domingo, 30 de septiembre de 2012

JDH 4.05 Medianoche

Descripcion
                                                                A la Medianoche
Una mujer loba llamada Veruca interfiere en la relacion de Willow con Oz, quien no logra resistire a los encantos de la mujer y se acuesta con ella. El corazon de Will es puesto a prueba cuando Oz le confieza la verdad de su naturaleza y un peligroso hechizo se cruza en su camino.

Jeffrey corría entre la gente a mitad del pueblo, a nadie le pareció raro pues no habían visto que alguien mas lo perseguía.

Se trataba de un vampiro joven que había intentado morderlo unas calles antes y al cual ahora había acorralado en un callejón.

- Gracias por correr, actuó mejor sin audiencia - dijo Jeff con ironía y empezó a pelear con el vampiro, este era tan torpe en sus movimientos que lo mato en segundos.

- ¿Eso es todo?... ¿solo un vampiro lisiado que no aprovecha mis poderes?, creo que la naturaleza no lo intenta… vamos podrían hacer un esfuerzo mayor - dijo rendido, era el cuarto vampiro en la semana que mataba tan fácil y eso se estaba volviendo aburrido.

- Cuidado con lo que dices, deberías saber que no debes tentar a la fatalidad por que Spike esta de vuelta y esta vez hay un nuevo plan - decía el vampiro rubio desde el tejado, donde llevaba mirando a Jeff desde mucho antes y nadie lo había notado.

Después de la breve pelea, Jeffrey se fue a Grill donde se reunió con sus amigos quien por primera vez en mucho tiempo estaban bebiendo cerveza, el no podía hacerlo aun así que solo bebió un zumo.

- El Grill es más divertido este año, ¿verdad? - Pregunto Will, quien permanecía sentada sobre las piernas de Oz.

- Creo que tiene que ver con el hecho de la graduación, estamos a un paso de la universidad... Noches sin límites de horario y fiestas sin mamá y papá. - exclamo Oz.

- Posibilidades de salir con gente que piensa que somos sexy y peligrosos. - agrego Xander, todos lo miraron extrañado. - ¿Qué? Puedo soñar. - murmuro.

- Claro…. Si la universidad es tan genial como dicen, ¿Qué esperan para irse? - pregunto Jeff con enojo, últimamente sus amigos solo hablaban de sus planes a futuro, es como si todos tuvieran alguna prisa por volar del pueblo.

- Aun no podemos, además el Grill es agradable y conocido… Es como una manta grande y cómoda.- exclamo Will.

-Pensaba que yo era tu manta grande y cómoda. - dijo Oz.

-Tú eres mi manta en personas y esta es mi manta en lugares.

- Si, con todo lo malo de este pueblo…. es lindo tener un lugar al que puedes volver y donde todo es predecible. - decía Billie, entonces Giles apareció sorprendiendo a todos.

- Giles, ¿hay problemas? - pregunto Jeff exaltado, la palabra problemas era sinónimo de Giles en toda ocasión.

- No Jeff… No te levantes…. Nada de eso, yo sólo, ya saben... Se me ocurrió pasar…. ¿Alguien quiere leche con galletas? Yo invito. - dijo Giles, todos lo miraron con gracia al mismo tiempo que les llamaba la atención ver a la nueva banda del sitio.

-Espléndido, hace años que no voy a un espectáculo musical. - dijo Giles mientras s sentaba con ellos, todos lo miraron mal otra vez.

- No me miren así, me gusta la música nueva y tengo los discos que lo prueban. - aseguro el hombre.

- ¿De vinil? - pregunto Xander entre risas.

-No se burlen… He visto la colección de Giles, era increíble en su época. - exclamo Oz.

-Gracias Oz - murmuro Giles.

-Si los "Stones" pueden seguir de moda, ¿por qué no Giles? - pregunto Jeff con ironía, era su turno de fastidiar a Giles y su ironía no podía perdérselo.

-Exactamente.

-Creo que es valiente que esté aquí Giles - murmuro Willow

- Pues, gracias amigos… Me hacen sentir como en mi casa.

- ¿Tu casa no es ese lugar vacío del que intentas escapar? - pregunto Xander con ironía, Giles solo lo miro enojado como si fuera a dispararle por suerte la banda empezó a tocar.

.- ¿Y esa? - pregunto Jeff al ver a la nueva joven sobre el escenario, era bonita pero algo mas le llamaba la atención y no solo a el.

- Ah, sí. Veruca toca esta noche…. De hecho todos los miércoles. - explico Oz, quien de la misma manera sentía algo al ver a la cantante.

-Oz, ¿y los Dingoes? ¿Cuándo tocarán aquí otra vez? - pregunto Buffy.

- El próximo viernes…. Son buenos, ¿verdad? - pregunto Oz, todos asintieron menos Jeff.

- Nada especiales - murmuro el niño-.

- ¿De veras? A mí me parecen geniales, la cantante tiene una presencia tan fuerte para alguien de su edad - aseguro Giles poniendo fin a la conversación.

Cuando la tocada en el Grill termino, Giles llevo a Jeff a casa donde se encontró con el hecho de que John estaba armando maleta para irse a California por unos días para un caso nuevo.

- ¿Seguro que debería irme hijo? - preguntaba John a Jeff, el asentía con la cabeza a todo.

- Si, no pasa nada… Giles se quedara conmigo ¿verdad?

- SI, claro que si - respondió el hombre entre risas, John le agradeció con una sonrisa.

- Además ese tal Mikael del que les hable, el vampiro que era mi abuelo en el otro mundo… parece que no existe, ninguno de los vampiros a los que he preguntado lo conoce - decía Jeff, el había tenido esa preocupación de Mikael en su mente toda la semana y ahora que John se iba era hora de que Giles relevara lo que sabia.

- Yo lo conocí - murmuro el hombre.

- ¿De que estas hablando Giles?

- Hay…. Una historia del pasado que deberían saber

- Bueno habla de una vez - pidió John caminando rápido hacia el sofá, Giles asintió y empezó a hablar.

- 2 años después de que Leo te adoptara, un vampiro llamado Mikael llego al pueblo y vino tras de ti y también detrás de una niñita pero nunca supe por que ella… como sea el trato de robarte cuando eras un bebe, Yo y un grupo de personas del pueblo… los llamados fundadores, nos enfrentamos a el pero era demasiado fuerte, le clavamos estacas y nunca murió…. Fue entonces cuando una joven bruja, Abby Wilson le tendió una trampa y lo saco del pueblo… nunca volvimos a saber de ellos después de eso. - dijo Giles a Jeff, quien estaba sorprendido.

- ¿Por qué nunca me entere de esto? - pregunto John molesto.

- Estabas fuera de servicio John, no teníamos forma de contactarte en ese tiempo.

- Pues debieron hacerlo Giles, si un vampiro tan malo vino tras mi pequeño… podría haber ayudado.

- Papá… supéralo, eso fue hace mucho - murmuro Jeff, John le dio su mirada de furia.

- O discúlpame si te molesta que me preocupe por ti.

- No yo… no me molesto, es solo que no tiene caso molestarse por esas cosas del pasado… ¿entonces Giles crees que Mikael murió? - pregunto Jeff.

- Nunca lo supimos, la bruja solo desapareció con el… nunca tuvimos noticias.

- ¿Esa bruja era de las familias fundadoras? ¿Sabes algo de ella?

- Solo recuerdo que también tenia una hija de tu edad y… era hija de una profesora… Sheila Bennett.

- ¿Bennett? ¿De donde he oído eso? - se preguntaba Jeff, era un apellido poco común que estaba seguro de haber escuchado no hace mucho por los pasillos de la escuela.

A la mañana siguiente Oz se encontraba esperando a Willow en el parque para desayunar, sin embargo la misteriosa cantante de la noche anterior, Veruca apareció en su lugar.

- ¿Qué vas a hacer, sentarte en el suelo a esperar? - pregunto ella con gracia al ver la desesperación en las piernas de Oz.

- Está por venir mi novia.

- Hay lugar…. Así que ¿Un almuerzo grande he?... Me gusta comer, odio a las mujeres que dicen: "¿Tiene aderezo?". - dijo ella con ironía, Oz se encogió de hombros ante la sensación

-Anoche tocaron muy bien.

-Supongo, el grupo se está armando mejor, pero los amplificadores suenan mal.

- ¿Qué están usando? ¿50 ó 120?... Por que deberías usar uno de 50. - explico Oz, dando comienzo a una conversación de música importante… eso hasta que Willow apareció.

-Hablan de música, ¿eh? qué bueno…. Me encanta oír a Oz hablar de la industria. - dijo Will y se sentó junto a ellos, Veruca la miro un instante con una sonrisa extraña en su cara.

-Saben, tengo que irme… Linda camiseta. - dijo la chica a Will quien miro su blusa color amarillo con detenimiento.

- ¿Por qué no me dijiste que parezco un pastel de cumpleaños con esta camiseta? – ella se quejo.

- A mi me parece sexy. - respondió Oz y beso a su novias sin embargo ella estaba tan molesta que se aparto de el.

- No es gracioso Oz, tu amiga me acaba de mirar mal.

- Ella es así, siempre tan simplona pero mira no es nada… tengo que irme a clases.

- ¿Nos vemos en la noche?

- Claro, si te gusta el rey León - dijo Oz con ironía, Will tardo en captar la pista hasta que recordó el día en el que estaban.

- Es cierto lo olvide… es luna llena y no voy a poder ayudarte a encadenarte, es que tengo una reunión con un nuevo grupo de brujas y….

- Esta bien, puedo hacerlo solo… nos vemos. - le dijo Oz con otro dulce pero rápido beso, Will se fue rápido a la biblioteca y le conto todo lo sucedido a Jeffrey.

-Oz mira a otra chica pero a ti te ama Willow - decía el niño, uno pensaría que es el menos indicado para hablar de eso pero en temas de amores era todo un mártir que bien podía entender a Willow.

- Ya sé. Ya sé y no quiero ser la clase de chica... que se desespera cada vez que su novio se fija en otra.

- Mira, te prometo que en un par de días, Oz dirá: "¿Veruca… quién es esa?", el no es el tipo de persona que se va con otras. - aseguro Jeff.

- No, además esta noche estará encerrado en una jaula. - aseguro Will, aun que eso no la hacia sentir mejor del todo.

Cuando el tercer periodo había terminado, Jeff caminaba hacia su casillero y como si se tratara de una revelación de dios, a su mente vino la imagen cuando meses antes Caroline Forbes le había presentado a unas cuantas de sus amigas, entre ellas una tal Bonnie Bennett quien seguramente era la hija de la bruja de la que tanto Giles le había hablado, sin mas empezó a recorrer los pasillos buscándola, hasta que dio con ella.

- Hey, eres Bonnie Bennett ¿verdad? - pregunto a una joven morena que le daba la espalda, ella volteo con una sonrisa encantadora.

- Si y tu… ¿Eres Jeffrey? ¿El mejor amigo de Caroline?

- Ho si, de hecho por eso te buscaba… quería ver si sabes algo de ella.- pregunto, el tenia que sonar casual y tratar esos temas con pincitas.

- Llamo la semana pasada, estaba de compras con su padre en L.A

- Genial… He ¿escuche que tu abuela es profesora en la universidad?

- Si de hecho. - respondió Bonnie, su cara empezaba a marcar arrugas lo que significaba que empezaba a sospechar y no quedaba mucho tiempo, sin muchas ganas de hacerlo Jeff fue directo a la pregunta del millón de dólares.

- Cool... ¿Y que hay del resto de tu familia?

- Vivo con papá y la abuela… mi mamá, bueno nunca la conocí - ella respondió, eso era todo lo que el necesitaba saber.

- Lo siento, estoy siendo impertinente

- No, no

- Escucha si de algo sirve, tampoco conocí a mi mamá y vivo con papá también - dijo Jeff como una forma de disculpa, el mismo se sentía tonto por estar hablando de eso con una chica pues sabia por experiencia que el tema de una madre ausente era muy difícil.

Para cuando la noche llego Oz fue a las cuevas abandonadas en el bosque, donde tenia la jaula donde se encerraba en la luna llena sin embargo esa noche la transformación había llegado antes y no pudo encerrarse, el lobo salió corriendo por el pueblo directamente hacia la escuela donde la ultima de las profesoras dejaba las instalaciones y sin esperarlo se vio perseguida por el Oz-lobo y después otro lobo apareció de la nada para perseguirla también.

La profesora no salió herida pero si muy asustada, sin embargo lo peor vino por la mañana cuando Oz despertó desnudo en el bosque, acompañado por Veruca.

- Buenos días… Fue... una noche increíble. - dijo Veruca, Oz solo se sentó en la tierra tratando de recordar lo que había hecho sin embargo no podía y eso era bastante obvio para su acompañante.

- Pero no la recuerdas… Al principio es así, pero luego las imágenes... empezarán a volver a tu memoria. - ella explico.

- Entonces eres...

- Una mujer lobo… Nadie más me satisface.

- ¿Qué? - pregunto Oz con ironía, ella empezó a reír a carcajadas.

- Bromeaba… Sabes lo que soy… Lo supiste desde la primera vez que me viste en el Grill… Escucha solo necesitas... relajarte. - decía Veruca acariciando el cuello de Oz, el rápidamente se alejo.

- No es una posibilidad.

- ¿Entonces qué quieres hacer Oz?

- Sólo quiero regresar a mi casa, determinar por qué salí de la jaula.

- ¿Tienes una jaula? - ella pregunto incrédula.

- ¿Tú no?

- Sí, tiene una rueda con una bola de plástico y una campanita muy simpática… ¡Cielos! ¿Quién te domesticó de esa manera?

- Es mi elección, no quiero lastimar a nadie Veruca.

- Quizás o quizás no quieras admitir lo que te pasó… Quizás quieras pretender que eres un chico común.

- Pues, eso soy… Solo soy lobo una o 3 noches al mes.

- O eres lobo todo el tiempo y esta cara humana es sólo un disfraz. ¿Alguna vez lo pensaste, Oz?

- Me voy… Tengo que leer el periódico a ver si causamos algún daño anoche. - exclamo Oz e intento irse pero Veruca se interpuso en su camino, tapando sus senos con sus manos.

- Puedo ayudarte, Oz…. Estás asustado, yo también me sentí así, pero luego lo acepté. El animal es poderoso... dentro de mí todo el tiempo y pronto empezarás a sentir lástima por el resto de la gente... porque no saben lo que es estar tan vivos como nosotros, tan libres.

- ¿Libres de matar a gente?... No haré eso y tú tampoco deberías.

- No lo comprendes pero lo harás…. Veras que somos el uno para el otro Oz-

- Sé cuál es mi lugar y no eres tú. - dijo con enojo y arrojo a Veruca lejos de el para así poder regresar a su casa.

Oz logro llegar a tiempo al ultimo periodo de clases y ahí se encontró a Willow quien al verlo se abalanzo a el en un beso.

- Perdona si ayer estuve rara...contigo y Veruca. - ella murmuro.

- No noté nada raro. - murmuro Oz, Willow sonrió e intento besarlo otra vez pero Oz se aparto de ella, su mente solo podía pensar en Veruca.

- ¿Qué? ¿Qué pasa? - titubeo Willow.

-Lo siento. Yo...

- ¿No quieres?

-No es eso… Sí quiero, es sólo que... No dormí bien, estoy cansado. - se excuso Oz.

- Claro… Una noche de lobo ocupada, no hay ningún problema, yo entiendo… Debería irme… No tengo mucho tiempo, te veré luego. - dijo decepcionada y se fue, Oz no hizo ningún intento de detenerla.

Jeffrey por su parte caminaba hacia la salida de la escuela cuando escucho a una de sus profesoras diciendo que 2 perros gigantes la habían atacado la noche anterior, extrañado por eso se fue a hablar con Giles a su casa.

- Jeffrey que sorpresa… ¿Puedo ofrecerte algo? ¿Un té?... Anoche hice una "mousaka" muy interesante, si tienes hambre.

- No quiero té, ni el… mousse, gracias.

- ¿Viniste por asuntos de trabajo?

- Esto es lo que pasa…Una profesora dijo que casi la atacan... dos perros salvajes anoche, bajo la luz de la luna casi llena.

- Hombres lobo. ¿Dos?

- Podría ser.

- No vi nada sobre los ataques, ni en los periódicos ni en el noticiero… ¿Hablaste con Oz?

- Mi próxima parada.

- Claro…. Ve enseguida que yo veré lo que puedo averiguar.

- Ok… he escucha Giles, averigüe lo de tu bruja y Mikael.

- ¿Qué supiste?

- Declarémoslo muerto, Bonnie tampoco sabe nada de su madre… la pobre debe estar muerta

- No te tienes que preocupar, si ese tal Mikael llegara a regresar... lo mataremos, ni tu padre ni yo dejaríamos que te hiciera daño.

- Yo tampoco lo dejaría - exclamo Jeff muy seguro de si y salió corriendo de la casa para buscar Oz. Por su parte Willow seguía confundida y dañada por lo ocurrido con su novio, así que recurrió a otro experto en el tema.

- ¿Te paso algo malo? - pregunto Xander al ver a su amiga con su cara triste en su puerta, ella entro rápidamente a la casa.

- Las cosas con Oz están raras y hablé con Jeff, pero es solo un niño y creo que estamos en territorio de hombres... Necesito un traductor del lado de los genes masculinos.

-La última vez que me fijé tenía lo requerido…. Cuéntame.

-Bueno…. Digamos que noté a Oz mirando a alguien más... Una mujer.

- ¿Y la chica lo mira a él?

-Definitivamente.

- ¿Le preguntaste a Oz al respecto?

-Pues, pensé hacerlo... pero pensará que estoy celosa y se preocupará.

-Habla con él, Will es la única forma en que las cosas se arreglan. - fue el mejor consejo de Xander.

Jeffrey había estado buscando a Oz en su casa y en el Grill pero no estaba así que fue al bosque y se encontró con la jaula del lobo abierta, a los pocos segundos apareció el joven.

- Saliste, ¿eh?

- ¿Alguna noticia de un ataque? - pregunto Oz exasperado.

- No pero oí que dos perros salvajes persiguieron a una mujer.

- ¿Dos? ¿De veras?

-No recuerdas nada así, ¿verdad? ¿Otro lobo?

-No… Cuando cambio de forma es como si no estuviera…. Es algo así como amnesia total. – explico Oz.

- Si encuentro al otro lobo esta noche cuando patrulle... quizás tengas un compañero de cuarto. - dijo Jeff quien por las noticias se había enterado que la luna llena se volvería a repetir ese día, luego salió rápido del lugar.

Oz no sabia que hacer pero su instinto le hizo llamar a Veruca para que se reuniera con el en la cueva y al poco tiempo ella llego, quedando impactada por ver a Oz preparando cadenas y candados.

- ¿Por esto me llamaste aquí?... déjame decirte que no entraré a esa estúpida jaula contigo… Pertenecemos afuera Oz.

- No puedes estar suelta esta noche y no sólo porque podrías lastimar a alguien, si no por que habrá gente buscándonos.

- ¿Estás diciendo que debería pasar toda la noche contigo?... ¿solos?... encerrados en una jaula.

- Estarás a salvo. - murmuro Oz, sin embargo la atención dela chica estaba yéndose a la luz de la una sobre ellos.

- Ya viene. ¿Lo sientes?.. Es como sangre que hierve. - decía emocionada.

- Lo se – murmuro Oz, Veruca se acerco a el y empezó a acariciarlo de nuevo.

-Te deseé aún antes de verte… Te sentí Oz.

- ¿Me sentiste a mí?.. Vamos ven aquí. - dijo Oz dejando guiar por su instinto animal, arrastro a Veruca hacia la jaula y empezaron a besarse mientras se transformaban.

- Ay, Dios mío. - fue el grito de Willow que despertó a Oz en la jaula, dándose cuenta de que había tenido intimidad toda la noche con Veruca.

- Sé lo que viste… No era... Tuve que hacerlo, tuve que encerrarla conmigo… Es como yo, un lobo. - decía Oz mientras salía corriendo tras de Willow.

- Sabía que tenían mucho en común, pero... ¡No me toques! - ella grito histérica y empujando la mano de Oz fuera de su hombro.

- Ella iba a lastimar a alguien, no tenía opción Willow.

- Sí tenías, podrías haberle dicho a alguien… ¿Tu solución es encerrarse juntos en un cuarto toda la noche? - pregunto Willow incrédula.

-La chica tiene razón. - dijo Veruca desde atrás de ellos.

-Vete ¡Ahora! - grito Oz en un segundo su amante ya no estaba.

- Willow, no sé qué hicimos Veruca y yo, cuando cambio es como... Es como si yo desapareciera y el lobo estuviera en control. - explicó Oz pero en este punto Willow ya estaba llorando.

- Pero antes de esto, cuando eras el Oz normal... sentiste algo por ella, ¿no es cierto?

- Podía sentir algo, pero...

- Pero la deseabas. ¿De manera animal? ¿Más de lo que me deseabas a mí? - pregunto Willow entre lagrimas pero Oz no pudo contestarle así que salió corriendo del bosque, directamente a la casa de Jeffrey para contarle todo.

- Tengo que irme…. Tengo que encontrar a Veruca antes de que se ponga el sol, créeme que cuando lo haga todo va a terminar… ella es mala. - dijo Jeff, estaba echando chispas por lo que le habían hecho a su mejor amiga ya que esta parecía una muerta viviente.

Jeffrey pasó la tarde buscando a la loba en el Grill y varios sitios del pueblo, sin embarro no hubo suerte así que fue directo a la fuente.

- ¿Dónde está? - pregunto enojado al entrar en la casa de Oz, se estaba conteniendo de no golpearlo.

-No sé… Ya me fijé en todos los lugares probables, pero conozco las áreas que nos atraen y estoy seguro de que puedo olfatearla. - aseguro Oz.

- Intentaremos eso entonces.

- Mira, Jeffrey deberías saber que...

- Oz, ahora podría ser un buen momento para tu famoso estoicismo. - dijo molesto, dejando al lobo helado y callado durante la siguiente hora, en la cual pasaron buscando en el bosque.

- Está cerca de aquí... Siento su olor. - murmuro Oz antes de salir corriendo, Jeff detrás de el hasta que dieron con un gran descubrimiento.

- O es el olor de la ropa sucia que dejó en el suelo…. Podrían ser de la otra noche cuando se convirtió en loba, a menos que quisiera despistarte Oz - aseguro Jeff sin dejar de señalar el conjunto negro de mujer en el suelo.

- Willow. - exclamo Oz, los 2 se miraron aterrados antes de empezar a correr de vuelta a la casa donde Willow en vez de permanecer llorando y tranquilizándose, se puso a hacer un hechizo contra sus verdugos.

Te invoco por Borabis... por Satanis y el diablo…. Mientras ardes, que los corazones engañosos de Oz y Veruca se rompan… Te invoco por la Reina Saracen y en nombre del infierno… Que no encuentren ni amor ni refugio… Que tampoco encuentren paz…. Que esta imagen selle su destino... nada de amor, sólo odio.

Willow estaba por quemar una foto de Oz y sellar el hechizo, pero no podía hacerlo por que lo amaba, entonces Veruca apareció en la puerta.

- Vaya… Por un minuto creí que jugarías sucio, a veces hace falta ¿sabes? Con tal cuidar lo que es tuyo, a veces hay que matar…. Aun que no puedo decir que me sorprende que no hayas completado tu maldición…. No tienes las agallas.

- No sabes lo que tengo… No sabes nada sobre mí. - respondió Willow, tratando de apartarse de la loba sin embargo, Veruca no la dejo.

- Sé lo que amas… Tengo su olor encima ahora mismo. - respondió acariciando el rostro de Willow, en ese momento Oz apareció y arrojo a Veruca contra el suelo.

- No la vuelvas a tocar. - advirtió.

- Ven a detenerme… Me gusta fuerte, ¿recuerdas? - pregunto irónica y entre risas mientras se ponía de pie, caminando seductoramente hacia Oz.

- ¿Quieres lastimarme? Lastímame, pero no la metas a ella.

- ¿Cómo podría hacer eso? Ella es la razón por la que vives enjaulado Oz… Te está cegando y cuando ella no esté, podrás admitir lo que eres.

-No te conviene descubrir lo que soy.

- Eres un animal… Los animales matan. - aseguro la chica, Oz estaba al borde de la ira y después de una rápida mirada a la recién aparecida luz de la luna, empezó a transformarse.

- Tienes razón… Matamos. - respondió seguido por un gruñido, luego se fue directo a la yugular de Veruca y con una feroz mordida la desangro, ahí entro Jeff para dispararle un tranquilizante que lo saco de la jugada.

Willow lloraba desconsolada en el suelo, así que Jeffrey corrió a abrazarla para que se calmara pero eso no paso hasta el otro día, cuando Willow decidió hablar con Oz pero se llevo una enorme sorpresa al encontrarlo fuera de su casa con las maletas hechas.

- ¿Qué estás haciendo Oz?

- Me voy.

- ¿Ahora? ¿Ésa es tu solución?

- Es mi decisión Willow.

- ¿No cuenta mi opinión en esto?

- Veruca tenía razón sobre una cosa… El lobo está dentro de mí todo el tiempo y ya no sé dónde está la línea entre él y yo… hasta que comprenda lo que eso significa... no debería estar contigo... ni con nadie.

- Eso podría ser un problema... porque la gente es una especie de epidemia planetaria. - exclamo Willow con ironía, sin embargo las lagrimas empezaban a brotar en sus ojos otra vez.

- Encontraré algún lugar. - murmuro Oz.

- ¿Cuánto tiempo?

- No lo sé Willow.

- ¿No me amas? - pregunto entre sollozos, Oz se acerco a ella, le tomo el rostro dulcemente y le beso la frente.

- En toda mi vida, jamás amé otra cosa. - dijo Oz, se dio la vuelta y corrió a su camioneta, Willow solo lo miro alejarse entre sus lagrimas.

.El cuerpo de Veruca había sido desechado por Ángel, el lo había lanzado e las cloacas para que nadie lo encontrara, sin embargo eso no paso pues un equipo de forenses hallaron el cuerpo y lo llevaron a la morgue.

- Múltiples heridas, pero la mordida fue contundente para su muerte - explicaba una doctora, a una figura que se mantenía de espaldas mirando el cadáver de Veruca.

- Era tan hermosa…. Pero su imprudencia la llevo a la muerte, Doctora Black… desaparezcan el cuerpo, no quiero que nadie se de cuenta de esto - ordeno el hombre misterioso.

- Si, lo hare señor alcalde - respondió la doctora, el hombre gro a verla con una sonrisa de satisfacción en su rostro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario