no podía entender como podían existir seres tan ruines como el que
tenía enfrente, aun así Gordon le dio un fuerte puñetazo en el rostro.
--- Es mi madre de la que hablas.
--- le grito. --- Como sea... El demonio me dijo que tiene soldados para pelear
en esta futura guerra… Humanos, peleando por el lado del infierno. ¿Lo puedes
creer?... Son psíquicos, no son humanos exactamente, pero aún así... ¿Qué clase
de basura humana tienes que ser para atacar a tu propia raza?... ¿Sabes qué es
lo más curioso? El demonio dijo que yo conocía a uno de ellos… el mismísimo
Sammy Winchester. --- dijo Gordon con una temible sonrisa irónica.
--- Es un nuevo nivel para la
idiotez, aún para ti. --- aseguro Deán, realmente esperaba lograr desviar la
atención que Gordon tenia sobre su hermano.
--- ¿En serio? Vamos, Deán…. Se
sobre las visiones de Sam, lo sé todo. --- aseguro Gordon, Deán tembló por un
segundo pero luego fingió reírse para despistarlo.
--- ¿En serio?... ¿Porque te lo
dijo un demonio?... si no era mentira. --- murmuro Deán.
--- Deán, no soy ninguna bestia
imprudente… Hice mi investigación… Me aseguré que todo fuera verdad… Tú tienes
tus conexiones en RoadHouse y yo tengo las mías… Así fue como encontré a tu
hermano. --- dijo Gordon, Deán maldijo el Roadhouse mentalmente. --- Es mas…
Hace un mes, encontré a otra de esas aberraciones aquí, en la ciudad… Podría
freír a una persona con solo tocarla. --- le comento Gordon, aun satisfecho por
lo que había hecho.
--- ¿Sí? ¿Mató a alguien? --- le
pregunto Deán.
--- ¿Además del Sr. Tinkles?, ¿el
gato?, no… No, pero trabaja en eso… Todos serán asesinos… Tenemos que
destruirlos y eso significa que también a Sammy. --- aseguro Gordon y se puso
de pie para continuar con la preparación de artefactos explosivos en la puerta
de la cabaña.
--- ¿Crees que Sam es tan estúpido como para entrar por la puerta
de enfrente? --- le pregunto Deán al notar lo que estaba preparando.
--- No, no lo creo, estoy seguro que encontraste
una forma de advertirle… ¿Crees que soy tan estúpido?.--- pregunto Gordon, Deán
volvió a maldecir mentalmente por la actitud tan aberrante que mantenía Gordon.
--- No... Sammy revisara el lugar primero, me verá protegiendo la puerta de
enfrente, así que entrará por atrás… Y cuando lo haga, caerá en la trampa y
entonces… Boom. --- dijo Gordon, tocando la bomba por ultima vez.
--- Sam no caerá en tu trampa.
--- aseguro Deán, rezando por que eso pasara realmente.
--- Quizá tengas razón… Por eso
es que tengo un segundo plan. --- comento Gordon y saco otra bomba de su bolsa
de lona. --- Escucha, Lo siento Deán... No quería tener que llegar
a esto, en serio… Pero si de algo sirve, será muy rápido. --- aseguro Gordon y
empezó a conectar la bomba a su cableado de alambras improvisado. Deán lo
miraba con cierto miedo y sin saber realmente como debía reaccionar.
--- Vamos amigo, conozco a Sam
mejor que nadie... Tiene más conciencia que yo… El tipo se siente culpable si
no pago un caramelo. --- comento Deán, su nuevo plan era convencer a Gordon de
la verdad humanidad que tenia Sam
--- Quizá tengas razón... Pero
algún día se convertirá en un monstruo. --- volvió a asegurar Gordon
--- ¿Cómo? ¿Cómo es que se
convertirá en monstruo? --- le grito Deán pues esa era la misma pregunta que se
hacia el mismo todos los días ya la que jamás podría encontrarle respuesta,
pues Sam era la mejor persona que conocía.
--- No tengo idea… Pero lo hará.
--- volvió a asegurar Gordon.
--- ¡No lo sabes! --- le grito
Deán, molesto y cansado de esa seguridad tan falsa de que su hermano se haría
malo algún día.
--- Me sorprendes, Deán…estas muy
emotivo… Había escuchado que eras más profesional que esto. --- le dijo Gordon
y volvió a sentarse frente a el. --- Escucha… Digamos que andas en ese auto
tuyo… y te encuentras a Hitler en una estación, pero cuando era un simple y
débil adolescente… Pero sabes en lo que se transformaría algún día… Lo matarías
ahí mismo, sin dudarlo, ¿no? --- le aseguro.
--- Eso no es Sam --- dijo Deán
entre dientes
---Claro que sí… Sólo que aún no
quieres verlo…. Deán, es su destino…. Mira, soy comprensivo… Es tu hermano... Y
lo quieres…. Tiene que ser doloroso para ti…. Pero así es esto. --- decía
Gordon mientras le amordazaba la boca a Deán. --- No tiene remedio, pero tu
padre… si se enfrentara a esto… el tendría las agallas para hacer lo correcto…
¿o estas diciéndome que no eres el hombre que el fue? --- le pregunto
desafiante, Deán ya no podía responderle así que solo lo miro con todo el odio
que pudo sentir en ese momento.
Por la tarde, Jeff salió para
sentarse en la banca de madera de afuera, esa banca había sido puesta por su
padre adoptivo cuando el era bebe y según le contaron era allí donde su padre
lo alimentaba de pequeño, allí era donde jugaba y sobre todo era su lugar
especial en el mundo, en el pasado y después de la escuela, Jeff se sentaba
ahí, a tomar el sol, mirar el jardín, las perdonas, etc… era un bello recuerdo.
--- Hola. --- dijo Zohar, sacando
a Jeff de sus pensamientos. --- ¿Quieres estar solo? --- pregunto al ver su
mirada aun perdida, Jeff negó con la cabeza y ella se sentó a su lado.
--- Antes… solía hacer esto todo
el tiempo… sentarme aquí… esperar hasta que el mundo se desvanecía… papá me
llamaba a comer, pero ahora… mi vida solo existe de noche. --- murmuro Jeff con
tristeza.
--- Nunca pediste nada de esto…
ninguno de nosotros lo hizo… y créeme, yo mas que nadie se lo que significa
tener un peso sobre tus hombros… yo tampoco quería ser cazadora, no lo hubiera
sido pero… una vez, me secuestraron unos vampiros… casi me matan… y pensé que
si esas cosas están en la oscuridad… debía aprender a defenderme. --- comento
Zohar.
--- Y lo hiciste muy bien, me
salvaste… gracias a ti logramos escapar de ese infierno. --- dijo Jeff, Zohar
asintió aun que en su mente sabia que el infierno que Franklin le había echo
pasar no se iría jamás.
--- Solo espero que cuando
regresemos a la escuela todo este bien. --- agrego Jeff, Zohar lo miro
confundida.
--- ¿Entonces vas a volver
conmigo? --- pregunto Zohar, Jeff asintió con una sonrisa fingida.
--- Tengo que hacer… tengo que
asegurarme de que todo ese bien, y tengo que acabar lo que empecé. --- dijo
Jeff, Zohar sabia perfectamente que se estaba refiriendo el vampiro Leo pero no
perdió oportunidad para besarlo en los labios
Mientras tanto Sam iba llegando a
la cabaña donde Gordon tenia a Deán y tal como era el plan del maldito cazador,
Sam lo vio cuidando la puerta delantera y decidió entrar por atrás, si no
hubiera sido por la advertencia de Ava, Sam si hubiera caído en la trampa pero
como ya sabia lo que pasaría, decidió ponerle una trampa a Gordon.
--- ¿Lo escuchaste? Ahí viene.
--- murmuro Gordon al oído de Deán, se escucharon una especie de pasos y
entonces exploto la primera bomba, pedazos de madera botaron por todas partes y
Deán intento gritar porque realmente pensaba que Sam había salido herido.
--- Espera... Aún no… Espera y
observa. --- le dijo Gordon, entonces estallo la segunda bomba lo que indicaba
que Sam había muerto esa vez. Gordon sonrió complacido y fue a revisar mientras
que Deán comenzó a llorar pues estaba seguro de que Sam había muerto.
Gordon continuaba inspeccionando
el lugar de la explosión en busca del cuerpo de Sam pero lo único que encontró
fue los zapatos de Sam, mismos que el había arrojado para hacer estallar las
bombas. De pronto Sam apareció por detrás y le apunto la cabeza a Gordon con un
arma.
--- Suelta el rifle. --- ordeno
Sam
--- No deberías quitarte los
zapatos en este lugar, podría darte tétanos. --- le dijo Gordon con ironía, Sam
estaba tan furioso que cargo el cartucho del arma para asustar al cazador.
--- ¡Suelta el arma ahora! ---
volvió a ordenar Sam pero Gordon no obedeció solo se empezó a burlar de el.
--- ¿No me matarías, verdad
Sammy? Porque tu hermano piensa que eres casi eres un santo. --- le decía
Gordon entre risas.
--- No estaría tan seguro de eso.
---- aseguro Sam
--- Eso es lo que yo dije. – le
respondió Gordon, se logro dar la vuelta y empezaron a luchar, Sam lo golpeo un
par de veces pero su mano lastimada fue su debilidad y Gordon lo derribo para
después darle de puñetazos en el rostro.
--- No eres mejor que las cosas
asquerosas que cazas. --- le dijo Gordon, tratando de estrangularlo con sus
manos pero Sam se enfureció tanto que logro derribarlo, ponerse de pie y volver
a apuntarle con su arma.
--- ¡Hazlo! Demuéstrale a tu
hermano el verdadero asesino que eres, Sammy. --- le decía Gordon, Sam lo pensó
por un segundo y termino por golpearlo con todas sus fuerzas en el rostro,
dejándolo inconsciente.
--- Mi nombre es Sam --- le dijo
antes de caminar lentamente hasta a Deán, desatarlo y caer rendido en sus
brazos. Deán lo tomo por los hombros para levantarlo y le miro todos los golpes
que Gordon le había propinado en la cara.
--- Ese hijo de… --- murmuro
Deán, dispuesto a regresar con Gordon y matarlos pero Sam lo detuvo con las
pocas fuerzas que le quedaban.
--- Deán, no. --- rogo Sam
--- Ya lo dejé vivir una vez, no
cometeré el mismo error dos veces. --- aseguro Deán pero Sam no lo dejaba irse.
--- Confía en mí... Gordon ya
esta arreglado… vámonos. --- le dijo Sam, Deán no tuvo mas remedio que acceder
a su petición. Así que los hermanos caminaban hacia el auto cuando Gordon salió
de la nada y empezó a dispararles, ellos saltaron tras unas rocas para lograr
cubrirse.
--- ¿A esto le llamas "arreglado"?
--- pregunto Deán con ironía, Gordon empezó a disparar mucho mas cerca de
ellos.--- ¿Qué demonios vamos a hacer?
--- Confía en mí, ¿de acuerdo?
--- pidió Sam, a los pocos segundos se escucharon patrullas llegar al lugar y
Gordon se vio rodeado por un montón de policías armados.
--- ¡Suelta el arma, de rodillas!
¡Obedece! Coloca las manos en la cabeza. --- le gritaba uno de los oficiales,
Gordon pensó en escapar pero fue inteligente para ver que no había salida, así
que obedeció y se dejo esposar.
--- Este es su auto, hay que ver
que hay adentro. --- dijo otro de los oficiales junto a la camioneta roja de
Gordon, otros oficiales fueron a abrirla y dentro encontraron todo un arsenal
de armas ilegales, cuchillos y bombas.
--- Wow, toda una artillería
¿he?... seguro pasaras un buen tiempo bajo condena. --- le decía el oficial a
Gordon mientras lo subía a la patrulla, los Hermanos Winchester se estaban
riendo de toda la escena desde su escondite.
--- Llamada anónima. --- dijo Sam
entre risas
--- Eres un buen ciudadano,
Sammy. --- murmuro Deán.
Sam y Deán regresaron a la
carretera, poniéndose al corriente sobre la aparición de Ava, la llamada de
Jeff, la forma en la que Gordon dio con ellos. Deán termino por llamar al
RoadHouse para aclarar ese punto.
--- ¿Gordon Walker estaba cazando
a Sam? --- pregunto Ellen apenas escuchar la historia de los hermanos.
--- Si, y casi nos mata porque
alguien de ahí no puede mantener la boca cerrada. --- le grito Deán con furia.
--- ¿Y honestamente crees que fui
yo? ¿O Ash? ¿O Jo?, olvídalo --- dijo Ellen frustrada por una acusación tan
absurda como esa.
--- ¿Quién más sabe sobre Sam?
Debieron decirle a alguien. --- aseguro Deán.
--- Podrás decir muchas cosas
sobre nosotros... Pero no somos desleales, ni estúpidos... No le hemos dicho a
nadie. ---- le grito Ellen.
--- Gordon dijo que tenía
conexiones en RoadHouse. --- comento Deán.
--- Y RoadHouse está lleno de
otros cazadores… Son inteligentes, buenos rastreadores… Cada uno tiene sus
patrones y sus conexiones… Diablos, puedo nombrar a 12 de ellos que son capaces
de deducir todo esto… Lamento mucho lo que sucedió, Deán… Pero no puedo
controlar a esta gente, o lo que piensan. --- aseguro Ellen, entonces se
escucho un fuerte suspiro de Deán lo que significaba que aceptaba la idea.
--- Esta bien. Tendremos que
tener mas cuidado con lo que hablamos en el bar. --- comento Deán resignado y
Ellen acepto.
--- Me parece bien, muchachos…
puse a Ash a rastrear la llamada de su hermano pero aun no termina. --- comento
Ellen, a Sam le brinco la mirada otra vez al escuchar el nombre del pueblo pues
era el mismo donde vivía Ava.
--- Esta bien, llámanos cuando la
tengas … gracias Ellen. --- comento Deán
antes de colgar la llamada, luego mirar a Sam quien pareció estar desacuerdo
con la idea de buscar a Jeff.
Sam dejo pasar un par de
kilómetros para volver a llamar a Ava, era la tercera vez en unas horas y ella
seguía sin responderle la llamada.
--- Ava, soy Sam de nuevo…
Llámame cuando escuches el mensaje… Sólo para asegurarme de que llegaste bien a
casa, ¿bien?... Adiós. --- dijo a la contestadora y luego se quedo pensativo.
--- ¿Todo está bien? --- pregunto
Deán
--- Eso espero. --- murmuro Sam
--- Gordon deberá pasar en
prisión… al menos unos años. --- aseguro
Deán, pensando por un segundo que eso aliviaría la inminente preocupación que
mostraba su hermano.
--- Sí, si lo acusan del
asesinato de Scott Carey… y si no se escapa. --- decía Sam, Deán lo miro por un
segundo agradecido por tenerlo de vuelta, pero molesto por haberlo perdido en
primer lugar.
--- Y tú, si te vuelves a ir
así... --- advirtió Deán pero no termino la frase, Sam empezó a reírse pues
conocía la palabra que seguía.
--- ¿Qué?... ¿Me matarás? ---
pregunto Sam entre risas
--- No es gracioso. --- le
reprocho Deán.
--- jajaja, esta bien, tranquilo…
¿Qué hacemos ahora?
--- Una palabra... Amsterdan. ---
dijo Deán con una sonrisa traviesa, Sam negó con la cabeza al pensar que su
hermano buscaría sexo en el pueblo. --- Vamos Sam, dicen que en las cafeterías
no sirven café. --- aseguro Deán.
--- No dejare trabajo. --- le
dijo Sam, seguro de que esa era la verdadera intención de Deán-
--- Al diablo el trabajo,
amigo... Estoy harto de este trabajo, no recibimos ningún pago, ni nos agradecen...
Lo único que logramos es más mala suerte. --- aseguro Deán.
--- Vamos, eres un cazador... Es
lo que debes hacer --- le dijo Sam
--- No, no debo hacer nada… No
creo en esa basura del destino. --- le respondió Deán.
--- Querrás decir que no crees en
mi destino. --- aseguro Sam, ambos hermanos se miraron en silencio por un
segundo.
--- Como sea. --- murmuro Deán y
giro su vista de nuevo a la carretera.
--- Deán, ya huí anteriormente,
escapé a California y mira lo que sucedió… No puedes escapar de esto y no
puedes protegerme. --- le aseguro Sam
--- Puedo tratar --- murmuro
Deán, mirándolo una ultima vez. Sam asintió feliz, pues en ese momento volvió a
darse cuenta de lo afortunado que era por tener a un hermano, a un mejor amigo
como Deán.
--- Gracias por eso... pero, yo
voy a seguir cazando y sea lo que sea que venga, lo enfrentaré de frente… Si
quieres protegerme, entonces creo que tendrás que quedarte cerca. ---- le dijo
Sam, Deán le sonrió un poco.
--- Bestia. --- dijo Deán.
--- Idiota --- respondió Sam,
luego volvió a tomar su celular para llamar a Ava pues se sentía realmente
ansioso y preocupado por ella.
--- ¿Estás llamando a Ava de
nuevo? ¿Estás enamorado o algo así? --- le pregunto Deán.
--- Está comprometida, Deán. ---
le comento Sam, Deán sonrió un poco.
--- ¿Y?... ¿Cuál es el punto de
salvar al mundo si no tienes una chica de vez en cuando? --- pregunto Deán con
ironía, Sam no le presto atención solo escucho que Ava no le respondía, así que
se quedo pálido mirando hacia el frente.
--- ¿Qué? --- le pregunto Deán,
pocas veces había visto a Sam de esa forma tan asustada.
--- Un presentimiento… ¿Qué tan
lejos estamos de Peoria? --- le pregunto Sam, Deán no le respondió solo dio
vuelta al auto y se puso en marcha rumbo a peoría.
Esa noche, Jeff y Zohar dormían
en la misma cama pero no estaban teniendo un buen descanso, Zohar soñaba con
darse una ducha caliente en la regadera de su casa pero que de la nada apareció
Franklin en la bañera y ambos se besaban con pasión, lo peor de todo era que
ella correspondía dicho beso.
Por su parte Jeff soñaba con
cazar vampiros en un cementerio, estaban ayudándole sus amigos como en los
viejos tiempos pero de pronto todo desapareció y Jeff se encontraba en medio de
una fea oscuridad.
--- No parece tan lindo ahora
¿verdad? --- pregunto una voz en su cabeza, Jeff supo que no se trataba de un
simple sueño pues esa voz se escuchaba bastante real, hubo un parpadeo y el
cementerio volvió a aparecer en el sueño, solo que esta vez apareció un hombre desconocido,
sentado arriba de una lapida.
--- Yo… yo te conozco. ---
murmuro Jeff, tratando de recordar donde había visto esos ojos azules, ese
cabello rubio y esa palidez en la piel. --- Por dios… tú... tú eres Eric
Northen. --- dijo Jeff alarmado, acaba de recordar un caso con su padre, donde
habían conocido la mansión de dicho vampiro y había visto una pintura de Eric
en el año 1915.
--- Es Northman… Eric Northman-
--- corrigió el vampiro, el también había visto a Jeff cuando había estado
investigando en su casa.
--- Pensé que estabas muerto…
según los libros nadie a salido de ti en décadas. --- dijo Jeff, Eric dio un
bufido solamente.
--- No vine a charlar, solo vine
a advertirte… Mañana, cuando el sol se oculte… Russell Edgington va a venir por
ti y si te capturan te harán… cosas horribles para tu imaginación. --- le dijo
el vampiro, Jeff no se sorprendió pues contaba con que eso pasaría.
--- Entiendo… pero… ¿Tu que
tienes que ver? ¿Por qué me estas ayudando? --- pregunto Jeff confuso.
--- Yo no… tengo porque
explicarte nada…. Solo te diré que son asuntos de vampiros… y que contamos
con que puedas…. Acabar con el rey. ---
dijo Eric, Jeff noto que el vampiro estaba hablándole en plural lo que
significaba que había mas vampiros involucrados en todo el asunto, que había
algo mucho mas grande detrás de todo.
Sam y Deán llegaron por la madrugada a peoría,
había sido una suerte que Ava le hubiera dado su dirección a Sam pues gracias a
eso pudieron llegar directo a su casa. La puerta de entrada estaba abierta, lo
que era muy raro así que los hermanos entraron al sitio.
--- ¿Hola? ¿Hay alguien en casa?
--- pregunto Sam en voz alta pero no hubo respuesta, siguieron aminando hasta
la segunda planta y se encontraron algo terrible. Todo estaba tirado y
destruido en el suelo y en la habitación de Ava, solo estaba su novio lleno de
sangre, había sido asesinado de una forma brutal sobre la cama.
--- Oye… sulfuro… El demonio
estuvo aquí. --- aseguro Deán al revisar el marco de la ventana, Sam no se
sorprendió de saber que el demonio estaba involucrado, miro con horror la
escena del novio muerto y luego se agacho para tomar del suelo el anillo de
compromiso de Ava,
--- Ava. --- murmuro con terror
al imaginar que algo muy malo le podía haber pasado a su amiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario