martes, 18 de diciembre de 2012

SPN 1.14 Pesadilla


Descripción Oficial
Pesadilla
Sam tiene una premonición en la cual un hombre es asesinado de forma que parezca un suicidio. Sam convence a Dean de que deben investigar el caso, pero se sorprenden cuando no pueden encontrar nada que indique que la muerte fue sobrenatural. Hasta que descubren que Max, el ermitaño hijo de la primera víctima, ha estado usando la telekinesia para matar a los familiares que lo maltrataron. Además, Sam descubre que su propia madre y la de Max fueron asesinadas por el mismo demonio.



Sam estaba soñando con un hombre desconocido que estaba guardando su auto en la cochera de su casa, cuando el hombre trataba de salir de su auto no podía, y  el motor empezaba a lanzar un montón de humo que poco a poco lo fue  asfixiando hasta que finalmente murió.

Sam había sentido una carga emocional y poderosa en ese sueño, como cuando vio la muerte de Jess o su antigua casa, así que se despertó muy asustado, prendió la lámpara de noche y se levanto para despertar a su hermano.

--- Deán… Deán. --- decía mientras le sacudía con fuera la mano, Deán entre abrió los ojos para ver que pasaba.

--- ¿Qué estás haciendo, Sam? Estamos a mitad de la noche. ---  dijo Deán entre bostezos.

--- Tenemos que irnos.

--- ¿Qué está sucediendo Sammy?

---  Tenemos que irnos Deán. Ahora mismo. --- dijo Sam mientras recogía sus cosas y se ponía el suéter, por el tono de voz que tenia Deán se levanto y lo siguió hasta el impala, donde Sam le explico lo del sueño he hizo un par de llamadas a la policía.

--- Detective Mcreedy. Número de placa 1-5-8. Tengo una señal 4-80 en progreso. Necesito un registro de los dueños de un Sedan dos puertas. Matrícula de Michigan. Mary, Frank, 6-0-3-7… dese prisa --- decía Sam a la operadora en la línea, Deán estaba sorprendido de que su hermano memorizara la placa de un sueño, eso no era normal pero pese a su propio temor tenia que calmar a Sam

--- Sammy, relájate. Estoy seguro que es sólo una pesadilla.

--- Sí. Dímelo a mí. --- murmuro.

--- Lo digo en serio Sam... Es una común, normal y ordinaria pesadilla… Esa matrícula no encajará. Ya lo verás. --- dijo muy  seguro de si.

--- Se sentía diferente Deán… Se sentía real. Como cuando soñé con nuestra vieja casa o con la muerte de Jessica.

--- Eso tiene mucho sentido. Soñar con nuestra casa, tu novia… Este tipo de tu sueño, ¿lo has visto antes?

--- No. No, exactamente. --- murmuro Sam, entonces la operadora regreso a la línea y le otorgo la información solicitada.

--- Jim Miller. Saginaw, Michigan. ¿Tiene la dirección? --- le pregunto Sam en apenas un susurro, la operadora le dio la información y el colgó para girar a enfrentar la blanca y desconcertante mirada de Deán.

--- Si existe. ¿Qué tan  lejos estamos?

--- Un par de horas. --- murmuro Deán algo asustado, Sam se giro y se puso el cinturón de seguridad que nunca se ponía.

--- Que sea menos --- dijo Sam, entonces Deán piso el acelerador del impala a fondo y se fueron rápidamente por la carretera.

Para cuando los Winchester llegaron a la dirección ya había un montón de gente consternada en las puertas de sus casas, la policía estaba en la casa y los forenses estaban sacando un cadáver de la cochera.

Deán miro como la mirada de Sam se llenaba de tristeza, trato de hablarle pero su hermano camino directo a los vecinos.

---  ¿Qué sucedió? ---- pregunto Sam a una mujer desconocida.

--- Se suicidó… No puedo creerlo. --- ella dijo.

--- ¿Lo conocía?

--- Lo veía cada día en San Agustín. Siempre parece... parecía muy normal. Supongo que nunca sabes lo que pasa detrás de las puertas cerradas. --- murmuro ella con mucha pena y preocupación en su voz.

---  Supongo que no.  --- murmuro Deán.

--- ¿Cómo…? ¿Qué dicen que sucedió? --- pregunto Sam con la voz entrecortada.

---  Oí que lo encontraron en la cochera… Encerrado dentro de su auto con el motor encendido.

--- ¿Sabe a qué hora lo encontraron? --- volvió a preguntar Sam, esta vez con mucha culpa en su voz como si hubiera tenido la culpa de todo.

--- Esto paso hace una o dos horas… Pobre familia. Ni siquiera puedo imaginar por lo que están sufriendo --- dijo la mujer, los hermanos giraron su mirada hacia la casa y vieron a la esposa del difunto gritando y llorando desconsolada, Sam no aguanto mas y se alejo para derramar una lagrima, Deán le dio un segundo a solas antes de acercársele.

--- Sam, vinimos tan rápido como pudimos.

--- No fue suficientemente… Esto no tiene sentido. ¿Por qué tendría estas premoniciones si no puedo evitar que sucedan? --- pregunto consternado.

---  No lo sé. --- y Deán no lo sabia, a el le inquietaba mas saber el porque aparecían esas visiones en su hermano antes del para que.

---  Entonces, ¿qué piensas que lo mató? --- pregunto Sam mas tranquilo.

---  Quizás tan sólo se suicidó. Quizás no halla nada sobrenatural en todo esto Sam

---  Te lo estoy diciendo… Vi lo que sucedió. Fue asesinado por algo Deán… Algo lo atrapó en la cochera

--- ¿Como qué? ¿Un espíritu? ¿Un poltergeist? ¿Qué cosa Sam?

---  No sé lo que fue. No sé por qué tengo estos sueños, no sé qué demonios está pasando Deán. --- se quejo Sam, Deán simplemente lo miro preocupado.

--- ¿Qué? --- pregunto Sam molesto.

---  Nada... Sólo estoy preocupado por ti. --- murmuro Deán, sin dejarlo de ver de la manera extraña en que lo hacia.

---  Bueno, no me mires de esa manera Deán

---  No estoy mirándote de ninguna manera. Pero tengo que decirlo… Te ves mal… Vamos, seguiremos con esto en la mañana. Revisaremos la casa, hablaremos con la familia. --- era lo único que Deán podía hacer para averiguar que había pasado, tenia que comportarse como si se tratara de un caso normal para no asustar mas a Sam

---  Deán, tú los viste… Están devastados. No van a querer hablar con nosotros. --- le dijo Sam mientras subía al impala-

--- Sí, tienes razón… Pero creo saber con quien van a hablar. --- exclamo Deán con una sonrisa, a veces daba gracias al cielo por haberle dado esa imaginación tan veras.

A primera hora del día siguiente, los hermanos Winchester  consiguieron los disfraces que necesitaban, Sam no estaba convencido y se sentía incomodo de portar la ropa de sacerdote, pero según Deán ese tipo de personajes lograrían que la familia se abriera para hablar… Asi que no perdieron mas tiempo y fueron a la casa Miller.

--- Buenas tardes. Soy el Padre Simmons… Este es el Padre Freely. Somos los nuevos sacerdotes juveniles de San Agustín. ¿Podemos pasar? --- pregunto Deán con su mejor tono de paz y tranquilidad,  el hombre que les abrió los dejo pasar.

--- Gracias…. Lamentamos mucho su pérdida. En tiempos difíciles como estos la guía del señor es lo que más se necesita. --- dijo Deán para parecer un verdadero sacerdote pero el otro hombre dio un bufido a su comentario.

--- Miren, si van a decir que el Señor tiene un plan mejor. No me lo digan a mí… Mi hermano está muerto. – les dijo enojado, entonces una mujer se acerco a la conversación.

--- Roger, por favor. --- dijo ella y el hombre se fue, ella era la esposa del difunto. --- Lamento lo de mi cuñado… Está muy apenado con la muerte de Jim. ¿Quieren algo de café? --- pregunto.

--- Estaría bien --- dijo Deán con una enorme sonrisa  y siguió a la mujer hasta la sala, Sam también pero el iba con una cara de seriedad total.

---  Fue un gesto maravilloso el de ustedes por venir… El respaldo de la iglesia significa mucho en este momento. --- exclamo ella mientras serbia las tazas de café, los hermanos se sentaron en el sofá.

--- Por supuesto… Después de todo, todos somos hijos de Dios. --- volvió a repetir Deán, la mujer se fue por azúcar a la cocina permitiendo que Deán tomara uno de los canapés de la mesa de centro y lo masticara fuertemente.

--- Trata de moderarte un poco… padre --- le dijo Sam entre dientes, en eso regreso la mujer y se sentó con ellos.

--- Entonces, señora Miller. ¿Tenía su marido un historial depresivo? --- le pregunto Deán, estaba decidido a demostrarle a Sam que no había nada mas que un feo acto humano en esa situación.

--- Nada parecido a eso. Nosotros... teníamos nuestros buenos y malos momentos, como todos… Pero éramos felices. Simplemente, no entiendo... como Jim pudo hacer algo así. --- dijo ella y volvió a llorar por un segundo.

--- Lamento que haya tenido que encontrarlo a él de esa manera. --- le dijo Sam, ella se giro aun con lagrimas para mirarlo.

--- En realidad... fue nuestro hijo, Max. Él fue quien lo encontró. --- les dijo, los Winchester se miraron por un segundo y Sam se fue a buscar a ese muchacho, quien estaba en la cocina, aislado de todas las personas y con los ojos hinchados por el llanto.

--- ¿Max? Hola, soy Sam --- exclamo con una sonrisa reconfortante pero el niño apenas y le dijo un leve hola, se veía tan mal el pobrecillo pero ni eso detuvo a Sam de darle sus condolencias y empezar el interrogatorio.

--- Entonces, ¿cómo era tu padre?

--- Un padre normal.

--- ¿Vives en casa ahora? --- Sam estaba haciendo las típicas preguntas que se le hacia a un hijo después de la perdida de algún padre, pero ese muchacho estaba con la mirada perdida y apenas y hablaba sin titubear.

--- Sí… Estoy tratando de ahorrar para la universidad pero es difícil. --- murmuro el muchacho, Sam sabia que no había mucho tiempo así que decidió arriesgarse y fue directo al grano.

--- ¿Cuándo encontraste a tu padre?

--- Me desperté... escuché el motor andando… No sé por qué lo hizo. --- dijo Max con lagrimas acumuladas en los ojos pero sin derramar ninguna, lo que parecía un poco extraño.

--- Sé que es duro... perder a uno de tus padres. Especialmente cuando no tienes todas las respuestas. --- le dijo Sam, hablando desde la experiencia de su madre pues nunca la conoció y su padre y su hermano nunca le hablaron mucho de ella, incluso  había veces en las que sentía que faltaban respuestas en su vida.

Mientras Sam estaba con el chico, Deán se encargo de hablar con la madre y averiguar datos sobre la casa, luces extrañas, ruidos, cualquiera cosa que diera indicios a la presencia de fantasmas pero nunca existo nada raro, incluso reviso la casa con el escáner infrarrojo pero tampoco obtuvo nada, la casa era perfecta en realidad.

Los Winchester se regresaron al motel para buscar información, especialmente Sam pues para Deán el caso ya estaba cerrado y no trataba de nada más que suicidio.

--- Entonces, ¿qué tienes? --- le pregunto Deán a su hermano quien ya tenia buen rato en la computadora con la búsqueda de información.

--- Bueno, nada… Nada malo le ha pasado a la casa de los Miller desde que se construyó.

--- ¿Qué hay del terreno?

--- Ni cementerio, ni campo de batalla... ni tierras indígenas u otra clase de atrocidad en su terreno o cerca de la propiedad. --- Sam había cubierto todos los terrenos de una posible actividad paranormal en un terreno.

--- Te lo dije, registré la casa arriba y abajo… No había zonas oscuras, ni almas, nada Sam

--- ¿y la familia dijo que todo era normal? --- volvió a preguntar, como si Deán no le hubiera dicho ya mas de 20 ves lo que la madre le conto.

--- Bueno, si hubiera un demonio o un espíritu... ¿no crees que alguien habría notado algo? Use el escáner infrarrojo y no apareció nada Sam

--- ¿Entonces, qué? ¿Crees que Jim Miller se suicidó? ¿Y mis sueños fueron alguna clase de coincidencia loca? --- pregunto Sam indignado, Deán se encogiendo hombros porque eso era justo lo que quería pensar sobre los sueños de su hermano, que solo eran coincidencia..

--- No lo sé… Estoy bastante seguro que no hay nada sobrenatural en esa casa Sam.

--- Bueno... ...ya sabes, tal vez... Tal vez no hay nada en la casa. Tal vez es sólo... ¡Dios! Tal vez esté conectado con Jim... de alguna otra manera. --- decía Sam con la voz entre cortada y tocándose la cabeza con mucha desesperación, entonces se empezó a quejar.

--- ¿Qué te pasa Sam?

--- ¡Mi cabeza! --- grito el antes de desplomarse en el suelo junto a la cama, Deán corrió a ver que le estaba pasando.

--- ¿Sam? ¿Qué pasa? Habla conmigo hermano. --- rogaba Deán preocupado pero Sam no respondía pues ya estaba teniendo otra visión.

Esta nueva visión de trataba del hermano del primer difunto, el hombre estaba en su apartamento, bebiendo una cerveza, el frio entro por la ventana del apartamento y el sujeto intento cerrar la ventana pero estaba atascada, el saco medio cuerpo fuera para mirar lo que pasaba, jalo con todas sus fuerzas el marco y no podía cerrarla. El hombre se quedo mirando el marco por unos segundos hasta que este cayo sobre su cabeza y se la arranco. Fue cuando Sam despertó de la visión.

--- ¡Está pasando otra vez! Algo va a matar a Roger Miller. --- dijo alarmado, esta vez Deán no puso ningún pero para salir corriendo del motel en búsqueda del sujeto, pero lo que mas preocupado lo tenia era el acto de dolor que Sam tuvo en el motel, cosa que a el no parecía importarle para nada, pues estaba muy callado en el auto.

---  ¿Estás bien Sam?

--- Sí. --- murmuro algo estraño.

--- Si vas a vomitar... puedo parar el auto, sabes por las vestiduras y…

--- Estoy bien Deán, sólo conduce.

--- Está bien. --- y de ad mirar a Sam para concentrarse en el camino aun que eso no significaba dejar de estar preocupado por el.

--- Deán, estoy asustado. ¿Estas pesadillas no eran suficientemente malas como para que ahora las vea mientras estoy despierto? Y estas visiones o lo que sean... se están poniendo tan intensas, que es doloroso.

---  Vamos, todo se va arreglar… Estarás bien Sammy.

--- ¿Qué pasa con los Millers? ¿Por qué estoy conectado con ellos? ¿Por qué los veo morir? ¿Por qué diablos me está pasando esto?  --- se preguntaba molesto.

--- No lo sé, Sam… Pero lo descubriremos, ¿sí? Enfrentamos lo inexplicable todos los días. Esto es sólo otra cosa más. --- dijo Deán para calmarlo.

---  No. Nunca es sobre nosotros…. Nunca le pasó a la familia de esta manera. Dime la verdad, no puedes decirme que esto no te asusta.

--- Esto no me asusta. --- dijo Deán si voltear a mirarlo porque realmente tenia miedo del asunto pero como el hermano mayor, tenia que ser el valiente y el que tuviera la fuerza para sacar a Sam adelante.

Los hermanos llegaron a la dirección de Roger Millers, quien apenas iba caminando hacía su apartamento con unas bolsas de comida.

--- ¡Roger! Espera un segundo. --- grito Sam desde la ventanilla del auto.

--- ¿Qué son ustedes, misioneros? Déjenme solo. --- les grito y apresuro el paso hacia su departamento, Deán estaciono el impala rápidamente y los  2 salieron corriendo para detener al hombre.

--- ¡Por favor! ¡Roger! ¡Estamos tratando de ayudar! ¡Por favor! --- le gritaba Sam a lo lejos.

---  No quiero su ayuda. --- Roger cerro la puerta de entrada con llave y los hermanos lo vieron irse atreves del cristal.

---  No somos sacerdotes. ¡Nos tienes que escuchar! Roger, ¡estás en peligro! --- le seguía gritando Sam pero era en vano.

Los hermanos corrieron por la escalera de incendios para llegar con Roger pero eran más de 5 pisos y para cuando lograron llegar, todo ya había pasado, Roger había sido decapitado por el marco de la ventana.

---  Toma… Empieza a limpiar tus huellas digitales. No queremos que la policía sepa que estuvimos aquí. ¡Vamos, vamos! --- dijo Deán cuando le dio una franela, los 2 se pusieron a limpiar sus huellas en los barandales de la escalera y después Deán se metió al apartamento de Roger para revisar pero no encontró nada.

---  Te estoy diciendo que no había nada allí dentro… Tampoco había señales, igual que en la casa de los Miller. --- dijo Deán.

---  Vi algo en la visión, como una sombra oscura. Algo estaba... Algo estaba acechando a Roger.

--- Bueno, sea lo que sea, estoy seguro de que no está conectado a la casa

--- No, está conectado con la familia misma. ¿Qué crees que sea? ¿Cómo un espíritu vengador?

--- Sí. Algunos de ellos son conocidos por perseguir a familia, los cazan durante años… espectros, Banshees…Básicamente es como una maldición… Tal vez Roger y Jim Miller se metieron en algo gordo, algo digno de una maldición. --- explico Deán

--- Y ahora algo los busca para vengarse. Y están haciendo que sus familias mueran. ¿Crees que Max está en peligro? --- se pregunto Sam  por el patrón de las muertes de los hombres de la familia.

--- Vamos a averiguarlo antes de que lo esté. --- exclamo Deán y ambos entraron al impala otra vez.

--- Bueno, sé una cosa que tengo en común con esta gente. --- murmuro Sam

--- ¿Qué es? --- pregunto su hermanó interesado.

--- Nuestras familias están malditas. --- le dijo Sam, Deán rodo los ojos ya que no podía creer que su hermanó volviera a repetir aquella estupidez.

--- Nuestra familia no está maldita Sam… Sólo tuvimos unas manchas oscuras.

--- Nuestras manchas oscuras son... muy oscuras. --- exclamo Sam con ironía.

--- Tú eres oscuro. --- Le dijo Deán y regresaron al motel para descansar un poco y pensar en el siguiente plan.

Por la tarde del día siguiente los hermanos volvieron a retomar sus disfraces de cura y fueron a la casa de los Miller, al parecer el funeral de Roger seria esa misma noche en su departamento.

--- Mi madre está descansando… Está muy alterada. --- les dijo Max una vez que los había dejado pasar a la casa.

--- Por supuesto. --- murmuro Sam

--- Toda esta gente seguía viniendo con cacerolas que tuve que decirles a todos que se fueran. , creen nada dice lo siento como una cacerola de atún…. En fin, siéntense. --- les pidió Max, los 3 se sentaron frente a frente en los sofás.

--- ¿Cómo lo estás llevando? --- le pregunto Sam, el seria quien manejaría el interrogatorio con Max.

--- Estoy bien. --- el chico estaba respondiendo otra vez con monosílabos.

--- ¿Tu padre y tu tío eran cercanos?

--- Sí, supongo… Es decir, eran hermanos, solían estar juntos todo el tiempo cuando yo era niño.

--- ¿Pero ya no lo hacían últimamente? --- pregunto Sam capcioso, era como si el otro muchacho hablara en clave o algo por el estilo y además se puso muy pálido con la ultima pregunta.

--- No, no es eso. Es...que solíamos ser vecinos cuando yo era un niño… Vivíamos al otro lado del pueblo en una casa y... el tío Roger vivía al lado, así que estaba por allí todo el tiempo. --- dijo nervioso e incluso temblando un poco.

--- Claro… Entonces, ¿cómo eran las cosas cuando eras niño? --- Sam había notado algo extraño con esa situación, así que decidió adentrarse más a fondo.

--- Estaban bien. --- respondió muy cortante.

--- ¿Por qué? ¿Todos buenos recuerdos? ¿Recuerdas algo inusual? ¿Algo que tenga que ver con tu padre o tu tío tal vez? --- le pregunto Deán, el también había notado algo muy extraño en Max respecto al  tema de la niñez.

--- ¿Por qué lo...? ¿Por qué lo preguntas? --- pregunto con lagrimas formándose en sus ojos.

--- Es simple curiosidad

--- No, no había nada… Éramos totalmente normales… Felices. --- dijo Max muy rápidamente y claramente se notaba que se estaba controlando para no llorar, así que Deán y Sam decidieron irse para no incomodarlo mas.

---  Ninguna familia es totalmente normal y feliz. ¿Viste cuando estaba hablando sobre su antigua casa? --- preguntaba Deán mientras caminaba de regreso al auto.

--- Sonaba asustado. --- murmuro Sam

--- Max no nos está contando todo. Digo que vayamos a encontrar el antiguo vecindario y averiguar como era realmente la vida en la casa de los Miller. --- dijo mientras los 2 subían al auto y se ponían en marcha hacia el viejo vecindario que estaba al otro lado del pueblo.

Para cuando llegaron al otro lugar, no les fue difícil encontrar a un vecino amable, se trataba de un hombre que estaba cortando sus plantas así que se le acercaron para hablar.

--- ¿Ha vivido en el vecindario por mucho tiempo? --- le preguntaron.

--- Sí, casi veinte años... Es un lugar lindo y tranquilo… ¿Por qué? ¿Están buscando comprar?

--- No, no, realmente… Solo nos estábamos preguntando... si recordaría una familia que solía vivir al otro lado de la calle. --- dijo Sam

--- Sí, los Miller… Tenían un hijo llamado Max. --- agrego Deán, el hombre se quedo en silencio por un segundo y frunció el ceño.

--- Sí, me acuerdo… El  hermano tenía la casa de al lado. ¿Por qué? ¿Ha pasando algo? ¿El pobre chico está bien? --- pregunto preocupado por Max

--- ¿A qué se refiere?

--- Bueno, en toda mi vida, nunca vi a un niño ser tratado así… Solía escuchar al señor Miller gritando y arrojándole cosas, desde mi casa. Él era un maldito borracho, solía golpear mucho a Max. Le dejaba moretones e incluso le rompió el brazo dos veces, al menos que yo sepa.

--- ¿Y eso sucedía regularmente? --- pregunto Deán, ahora empezaba a entender todo.

--- Prácticamente todos los días. Creo que hasta el hermano solía hacer lo mismo con el chico. Pero la peor parte... era su madrastra. Ella sólo...se quedaba ahí, observando  todo pero nunca levantó un dedo para protegerlo… Yo llame a la policía 7 u 8 veces pero no sirvió de nada. --- agrego el señor

--- ¿Ha dicho su madrastra? --- pregunto Sam,  todo el tiempo había pensado que la señora Alice si era la madre de Max.

---  Si… Creo que su verdadera madre murió, en un accidente de auto --- les dijo el señor, a Sam le empezó a doler la cabeza otra vez y se estaba empezando a quejar.

--- ¿Estas bien? --- le pregunto el vecino.

--- SI, gracias por su tiempo --- le dijo Deán, abrazo a su hermano por los hombros y lo llevo al impala pero antes de que lo pudiera meter, Sam tuvo otra visión.

En esta nueva visión finalmente pudo ver a Max, el estaba reclamándole a su madrastra porque nunca lo defendió de los golpes, entonces el hacia flotar un cuchillo con su mente y se lo clavaba a la mujer entre los ojos.

Sam regreso a la normalidad y no espero ni un minuto para terminar de reponerse, para subirse al impala con su hermano y regresar a la casa de Max.

--- Max lo está haciendo… Todo lo que he estado viendo.

---  ¿Estás seguro?

--- Sí Deán, lo vi

--- ¿Cómo lo está haciendo? --- pregunto, tal vez en esa respuesta estaba la conexión entre Sam y Max.

--- No sé, parece telequinesis… No me había dado cuenta que todo este tiempo él estuvo ahí. Él estaba fuera del garaje cuando su padre murió, estaba en el departamento cuando su tío murió… Además, las visiones... todo este tiempo yo no estaba conectado con los Miller, estaba conectado con Max. Lo que no entiendo es el por qué. Supongo que... ¿somos parecidos?

--- ¿Qué estás diciendo? El no es como tu. --- dijo Deán muy serio, su hermano no se debía comparar con un asesino como ese chico loco.

--- Los dos tenemos habilidades psíquicas. Los dos…

--- ¿Los dos qué? Sam, Max es un monstruo. Ya ha matado a dos personas y está yendo por la tercera.

--- Con todo por lo que pasó, las palizas... el quererse vengar de esas personas... lo siento, odio decirlo, pero no me parece tan descabellado. --- exclamo Sam

--- Sí, pero no justifica asesinar a toda tu familia… El no es diferente a cualquier otra cosa que hayamos cazado… hay que eliminarlo.

--- No vamos a matar a Max. --- dijo Sam, no estaba defendiendo al chico por lo que había hecho, pero también entendía que estaba perdido y que necesitaba ayuda.

--- Entonces, ¿qué? Lo entregamos a la policía y les decimos: "Enciérrelo oficial"..."Mata con el poder de su mente". --- dijo Deán con ironía, Sam negó con incredulidad.

--- Es una persona… Podemos hablar con él. Oye, prométeme que vas a seguirme en esto. --- pidió Sam, Deán se lo pensó por unos segundos pero decidió darle gusto.

--- Está bien, de acuerdo… Pero no voy a dejar que lastime a Alice. --- le dijo, Sam se bajo del auto para  ir a la casa y en un momento de soledad, Deán se guardo la pistola de guantera en el pantalón.

Dentro de la casa la señora Alice estaba preparando la cena y Max le estaba reclamando por su niñez (justo como en la visión de Sam)

--- Sabes que nunca hice nada. --- le decía ella para excusarse, el muchacho estaba al borde de la ira y las lagrimas.

--- Así es tu no hiciste nada. No los detuviste, ni siquiera una vez. --- le grito, el cuchillo de la mesa de la cocina empezaba a moverse y en ese segundo los hermanos entraron a la casa (habían tenido suerte con la puerta pues estaba abierta)

--- ¿Padres?  --- pregunto la mujer sorprendida.

--- ¿Qué están haciendo aquí? --- pregunto Max igualmente sorprendido y tratando de relajarse para que no sospecharan de el, pero ya era tarde.

--- Lamentamos interrumpir. Max, ¿podemos...? ¿Podemos hablar contigo fuera por un momento? --- le pidió Sam

--- ¿Sobre qué? --- les pregunto titubeante,  aun que estaba muy seguro de que esos padres no sabían nada acerca de sus poderes..

--- Es... es privado. No me gustaría molestar a tu madre con esto. No tardaremos mucho, te lo prometo. --- volvió a decir Sam

Max acepto a salir con los hermanos pero cuando Deán abrió la puerta, dejo ver el arma que mantenía en su bolsa, entonces Max cerro todo el lugar (ventanas, cortinas y puertas) con su mente.

--- ¡Ustedes no son sacerdotes! --- grito con furia, Deán saco la pistola y le apunto pero el muchacho hizo que la pistola flotara hacia su mano y estaba vez el les apunto a los hermanos.

--- ¡Max! ¿Qué está pasando?  ¿Qué estás haciendo? --- pregunto la señora sin entender y muy asustada por lo que estaba viendo.

--- ¡Cállate! --- le grito Max y con una sola mano arrojo a su madrastra contra la mesa, ella se golpeo la cabeza muy fuerte y empezó a sangrar.

--- Max, cálmate. --- le rogaba Sam

---  ¿Quiénes son ustedes?

---  Sólo queremos hablar contigo Max

--- Sí, claro, por eso trajeron esto. --- refiriéndose a la pistola, Sam miro a su hermano con enojo por un segundo, nada de eso estaría pasando si Deán le hubiera hecho caso en primer lugar.

--- Eso fue un error, ¿sí? Mentimos acerca de quienes somos, pero no mentiremos más, Max. ¿De acuerdo? Por favor. Sólo escúchame. --- le pedía Sam, pro Max seguía temblando de las manos por los nervios y el mismo miedo que sentía.

--- ¿Sobre qué?

--- Vi que lo hiciste. Vi como mataste a tu padre y a tu tío antes de que sucediera. --- exclamo Sam, Max se quedo perplejo.

--- ¿Qué?

--- Tengo visiones, Max… Sobre ti.

--- Estás loco. --- murmuro el chico.

--- Entonces, ¿no ibas a lanzarle un cuchillo a tu madrastra? ¿Justo aquí? --- tocándose el centro de la cabeza --- Max, mira lo que tú puedes hacer… Max, fui traído aquí, ¿está bien? Creo que estoy aquí para ayudarte. --- agrego Sam

--- Nadie puede ayudarme.

--- Déjame intentarlo… Sólo hablaremos… Tú y yo…. Deja que Deán y Alice salgan de aquí.

--- No, de ninguna manera --- murmuro Deán, volviendo a activar el enojo de Max

--- ¡Nadie deja la casa! --- les grito.

--- Y nadie lo tiene que hacer, ¿sí? Tan sólo... Tan sólo irán arriba. --- sugirió Sam

--- Sam, no voy a dejarte sólo con él. --- le dijo Deán.

--- Sí, sí lo harás Deán… Mira Max tu tienes el control aquí. Solo te pido 5 minutos. --- Sam miro a Max fijamente para que el chico notara su honestidad en la mirada y así fue pues Max acepto hablar con el y dejo que Deán se llevara a su madrastra a la planta de arriba para curarla del golpe.

Sam se sentó frente a frente con Max, el chico mantenía su control mental sobre el cuchillo, que estaba levitando a su lado.

--- Mira... no puedo ni imaginar siquiera lo que has sufrido. .--- empezó a decir Sam

--- Es verdad, no puedes.

--- Max... esto tiene que parar.

--- Parará... después de mi madrastra. --- dijo el chico muy seguro y frio, sin dejar de mirar el suelo como si estuviera ido.

--- No…. Necesitas dejarla ir.

--- ¿Por qué?

--- ¿Ella te golpeaba? --- le pregunto Sam, eso hizo que Max se estremeciera y se girara para verlo por primera vez en esa charla.

--- No. Pero nunca trató de salvarme… Ella también es parte de eso.

--- Mira, lo que te hicieron… Lo que te hicieron, todo lo que te hicieron hace mucho... Merecen ser castigados pero…

--- ¿Hace mucho? Dirás la semana pasada --- le grito Max, se levanto y alzo su camisa para dejarle ver a Sam el montón de moretones que tenia en las costilla. ---  Mi padre seguía golpeándome… Siempre en lugares donde la gente no pudiera verlo, supongo que los viejos hábitos nunca mueren.

--- Lo siento --- exclamo Sam consternado.

--- Cuando descubrí que podía mover las cosas… Fue un regalo. Toda mi vida fui un inútil, pero ahora tengo esto. La semana pasada... papá llego ebrio… La primera vez en mucho tiempo y me dio una paliza… Fue la primera en mucho tiempo… Y yo hice lo que tenía que hacer. --- conto el muchacho con lagrimas en los ojos, ahí Sam comprendió realmente el dolor que tenia Max, iba mas allá de lo físico, era emocional

--- ¿Por qué no solo te fuiste? --- le pregunto Sam, pues eso era lo que el hubiera hecho si su padre lo hubiera golpeado de esa forma y a esa edad.

--- No era cuestión de huir... Yo sabría  que ellos aún seguían ahí fuera. Era cuestión de no volver a sentir miedo. Cuando mi padre me miraba...había odio en sus ojos ¿Tú sabes cómo se siente eso?

--- No. --- respondió Sam pues pese que su relación con su padre no había sido tan buena últimamente,  siempre se había sentido querido por su padre.

--- Él me culpaba de todo; Por su trabajo, por su vida, por la muerte de mi madre. --- dijo el muchacho entre sollozos desesperados, el ultimo dato llamo mucho la atención de Sam

--- ¿Por qué te culparía por la muerte de tu madre? --- le pregunto interesado, Max se giro para verlo aun alterado.

--- Porque ella murió en mi cuarto... mientras yo dormía en mi cuna. Y eso lo convirtió en mi culpa. --- le grito, Sam se quedo mudo pues una muerte como esa era única en un millón y lamentablemente le había tocado a su madre.

---  ¿Ella murió en tu cuarto? --- pregunto para estar seguro.

--- Sí… Hubo un incendio, y cuando él se emborrachaba...  contaba algo de que ella había muerto en condiciones extrañas… Decía que se había quemado... clavada en el techo.

--- Escúchame Max. Lo que tu padre decía... sobre lo que le pasó a tu madre… es real. --- le dijo Sam, ahora estaba realmente seguro de que se trataba de la misma cosa, ahora entendía que era eso lo que lo unía a Max.

--- ¿Qué? --- Max no entendía nada de lo que comentaba Sam

--- Le pasó a mi madre también, exactamente lo mismo… Mi cuarto, mi cuna y mi padre la vio pegada al techo.

--- Quizá tu padre estaba tan borracho como el mío. --- murmuro Max, renuente a creer en lo que Sam le estaba diciendo.

--- No, es la misma cosa, Max… La misma cosa mató a nuestras madres.

--- Eso es imposible.

--- Debe ser por eso que he tenido visiones durante el día, por eso se volvían más intensas. Porque de alguna forma tú y yo estamos conectados… ¿Tus habilidades comenzaron hace seis o siete meses, correcto? ¿De la nada? --- le pregunto Sam muy seguro, hablando por su propia experiencia.

--- ¿Cómo sabes eso? --- ahora Max empezaba a creer en las palabras de Sam

--- Porque es cuando mis habilidades comenzaron, Max… Es decir, las tuyas son mucho mas avanzadas, pero aún así, eso sigue significando algo, ¿correcto?... Por alguna razón, tú y yo fuimos elegidos.

--- ¿Para qué?

--- No lo sé. Pero Deán y yo... Mi hermano y yo... Estamos cazando al asesino de tu madre… Podemos encontrar respuestas, respuestas para ambos… Pero tienes que dejarnos ir, Max. Tienes que dejar ir a tu madrastra.

--- No. Tengo que vengarme, todavía tengo pesadillas, estoy asustado todo el tiempo. Como... esperando la siguiente paliza… Estoy cansado de estar asustado, si hago esto, todo habrá terminado --- seguía repitiendo Max, era muy claro que a el no le interesaba conocer el pasado como a Sam, el estaba cegado por el dolor y el coraje.

--- No, ¿no lo entiendes? No pasará. Las pesadillas no terminarán Max, si haces esto sólo te traerá más dolor y te hará tan malo ellos. Max... no tienes que pasar por esto solo. --- le dijo Sam

--- Lo siento. --- murmuro Max, luego alzo la cabeza y lanzo a Sam hacia atrás,  hasta que cayo dentro del armario entonces Max cerro la puerta y con su mente movió un armario para bloquearle la salida a Sam

--- ¡No! ¡Max! ¡No! --- le gritaba Sam mientras empujaba la puerta con todas sus fuerzas pero el armario que la tenia bloqueada era realmente pesado.

En medio de los gritos a Sam le vino una nueva visión; esta vez se trata de Max llegando a la planta de arriba donde Deán estaba curando  a Alice y cuando Max entraba a la habitación lanzaba a Deán contra el muro, el se volvió a levantar y se ponía enfrente de la mujer para protegerla, Max hacia levitar la pistola y le dispara a Deán en la cabeza.

--- ¡No! --- grito Sam desesperado por la imagen de su hermano muerte y entonces el armario que estaba tras la puerta salió volando (como si Sam lo hubiera movido con su mente) y le permitió salir.

Max ya estaba arriba  para matar a su madrastra y Deán ya estaba delante de ella para protegerla, justo como en la visión.

--- No te metas, no es tu pleito  --- le decía Max, pero Deán estaba plantado firmemente y sin miedo delante de la mujer.

--- Si la quieres matar, tendrás matarme a mí primero. --- le grito, Max hizo flotar la pistola en el aire con su mente.

--- Si quieres --- murmuro Max con una aterradora sonrisa y estaba por disparar el arma hacia Deán, entonces llego Sam

--- ¡No, no lo hagas! ¡No lo hagas! ¡Por favor! ¡Por favor, Max! --- le gritaba, temiendo por la vida de su hermano. Max se puso a llorar y se giro para ver a Sam --- Max... podemos ayudarte, ¿de acuerdo? Pero esto, lo que estás haciendo... no es la solución. No va a arreglar nada.---  agrego Sam, hubo un silencio total en la habitación hasta que Max sonrió levemente.

---  Tienes razón. --- exclamo Max, Sam le sonrió porque pensó que ya lo había convencido pero entonces la pistola se giro y se disparo en la cabeza de Max, el se había suicidado ante la vista de todos.

La policía llego mas tarde y empezó a hacer preguntas, Sam y Deán no habían podido huir pero la madrastra de Max los cubrió, diciendo que Max había llegado a casa con la pistola que la había atacado y que los Winchester eran amigos de la familia quienes llegaron justo a tiempo para salvarla, también dijo que ellos habían intentado hablar con Max pero que el termino por suicidarse.

--- Si hubiera dicho otra cosa, lo habría convencido. --- decía un Sam consternado mientras caminaba de vuelta al impala.

---  No te hagas esto Sam --- le dijo Deán.

--- ¿Hacer qué?

---  Torturarte a ti mismo... No importa lo que pudieras decir… Max fue demasiado lejos.

---  Cuando pienso en cómo me miró, justo antes de... Debí haber hecho algo. --- volvió a decir Sam, ambos se quedaron en silencio por un minuto hasta que Deán encontró las palabras.

---  Vamos, hermano… Arriesgaste tu vida… Es decir, sí hubiéramos llegado veinte años antes tal vez hubiéramos hecho algo por el ---  le dijo Deán, sus palabras tuvieron efecto en Sam quien solo asintió levemente pero mas calmado.

---  Bien, te diré algo… Tenemos suerte de tener un padre. --- exclamo, Deán se quedo perplejo de escucharlo decir eso.

---  Nunca pensé que dirías eso Sam

---  Bueno... podría haberse alejado más después de lo de mamá. Un poco más de tequila, un poco menos de cacería de demonios… Entonces, habríamos tenido una infancia como la de Max. Considerando todo... salimos bien, gracias a él. --- dijo Sam y subió al impala con Deán, que no paraba de sonreír de felicidad y orgullo.

Los hermanos regresaron al motel para recoger sus cosas e irse esa misma noche, Deán doblaba su ropa y la metía en su mochila mientras que Sam estaba muy callado.

--- Deán, estuve pensando…

-- Eso nunca es bueno. --- murmuro Deán con ironía a las primeras palabras que su hermano decía en horas.

---  En serio… Estuve pensando... por qué este demonio, o lo que sea, ¿por qué quería matar a mamá, a Jessica y a la madre de Max? Ya sabes, ¿qué es lo que quiere?

---  No tengo idea Sam

---  Bueno, piensas que tal vez... ¿esté tras nosotros? Tras... ¿Max y yo?

--- ¿Por qué lo piensas? --- pregunto Deán preocupado, temía que Sam estuviera viendo también al demonio en sueños y que no se lo estuviera diciendo.

---  Es decir... ya sea telequinesis o premoniciones... ambos tenemos habilidades, ¿sabes? Tal vez estaba tras nosotros por alguna razón. --- explico Sam

--- Sam, si te quisiera, tan sólo tendría que tomarte. ¿De acuerdo? Esto no es tu culpa, no es sobre ti.

---  Entonces, ¿sobre qué es? --- pregunto Sam algo molesto, Deán se giro a mirarlo y se acerco que notara su expresión de seguridad en el rostro.

---  Es sobre lo que esa maldita cosa le hizo a nuestra familia… La cosa que vamos a buscar, la cosa que vamos a matar. Y eso es todo Sam

---  De hecho, hay otra cosa más…

---  O dios, ¿qué? --- pregunto desesperado de que su hermano siempre hablara por partes y se anduviera con tantos rodeos.

---  Cuando Max me encerró en el armario... con ese gran buro contra la puerta... lo moví.

---  Sí, eres un poco más fuerte de lo que creía. --- dijo Deán con una sonrisa sínica pero Sam seguía muy serio con el tema.

---  No, hermano… Lo moví. Como... Max. --- le dijo, paso un minuto para que Deán asimilara que su hermano también podía mover cosas con su mente, entonces se giro y le mostro una cuchara.

---  Si seguro, dobla esto. --- le pidió con ironía, Sam rodo los ojos.

---  No puedo encenderlo y apagarlo, Deán.

---   Entonces, ¿cómo lo haces?

--- No lo sé… No puedo controlarlo. Yo sólo... Te vi muerto en una visión y me salió de golpe. Ya sabes, como... como una extraña adrenalina. --- explico Sam, Deán suspiro y termino de guardar sus cosas en la mochila.

---  Bueno, me aseguraré de que no pase otra vez. --- dijo muy seguro de si mismo, Sam empezó a caminar detrás de el por todo la habitación.

---   ¿No te preocupa? ¿No te preocupa que me vuelva como Max o algo parecido? --- le pregunto, Deán fingió pensarlo por un segundo y respondió.

---   No, eso no… ¿Y sabes por qué?

---   No, ¿por qué? ---pregunto Sam interesado, ni su hermano era tan valiente para no temerle a algo desconocido en sus vidas.

---   Porque tienes una ventaja que Max no tuvo.

---   ¿A papá? Porque papá no esta aquí, Deán.

---   No… A mí… Mientras yo esté cerca... nada malo va a pasarte. --- aseguro Deán con una sonrisa, Sam se quedo callado pues una vez mas se daba cuenta de que su hermano lo quería mucho y que el nunca iba a dejarlo solo.

---   Ahora, ya  sé lo que tenemos que hacer con tus premoniciones… Se a dónde tenemos que ir.

---   ¿A dónde? --- pregunto Sam sin entender porque su hermano sonreía de una forma tan picara.

---   A Las Vegas. --- respondió Deán, Sam lo miro incrédulo hasta que se empezó a reír, tomo su mochila y salió de la habitación con una sonrisa en el rostro.

---   ¿Qué? Vamos, Sam… Jugamos dados y los limpiamos.  --- le decía Deán por detrás, antes de salir hecho una ultima mirada a la habitación para asegurarse de que no hubiera nada, de que el demonio ese no estuviera tras de Sam. Entonces se fue con su hermano.

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