domingo, 30 de septiembre de 2012

SPN 1.10 Manicomio


Manicomio
Descripción Oficial
Sam y Dean investigan un sanatorio abandonado y descubren que los pacientes se rebelaron contra los castigos crueles y extraños que les infligía el médico jefe. Mientras los hermanos buscan en las instalaciones a cuatro estudiantes universitarios perdidos, los torturados espíritus hacen que Dean y Sam enloquezcan y se vuelvan el uno contra el otro.



HOSPITAL PSIQUIÁTRICO ROOSEVELT
ROCKFORD, ILLINOIS

Dos policías del condado realizaban su recorrido nocturno por el hospital, habían estado teniendo problemas con chicos invadiendo la propiedad, cosa que era peligrosa pues el lugar era una bomba de tiempo para derrumbarse.

--- ¿Por qué tenemos que hacer esto todos los días? --- pregunto uno de ellos, el otro se giro a verlo con una expresión de miedo en el rostro.

--- Olvidaba que no eres de aquí y no conoces la leyenda.

--- ¿Que leyenda?

--- ¿Cada ciudad tiene sus historias, cierto? La nuestra es el manicomio Roosevelt. Dicen que está poseído por los fantasmas de los pacientes y si pasas la noche aquí,... los espíritus te vuelven loco.

Los 2 policías continuaron su recorrido, pensando que había chicos dentro pues había huellas de polvo removido recientemente. El policía novato se separo de su compañero para revisar el cuarto de calderas y desapareció por unos minutos, hasta que regreso de una forma muy extraña a su patrulla y se fue a casa.

El policía llego a casa y apenas encontrarse con su mujer,  saco su arma y le dio un balazo en la sien, luego el mismo se suicido.

Mientras tanto los hermanos Winchester continuaban con la búsqueda de su padre, Sam había estado llamando a todos sus amigos cazadores para encontrar alguna noticia pero nadie sabía nada de su padre, era como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra.

--- Quizá deberíamos llamar a los Federales  y denunciar su desaparición. --- exclamo Sam, cansado de no tener noticias.

--- Ya lo hemos hablado, papá se pondría como loco si le ponemos a los Federales tras él.

-- -Ya no me importa Deán. Fuimos hasta Kansas,... quiero decir... que debería haber estado allí, Deán. Tú mismo has dicho que intentaste llamarle y nada. --- se quejaba Sam, entonces el teléfono de Deán empezó a sonar alarmantemente.

--- ¿Sabes?, puede estar muerto y no lo sabemos.

--- No digas eso. No está muerto. Esta... está... --- Deán ya no tenia excusas para su padre, no podía entender tampoco los motivos de su desaparición, solo podía tener Fe en el.

--- ¿Qué cosa Deán? ¿Está escondido, ocupado?

--- No me lo creo. … Mira esto... un mensaje de texto y son coordenadas. --- dijo Deán mostrando el teléfono, rápidamente se puso a buscar las coordenadas en la computadora.

--- ¿Deán crees que papá nos ha enviado ese mensaje?

--- Ya nos ha dado coordenadas antes Sam

--- Apenas sabe usar un tostador…. Deán.

--- Sam, es una buena noticia, esto significa que está bien o al menos vivo.

--- ¿Y qué? ¿Había algún número en el identificador de llamadas? --- pregunto Sam, molesto pero esperanzado de que esa llamada lo llevara a su padre.

--- No... Decía desconocido.

--- Bien. ¿Qué punto señalan las coordenadas? --- pregunto Sam

--- Esa es la parte interesante. Rockford, Illinois.

--- ¿Por qué es interesante ese sitio?

--- Revise un periódico de Rockford,  escucha esto…. Un policía... Walt Kelly. Llega a casa cuando termina el turno, y dispara a su esposa. Entonces se coloca el arma en la boca y se vuela los sesos…  Antes, aquella misma noche, Kelly y su compañero... respondieron a una llamada del Psiquiátrico Roosevelt. --- explico Deán emocionado por el caso que tenían, Sam no lo estaba tanto.

--- No lo entiendo. ¿Qué tiene todo eso que ver con nosotros?

--- Papá señaló el mismo psiquiátrico en su diario. Vamos a ver... --- exclamo Deán mientras buscaba en el diario, hojeo rápidamente y logro encontrar  la información. --- Aquí esta;

Siete apariciones no confirmadas y dos muertes

--- Eso hasta la semana pasada... Creo que es allí donde él quiere que vayamos Sam y puede que se reúna con nosotros haya.

--- O quizás no…. Puede estarnos enviando solos para cazar esa cosa.

--- ¿Qué importa Sam? Si nos quiere allí es suficiente para mí.

--- ¿Y no encuentras esto extraño? Un mensaje... las coordenadas.

---  Sam, si papá nos manda ir a un sitio, nosotros vamos.--- dijo Deán molesto por tantas preguntas de su hermano, Sam simplemente se resigno a seguir a Deán.

Los hermanos se trasladaron a Rockford,  Sam estaba decidido terminar lo más rápido que pudiera ese caso y así poder regresar a la búsqueda de su padre, aun que a Deán no le gusto nada el plan de su hermano no tuvo más opción que aceptar y participar en él.

El primer paso era encontrar información sobre el policía homicida, para ello se pusieron en contacto con su compañero de patrulla, quien estaba atravesando una fase de alcoholismo en el bar local.

--- Usted es Daniel Gunnerson, ¿verdad, el policía? --- pregunto Deán para comenzar la conversación de una forma sutil, aun que el hombre no respondió y solo asintió.

--- Soy Nigel Tuffnel, del Chicago Tribune. ¿Le molestaría que le hiciera algunas preguntas sobre su compañero?

--- Sí, me molesta, sólo estoy aquí tomando una cerveza. --- respondió el hombre, Deán borro su sonrisa amable pues no le gustaba que le hablaran de esa manera tan cortante.

--- Esto no llevará mucho tiempo, sólo quiero oír su versión de los hechos.

--- Hace una semana, mi compañero estaba sentado en esa silla, ahora está muerto. ¿Va a emboscarme aquí? --- pregunto el hombre desafiante

--- Disculpe... necesito saber lo que sucedió. --- Deán tuvo que contenerse para no golpear al hombre y  Sam (que miraba desde lejos) decidió entrar en acción. Se acerco a su hermano y lo empujo con fuerza sobre la barra del cantinero.

--- ¡Oye amigo! ¿Qué tal si le dejas en paz? El hombre es un oficial, ¿Por qué no muestras más respeto? --- pregunto molesto, tanto que Deán se inmuto por un segundo antes de irse de la escena.

--- No necesitabas hacer eso. --- dijo el policía con una sonrisa torcida.

--- Sí, claro que tenía… Ese tipo es un idiota. ¿Me permite pagarle una cerveza? --- pregunto Sam mientras se sentaba, el policía asintió y fue de esa manera que se abrió para contar todo lo referente a su compañero muerto.

Un rato después Sam salió del bar, una sonrisa de satisfacción cruzaba su rostro y aumento más cuando vio a un Deán desesperado y  con los brazos cruzados en la puerta del impala.

--- Me empujaste muy duro hermano.

--- Tenía que hacer que pareciera real ¿no? ---- pregunto Sam con ironía, Deán había estado pensando que ese empujón había ido más allá del caso pero no quiso discutir y cambio de tema.

--- ¿Qué descubriste con Gunnerson?

--- Pues que... Walt Kelly era un buen policía…. Fue el mejor de su generacion, nunca había matado, tenía un gran futuro por delante.

--- ¿Y en su casa?

--- Él y su mujer tenían algunas peleas como todo el mundo, nada fuera de lo normal. Incluso hablaban de tener hijos, Deán.

--- ¿Gunnerson habló del psiquiátrico? --- pregunto Deán, Sam asintió con una sonrisa extraña y empezó a contarle a su hermano lo que había pasado con los policías la noche de su última ronda.

Los hermanos decidieron visitar el manicomio de día, por cuestiones de seguridad. Así que sin importarles los letreros de aviso (MANTÉNGANSE APARTADOS, EDIFICIO EN RUINAS, PROHIBIDA LA ENTRADA) se saltaron la reja y entraron al sitio.

El manicomio estaba sucio, lleno de ratas y otras alimañas que le daban un toque mas terrorífico del que ya tenía por la poca luz que entraba.

--- Así que aparentemente los policías estaban buscando aquí a unos chicos, en... el Ala Sur. --- exclamo Sam.

--- Espera un segundo... Ala Sur... Ala Sur... --- Deán se puso a buscar en el diario de su padre, había un detalle que estaba pasando por alto en todo el caso y fue el momento indicado para leerlo.

1972.
Tres niños entraron en el Ala Sur… Sólo uno sobrevivió., cuenta que uno de sus amigos se volvió loco e incendio el hospital

--- Así que sea lo que sea que esté sucediendo, el Ala Sur parece ser el centro. --- aseguro Deán,

--- Sí, pero si los chicos siguen entrando en el psiquiátrico,... ¿por qué no ha habido más muertes?

--- Parece que las puertas solían estar atrancadas… Pueden haberlo estado durante años para mantener a la gente afuera… O para mantener a algo dentro. --- explico Deán, mirando las viejas cerraduras oxidadas en el lugar, empezaba a tener escalofríos.

--- Sam, hazme saber si ves a gente muerte.

--- Oye ya basta --- murmuro Sam molesto, ahora se arrepentía de haberle contado a su hermano sobre sus visiones, el siempre se tomaba todo a broma en los momentos menos adecuados.

--- No, en serio Sam, hay que tener cuidado…. Los fantasmas son atraídos por esa percepción extrasensorial que estás desarrollando.

--- Ya te lo he dicho, no es percepción extrasensorial. Sólo tengo vibraciones extrañas, a veces. Sueños raros Deán.

--- Como quieras... ¿Oye, Sam, quién crees que es la médium más guapa? ¿Patricia Arquette, Jennifer Love Hewitt o tú? --- pregunto Deán con ironía, Sam si se rio de ese chiste y se quedo callado por un rato, hasta que llegaron a la entrada del ala sur, la cual estaba llena de artefactos médicos, cubiertos por polvo y lo que parecían ser pedazos de ropa.

--- Vaya... eletroshocks, lobotomias... cosas espantosas, para esas personas… como a mi amigo Jack en atrapados sin salida … ¿Entonces qué crees Sammy? ¿Fantasmas poseyendo a personas?

--- Quizás…. Tal vez sea más como en..."Amityville" o "El aparecido Smorth"... Espíritus llevándote a la locura….  Deán... ¿Cuándo vamos a hablarlo? --- Sam estaba cambiando de tema de forma rápida, eso nunca era bueno.

--- ¿Hablar de qué?

--- Del hecho de que papá no esté aquí.

--- Vamos ver... nunca. --- exclamo Deán con ironía y con una sonrisa sínica que molesto a su hermano.

--- Estoy hablando en serio, Deán.

--- Yo también, Sam…. Mira, él nos envió hasta aquí, por lo que obviamente nos quiere aquí…Continuaremos  con su búsqueda después.

--- No importa lo que él quiera. --- exclamo Sam, con ira y resentimiento en su voz… esta vez fue Deán quien se molesto.                                                                             

--- ¿Ves?, es justo por esa actitud que yo siempre tenía una galleta extra.

--- Papá puede tener problemas, deberíamos estar buscándolo. Nos merecemos algunas respuestas Deán, estamos hablando de nuestra familia.

--- Te entiendo Sam, pero nos ha dado una orden.

--- ¿Entonces, vamos a obedecer siempre las órdenes de papá? --- pregunto desafiante, el ya había dejado muy atrás esa etapa de obediencia sin preguntas.

--- Claro que sí.  --- exclamo Deán, sorprendido de que su hermano se atreviera a preguntar algo que era ley en su familia. Camino unos pasos y encontró una placa sobre un viejo escritorio, misma que decía;  Sanford Ellicott.

--- ¿Sabes lo que tenemos que hacer? Necesitamos saber más sobre el Ala Sur, saber que fue lo que sucedió aquí.

Los hermanos se fueron del manicomio,  Sam aun seguía molesto con su hermano pero no lo hizo obvio y se puso a investigar sobre el Dr. Ellicott, encontrando que su hijo aun estaba vivo y era psiquiatra profesional en una clínica del pueblo, así decidió concertar una cita con él, en esa misma tarde.

--- Gracias de nuevo por recibirme tan pronto --- dijo Sam al entrar en el consultorio y sentarse frente al Dr.

El hombre era realmente intimidante, tenía una mirada que parecía ver atreves de las paredes. Y una presencia que formo un silencio muy incomodo durante segundos.

--- Dr. Ellicott... Ellicott, ese nombre... ¿No había un Dr. Sanford Ellicott? Sí, era el jefe de psiquiatría de algún sitio. --- aseguro Sam, fingiendo una confusión de información para obtener lo que quería, pero algo le decía el hombre no se la iba a poner fácil.

--- Mi padre, era el jefe de personal del antiguo psiquiátrico Roosevelt. ¿Cómo lo supiste?

--- Ah, bueno... me gusta la historia local. No hubo un... no hubo un incidente o algo del tipo, en... en... en el hospital, creo. ¿En el Ala Sur, verdad?

--- Es tu dinero Sam, estamos aquí para hablar sobre ti. --- exclamo el Dr. Ellicott, muy tranquilo y seguro de si mismo.

--- Ah es verdad, sí, sí. Claro.

---  ¿Entonces? ¿Cómo van las cosas? ¿Qué es lo que haces Sam?

--- Las cosas están bien, sigo haciendo lo mismo de siempre... sólo estoy haciendo un... viaje en carretera con mi hermano.

--- ¿Es divertido?

--- Mucho. Ya sabe, nosotros... conocimos a muchas... personas interesantes… Hacemos muchas... muchas cosas interesantes… Oiga... ¿Qué fue lo que sucedió exactamente en el Ala Sur?, lo he olvide --- dijo Sam con muchos nervios, se estaña sintiendo muy intimidado por las preguntas del doctor y temía poder llegar a decir algo que no debía.

--- Si te gusta la historia local entonces te diré todo sobre el disturbio de Roosevelt.

--- ¿Disturbio? No, lo sé… Sólo tengo curiosidad señor

--- Sam, vamos a dejar las mentiras, estas evitando el tema.

--- ¿Qué tema?

---  Tú --- exclamo el doctor, Sam se quedo mudo y por un segundo quiso salir corriendo de ese lugar pero ya era tarde para eso . --- Ahora vamos a hacer un trato. Yo te cuento todo sobre el disturbio  de Roosevelt. Si me cuentas alguna verdad sobre ti. Como... ese viaje con tu hermano... ¿Cómo te sientes acerca de él?

El doctor había jugado una muy buena carta, un intercambio de información al que Sam no pudo escapar así que se quedo en ese consultorio durante más de dos horas para hablar, por supuesto que le conto al doctor sobre la parte normal de su vida, las partes que hicieron que escapara con Deán por la carretera (Su frustrada niñez, su vida escolar, su dolor por la muerte de Jess

Una vez que termino de hablar y de que obtuvo la información del manicomio y salió del lugar, su hermano lo estaba esperando afuera de la puerta del consultorio, ya estaba cansado y desesperado.

--- Oye, parecía que te ibas a quedar para siempre. ¿De qué hablaban?  --- pregunto Deán

---  Sólo del hospital, ya sabes. --- respondió Sam nervioso, por ningún motivo le podía revelar a alguien lo que él había comentado en ese lugar.

--- ¿Y?

--- Y... el Ala Sur. Era donde recluían a los casos más difíciles,... psicópatas, criminales locos.

--- Tiene sentido.

---  Sí, y una noche del 64 ellos se amotinaron… Atacaron al personal y se atacaron unos a otros.

--- ¿Alguna muerte?

--- Algunos pacientes, algunos miembros del personal.... Creo que fue muy sangriento, algunos cuerpos nunca fueron recuperados… Incluyendo el de nuestro jefe de personal, Ellicott.

--- ¿Qué quieres decir con que nunca fueron recuperados?

--- Los policías buscaron en cada centímetro del lugar... pero creo que los pacientes debieron... esconder los cuerpos en algún sitio.

--- Bien, resumiendo... Tenemos una serie de muertes violentas y un montón de cuerpos no recuperados… Lo que puede significar un montón de espíritus furiosos. --- explico Deán, ahora ya tenían una buena pista para comenzar la investigación.

Mientras tanto, una pareja de adolescentes estaba entrando al manicomio abandonado, el chico parecía estar bastante feliz con su visita pero su novia, ella estaba realmente asustada e incómoda con el lugar y no quiso seguir caminando por los pasillos, su novio se armo de valor y se aventuro solo por el manicomio, en su camino se encontró con una mujer en las sombras y pensando que se trataba de su novia la beso, pero ella era un fantasma.

Sam y Deán llegaron más tarde al lugar, esta vez iban equipados con el EMF para obtener las lecturas de fantasmas y ubicar sus cadáveres de forma mas rápida.

--- ¿Tienes alguna lectura? --- pregunto Sam

--- Sí, bastantes. Este sitio está orbitando como loco.... Posiblemente son muchos espíritus

--- Y si esos cuerpos no descubiertos están causando la perturbación...

--- Tenemos que encontrarlos y quemarlos…. Ten cuidado, lo único que me pone más nervioso que un espíritu enfadado,... es el espíritu enfadado de un asesino psicótico. --- dijo Deán con preocupación, sin darse cuenta el fantasma de un paciente deforme estaba detrás de ellos, no les hizo nada, simplemente los miraba con pena.

Los hermanos se habían separado para revisar el lugar, todo había estado tranquilo hasta que el fantasma de una mujer con una herida en el ojo se presento ante Sam

--- ¿Deán? ¡Deán has algo! --- gritaba Sam a medida que la mujer fantasmal se le acercaba mas y mas.

---  ¡Sam, al suelo! --- le grito Deán, Sam obedeció y miro como el disparo de su hermano hacia desaparecer al fantasma de su vista.

--- Eso fue raro. --- exclamo Sam, levantándose del suelo.

--- Sí. Dímelo a mí.

--- No Deán, quiero decir que fue extraño que ella no me haya atacado. Ni tan siquiera lo intentó, Así que si ella no quería herirme, ¿qué es lo que quería?---- iba preguntando Sam cuando una sombra llamo su atención, ambos hermanos entraron a la habitación de junto y entre los escombros encontraron escondida a una chica temblorosa.


--- Tranquila no te haremos daño… ¿Cómo te llamas? --- pregunto Deán, mientras la ayudaba a salir de los escombros.

--- Kaherine… Kath. --- tartamudeo la chica rubia.

--- Bien… Yo soy Deán, éste es Sam ¿Qué estás haciendo aquí?

---  Mi novio Kevin, el está aquí… en algún sitio, pensó que sería divertido intentar ver algunos fantasmas… Lo que yo pensé fue que todo era sólo... ya saben... de mentira… Pero he visto cosas, escuche gritar a Kevin, y...

---  Bien Katerine, Sam te sacara de aquí y luego vamos a buscar a tu novio.

---  No. No… No voy a salir sin Kevin, iré con ustedes.

---  Aquí no estamos jugando. ¿Entendido? Es peligroso. --- le advirtió Deán, ella asintió rápidamente

---  Por eso quiero encontrarlo. --- dijo muy segura como si segundos antes no hubiera sido la misma chica temblorosa que estaba escondida.

Deán y la chica se habían ido por la parte sur del lugar para localizar al muchacho, Deán se quiso quedar con ella pues confiaba mucho en Sam pero el disparaba mucho mas rápido que su hermano y la podía proteger mejor.

---  Tengo una pregunta para ti. ¿Tú has visto muchas películas de terror, verdad? --- le pregunto Deán, ella asintió dudosa.

---  Hazme un favor, la próxima vez que veas una... presta atención… Cuando alguien dice que un sitio está encantado, no entres.

Por su parte Sam se había ido al norte para buscar al muchacho y apenas entrar a uno de los cuartos lo encontró, inconsciente en el suelo.

--- ¡Eh, Kevin!. --- le grito con una fuerte sacudida que lo despertó de un susto, el muchacho miro a todas partes antes de querer salir corriendo.

---  Eh, no pasa nada, estoy aquí para ayudarte.

--- ¿Quién eres?

---  Me llamo Sam, encontramos a tu novia.

--- ¿Está bien? --- pregunto al incorporarse en su posición de pie y sacudiendo su ropa de todo el polvo que había atrapado.

---  Sólo preocupada por ti. ¿Estás bien?

---  Iba huyendo, y me... creo que me he caído.

---  ¿Huyendo de qué? --- pregunto Sam interesado, necesitaba comprobar una teoría muy descabellada que le surgió.

---  Estaba... estaba esa chica. Su... su cara... estaba totalmente despedazada.---- relato el muchacho con miedo, por un segundo había llegado a pensar que se moriría de un infarto o de alguna infección por  haber besado a esa mujer.

---  Bien, bien… Escucha ¿La chica esa, intentó hacerte daño?

--- ¿Qué? No. Ella... Ella me besó.

--- ¿Pero no te ha hecho daño físicamente?

---  Claro, ella me besó… Estoy marcado para toda la vida. --- dijo con un tono muy exagerado, Sam rodo los ojos por un segundo.

---  Bien, confía en mí, podría haber sido peor. ¿Recuerdas algo más?

--- Ella... la verdad es que ella intentó susurrarme algo al oído.

--- ¿Qué?

---  No lo sé, corrí como loco.

Sam estaba cada vez mas confundido, en sus años como cazador nunca había visto o siquiera había escuchado de fantasmas que no lastimaran a la gente, la mayoría de ellos lo hacía pues era su impulso natural.

Deán y Kath continuaban su trayecto por el manicomio, la linterna de Deán se había apagado y en lo que el intentaba encenderla otra vez… un fantasma apareció de la nada y tomo el brazo de la chica, para luego arrojarla dentro de una de las celdas de confinamiento y dejarla ahí encerrada.

Kath gritaba por ayuda y Deán no dejaba de golpear con un palo la puerta del lugar, la trataba de abrir con todas sus fuerzas pero no podía,

--- ¡Por favor! ¡Kath, aguanta! --- grito para calmarla pues podía escuchar sus sollozos desde entro, aun así Kath siguió pidiéndole ayuda y sus gritos desesperados hicieron que Sam y Kevin llegaran corriendo al lugar.

--- ¿Que está pasando Deán?

--- Ella está dentro con uno de ellos. --- respondió Deán, sin dejar de golpear la puerta para abrirla o romperla pero Sam ya tenía otro plan pues el fantasma ya estaba dentro con Kath.

--- ¡Kath, no va a hacerte daño! Escucha... es necesario que lo enfrentes. Necesitas calmarte. --- le dijo muy calmado, Deán lo miro incrédulo.

--- ¿Que tengo que hacer qué? --- pregunto ella desde dentro, con su voz llena de pánico.

--- ¡Los espíritus no intentan dañarte, están intentado comunicarse! ¡Necesitas escucharlo! ¡Es la única forma de salir de ahí! --- le grito Sam

--- ¡No! --- grito ella con mucho miedo pues el fantasma de un hombre deforme estaba por tocarle el rostro.

--- ¡Míralo, eso es todo! ¡Vamos, puedes hacerlo! --- le grito Sam, Kath desde dentro respiro profundó y dejo que el fantasma se acercara a ella, un silencio profundo se produjo fuera de la habitación.

--- Espero que tengas razón sobre esto. --- murmuro Deán a Sam

--- Sí, yo también. --- murmuro Sam y unos segundos después una Kath totalmente calmada salió de la habitación, su novio intento abrazarla pero ella no se dejo.

--- 137… Susurró en mi oído… 137. --- les dijo a los hermanos.

---  El número de una habitación. --- dijeron ambos hermanos.
--- De acuerdo, si esos espíritus no están intentando hacer daño a nadie... ¿Qué es lo que están intentando hacer? ---  pregunto Sam

--- Creo que lo tenemos que descubrir… Así que... Ahora. ¿Ya están preparados para abandonar este sitio? --- les pregunto Deán a los chicos quienes asintieron llenos de miedo y vergüenza por haber entrado a ese lugar en primer lugar.

--- Tú los sacas de aquí Sam... Yo voy a buscar la habitación 137.

Deán se fue solo por los pasillos del manicomio, mientras que Sam empezó a caminar lo más rápido que pudo con los chicos hacia la salida del sitio.

--- ¿Entonces cómo saben tanto sobre fantasmas? --- pregunto Kath desde atrás.

--- Es casi nuestro trabajo. --- murmuro Sam

--- ¿Cómo es que alguien iba a querer un trabajo así? --- pregunto ella sorprendida, Sam se rio un poquito de la pregunta.

--- Tuve un pésimo orientador vocacional. --- dijo el con ironía.

--- ¿Y Deán... es tu jefe? --- volvió a preguntar ella, Sam negó con enojo pues hasta la gente ajena a su familia podía ver que Deán se comportaba como su jefe en todo.

Los 3 llegaron hasta la salida del manicomio, Sam se acerco para abrir la puerta y entonces se dio cuenta de que las puertas estaba selladas por algún tipo de fuerza invisible, las ventanas y todo lo que pudiera ser una salida estaban iguales.

--- ¿Cómo se supone que vamos a salir? --- pregunto el chico.

--- Esa es la cuestión, no podemos…. Hay algo aquí dentro que no quiere que salgamos. --- dijo Sam molesto.

--- Esos pacientes. --- murmuro Kath

--- No… Es alguien más. --- aseguro Sam, pues no tenía sentido que los mismos fantasmas que los estaban conduciendo al cuarto 137, los quisieran tener prisioneros.

Deán por su parte siguió caminando por todo el manicomio y en una especie de oficina devastada encontró el diario de pacientes, donde descubrió que el Dr. Ellicott había sido un paranoico que hizo muchos experimentos ilegales de medicamentos con sus pacientes, llevándolos a una locura extrema que les hizo cobrar venganza.

Sam continuaba con los chicos, buscando otra salida pero no había nada prometedor fue entonces que su celular empezó a sonar, así que contesto rápidamente, era Deán.

Sam... Soy yo...Lo he visto... ven aquí… Estoy en el sótano... date prisa.

--- Voy para allá --- respondió Sam antes de colgar, por la voz de su hermano podía notar que tenía que darse prisa, así que cargo la escopeta de un tirón.

--- De acuerdo. ¿Alguno de ustedes sabe manejar una escopeta? --- pregunto Sam, el chico negó con terror en su rostro pero Kath asintió.

---  Yo sé… Mi padre me dejó disparar un par de veces. --- aclaro ella, Sam se lo pensó por unos segundos pero termino por darle el arma a la chica.

--- Está cargada con sal... No mata al espíritu pero lo repele, así que si ves algo... dispara. --- indico Sam y se fue corriendo, Kath lo miro irse y entonces volvió a cargar el arma con su propia mano.

Sam se fue corriendo hasta la sala de calderas, era un lugar aun mas horripilante que todo el sitio completo, estuvo llamando a su hermano un buen rato hasta que el fantasma del Dr. Ellicott apareció y le tomo la cara con sus manos, pronto una luz azul empezó a emanar del fantasma, Sam gritaba por ayuda pero el fantasma le estaba susurrando algo también;

No tengas miedo. Voy a curarte.

Los muchachos continuaban en la espera de Sam,  unos pasos empezaron a rodearlos así que Kath disparo a la pared y entonces Deán apareció.

--- ¡Maldición! ¡Maldición! ¡No dispares, soy yo! --- grito él, con las manos arriba como si hubiera sido atrapado por la policía.

--- ¡Disculpa! Discúlpame --- le dijo ella.

--- Maldita sea... ¿Qué están haciendo todavía aquí todavía? ¿Dónde está Sam? --- pregunto Deán preocupado por su hermano

--- Bajó al sótano, tú le llamaste. --- le dio Kevin

--- No lo he llamado.

--- Sonó el celular. Dijo que eras tú y que estabas en el sótano --- le dijo Kath así que Deán ni proceso la información, solo se dio la vuelta y bajo corriendo hasta el cuarto de calderas.

--- ¿Sammy? ¿Sammy, estás aquí abajo? --- preguntaba en voz alta mientras caminaba por el oscuro lugar, luego de un pequeño recorrido Sam apareció sigilosamente detrás de suyo.

--- ¡Sam! ¡Contéstame cuando te llamo! ¿Estás bien? --- pregunto exaltado por el susto que se había llevado por el acto de aparición de Sam

--- Sí, estoy bien Deán.

--- ¿Ya sabes que no era yo quien te ha llamado al celular, verdad?

--- Sí, lo sé. Creo que algo me atrajo hasta aquí.

--- Creo que sé quién.. . El Dr. Ellicott, es eso lo que los espíritus intentan decirnos. ¿No lo has visto?

--- No. ¿Cómo sabes que fue él? --- pregunto Sam, parecía bastante raro pero Deán  no le dio importancia a ese comportamiento.

--- Porque encontré su diario de trabajo… Parece ser que estaba experimentando cosas horribles con sus pacientes, hacía que las lobotomías parecieran un juego... Por eso los pacientes se sublevaron contra el…  Pues Dr. Matasanos estaba trabajando en algún tipo de terapia de extrema rabia. Pensaba que si dejaba a sus pacientes expresar toda su ira, estarían curados. Pero sólo los ponía cada vez peor y con más ira…  Así que estoy pensando si su espíritu no estará haciendo lo mismo… Al policía, a los niños de los años 70. Provocarles tanta ira que se convierten en homicidas. --- explicaba Deán pero su hermano continuaba callado de una forma escalofriante.

--- Vamos. Tenemos que encontrar sus huesos y quemarlos --- ordeno Deán..

--- ¿Cómo? La policía nunca encontró su cuerpo.

--- El diario de trabajo dice que tenía algún tipo de laboratorio secreto... para sus prácticas aquí abajo, en algún sitio. . Así que si yo fuese un paciente,... lo arrastraría hasta aquí para hacerle yo el mismo trabajito a él.

---- Ya te he dicho que he buscado por todos los rincones y no encontré un laboratorio secreto Deán.

--- Bueno, por eso la llaman secreto. --- dijo Deán con ironía y empezó a caminar por el pasillo oscuro, Sam detrás de él, hasta que encontraron algo a pocos metros.

--- ¿Has visto esto? Aquí hay una puerta. --- dijo Deán, pasando sus manos por la puerta para ver como abrirla, entonces el sonido de un cartucho cargándose se escucho.

--- Deán… No abras eso --- dijo Sam, su hermano se giro para verlo y comprobó sus sospechas, Sam era el que tenía el arma apuntándole por la espalda.

--- Sam, baja el arma.

--- ¿Eso es una orden Deán?

--- Es más como una petición amistosa.

--- Porque estoy más que cansado de recibir órdenes tuyas.

--- Lo sabía. ¿Ellicott ha hecho algo contigo, verdad?

--- Por una vez en la vida,... cierra la boca. --- dijo Sam entre dientes, sin embargo Deán se acerco un poco más a él.

--- ¿Qué vas a hacer, Sam? La escopeta está cargada con sal… No me va a matar. --- dijo muy seguro de si, entonces Sam alzo un poco más el arma y le soltó un balazo en el costado, derribándolo al suelo.

--- No, pero si  te va a doler --- exclamo Sam, sin quitar la mirada del cuerpo inconsciente de su hermano en el suelo.

Dean despertó en medio de un ataque de tos, la bala había tenido un fuerte impacto en su cuerpo pero por suerte no le había hecho ningún daño, Sam lo miraba con odio.

--- ¿Sam? Tenemos que quemar los huesos de Ellicot y todo terminará. Y volverás a la normalidad.

--- Yo soy normal. Sólo que estoy diciendo la verdad por primera vez. ¿Quiero decir, por qué estamos aquí? ¿Por qué estamos siguiendo las órdenes de papa como obedientes soldaditos? ¿Por qué tú siempre haces lo que él dice sin cuestionarlo? ¿Tan desesperado estás buscando su aprobación?

--- No eres tú el que habla, Sam --- dijo Deán, en medio de un quejido de dolor.

--- Ésa es la diferencia entre tú y yo. Yo tengo mi propia opinión. No soy un patético como tú.

--- ¿Así que qué vas a hacer? ¿Matarme?

--- No, estoy cansado de hacer lo que tú ordenas… No estamos hoy más cerca de encontrar a papá... de lo que lo estábamos hace ocho meses Deán y todo por tu culpa.

---Bueno, toma, voy a hacerlo más sencillo para ti... Las balas de verdad funcionarán mejor que las de sal. --- exclamo Deán y lo arrojo su arma de bolsillo a la manos. --- ¡Tomala! ¿Tanto me odias? ¿Crees que puedes matar a tu propio hermano? Si es así, sigue adelante. Aprieta el gatillo. ¡Hazlo! --- le gritaba Deán, Sam tomo el arma e intento hacer un disparo pero no funciono, Deán aprovecho para levantarse y derribarlo.

--- ¿No pensarías que te iba a dar una pistola cargada? --- le pregunto irónicamente antes de darle un puñetazo en la cara que lo dejo inconsciente.

--- Lo siento, Sammy. ----  murmuro antes de seguir su camino, abrió la puerta e ingreso al pequeño laboratorio secreto de Ellicott, dentro de un pequeño anaquel estaba metido el cadáver del maldito fantasma así que Deán se giro a buscar su mochila, saco sal y se la roció al cadáver encima y cuando estaba por quemarlo con los fósforos, el fantasma apareció y le tomo la cara con sus espectrales manos., mientras le susurraba al oído; No tengas miedo, voy a ayudarte. Voy a curarte.

Le decía Ellicott, Deán  se tiro al suelo y con un tremendo esfuerzo para estirarse, logro lanzar su encendedor sobre el cadáver, lo que provoco que el fantasma desapareciera en medio de gritos y fuego que lo consumió por completo.

 Deán regreso a comprobar que Sammy estuviera bien y así era, así que lo ayudo a salir de aquel horrible lugar (también sacaron a la pareja de jóvenes de ahí)

--- ¡Oye, Dean! Lo siento hermano…. Te dije cosas horribles allí dentro.--- le dijo Sam antes de abordar el auto para regresar al motel.

--- ¿Te acuerdas de todo eso?

--- Sí… No podía controlarme pero no hablaba en serio... Nada de aquello.

--- Nada, ¿eh? --- pregunto Deán quien no estaba muy seguro sobre los verdaderos sentimientos de su hermanito menor.

--- No, claro que no. ¿Necesitamos hablar sobre eso?

--- No. No estoy con el humor adecuado para compartir y si no te importa... sólo quiero dormir  --- se excuso Deán pues realmente no quería hablar más del tema pues temia que generaría un problema más grande con su hermano.

Los Winchester pasaron una noche muy tranquila en el motel, el sonido del teléfono de Deán despertó a Sam quien tuvo que contestar en lugar de su hermano (pues el dormía profundamente)y se llevo una enorme sorpresa con la voz que le saludo.

--- ¿Papá? --- pregunto, aun que estaba totalmente seguro de que estaba hablando con su padre.

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